—...La decisión ha sido tomada, queda establecido como su sagrado deber cumplir las condiciones de este acuerdo para el perdón de sus actos y la restitución de sus relaciones internacionales así como de sus cargos en este reino; de rehusarse a cumplir, las consecuencias han quedado fijadas en el acta sección 9, no es necesario repetirlas y lo desfavorables que estas serán para su familia y su especie. Se concluye esta sesión —declara azotando el mazo contra el mesón de mármol—.
Indiferente e inexpresivo a la condena que acababa de dictar, todo lo que su labor exigía ser. Abandonó el estrado en total silencio mientras el tribunal se llenaba de murmullos ininteligibles incluso a los oídos expertos de los acusados.
Estos se mantuvieron en total calma exterior conservando la compostura y manteniendo sus expresiones tan neutrales como habían aprendido durante toda su vida. Escuchaban con amargura los comentarios mas cercanos y sentían la ira fluir dentro de sí mismos a causa de la terrible indignación, acababan de ser humillados, rebajados y expuestos de maneras inexplicables, todo por un pequeño error, tan pequeño pero tan irremediable, sabían que las consecuencias vendrían a ellos más pronto que tarde y aun así nada los preparó para esta situación.
Por primera vez en siglos las cosas se habían escapado de su manos y habían arruinado todo por lo que sus antepasados tanto habían trabajado. Manos llenas de sangre que nunca se borraría y un nombre manchado que jamás sería recordado o mencionado de la misma forma.
La mayor de las mujeres se puso de pie a la par que el hombre a su lado, el resto de los acusados los siguió de forma coordinada con las frentes en alto, manteniendo su orgullo a pesar de toda la humillación, sus pasos desbordando la arrogancia que los había caracterizado toda su vida.
Su partida el cierre de una condena y el inicio de otra.
***
Hay manos en todas partes, me tocan, sus roces arden en mi piel, me rasguñan, intentan despedazarme y asfixiarme, el desespero bulle en mi interior, pero no hay nada que pueda hacer, no puedo verlas, solo sentir todo el daño que me causan sin ninguna oportunidad de defenderme.
Como siempre, intento huir, pero no hay donde, no existe ningún lugar seguro para mí y aun si existiera aquella silueta de ojos rubí me perseguiría a donde fuera, siempre sedienta de sangre, complaciéndose en mi dolor y angustia.
El corazón latiendo con fuerza y rapidez causándome dolor en el pecho, mi cuerpo se encuentra entumecido y tengo la garganta reseca, no puedo correr ni aunque lo intente, no hay donde, todo a mi alrededor era oscuro, una profunda y helada oscuridad que me consumía con lentitud. Quise gritar y la voz se atoró en mi garganta, ni siquiera el aliento salió de mis labios, me asfixiaba.
No tenía escape, nunca lo tenía y esta no era la excepción.
Pensé en ellos con todas mis fuerzas, pensando en sus nombres y rostros que cada vez se volvían más difusos en mi memoria, como si eso pudiera traerlos a mi, intentando encontrarlos en esta profunda oscuridad donde no podía hallarme ni a mí misma; pero ellos ya no estaban, se habían ido hace demasiado tiempo como para recordarme, mi recuerdo se había desvanecido de ellos como el fuego soplado de una vela. Pero yo seguía aquí, siendo consumida, recordándoles, aferrándome al vago recuerdo de ellos, escuchando sus voces al cerrar los ojos, viendo sus vidas a través de sus ojos mientras yo me perdía cada vez más.
Nada de lo que hiciera bastaba alguna vez, no podía moverme de este lugar y siempre que sentía poder alcanzarlos se desvanecían, escurriéndose de la punta de mis dedos. Siempre tan cerca de ellos y de pronto tan lejos, nunca me escuchaban aunque estaban a milímetros de mí, nunca me acercaba más de un roce.
Y como una solitaria gota cayendo en el mar, me disuelvo en las aguas de la desesperación que cada vez me ahogan más, arrastrada por el recuerdo de aquella sangre que manchaba mis manos y que nunca sería olvidada.
