Amaia observó como Nikolay se acercó con una sonrisa victoriosa y no pudo evitar mirarlo con una mezcla de rabia y deseo, sabiendo que había perdido la apuesta y qué ahora estaba a su merced. Cuando sus labios se encontraron en aquel ardiente beso, Amaia sintió la fuerza y la adrenalina del momento, la pasión encendió su ser con la misma fuerza que la sed de venganza. Llevando las manos al cabello de él, tiró de la liga y el cabello castaño y sedoso cayó suavemente, ella tomó con fuerza un puño de sus cabellos al tiempo que se abría paso en su boca con la lengua. Una danza erótica cargada de anhelo y deseo. Nikolay la tomó de la mano y la llevó al centro del ring, donde la luz del gimnasio se reflejaba en sus cuerpos sudorosos. —La recompensa de la victoria— susurró Nikolay, mientras comenzaba a despojarla de sus prendas. Amaia lo miró con desafío, pero no se resistió cuando Nikolay comenzó a besarla nuevamente con pasión. Sus labios se movieron con intensidad, explorando cada
Amaia y Nikolay tomaron un baño juntos, estaban muy agotados y aunque deseaban meterse bajo las sábanas y dormir, Nikolay le había prometido que hablaría con Aimara, así que después de darle el celular para que llamara, se marchó por un trago. Amaia tomo el teléfono y le marco a Aimara quién respondió rápidamente. —¿Si?—Aimara cariño, soy Amaia. —Que felicidad poder escucharte, me alegra saber de ti. ¿Estás bien?—Estoy muy bien. He estado muy preocupada por ti, Nikolay me comentó que padre volvió a jugar. Pensé que entraría en razón. —Tambien ha vuelto a beber, Pero trato de que eso no me afecte, estoy muy enfocada en mis estudios en obtener las mejores calificaciones asistir a las actividades extracurriculares para obtener la mejor de las notas te lo prometí voy a cumplirte. las cosas con padre no están muy bien especialmente porque parece que algo le atormentara aunque claramente No sé lo que es él no está dispuesto a compartirlo con nadie. —En ocasiones llego a pensar que nu
—Te juro que no tenemos que hacer esto, Nikolay. La lección ha quedado clara aunque no sé si deba incumplirla en algún momento. —¿Estás asustada?— le preguntó con burla. —Por supuestamente que no, te recuerdo que ya sobreviví a esta caída y por lo que has dicho, tu también, entonces no tiene sentido. —Quizas no tenga sentido, pero es parte de mi recompensa y vamos a cumplir con ésto, además como te dije siempre me causó un profundo placer poder saltar desde este acantilado por mucho tiempo cuando estaba sumergiéndome en una especie de tristeza este acantilado fue mi salvación venir acá arriba y contemplar desde aquí la inmensidad del mar, ver los hermosos atardeceres que no hacían más que llenarme de profundo dolor, eran momentos en los que sentía que mi cabeza me jugaba una mala pasada y que seguramente lo mejor sería rendirme a la oscuridad de mis pensamientos y sentimientos para despedirme de éste mundo, sin embargo, a la vez era demasiado egoísta como para renunciar a la
—¿Estás seguro que quieres hacer esto Nikolay?—le preguntó Amaia mientras caminaba con él tomado de la mano, Nikolay se giró y la miró con una enorme sonrisa, como.quien esta a punto de cometer una travesura. —Por supuesto que quiero hacerlo, ¿ acaso vas a decirme que te vas a acobardar precisamente ahora?— le dijo en tono burlón, como retandola, sabiendo que no se echaría atrás. —Por supuesto que no— dijo ella con una sonrisa de autosuficiencia— ¿acaso se te olvida que ayer caí desde esta misma altura y que logré sobrevivir?, lo que me sorprende es que quieras que lo hagamos juntos. Parece una especie de iniciación. —Ya te lo dije Amaia, estaba plenamente consciente de que estarías bien. Eres buena nadadora y yo mismo he saltado de aquí muchas veces, es una descarga de adrenalina que te recuerda que sigues vivo, pero que te hace acariciar muy de cerca la muerte. Creo que estar precisamente en esa delgada línea entre la vida y la muerte, es lo que te hace apreciar más cada día
