—Y dime Amaia. ÂżCĂłmo llevas tu vida de casada?, no es fácil ser la mujer de un hombre como Nikolay... ÂżAmaia, está todo bien? Amaia parpadeĂł un par de veces y se girĂł nuevamente hacia Grace, quien la miraba con sus ojos verdes puesto en ella como mostrando inquietud por su ausencia de respuesta, Grace siguiĂł con la mirada del lugar hacia donde Amaia habĂa estado mirando y se encontrĂł con Nikolay en compañĂa de una hermosa rubia que a decir verdad parecĂa algo molesta... no pudo evitar preguntarse si es que acaso la reciĂ©n casada sentĂa celos, de aquella mujer que estaba cerca de su esposo. —Lo siento Grace, discĂşlpame, por un momento me entretuve. ÂżQuĂ© me decĂas? —Te preguntaba cĂłmo llevas tu vida de casada, ya que supongo que no es fácil convivir con un hombre como Nikolay. —Estoy prĂłxima a mi primer mes de matrimonio y la verdad es un poco dificil adaptar dos carácteres, porque como lo has dicho Nikolay es un hombre especial y yo... tengo mi carácter — sonriĂł —pero no me quej
—Te sientes muy segura— le dijo enojada— pero no deberĂas hacerlo, puede que Nikolay termine aburriendose muy pronto de ti. —Supongo que hablas desde la experiencia — le dijo con una amplia sonrisa— no te preocupes tanto por mi, querida, sĂ© cuál es mi lugar, y tu deberias conocer el tuyo— le advirtió— soy su esposa y tĂş eres pasado. Si me eligiĂł para llevar su apellido, Âżcrees que terminarĂa aburriendose de mi cĂłmo lo hizo contigo? —Voy a hacer que ambos se arrepientan, te lo juro. DeberĂas cuidarte, Amaia Kozlova, quizás Nikolay enviude pronto.— terminĂł en tono malicioso. —Cuide sus palabras, señorita — le advirtiĂł una muy seria Katerina ante las amenazas de la mujer. — No tengo por quĂ© hacerlo— respondiĂł Kira, pero sin quitar los ojos de Amaia, quien parecĂa extremadamente serena y tranquila. —La muerte no me preocupa — sonriĂł burlona— pero si de algo puedes estar segura es de que jamás disfrutarás nuevamente de mi marido, espero los recuerdos sean tan buenos como para
—Este equivocada o no, esa mujer será un problema, te acordarás de mi— le dijo con frustraciĂłn— parecĂa tan enfadada. —Segun Igor y Katerina, has sabido defenderte muy bien— le sonriĂł orgulloso. —Supongo que tenĂa la firme necesidad de sentirme segura. ÂżMe hablaras de ella? —¿Para quĂ©?— le preguntĂł frunciendo el entrecejo. — Kira, no es alguien que merezca una conversaciĂłn entre nosotros. —Si lo es Nikolay, si lo es. Ella es tu ex amante y yo soy tu esposa, a la cual han insultado y amenazado, creo que merezco saber quien es ni adversaria. —De acuerdo— suspirĂł con pesadez— Kira, es la hija menor de Fedor Ivanov, es conocida no solo por su belleza, sino por ser caprichosa y consentida pero además es una mujer fuerte. Se puede decir que Fedor es un mafioso, solo que a menor escala, no me mires asi, ni se acerca al nivel en el que estoy yo, Fedor es un bastard* que espera un golpe de suerte para obtener mi apoyo, soy yo quien controla todo en Rusia, soy yo quien dirige la b
—Por supuesto, jamás hubiese perdonado aquello, todos esos maldit*s se pudren en el infierno. Aunque sus muertes no me devolverĂan a Irina, ellos no seguirĂan respirando, cuando le arrebataron la vida a mi esposa. — Amaia asintiĂł, no debĂa sentirse bien porque otros seres humanos dejarán de respirar pero consideraba que la venganza de Nikolay habĂa Sido más que justa. —Ahora te entiendo un poco más— caminĂł hacia Ă©l y quedĂł justo en frente— te juro que estoy dando lo mejor de mi en los entrenamientos, te juro que me esforzarĂ© más con mi punterĂa, te juro que voy a protegerte — sus ojos brillaron con determinaciĂłn— asĂ como tĂş has prometido hacerlo conmigo. Mi lealtad será siempre tuya, mi cariño será tu refugio y mi cuerpo tu escudo. Tu y yo seremos siempre uno, Nikolay Kozlov — lo mirĂł a los ojos y puso la mano sobre el enorme LeĂłn tatuado en su pecho. Nikolay sintiĂł Un calor alojarse su pecho justo allĂ donde ella habĂa colocado la mano ese calor rápidamente se extendiĂł a todo su