Las vistas nocturnas siempre han sido de mis favoritas. La paz y la calma de la oscuridad siempre han sido un consuelo en medio de mi caótica y deslumbrante vida, además de que me encanta apreciar los pequeños destellos de luz en medio de la noche. A las malas aprendí que no todo lo que está en la luz es bueno, y que no todo lo que está en la oscuridad es malo y ya que la noche es lo único que nunca me ha lastimado prefiero refugiarme en ella antes que en cualquier luz brillante que promete hacer el bien en vano para luego apuñalarte por la espalda cuando te sientes muy cómodo con ella y su falsa seguridad. Cualquiera creería que en un lugar como este habrá más seguridad para proteger a los inestables residentes de causarse daño, causarlo a otros residentes, o incluso a los mismos cuidadores. Sin embargo, después de un tiempo aprendes a escabullirte porque te das cuenta de que el guardia de duerme una hora después de que todos se van a la cama, que el encargado del pasillo va por caf
Tal parece que las palabras de Cameron eran verdaderas y sus padres se interesaron por mí, es por ello que una semana después tenía una cita programada para reunirme con ellos, la familia Black. En realidad aún no sé cómo sentirme al respecto, pero decidí que no me importa mientras no sean alguna clase de locos que planeen lastimarme, como sea, igual no tengo grandes esperanzas sobre mi futuro así que no tengo mucho que perder. El director me entregó un expediente con sus fotografías, nombres y una breve descripción de cada uno para no estar tan perdida, pero un papel no puedo explicar cómo es una persona en realidad. El ambiente vuelve a sentirse pesado con su llegada y esta vez las sombras están un poco más presentes por lo que sé que se trata de ellos y no alguna otra cosa que trata de perturbarme. Claro que esta vez estoy más preparada psicológicamente y puedo manejar mejor la presión que me causa en el pecho su influencia anormal. —Buenas tardes, señor, señora Black —saludo con
Hay... sangre... por todos lados, no puedo verla, pero su olor es inconfundible, me marea un poco y se siente como el soplo de alguien susurrando en mi oído, demasiado cerca, desagradable, frío y putrefacto. Algo destella de forma llamativa en medio de la oscuridad, intento seguir el destello en busca de un escape, de algo de luz, algo que me ayude a saber qué está ocurriendo y luego un estallido resuena, es ensordecedor y alguien está herido, me deja aturdida y solo puedo escuchar un zumbido durante unos largos segundos, puedo sentir mis manos temblando pero aún no puedo ver nada, me desespero un poco no puedo controlar lo que ocurre. ¿Dónde estoy? Quiero saberlo, pero todo es oscuro, confuso, diferente a la oscuridad a la que estoy acostumbrada, escucho voces, el ambiente es fresco, intento percibir tanto como me sea posible, pero me es difícil con tantos presentes, están rodeándome desde todos los ángulos, no tan cerca pero de alguna forma definitivamente sé que están ahí. Todo m
—Y cuéntame…¿cómo era tu anterior familia? —pregunta Alexander mientras nos conduce a la escuela.El uniforme es incómodo pero al menos es bonito, y como es una escuela privada no tendré que preocuparme que haya demasiadas personas, pero aún así siento el pecho apretado de pensar sobre qué podría encontrarme, sobre cómo me adaptaré y si realmente podré aprender.Así que agradezco el intento de Alexander por sacar conversación aún si es de este tema en particular.—Pues… eran malas personas —digo simplemente.Es difícil ahondar en los detalles de esta conversación sin que suene horrible, porque lo fue, y una parte de mí se siente avergonzada de tener que contar lo que pasó a Alexander, no quiero que piense diferente de mi ni cambie su trato cuando se entere de lo que pasó.—Ya veo… —responde cuando ve que no añado nada más— ¿Y qué hay de tu familia “original”? ¿Tienes algún recuerdo de ellos?—Sí, recuerdo a mis padres —asiento pensativa—, también tenía un hermano, mayor creo, en mis r
