Capítulo veinte: Síndrome de Estocolmo"Narra Ariana Fallon"El chirrido de las gomas, que daña mis oídos y me deja prácticamente sorda, me tira al suelo.El conductor del auto sale a socorrerme a toda prisa en tanto yo no puedo dejar de estremecerme con temblorosos espasmos.—¿Estás bien?No respondo, creo que estoy en shock.¡Por Dios! ¿Qué más me puede suceder?Entonces, otra vez el destino me la juega colocando un rostro conocido a mis pies.Es él, el señor del club que me ayudó, el tal Lion.—Ariana...Poco a poco dejo de escuchar, la visión se me desaparece de forma repentina hasta no sentir nada en absoluto y el alivio me recorre las venas cuando caigo en la inconsciencia. ***Sus labios se encuentran sobre los míos, sus caderas bailan al compás de las mías sin control. Jadeo al separarnos, me topo con esos ojos del color del fuego y ardo en llamas bajo su poder. Mi piel adopta la misma temperatura febril de la suya y nos fundimos en un
Capítulo veintiuno: Conquistar al italiano "Narra Ariana Fallon"—No tienes idea de lo que estás hablando —bufo volviendo a reír con incredulidad.Estoy segura de que Harry Mascherano sometido es algo que no veré jamás. Una cosa es cautivarlo, seducirlo y enredarlo para obtener mi libertad. Pero dominarle para quedarme a su lado como su igual... es otra muy distinta e imposible.—¿Acaso dudas de tus capacidades, Ariana? Porque yo no.'¿Acaba de desafiarme?''¿Quién demonios es este hombre?'—No me conoces de nada —pienso en voz alta y al mismo tiempo mi tono de voz suena como un reclamo—. ¿Cómo puedes hablar sobre mí con tanta seguridad y ligereza a la vez?—Mi instinto jamás me ha fallado —asevera— y yo puedo afirmar que sí te conozco, desde que te vi por primera vez. No me malinterpretes —añade con rapidez al ver mi expresión asustadiza—, mis palabras no tienen doble sentido, ni yo segundas intenciones. Es solo... una corazonada. ¿Acaso no sientes tú algo parecido?Sí... Por alguna
Capítulo veintidós: Lady Beast"Narra Harry Mascherano"Si me pidieran describir lo que esta mujer me hace sentir, tendrían que preguntármelo desde el cielo, porque me siento un auténtico Dios cuando se me acerca. Al menos en mi versión retorcida.Juro que toco el paraíso con mis manos cuando la rebelde escurridiza que ahora se escabulle bajo mis sábanas suspira pegada a mi piel.Huelo su aroma incluso antes de que me lo permita la realidad y cuando por fin la puedo tomar, mi sonrisa es incapaz de esconderse detrás del cabrón que soy, porque me vuelvo otro solo para ella.—Has tardado solo un poco más de lo que pensaba, esposa mía —murmuro tan bajo que por un segundo dudo que ella haya alcanzado a escucharme. Sin embargo, su repentino movimiento para encararme indica que sí lo hizo.Desde el primer instante en que he notado el movimiento en mi cama y su peso sobre ella, me he sentido en mi lugar favorito en el mundo. Con el alma de regreso a mi cuerpo, oscura, perversa y retorcida
Capítulo veintitrés: ¿Te gusta el peligro?"Narra Ariana Fallon"Amanece otro día más en este sitio y no puedo mentirme diciendo que no he pasado una noche maravillosa con él, pero la pregunta sigue flotando entre los dos...Cada día que paso a su lado y viviendo esta nueva experiencia es como si fuera una nueva vida para mí y comienzo a acostumbrarme a ella sin poder evitarlo.El azote en el trasero me despierta y me hace soltar un chillido de forma automática.—¿Acabas de azotarme una nalga...? —la última palabra sale con un ruidito extraño debido a que el golpe se desvía a mi sexo.—¿Te gusta? —un jadeo ahogado es todo lo que puedo pronunciar y de inmediato, me vuelve a golpear con ondas de choque magnético—. Responde.—¡Sí, demonios! —vuelvo a gritar y cuando siento la profunda penetración, pienso que me quedaré sin garganta.Su brutalidad duele, arde y quema como el infierno, no obstante, también me prende.¡Hijo de su madre! ¿En verdad estoy tan loca?Sí, pero también estoy enfe
