Sentía que por segundos su corazón iba tan lento que se iba a desmayar y luego sus latidos golpeaban con ferocidad su pecho y en aquella habitación, a solas las dos, el espacio a Alice se le hizo tan pequeño que sentía que su hermana respiraba frente a ella.

¿Era una broma? No quería que aquello fuera una broma, pero le daba miedo que sí lo fuera.

¿Tenía sentido?

¿Qué habían sido todas esas palabras? Sofía expuso todo de manera muy clara una y otra vez pero ahora ella no sabía si tenía que tomar eso como cierto.

¿Entonces…Robert…decía la verdad? ¿Siempre dijo la verdad cuando habló de que no había una tumba o que aquel informe era falso?

Pestañeó varias veces y al final cerró sus ojos, no pudiendo aguantar el ardor en ellos.

—Fue por el bien de los dos, Alice. Papá quería arreglar lo que hizo, sabes que fue un error total ese matrimonio.—se acercó a su hermanita y tomó sus manos frías, pegándolas a su cara.—Alice…escúchame. Ya te ha dolido mucho, pero es hora de que estés con tu