El señor Taylor ya se sabía de memoria el historial de Charisse Sinclair, se lo estudió muy a fondo, su condición, el tiempo que llevaba así y, para fines de sus objetivos, la oferta que haría a Jared Sinclair.Imposible resistirse, una oferta justa, con alguien a cambio.Simon Leclerc le había revelado su inquietud con la que parecía ser la nueva aliada de Robert Graham, Bethany Walton, poniendo en evidencia que no se daría por vencido; y se avecinaban vientos fuertes, para su alivio ya Alice había adoptado a Harvey Taylor y estaba quedándose en Estados Unicos.Frente a él, todavía siendo el “novio” de su hija y actual presidente de Graham Group, estaba Jared.Detrás de las puertas de su despacho solo estaban ellos dos, a solas.—Señor Taylor…—Espero, no te adelantes sin saber lo que te voy a decir, Jared.—le advirtió, le veía una expresión muy seria y no era para menos.—No puedo ir con Alice a Estados Unidos.—le dijo, quería ser franco desde el inicio. Había hablado con Alice en v
«—Quiero que estés con Jared.—era la primera llamada que su padre le hacía a Alice desde que Harvey estaba en sus manos y Alice estaba lejos de todos ellos.—Va camino a Canadá, es sobre su hermana. No estaría mal tu compañía. Es cerca de donde estás. Yo iré en unos días, tengo unos asuntos pendientes que arreglar aquí. ¿Sabes algo de Robert Graham?—¿Cómo qué? Su vida no es de mi interés.—No se detendrá, Alice. Podríamos meternos en un problema, ¿no eres consciente de eso?—¿Por qué? Ethan Graham Taylor murió y todo lo que queda es una tumba, ¿vacía?—a Henry le alteró la manera en que la pequeña Alice le hablaba, se sentía segura lejos de allí, con Harvey lejos. Sino eran Ethan, su padre no podría utilizarlo, a menos que él mismo se quisiera hacer el daño, por lo que tampoco podía dejar que Robert lo hallada, que diera con ellos. Alice se sentía resguardada por la misma mentira que su padre creó, protegida de Robert y alejada de Henry. Era su hijo, lo adoptó, nada podía salir mal. Y
—No, no lo creas solo porque Bethany te lo dijo.—No quería llamar a Henry y decirle que aquello había pasado, cuando la información no se podía confirmar.—¡Estoy en Canadá! ¡Harvey está a horas de mí! ¡¿Cómo quieres que no le crea?! Me dijo su nombre. ¡Esa maldita demente dice que él está con Harvey! ¡Mi hijo!—¿Quieres que llame a Robert? ¿Por qué Bethany estaría aquí de Robert estar allí? No tiene mucho sentido, Alice. Tienes que tranquilizarte, estás muy exaltada por el encuentro con Bethany.—Suelta mis mano, Jared.—le pidió con voz temblorosa, cada parte de su cuerpo ardía y ella no podía dudar, no si se trataba de su hijo.¡¿Dónde había dejado su bolso?!¡Ah! Quedó tirado en el baño cuando la pelea había dado inicio.Las manos de Jared la soltaron y ella se aproximó como pudo al baño, viendo sus cosas esparcidas por todo el lugar y Beth sentada en su bolso.—¡Oh…! Parece que sí eran tuyas, el bolso no era mío, pero dentro solo había porquerías, un diseño horrible. Parecías azaf
Él y Bethany Walton se habían dividido, aunque en un inicio Beth no le dijo los motivos, ahora lo entendía.No le gustaban los planes por sorpresa de Beth, porque no podías adivinar con qué podía salir y eso era un peligro, pero gracias a ella Robert estaba logrando todas esas cosas en un tiempo récord. Él iba a seguir con la búsqueda de su hijo hasta el fin del mundo, pero ¿cómo hacerlo si lo tenían en aquella clínica? De no ser por Beth…quizás aún estuviera allí, internado, sin que nadie fuera en su rescate, drogado sobre aquella cama.Alice Taylor no estaba en casa, pero él…vería a su hijo.¿Cómo fue capaz de robarlo? ¿Qué pasó con todo su dolor? ¿Toda esa depresión era fingida para luego desaparecer con Ethan? ¿Cómo podía hacer algo así? Estaba tan enojado con ella, como con el mismísimo Simon Leclerc o Henry Taylor.Sentía ira hacia su exesposa, la madre de su hijo.Tocó la puerta lentamente y…solo unos segundos después alguien abrió.La mujer llevaba a un niño en sus brazos, aqu
