Capítulo treinta: Fuera de control"Narra Ariana Fallon"¡Maldit0 imbécil! Se ha atrevido a marcharse. Se siente muy seguro de sí mismo y del poder que tiene sobre mí, cree que ignora mis palabras porque le da la gana, pero a mí me da la impresión de que no es así. Está evadiendo lo evidente y por más ridículo que parezca, la Bestia tiene miedo.Sin embargo, está muy equivocado si piensa que va a pasarme por encima o que yo voy a bailar a su salsa. —Déjame pasar —me enfrento a los guardias de la puerta. Llevo tres días sin salir del penthouse y por mucho que me dejen recorrer todo el piso, me siento igual de encerrada que en la habitación malditą. —Sabe nuestras órdenes, señora. —¡Me importan un pepino sus órdenes! —la voz se me enreda al gritar en un idioma que no es el mío—. Pueden metérselas por dónde les quepa. —Ariana...—¡No, Nella! —protesto girando hacia la mencionada—. Lo lamento, pero tus clases de cocina ya no me entretienen ¿y adivina qué? ¡Jamás aprenderé siquiera a f
Capítulo treinta y uno: Provocar a la Bestia"Narra Ariana Fallon"—¡Lion Brooks! —exclamo alzando mi copa en torno a él—. ¡Justo el hombre a quien quería ver! —¿Problemas en la cueva de la Bestia, Ariana Mascherano? —inquiere con esa sonrisa jovial, la cual ya se me hace familiar. —No tienes ni idea —bebo hasta el fondo para volver a rellenar—. ¡Pero siéntate, siéntate! —palmeo la silla a mi lado—. Bebamos juntos esta noche, la Bestia Mascherano invita. Me mira arrugando las cejas como si quisiera entender de qué voy, pero le hago un gesto que resta importancia a ese pequeño detalle y su curiosidad por saber cuales son mis posibles intenciones para mostrarme tan cercana, parecen poder con él y termina sentándose. —¿Otra vez peleados? —indaga mientras pido una copa vacía para servirle de la misma botella. —Harry Mascherano y yo siempre estamos peleados, incluso en... —me detengo antes de soltar una tontería. Todavía no he tomado tanto whisky como para ventilar mis intimidades. —
Capítulo treinta y dos: Menos Bestia y más yo"Narra Harry Mascherano"Juego con el mechero encendiendo y apagando una y otra vez sin descanso al mismo tiempo que fijo la vista en el vaso de whisky como si en el líquido carmesí pudiera ver todo el lío que tengo armado en la cabeza. Los vi... Vi a Mia reír junto al imbécil de su esposo, jugando con sus hijos en un parque infantil y... no sentí nada. No hay rabia, no hay vendetta, no me fastidia ver el castillito rosa que han construido... nada, solo sentí indiferencia. Aún la siento y no lo entiendo porque no existe en este mundo alguien más vengativo que Harry Mascherano, ni una obsesión igual a la que yo sentía por Mia Fallon. ¿Qué coño me pasa? Sé que sigo siendo yo, soy consciente de que nunca voy a cambiar ni siquiera por voluntad propia, porque árbol que nace torcido jamás su tronco endereza. Sin embargo, me siento diferente, hay partes de mis ser, las cuales están saliendo a la luz y no las conozco, ni las entiendo, ni las de
Capítulo treinta y tres: Estás muerta "Narra Ariana Fallon"He dado mi primer paso bailando y creo que lo he hecho bien, he provocado bastante y espero que tenga su efecto.Ahora voy a cambiarme la ropa porque sudo como una cerda. Me pondré algo todavía más pequeño.Caminando por el pasillo al camerino, me abordan las chicas asombradas y asustadas de lo que he hecho y eso que aún no saben lo que haré a continuación. La Bestia Mascherano se ha ido para probarme y ha sacado a la diabla al ruedo... que suban el telón para que continúe el espectáculo. —Estás loca —Fabiola me ve con los ojos muy abiertos—. Estás jugando con la Bestia y te va a comer, Ariana. —Amiga —le sonrío caminando de espaldas—, ese cachorro ya me ha comido… completita —a la rubia se le suben los colores a la cara y yo amplío mi sonrisa—. ¿y sabes qué? Me ha encantado ser su presa. ¿Dónde están esas cervezas? La bebida va y viene, las coreografías en el escenario se vuelven más sensuales y atrevidas a medida que a
