Hay... sangre... por todos lados, no puedo verla, pero su olor es inconfundible, me marea un poco y se siente como el soplo de alguien susurrando en mi oído, demasiado cerca, desagradable, frío y putrefacto.
Algo destella de forma llamativa en medio de la oscuridad, intento seguir el destello en busca de un escape, de algo de luz, algo que me ayude a saber qué está ocurriendo y luego un estallido resuena, es ensordecedor y alguien está herido, me deja aturdida y solo puedo escuchar un zumbido durante unos largos segundos, puedo sentir mis manos temblando pero aún no puedo ver nada, me desespero un poco no puedo controlar lo que ocurre.
¿Dónde estoy? Quiero saberlo, pero todo es oscuro, confuso, diferente a la oscuridad a la que estoy acostumbrada, escucho voces, el ambiente es fresco, intento percibir tanto como me sea posible, pero me es difícil con tantos presentes, están rodeándome desde todos los ángulos, no tan cerca pero de alguna forma definitivamente sé que están ahí.
Todo me confunde, los sucesos se repiten una y otra vez, van en retroceso y vuelven a avanzar, quiero que esta tortura termine pero también quiero saber qué ocurre, ¿por qué se siente tan real?, tengo miedo y me siento temblar, pero por algún motivo también siento una ira irracional dentro de mí, quiero golpear a alguien y hasta le deseo la muerte.
Muerte... sangre... disparos.
Estoy aterrada y todo comienza a alejarse poco a poco mientras lucho por aferrarme a ello, necesito respuestas...
Todo se desvanece.
*****
Seguí teniendo sueños extraños desde la llegada con los Black, al principio no creí que fuera muy importante, había aprendido a acallar las sombras en su presencia porque pasar tiempo con ellos ahora era parte de mi rutina y estaba intentando con toda mis fuerzas acostumbrarme a eso, pero había algo en mi cabeza, una ínfima vocecita muy al fondo que me forzaba a prestar atención, razón por la cual no dejaba de sentirme al borde en presencia de la extraña familia.
Dominique era el hijo mayor de los que aún viven en la casa, rubio igual que sus padres y tan serio que me preguntaba constantemente de quien lo había sacado porque Evan y Joanne eran todo sonrisas, su presencia era la más intimidante para mí pero no había sido más que amable así que no podía tener nada en su contra.
Adrien, que es quien le sigue en edad, era igual de serio, pero los silencios con él resultaban agradables, reconfortantes, incluso, así que después de Alexander era mi persona favorita en la casa con quien pasar el tiempo.
Aún trato de comprender cómo me siento con respecto a Alexander, sigo sin poder explicar el por qué me siento de la forma que me siento cuando estoy con él, la vocecita al fondo de mi mente trata de decirme algo pero incluso cuando en esos momentos trato de hacerle caso, no logro entender lo que intenta decirme y termino más frustrada y confundida que antes, sin poder preguntarle a nadie porque seguramente sonaría como una locura y después de salir de ese orfanato lo último que necesito es que me internen a un psiquiátrico.
Adaptarme ha sido complicado, y no solo porque me estoy enfrentando a un ambiente completamente diferente a lo que haya visto antes, sino porque el estilo de vida de los Black resulta muy extravagante, aunque como personas parecen bastante sencillos, toda la mansión —incluida mi nueva habitación— está llena de lujos y cuenta hasta con una playa privada, y me pregunto por qué personas tan adineradas buscarían adoptar a alguien que está bastante cerca de cumplir la mayoría de edad cuando son perfectamente capaces de tener hijos.
—Pensé que podrías querer comer algo ligero —menciona Adrien entregándome un plato de frutas.
—Gracias —murmuro avergonzada y me aclaro la garganta—. Las vistas son muy lindas desde aquí —comento viendo el atardecer
—Sí, es un buen lugar para sentarse a pintar ¿A ti qué te gusta hacer? —pregunta bebiendo una cerveza.
—No lo sé, nunca me había centrado en hacer lo que me gusta —respondo después de un rato—, siempre hice lo que me dijeron que hiciera.
