Varias imágenes algo borrosas aparecen en mi mente, en ellas esta Mort conmigo, juntos caminando tomados de la mano recorriendo la orilla de una hermosa playa, teniéndolo en mi cama recostado al lado de mi durmiendo mientras los primeros rayos del sol se cuelan por una ventana enorme e iluminan su rostro; las siguientes imágenes son confusas son tan rápidas... parecen ser citas, paseos, me toma de la mano, me besa la frente, recorre mi cuerpo con sus manos la ultima imagen que tengo de él es estando inclinado sobre mi, con el torso descubierto dejando a la vista unos abdominales bien trabajados, su cabello revuelto cuelga sobre su frente, jadea de cansancio al parecer, pero esa mirada abrazadora esta todo menos cansada... una gota de sudor recorre su nariz y cae cobre mi rostro terminado con las alucinaciones. ~~~ Me siento bastante débil, a duras penas logró abrir mis ojos de nuevo, mis sentidos están adormilados aún, mi vista está nublada solo veo blanco; el segundo sentido que d
Las puertas de mi casa se abren de par en par y soy la primera en entrar, cierro los ojos, me dejo deleitar con el aroma floral a alguna vela aromática por ahí. Extrañaba mi hogar, ya pasó un mes desde mi atentado que estuve hospitalizada, en ese tiempo mamá Consuelo y Mort estuvieron muy al pendiente de mi, es agradable tener otro aroma, en verdad solo de recordar el olor a desinfectante del hospital me causa escalofríos. Fueron días largos, muchos tipos de estudios y en ocasiones algunas complicaciones con mis heridas pero al final de cuentas todo bien. — Bienvenida My lady, lamento decirte que salió de su zona segura para entrar en terreno peligroso de nuevo, pero puedo garantizar que aquí en su fortaleza esta a salvo. — Tenemos una plática pendiente me hiciste esperar mucho... vamos al despacho. Mort sonríe de esa manera que me hace perder el aliento, durante este mes fue más atento, más lindo más de todo... en más de una ocasión estuve a punto de tocar el tema de su "chica e
El equipo de cámaras se está instalado en la sala, la reportera Alicia aún no llega a casa, pero está en camino, me puse un bonito conjunto de camisa de manga larga blanca, pantalón de vestir holgado negro y zapatillas, deje mi cabello suelto, ya que se encuentra un poco húmedo. Bajo la cabeza hasta mis manos, hablar frente a muchas personas nunca fue lo mío, de solo pensar que varias personas me mirarán mis manos comienzan a temblar ligeramente; hasta que de pronto un par de manos grandes y frías toman las mías. — Tranquila.– levanto la cabeza para toparme con esos ojos celestes hermosos, brillantes como las estrellas, lleva una de sus manos hasta a mi cabello, donde acomoda un mechón detrás de mi oreja.— No estés nerviosa, tú eres fuerte — Gracias... – le digo con voz baja, más que nada un susurro, es que cuando estoy cerca de él y percibo su enigmático aroma es como si flotará entre las nubes. — Valeria Palacios... después de más de un año por fin aceptaste la entrevista. La v
Al llegar a mi habitación pongo seguro a la puerta y como una niña emberrinchada sacudo mis pies para librarme de los zapatos; no entiendo por qué me siento de esta manera, mi corazón late a gran velocidad, pero a la vez es como si algo en el interior lastimara un poco y picara causándome enojo. — Ay, Valeria, acaso estas... no, imposible ¿por qué estaría celosa de un hombre que no es nada mío?... es decir, sí, es un encanto conmigo, me trata bien, se preocupa por mí, cuida de mí, pero eso no quiere decir que me quiera… — el recuerdo del beso que me dio aquella noche del baile llega a mi memoria, ahora me siento más molesta. — ¡O simplemente está jugando conmigo... es un hombre después de todo, ¡por amor al cielo! Me deshago de mi ropa en el camino a la ducha, en verdad una parte de mí está sorprendida por mi comportamiento, al pensarlo llego a la única conclusión de que son celos y eso me molesta, ya que no somos nada y no tendría por qué sentirlos. ... Salgo apretando con fuerza