Capítulo treinta y cuatro: Él es mío "Narra Ariana Fallon"La multitud aúlla de pie sin parar, los billetes vuelan a mi alrededor e incluso algunos tratan de llegar hasta el escenario para alcanzarme. No obstante, todo queda en un intento porque un escudo de hombres me vuelve intocable. Yo por mi parte, no atiendo ninguno de los llamados, simplemente porque mis sentidos no me permiten prestar atención a otra cosa que no sea la Bestia asesina que viene a ejecutarme. He firmado y aceptado mi sentencia, sin embargo, no voy a retroceder. Solo sobrepasando los límites y llegando a las últimas consecuencias, puedo atravesar las barreras de Harry Mascherano. Llegaré hasta el final, hasta las últimas consecuencias. Es por eso que coloco los brazos en jarras exhibiendo aún más mis pech0s turgentes y ansiosos, porque sí siento un poco de temor, pero también mucho morbo de la forma en que me mira. —Baja de ahí —pese a que sisea muy bajito, soy capaz de escucharle. —Estoy trabajando, Mascher
Capítulo treinta y cinco: Ama del Universo "Narra Ariana Fallon"Cruzo la puerta del club tarareando alguna canción que debo haber escuchado en algún sitio y sonrío a todo el que me pasa por el lado. Estoy feliz, más que feliz... Luzco como una niña de cinco años a la que acaban de hacerle el mejor regalo de Navidad. —Oh, mira quién viene por ahí —encuentro a las chicas reunidas en las barras, apuesto que están ensayando el show de esta noche—: la cazadora de monstruos. Las chicas se echan a reír con el comentario de la latina. —Pensábamos que a estas horas ya eras comida para peces —la Jefa se suma a las burlas. —¿Qué pasa, niñas? —cuestiono en una sonrisa cuando sus voces se apagan un poco—. ¿Tan poca fe me tienen? —Venga, mujer —salta la morena hablantina—, todas presenciamos la rabieta de la Bestia anoche. Siempre tiene cara de asesino, pero ayer... —Era cosa de otro mundo —completa Fabiola—. De verdad, verte aquí, ahora e ilesa parece un milagro para nosotras. —O
Capítulo treinta y seis: No vas a marcharte jamás 'Narra Ariana Fallon"Como si mi cuerpo trabajara como un robot programado para atacar un único objetivo, tomo el primer periódico internacional que encuentro y me marcho directo al auto. —¿Ariana? —de lejos escucho la voz de Fabiola. Soy consciente de que sigue mis pasos, pero yo simplemente continúo en mi especie de trance. 'No fue él', repito en mi cabeza como una especie de mantra. 'No puede haber sido capaz.'Sin embargo, por mucho que trato de convencerme, la duda permanece latente. —¡Ariana, para! —la rubia tira de mi antebrazo a tan solo unos centímetros del Maserati—. ¿Me puedes decir qué demonios te sucede? Alzo la vista para toparme con su confundida expresión y entonces, la realidad toma mayor fuerza. Los labios me tiemblan, avisando que estoy a nada de desmoronarme y no, no me da la gana caer en la desdicha antes de despellejar a un diablo imbécil. —Toma en volante —dictamino pasándole las llaves antes de rodea
Capítulo treinta y siete: Mente retorcida "Narra Ariana Fallon" ¡Maldit0!Me ha encerrado aquí, atada de pies y manos como una vulgar ramera y con la televisión a todo volumen. Lo peor es que ha dejado la puerta de la habitación abierta para que mis gritos resuenen en todo el jodido piso, incluso por encima de los inútiles reporteros de la pantalla. Este hombre es un imbécil integral y lo peor es que yo también lo soy. Le he entregado tanto de mí, que a veces siento que me ha dejado sin nada, que se está quedando mi esencia y me arrastra por el submundo al cual él pertenece. Mi mayor desgracia es que no sé si puedo salir de ahí. Hijo de su madre... ¿Como voy a asumir que los hijos de mi hermana y ella en sí misma, estén sufriendo por culpa del psicópata con el que me he casado y con el que comparto cama?¡Por una mierd@! Si estoy aquí, siendo suya y dejándome la piel en esta aventura es justamente para que preserve la vida y el bienestar de los míos. Si, soy culpable de seg