El día de la fiesta había llegado Amaia se observó en el espejo, el precioso vestido ajustándose a cada una de sus curvas, resaltando indudablemente todos sus atributos, su cabello largo, negro y lacio estaba peinado en un perfecto moño, coronado por unas ondas que se volvían unos rizos perfectos, que caían enmarcando su rostro, sus bellos ojos azules tan azules, intensos como el mismo color del vestido que portaba estaban maquillados con una sombra negra, mucha pestañina lo cual le daba una mirada más profunda y felina sus ojos se veían almendrados y resaltados, sus mejillas cubiertas por un ligero rubor y sus labios con una apariencia jugosa y carnosa estaban cubiertos por un labial. —Estás preciosa— exclamó Nikolay saliendo del vestidor y encaminandose hacia ella, se colocó justo detrás y sus grandes manos le cubrieron la estrecha cintura tirando de su cuerpo esbelto la abrazó, recargandola contra él —Sin duda seré la única de todos — ella observó lo guapo que estaba su esposo,
—Kira, que gusto verte. — le dijo en tono amable. —Comenzaba a creer que sería todo lo contrario, ya que pareces haber olvidado mi número — le dijo mirándolo fijamente a los ojos mientras elevaba su copa de champagne y tomaba de ella con sensualidad, Pero con una frialdad en los ojos que era una clara muestra de lo molesta que estaba. —Bien sabes que las cosas no son como antes...— había una clara advertencia en sus palabras, sin duda alguna instandole a mantenerse lejos. —¡Oh, por supuesto!— le dijo con un brillo malicioso en los ojos—¡Si ha quedado claro para todos que ahora eres un hombre que posee un compromiso matrimonial. —En efecto— le dijo sonriendo, Pero siendo parco en sus palabras y actitudes. —Bien, creo que debería marcharme y dejarles un poco de espacio para que tengan está incómoda conversación. —No tienes por qué irte, O'Farrell. — le dijo Nikolay. —Aunque yo lo agradecería— aseguró Kira, con determinación — sin lugar a dudas hay cosas que debo trat
—Y dime Amaia. ¿Cómo llevas tu vida de casada?, no es fácil ser la mujer de un hombre como Nikolay... ¿Amaia, está todo bien? Amaia parpadeó un par de veces y se giró nuevamente hacia Grace, quien la miraba con sus ojos verdes puesto en ella como mostrando inquietud por su ausencia de respuesta, Grace siguió con la mirada del lugar hacia donde Amaia había estado mirando y se encontró con Nikolay en compañía de una hermosa rubia que a decir verdad parecía algo molesta... no pudo evitar preguntarse si es que acaso la recién casada sentía celos, de aquella mujer que estaba cerca de su esposo. —Lo siento Grace, discúlpame, por un momento me entretuve. ¿Qué me decías? —Te preguntaba cómo llevas tu vida de casada, ya que supongo que no es fácil convivir con un hombre como Nikolay. —Estoy próxima a mi primer mes de matrimonio y la verdad es un poco dificil adaptar dos carácteres, porque como lo has dicho Nikolay es un hombre especial y yo... tengo mi carácter — sonrió —pero no me quej
—Te sientes muy segura— le dijo enojada— pero no deberías hacerlo, puede que Nikolay termine aburriendose muy pronto de ti. —Supongo que hablas desde la experiencia — le dijo con una amplia sonrisa— no te preocupes tanto por mi, querida, sé cuál es mi lugar, y tu deberias conocer el tuyo— le advirtió— soy su esposa y tú eres pasado. Si me eligió para llevar su apellido, ¿crees que terminaría aburriendose de mi cómo lo hizo contigo? —Voy a hacer que ambos se arrepientan, te lo juro. Deberías cuidarte, Amaia Kozlova, quizás Nikolay enviude pronto.— terminó en tono malicioso. —Cuide sus palabras, señorita — le advirtió una muy seria Katerina ante las amenazas de la mujer. — No tengo por qué hacerlo— respondió Kira, pero sin quitar los ojos de Amaia, quien parecía extremadamente serena y tranquila. —La muerte no me preocupa — sonrió burlona— pero si de algo puedes estar segura es de que jamás disfrutarás nuevamente de mi marido, espero los recuerdos sean tan buenos como para