—Bueno, ¿Qué te gustaría probar entonces? ¿Sabes tocar algún instrumento? ¿Tal vez algo que siempre quisiste intentar? —niego, no sé, pero me gustaría aprender— Yo si estuve en clases de música toda mi vida, sé tocar varios instrumentos, igual que Alexander, es lo que más me gusta hacer cuando no estoy dibujando y, aunque no me gusta bailar no se me da mal porque fui forzado a aprender… realmente odio bailar —hace una mueca—, pero me gusta escuchar una buena canción, sin importar quien la cante o de qué género sea.
—Supongo… que podría pensar en algo que yo quisiera hacer —suspiro pensativa— ¿Cocinar tal vez? Siempre quise intentarlo, sé que tenemos cocinera pero… Podría comenzar con algo simple, o tal vez hacer cosas básicas, como escoger mi ropa
—¿O sea que antes no lo hacías? —cuestiona incrédulo.
—Pues no, con mi otra familia siempre me escogían la ropa y en el orfanato usaba el uniforme, Joanne me dijo que mañana iríamos de compras para escoger lo que yo quisiera.
Asiente lentamente y me arrepiento porque siento que hablé de más. ¿Tal vez siente lástima? Sé que se supone que es normal algo tan simple como escoger tu ropa ¿Quizá está incómodo? Si siente lástima seguro no sabe qué decir para no hacerme sentir mal o incómoda.
—«Definitivamente un poco de ambas» —responden las sombras.
—¿Quieres? —me ofrece de la cerveza que está tomando.
Me toma por sorpresa, ¿por qué me ofrece algo así? Es ilegal y claro que si ninguno lo cuenta nadie se va a enterar, pero aún así se supone que es algo que no debería hacer incluso si nunca me atrapan.
—Nos vamos a meter en problemas.
—¿Por un sorbo? —casi parece burlarse pero su expresión es seria— No te preocupes, no le diré a nadie que eres una rebelde sin control que bebió un sorbo de cerveza.
Definitivamente se está burlando.
Así que claro que tomo la botella y la olfateo porque si huele feo no beberé ni porque me paguen por ello…y efectivamente huele fuerte, agrio, y demasiado concentrado para alguien que no le gustan los sabores intensos.
—¿Seguro que no es veneno? —arrugo la nariz devolviéndole la botella.
—No es veneno —se ríe y creo que es la primera vez que lo escucho reír.
—No te creo, toma tu veneno, le diré a Evan que te vaya preparando un funeral, “auto-envenenado” va a decir la lápida, no creas que caeré en tus engaños para deshacerte de mí —sigue riéndose a carcajadas y toma la botella dándole otro sorbo.
La verdad es que aunque intento mantener una expresión seria, toda la situación también me causa gracia y termino riendo con él.
—¿Qué hacen? —escucho la voz de Alexander.
—Adrien quiere envenenarme —lo acuso rápidamente.
—¿Veneno? —le ofrece la botella de la que Alexander toma sin dudar.
—Qué asco —hago una mueca viéndolos, no solo es tóxica esa cosa sino que comparten salivas.
—Mamá quiere que la acompañes mañana, van a buscar tu uniforme para la escuela —informa sentándose a mi lado.
—¿Escuela? —lo veo horrorizada.
—Sí, las clases empiezan en unos días, ya hablamos de esto.
—Sí, ya sabía que iba a tener que ir a la escuela pero no pensé que sería tan pronto.
—Sigue en pie la oferta de estudiar en casa —me recuerda.
Y de verdad es una oferta tentadora, pero ahora que salí del orfanato no quiero seguir encerrada, incluso si es un lugar hermoso como este. No me encanta la idea de relacionarme con extraños, pero no se conoce el mundo sin enfrentarse a cosas que no nos agradan tanto, además, la idea de estar con los Black todo el día no me parece prudente considerando que aun siento un aire extraño cerca de ellos.
—Estaré ahí —confirmo con un asentimiento.
