―¿Qué hace tu madre aquí? ―preguntó Layla viendo a Anastasia bajar del auto.
Mi madre parecía la estrella del «show». Pese al cielo nublado, sus ojos estaban cubiertos por sus gafas negras que escondían medio rostro, además, su ropa era elegante y perfecta. ―¡Anda! ¡Ya bájate! ―exclamó rebuscando en el interior del auto y metiendo su mano para bajar con un tirón a André, que parecía renuente a seguir sus órdenes.
Mi pequeño se veía como un ratón temeroso, agachando su mirada dolida. Todo indicaba que le tenía miedo a mi madre. Del otro lado del auto bajó una de las sirvientas, meciendo con brusquedad a la pequeña Azhar que no dejaba de llorar.
Mi cor
―No, hubo un error en la solicitud ―dijo Zayn entrando con la frente en alto y sonrisa socarrona―. Mi prometida desea la custodia completa de los niños. Ellos vivirán con nosotros en Dubái, puedo prometerle que tendrán una buena vida.―¡No pueden llevarse a esos niños! ¡Yo soy la más apta para cuidarlos! ―insistió Anastasia desesperada. No comprendía su ansiedad por tenerlos con ella, si era claro que no los soportaba.―Señor Viktor Volkov, ¿tiene alguna queja contra la petición de su exesposa? ―preguntó la jueza ignorando los lloriqueos de Anastasia―. Usted es el único que podría oponerse a sus exigencias.Toda la atención de la sala recayó en Viktor, que se había mant
LAYLA Ver a mis bebés jugando en los jardines me llenó el pecho de calma. Aunque André se había llevado la peor parte de la experiencia con la abuela, aún reía y se esmeraba en sacarle una sonrisa a su pequeña hermana. Mi niño tan valiente y de buen corazón. Le había pedido a Zayn que adjudicara la muerte de Max a Alexa, eso alejaría los reflectores de mi padre, quien fue el que dio la orden de deshacerse de ese monstruo de cabello rojo. Aunque lo del cambio de juez durante el juicio era algo que también tenía que agradecerle. ―Si no hubieras intervenido en el juicio, no tendría a mis pequeños conmigo ―dije con el corazón en la mano, pero sin el valor de voltear hacia él. No quería romper a llorar. Necesitaba mostrarme fuerte. Ya no quería ser la chica que solo se lamentaba por los rincones―. Gracias también por cambiar al juez. Era obvio que estaba jugando del lado de Anastasia. Si no lo hubieras hecho, mis niños estarían aún en las garras de esa arpía.Aunque no veía su rostro, s
―Nadie sabrá que eres madre soltera de dos criaturas. Esos niños se quedarán aquí, tú te casarás con Zayn y cuando tengan un par de hijos, pueden jugar a ser alma de la caridad y «adoptar» a André y Azhar. Esa es la única solución que te ofrezco ―dijo mi padre aparentemente tranquilo.Estaba horrorizada por el plan que habían fraguado a mis espaldas, mientras me hacían creer que estaría lejos de entramados malentendidos y esa constante pelea de intereses donde yo era solo un peón.―Pues no me gusta tu solución… No pienso dejar a mis hijos aquí, mucho menos negarlos. ¡Son mis bebés!―¡Entiende! ¡Si decides seguir aferrándote a esto, nos quitarán
VIKTOR ―¡Auch!… Alguien ha recibido un par de amenazas por parte de un reconocido jeque ―dijo Mina entrando a mi habitación mientras recibía la terapia del día―. Te envía esto tu encantadora asistente en los Emiratos. Tomé los papeles que me ofrecía, era una llamada de atención, al parecer invitaban «cordialmente» al dueño de la empresa «Eternal» para no realizar ninguna clase de donación a la fundación de Layla. No pude evitar sonreír divertido, saber que esas donaciones no solo le traerían paz a Layla sino pesadillas al jeque, me hacía sentir satisfecho. ―¿Por qué crees que le están retirando el apoyo? Creí que Layla y el príncipe se llevaban bien. ¿No se iban a casar? ―preguntó Mina levantando una ceja. ―No tengo ni idea, pero… seguiré triplicando la donación… dile a Elise que se