A la mañana siguiente no estaba segura sobre qué debía hacer, me desperté cuando el sol ni siquiera había salido y aunque no había tenido pesadillas no pude volver a dormir después de ver a Evan besuqueándose con un tipo a medianoche en medio del pasillo. Me cansé de revisar el teléfono y estaba tan aburrida que quería salir pero la casa estaba completamente silenciosa y me preocupaba despertar a alguien o encontrarme con Evan antes de que se fuera a trabajar.Por suerte todos a excepción de Evan están en el comedor cuando me animo a bajar y no pasa mucho tiempo antes de que cada quien termine de desayunar y después de despedidas cortas se vayan a hacer lo suyo dejándonos a Alex y a mí solos porque aún es temprano para ir a la escuela.—¿Probaste los panqueques? Los hice yo, son mi receta especial —señala una pequeña montaña de panqueques bien inflados.Por supuesto que estoy dispuesta a probarlos porque se ven deliciosos y nadie parece haberlos tocado aunque los hizo Alexander y no l
Alexander.El auto está en completo silencio mientras conduzco de regreso a la casa. Sé que los guardias nos siguen de cerca y puedo escuchar por el auricular toda la discusión que tienen mientras me dan indicaciones de a dónde ir y por donde no pasar para maximizar nuestra seguridad mientras llegamos al perímetro asegurado de la casa.Me siento mal con Alyssa porque seguramente fui algo brusco con ella y no ha dicho ni una palabra desde que encendí el auto, pero tampoco sé cómo disculparme sin decirle que ese hombre pretendía atacarla a ella, porque a pesar de que de alguna forma parecía saber que algo no estaba bien cada vez que había un peligro cerca, no parece ser consciente de que sabía esa información y que el guardia solo hacía su trabajo en protegerla, de todo lo que sé de ella, nunca le ha gustado la sangre, ni la violencia, así que eso seguramente también la tiene perturbada.—¿Estás bien? Estoy seguro que para ti tampoco fue agradable ver eso —comento concentrado en la carr
Alyssa Hablar con Alex siempre era agradable, no solo por la tranquilidad que su presencia transmite donde sea que esté, sino por lo cómoda que me siento con él para hablar y hacer cualquier cosa. Gracias a eso pude descansar muy bien a pesar de lo conmocionada que me dejó el incidente en la feria y luego el camino a la escuela fue incluso más animado que antes por lo que me sentía de muy buen humor durante las clases. —Tomiko Hatashi, un placer —saluda una chica sentándose junto a mí. —Alyssa —me presento y me acerco analizando su rostro—, ¿Eres la nov- amiga, la amiga de Ryder? —corrijo rápidamente. —Sí… ¿nos conocemos? —frunce el ceño— Espera, ya sé, eres la amiga de Tyler ¿no? —asiento— Lo sabía, nos habló de ti, disculpa que no nos hayamos conocido ayer en la feria. —No te preocupes, nos conocemos ahora, Tyler también me habló mucho de ustedes —sonrío. —Dioses, eres incluso más hermosa de lo que imaginé —suspira y no puedo evitar sonrojarme por el repentino halago—. Tienes u
¿Alguna vez has sentido ese doloroso vacío que se forma en el pecho cuando pierdes a alguien que quieres demasiado? Pues es lo único que siento en medio de esta pesadilla, dolor y pérdida. Como si alguien me hubiera sido arrebatado injustamente. Siento unas inmensas ganas de llorar y necesito que alguien me abrace con mucha fuerza. Estoy tan triste, me siento tan mal… ¿qué me está pasando? Un destello pasa frente a mí y Alexander es el dueño de la cara, y luego estoy en un funeral. ¿Qué está pasando? ¿Alguien murió? Muerte. «Te extrañaré» susurra una voz que no conozco. Culpa me invade, pude haberlo evitado. Todo se desvanece con lentitud, se aleja y lo dejo ir porque ya quiero que termine, no quiero seguir sintiendo esta angustia Despierto. ***** Alexander Definitivamente Alyssa no estaba bien. Desde aquel abrazo al que reaccionó muy extraño comenzó a evitarme con frecuencia cada vez que podía hacerlo, a menudo tartamudeaba y evitaba mi mirada y el asunto llegó hasta el pu