—Y cuéntame…¿cómo era tu anterior familia? —pregunta Alexander mientras nos conduce a la escuela.El uniforme es incómodo pero al menos es bonito, y como es una escuela privada no tendré que preocuparme que haya demasiadas personas, pero aún así siento el pecho apretado de pensar sobre qué podría encontrarme, sobre cómo me adaptaré y si realmente podré aprender.Así que agradezco el intento de Alexander por sacar conversación aún si es de este tema en particular.—Pues… eran malas personas —digo simplemente.Es difícil ahondar en los detalles de esta conversación sin que suene horrible, porque lo fue, y una parte de mí se siente avergonzada de tener que contar lo que pasó a Alexander, no quiero que piense diferente de mi ni cambie su trato cuando se entere de lo que pasó.—Ya veo… —responde cuando ve que no añado nada más— ¿Y qué hay de tu familia “original”? ¿Tienes algún recuerdo de ellos?—Sí, recuerdo a mis padres —asiento pensativa—, también tenía un hermano, mayor creo, en mis r
A la mañana siguiente no estaba segura sobre qué debía hacer, me desperté cuando el sol ni siquiera había salido y aunque no había tenido pesadillas no pude volver a dormir después de ver a Evan besuqueándose con un tipo a medianoche en medio del pasillo. Me cansé de revisar el teléfono y estaba tan aburrida que quería salir pero la casa estaba completamente silenciosa y me preocupaba despertar a alguien o encontrarme con Evan antes de que se fuera a trabajar.Por suerte todos a excepción de Evan están en el comedor cuando me animo a bajar y no pasa mucho tiempo antes de que cada quien termine de desayunar y después de despedidas cortas se vayan a hacer lo suyo dejándonos a Alex y a mí solos porque aún es temprano para ir a la escuela.—¿Probaste los panqueques? Los hice yo, son mi receta especial —señala una pequeña montaña de panqueques bien inflados.Por supuesto que estoy dispuesta a probarlos porque se ven deliciosos y nadie parece haberlos tocado aunque los hizo Alexander y no l
Alexander.El auto está en completo silencio mientras conduzco de regreso a la casa. Sé que los guardias nos siguen de cerca y puedo escuchar por el auricular toda la discusión que tienen mientras me dan indicaciones de a dónde ir y por donde no pasar para maximizar nuestra seguridad mientras llegamos al perímetro asegurado de la casa.Me siento mal con Alyssa porque seguramente fui algo brusco con ella y no ha dicho ni una palabra desde que encendí el auto, pero tampoco sé cómo disculparme sin decirle que ese hombre pretendía atacarla a ella, porque a pesar de que de alguna forma parecía saber que algo no estaba bien cada vez que había un peligro cerca, no parece ser consciente de que sabía esa información y que el guardia solo hacía su trabajo en protegerla, de todo lo que sé de ella, nunca le ha gustado la sangre, ni la violencia, así que eso seguramente también la tiene perturbada.—¿Estás bien? Estoy seguro que para ti tampoco fue agradable ver eso —comento concentrado en la carr
Alyssa Hablar con Alex siempre era agradable, no solo por la tranquilidad que su presencia transmite donde sea que esté, sino por lo cómoda que me siento con él para hablar y hacer cualquier cosa. Gracias a eso pude descansar muy bien a pesar de lo conmocionada que me dejó el incidente en la feria y luego el camino a la escuela fue incluso más animado que antes por lo que me sentía de muy buen humor durante las clases. —Tomiko Hatashi, un placer —saluda una chica sentándose junto a mí. —Alyssa —me presento y me acerco analizando su rostro—, ¿Eres la nov- amiga, la amiga de Ryder? —corrijo rápidamente. —Sí… ¿nos conocemos? —frunce el ceño— Espera, ya sé, eres la amiga de Tyler ¿no? —asiento— Lo sabía, nos habló de ti, disculpa que no nos hayamos conocido ayer en la feria. —No te preocupes, nos conocemos ahora, Tyler también me habló mucho de ustedes —sonrío. —Dioses, eres incluso más hermosa de lo que imaginé —suspira y no puedo evitar sonrojarme por el repentino halago—. Tienes u