Capítulo veinticuatro: Notas perturbadoras "Narra Ariana Fallon"¿Debería contarle esto a Harry?No lo sé.Me siento un segundo y me debato entre las consecuencias de decirle o no decirle.Es todo tan confuso.¿Acaso ese tipo también está pirado?—¿Es que no hay nadie normal en mi vida?—Lo normal es aburrido —intercede una voz femenina a mis espaldas que reconozco al vuelo—. ¿Por qué querrías alguien así a tu alrededor?—No lo sé —exclamo tirándome en la cama—. ¿Tal vez para contrarrestar un poco la locura que me rodea?—Siento tener que decirte esto, corazón, pero no existe ser humano en el mundo que pueda hacer tal cosa —comunica acostándose a mi lado para mirar el techo juntas—. Empezando por el dueño de este lugar y terminando contigo, que estás más pirada que una cabra al quedarte a vivir con él.Aunque Fabiola no conoce ni la mitad de la historia, sus palabras no podían ser más ciertas. Ha dado justo en el clavo.—¿Entonces estoy condenada? —suspiro resignada.—Si has sido fic
Capítulo veinticinco: Italiano psicópata"Narra Ariana Fallon"Escucho el sonido del papel al arrugarse sin romper el contacto visual. El fuego en sus ojos luce más vivo que nunca.—Chicas —Fabiola manda a despejar el local a mis espaldas mientras yo quiero devolver la cerveza que tengo en el estómago.—¿Cuántas de estas has recibido? —pregunta una vez nos quedamos a solas.—Harry...—¡¿Cuántas?!—Dos. ¡La primera apareció en la maleta del viaje! —añado con rapidez al ver cómo lanza la licorería del bar al suelo.—¡¿Cómo?!'Oh, señor, yo y mi boca'Mis palabras han logrado todo lo contrario y ahora luce más furioso todavía y patea el mostrador con rabia.—¡Para, por favor! —chillo cuando una botella cae a mis pies.—¡¿Lo has visto?! —comienza a sacudirme los hombros con brusquedad sin darme tiempo a responder—. ¡Dímelo!—¡No! —consigo soltar la sílaba—. ¡Me estás haciendo daño!La declaración parece detener sus ataques y centrarse en romperse la mandíbula de tanto apretar los dientes.
Capítulo veintiséis: Capo contra Bestia "Narra Harry Mascherano"Lo que he sentido en esta ocasión es... distinto. De hecho, haber sentido ya es novedoso, porque a mí la gente no me inspira nada distinto a la indiferencia.Saber que tiene a alguien —nada menos que Lucio Cavalcanti— detrás de ella por alguna fijación perversa me llena de una ira desconocida mezclada con preocupación. Es desconcertante, inconcebible y muy alarmante, porque un hombre como yo no puede permitirse algo así.Cuando he pegado mi frente a la suya, solo podía pensar en los negros instintos que despierta en mí.Mataría a todo el planeta —incluyendo a un capo de la Mafia— por conservarla... La cuestión es: ¿Por qué?La Bestia Mascherano no es esta persona que se desquicia cuando ese maldit0 pervertido se acerca a mi más grande posesión... Ariana Fallon.Tengo que alejarme de ella. Cuando siento que estoy a punto de doblegarme, salgo huyendo de la responsabilidad que supone para mí responder sus preguntas.La enc
Capítulo veintisiete: No soy él"Narra Harry Mascherano"Observo a mi pequeña rebelde, frágil y vulnerable entre mis brazos, aún inconsciente a mi merced y tengo que reprimir con todas mis fuerzas las ganas de besarla con ternura.¡No soy un tipo tierno!Las alarmas explotan en mi sistema a máxima velocidad, mi cerebro se convierte en un mar rojo igual al líquido que se escurre entre mis dedos.—No, no, no, no —niego para mis adentros al mismo tiempo que regreso en el tiempo, viendo los latigazos abriendo la piel atado de pies y manos sin poder hacer nada—. ¡Ariana, maldit@ sea! ¡Ariana!Mi jefe de Seguridad aparece a la velocidad de la luz y ni siquiera debo darle órdenes para que se marche en busca del doctor Vitale.Con Ariana siempre es igual, es como una reacción en cadena irrompible. Algo que funciona en una especie de constante que nunca cambia.Voy hasta ella con unas ideas claras de lo que deseo y cuando llego todo se vuelve sal y agua en el mismo instante de tiempo.He venid