Cederle el control a Amaia era la sensaciĂłn más placentera del mundo, ella se dedicaba arduamente a la tarea de complacerlo, lo cabalgaba de una manera ardiente que amenazaba con arrancarle la cordura, los candenciosos movimientos de sus caderas, la manera tan ardiente en la que dejaba escapar gemidos, la intensidad que reflejaban sus ojos cuando lo poseĂa... era inigualable, ser tomado por ella, era inexplicable. Aquella posiciĂłn le permitĂa ver cada pequeño gesto de su esposa, cada contracciĂłn de sus faciones a causa del placer que experimentaba al sentirlo muy dentro de ella, llenándola por completo... le encantaba poseerla, pero le encantaba de igual manera ser poseĂdo por ella. Para Amaia era nuevo ser quien dirigiera el acto, pero Ăşltimamente lo disfrutaba y resultaba igualmente placentero poder mover su cuerpo a un ritmo tan Ăntimo y sensual que los arrastrará a la locura del Ă©xtasis. Con su ex nunca habĂa disfrutado ni siquiera un poco, todo habĂa Sido muy doloroso e inc
Grace estuvo feliz de que Amaia hubiese aceptado su invitaciĂłn y juntas se reunieron, aunque Grace le dijo que podĂan reunirse en algun restaurante o cafĂ©, pero Amaia asegurĂł de que no tenĂa problema de reunirse en la casa de ella. AsĂ que despuĂ©s de algunos minutos acordaron verse en la mansiĂłn O'Farrell. Grace la recibiĂł con mucha alegrĂa, con un gran abrazo la estrechĂł y pasaron al jardĂn de la mansiĂłn donde se dispuso una mesa con bocadillos y bebidas para acompañar su conversaciĂłn. Katerina, Rocco y Vladimir, permanecĂan a lo lejos, los tres en posiciĂłn de alerta por si su señora necesitaba algo. —Me alegra mucho que estĂ©s aquĂ, quedĂ© muy complacida contigo ayer y debo decirte que amĂ© muchĂsimo el obsequio que me dieron. —Lo escogimos con mucho cariño y con la intensiĂłn de que te agradara. —Es un juego de collar y aretes preciosos, me gustaron mucho las esmeraldas en ella. —Nikolay dijo que tus ojos eran de un precioso color verde, asĂ que creĂmos pertinentes escog
Amaia y Aimara entraron al restaurante con el ánimo arriba, estaban completamente felices de poder pasar un rato juntas para ponerse al dĂa, Katerina y Rocco pidieron una mesa cercana a ellas con la intensiĂłn de estar alerta por si algo sucedĂa, Vladimir por en contrario se apostĂł a la puerta principal con la intensiĂłn de tener vigilancia y poder actuar de manera eficiente si surgĂa una emergencia. Las hermanas se sentaron y pidieron deliciosos platos del menĂş mientras comĂan conversaban un poco de sus vidas. —¿Está todo bien en el instituto?— le preguntĂł Amaia mientras comĂa. —Muy bien, he podido volver a todas mis clases y podrán entregarme mis calificaciones sin problemas. No me cansarĂ© de agradecerselo a Nikolay—respondiĂł ella con ternura.— creo que es un buen hombre— le dijo con sinceridad y su hermana sonriĂł. —Lo es, un poco difĂcil y a veces me saca de mis casillas, hace explotar mi espĂritu rebelde — sonriĂł — pero si, es un buen hombre. ÂżCĂłmo está padre? —Bien...
El helicĂłptero se detuvo en el techo de la mansiĂłn de la isla, habĂan regresado a su lugar de entrenamiento y su hogar temporal, el trayecto como siempre habĂa sido largo y Amaia habĂa permanecido particularmente callada, es por eso que en cuánto bajaron Nikolay la observĂł con interĂ©s. —¿Está todo bien Amaia?— le preguntĂł con un pequeño tono de preocupaciĂłn. —SĂ claro, está todo bien. ÂżPor quĂ© lo dices?—No lo sĂ©, pareces bastante retraĂda, sĂ© que el trayecto es largo y un poco agotador pero has estado particularmente callada, tu y yo sabemos que no eres asĂ, sueles hablar mucho aĂşn cuando hay cosas que te preocupan, pero este silencio me resulta bastante extraño asĂ que, si hay algo que realmente estĂ© ocupando tu mente me gustarĂa saberlo. ÂżSucediĂł algo con tu hermana?—No, Aimara está muy bien. Me contĂł que mi padre, por fortuna se ha estado portando bien y ha estado esforzándose en trabajar para levantar el poco prestigio que le queda su pequeña empresa, sus clases van muy bien,