Su teléfono había quedado destrozado desde que Bethany Walton lo arrojó al suelo, solo faltaban quince minutos para llegar a casa y Alice solo rogaba una cosa, que su hijo estuviera allí.—Por favor, necesito llegar cuanto antes.—apremió al chofer.Sabía que su padre seguro le estaba haciendo muchas llamadas, quizás Sofía, alguna otras de sus hermanas, al final Jared había dado aviso al señor Taylor de que…Robert Graham encontró a su hijo y Alice desconocía cuál era la situación allí, no le importaba demasiado, más que llegar a casa con su hijo. Lo demás se quedaba para después, no era prioridad.Cuando abrió la puerta, todo estaba a oscuras, pero conocía la casa y aquellas rápidas pisadas se condujeron hacia la habitación de su hijo, topándose con aquella enorme figura frente a la puerta, Robert.Dio un paso hacia adelante, pero él no la dejó entrar, cerniéndose sobre ella, imponente, pero Alice no se dejaba achacar, tenía que ver que su hijo sí estaba allí, que eso era cierto.—Etha
Aquello había pasado muy deprisa, quiso detenerlos, pero el bebé en sus manos, las cosas de Alice, aquellas personas fotografiando a la mujer que estaba siendo apresada y luego…luego ella y todos ya no estaban.Sostuvo a Ethan y respiró profundo, tenía que buscar la manera de arreglar aquello.Beth se acercó sonriente, mientras Robert buscaba un taxi, con su hijo en brazos y las cosas que había dejado Alice allí.—¡Rori! ¡Rori!—se detuvo, mirando aquella criatura entre los brazos de Robert.—¡Uy, pero si es una copia de esa mujer! ¡Que penoso!—la mirada severa de Robert la hizo rodar los ojos, solo era ver a Ethan Graham y de inmediato te dabas cuenta que era un Taylor, mismos rasgos y la exagerada similitud con su joven madre. Un bebé demasiado hermoso y llamativo.—Ya te estoy dando lo que querías, ¿tomamos un café? Tengo que informarte de algunas cosas,—tocó su cabeza con un poco de dolor.—creo que traigo resaca. Hay que hacerle la prueba de paternidad a tu hijo y de ese modo el proc
Cuando la sentencia fue dada, fueron muchas las impresiones en aquella sala. Bethany Walton soltó una carcajada cuando Alice Taylor se desmayó y Robert intentó correr hacia ella, pero los guardias lo detuvieron, no pudiendo pasar de esa sección hacia donde se encontraba la acusada.A la joven la llevaron a la enfermería y allí solo su familia pudo verla.Su padre estaba a su lado, tomando su mano. Los demás sabían desde días antes que Alice le darían un año de cárcel, excepto ella, pero Henry intentó hacer todo lo posible porque su hija al menos obtuviera una fianza, más no pudo ser.Un año de prisión. No se pudo evitar, pese a los intentos.Abrió los ojos muy lentamente, no había mucha luz en aquel lugar, olía a plástico y la cama era exageradamente incómoda, demasiado rígida; sintió el frío de la esposa en su muñeca derecha, apresada contra la cama y quiso incorporarse con brusquedad, deseando que fuera una pesadilla, pero no lo era, las lágrimas empañaron su visión y con la mano li
Robert sufría, pensando que Ethan sentía todas esas cosas. Que el niño sufría por estar lejos de su madre, despertaba en las noches con mucho llanto, estaba comiendo poco y aquella noche tenía fiebre, tuvo que llevarlo a un hospital. No sabía cómo criar a un bebé, no tenía idea, tampoco es que le pareciera imposible, pero también se derrumbaba al saber que Alice iba a pasar un año en la cárcel y que nunca se juzgó la desaparición de su hijo, el robo que hizo Henry Taylor cuando Ethan nació y la manera en la que Simon Leclerc había limpiado todo, como siguió haciendo, pese a que Bethany Walton intentó someterlos, a Simon Leclerc no llegó. Y solo pudo obtener la cabeza de Alice Taylor.La fiebre había pasado y Robert regresó a casa a eso de las siete de la mañana con su hijo.Beth estaba allí, muy acomodada en su salón.Robert le había dicho que él tenía muchas cosas en las cuales concentrarse, que no tenía tiempo para sus juegos, pero Beth seguía a su lado, cada día.—¿Estaban de fiest