¿Alguna vez has sentido ese doloroso vacío que se forma en el pecho cuando pierdes a alguien que quieres demasiado? Pues es lo único que siento en medio de esta pesadilla, dolor y pérdida. Como si alguien me hubiera sido arrebatado injustamente. Siento unas inmensas ganas de llorar y necesito que alguien me abrace con mucha fuerza. Estoy tan triste, me siento tan mal… ¿qué me está pasando? Un destello pasa frente a mí y Alexander es el dueño de la cara, y luego estoy en un funeral. ¿Qué está pasando? ¿Alguien murió? Muerte. «Te extrañaré» susurra una voz que no conozco. Culpa me invade, pude haberlo evitado. Todo se desvanece con lentitud, se aleja y lo dejo ir porque ya quiero que termine, no quiero seguir sintiendo esta angustia Despierto. ***** Alexander Definitivamente Alyssa no estaba bien. Desde aquel abrazo al que reaccionó muy extraño comenzó a evitarme con frecuencia cada vez que podía hacerlo, a menudo tartamudeaba y evitaba mi mirada y el asunto llegó hasta el pu
Alyssa Pues tan bien no estaba después de sentir seguridad cerca de Alexander. Mi mente seguía jugándome malas pasadas e intercalaba la realidad con cualesquiera que fueran esas fantasías extrañas que estaba teniendo donde Alexander era el protagonista y otra serie de sucesos que eran inconcebibles pero a la vez tenían sentido. O eso creo. Cada día me costaba más diferenciar la realidad porque no podía evitar comparar al Alex en todos los escenarios y aunque se sentía completamente incorrecto, mis hormonas no ayudaban a que no me gustaran las cosas que mi mente fabricaba fuera de los sueños extraños. Si de verdad existe el infierno, me iría a él por fantasear todas esas cosas. Claro que, no todo era sexual, o romántico, algunos escenarios donde también estaba con Alex vinieron a mi mente con la misma claridad, pero a ellos me costaba más darles sentido porque por lo general no tenían contexto, así que no comprendía de lo que hablábamos o hacíamos y por supuesto, eran mucho menos i
—...La decisión ha sido tomada, queda establecido como su sagrado deber cumplir las condiciones de este acuerdo para el perdón de sus actos y la restitución de sus relaciones internacionales así como de sus cargos en este reino; de rehusarse a cumplir, las consecuencias han quedado fijadas en el acta sección 9, no es necesario repetirlas y lo desfavorables que estas serán para su familia y su especie. Se concluye esta sesión —declara azotando el mazo contra el mesón de mármol—. Indiferente e inexpresivo a la condena que acababa de dictar, todo lo que su labor exigía ser. Abandonó el estrado en total silencio mientras el tribunal se llenaba de murmullos ininteligibles incluso a los oídos expertos de los acusados. Estos se mantuvieron en total calma exterior conservando la compostura y manteniendo sus expresiones tan neutrales como habían aprendido durante toda su vida. Escuchaban con amargura los comentarios mas cercanos y sentían la ira fluir dentro de sí mismos a causa de la terr
Las vistas nocturnas siempre han sido de mis favoritas. La paz y la calma de la oscuridad siempre han sido un consuelo en medio de mi caótica y deslumbrante vida, además de que me encanta apreciar los pequeños destellos de luz en medio de la noche. A las malas aprendí que no todo lo que está en la luz es bueno, y que no todo lo que está en la oscuridad es malo y ya que la noche es lo único que nunca me ha lastimado prefiero refugiarme en ella antes que en cualquier luz brillante que promete hacer el bien en vano para luego apuñalarte por la espalda cuando te sientes muy cómodo con ella y su falsa seguridad. Cualquiera creería que en un lugar como este habrá más seguridad para proteger a los inestables residentes de causarse daño, causarlo a otros residentes, o incluso a los mismos cuidadores. Sin embargo, después de un tiempo aprendes a escabullirte porque te das cuenta de que el guardia de duerme una hora después de que todos se van a la cama, que el encargado del pasillo va por caf