―Pondremos fecha a la boda, cubrirán tus lesiones con algo de maquillaje y necesito que te muestres como la mujer más feliz del mundo ―dijo Zayn mientras se acomodaba el «shemagh» ante el espejo. ―¿Me escuchaste?―Sí… ¿Esperabas una reacción más alegre de mi parte? ―pregunté con la mirada fija en la pared―. Ni creas que voy a sonreír, no esperes que diga estar feliz y no te sorprendas si lloro delante de todos para que el mundo se dé cuenta de lo ruin que eres.―Hazlo, te reto ―dijo Zayn con media sonrisa―, pero cuando estés llorando frente a todos porque te rehúsas a casarte conmigo, espero que también lo hagas por tus hijos.―¿Me estás amenazando?―Te estoy advirtiendo. ―Se acercó a mí, luciendo su soberbia―. Pórtate bien y prometo que después de que me des a mi primer hijo, los adoptaré. Les quitaré ese horrible apellido ruso y les pondré el mío. Pórtate mal, déjame en vergüenza, y nunca los volverás a ver. Entonces lo entendí, las palabras de mi futura suegra sonaban claras, una
―Largo de mi casa… ―dijo Sheik entre dientes, dedicándome una mirada de despreció que me provocaba querer arrancarle esa maldita sonrisa.―¿Qué ocurre?Era Layla, y escuchar su voz me hizo cerrar los ojos, había sido como un golpe directo al corazón. No sabía si era por la ausencia del alcohol en mi sistema, pues desde que supe de su unión con Zayn, lo único que calmaba mi dolor era beber, pero hoy quería estar completamente consciente para los niños.Abrí los ojos y entonces la vi, asomada por un costado de su padre, sus hermosos ojos avellana se clavaron en mí con sorpresa.―¡Solo es este impertinente que quiere ver a sus hijos! ―exclamó
―Huyó para protegerme de ti ―dije molesta conmigo misma por haber pensado en algún momento que él sería diferente y molesta con mi madre porque nunca me habló con la verdad.―No hagas un drama de todo esto… Por culpa de sus malas decisiones tú tuviste una vida miserable… ―dijo con desprecio―. Hubieras estado mejor si Fátima nunca me hubiera abandonado y este sería un día lleno de alegría y no de miseria. Ahora, apúrate, que tenemos que llegar al palacio del jeque para la boda. ۻVIKTORMeditabundo, tenía la mirada clavada en el cielo, desde el balcón de la habitación se alcanzaba a ver el palacio donde la familia del jeque vivía. Pude imaginarme a Layla ahí, compartiendo la cama con Zayn como alguna vez la compartió conmigo. Para cauterizar la herida que esa clase de ideas generaban en mi corazón, le di un trago a mi botella. No era el mejor momento para estar alcoholizado, mañana sería la boda de Layla con su príncipe azul y no había podido salir del país, no porque no encontrara l
Mis labios temblaban y había arruinado mi maquillaje, lo sabía porque estaba llorando sin poder detenerme. La garganta me dolía por ese nudo que me torturaba cruelmente y, aun así, tuve la fuerza para hablar. Cuando por fin vi los ojos de Viktor, encontré lástima, tristeza y pena. ―Dejé de ser útil para ti, por eso me desechaste… igual que lo hará Zayn cuando se fije en otra mujer… La diferencia es que él podrá tener cuantas mujeres pueda mantener. ―Limpié mis lágrimas y terminé de arrancarme el maquillaje con las manos, mostrando mis moretones y labios rotos―. Por lo menos tendré nuevas amigas con las cuales compartir mis penas, si no son unas arpías envidiosas que crean que por atacarme las hace mejores. ―¿Layla? Cuando volteé, me encontré con mi padre, que parecía sorprendido y molesto por verme ah