Vamos en el auto rumbo al trabajo, evito mirarlo a toda costa, Mort conduce tranquilo, siento su mirada de vez en cuando por el espejo retrovisor, en verdad estoy tan apenada por lo que sucedió anoche y molesta conmigo misma por como reacciono y pierdo el control ante él. Llegando al edificio avanzamos rápidamente hacia mi oficina, llegamos demasiado temprano, no quiero las miradas curiosas de los demás trabajadores sobre nosotros, últimamente estoy envuelta en varias controversias así que quiero mantenerme fuera del ojo público. Ambos estamos en el elevador, nuestros cuerpos están relativamente cerca, empiezo a sentirme nerviosa y no sé por qué... no puedo con las ganas que me invaden de verlo, así que mis ojos vuelan hacia él. Está con su rostro serio mirando al frente, es tan apuesto, mi corazón comienza a latir con rapidez, él parece sentir mi mirada, sus ojos se cruzan con los míos, me atrapa observándolo y simplemente me regala una sonrisa perfecta. En ese momento, las puert
En cuanto la voz de Mort llegó a mis oídos me giré de inmediato, estaba ahí parado siendo perfecto como siempre al lado de Roberto, al verlo no pude evitar sonreír y que mi mal humor desapareciera. — Encárgate de él por favor, Mort, y en cuanto a ti...– me giro para ver a Jair.– Por la paz, ¡ya aléjate de mí!. Me voy a mi escritorio, Jair intenta seguirme, pero el brazo fuerte y firme de Mort lo toma del abrigo y lo arroja lejos de mí para, a continuación, sacarlo a empujones del lugar. — Valeria, por favor, escúchame, Roberto miente de seguro, no sé que te dijo pero es mentira. — Ya cállate y sal de aquí. Mort sacó a Jair de la oficina, saliendo junto con él para escoltarlo a la salida probablemente, dejándonos a Roberto y a mí en la oficina, me empiezo a masajear las sienes, mi cabeza duele un poco. — Ahora tengo a Jair como enemigo yo también. — Lo siento, no tenía en mis planes revelarle que estabas jugándole sucio, me imagino que fue una noticia impactante para él, pero mi
Estoy en el hospital, escondida en un piso superior en donde tienen a mi padre, en parte las palabras de mi madre tenían un poco de razón, la única información que tengo por el momento es que tuvo un ataque al corazón causado por un fuerte estrés y sin duda está algo grave. No puedo evitar sentirme culpable, muy culpable, me remuerde la conciencia y en parte me arrepiento de lo que le he hecho, no era mi intención causarle algo así; me encuentro en dilema con mis emociones, reprendiéndome por mis antiguas actitudes. Estamos actuando con discreción, ya que mi madre está en el lugar y estoy segura de que no me permitirá ver a mi padre, iniciará todo un escándalo, lo menos que necesito ahora es estar envuelta en más polémica. Mort está haciendo todos los movimientos mientras yo permanezco aquí, ansiosa y con los nervios de punta; por medio de una enfermera nos encargamos de que preguntara a mi padre si podría entrar a verlo, no tenía intención alguna de molestar o llegar por sorpresa
Un maremoto de emociones azota con fuerza mi interior, mi pecho duele desde lo más profundo y mi cabeza empieza a palpitar desarrollando un ligero dolor de cabeza. — ¿Qué?... No sé que más decir, estoy sin palabras, muchas preguntas invaden mi cabeza, estoy hecha un lío en confusión total, mi padre me mira con tristeza. — Ella murió antes de que tú nacieras, la preclampsia ocasionó un fallo en su corazón, quedé solo con una bebé prematura, tenías 8 meses, los doctores lograron salvarte pero a ella no... – mi corazón se hace pequeño y duele con cada palpitar, agacho la cabeza mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas.— Mónica... te cuidó, se hizo cargo de ti mientras yo me sumí en una depresión que parecía no tener final.Al principio, Mónica fue una mujer ejemplar, tan cálida, amorosa y dedicada en tu cuidado... no sé en qué momento pasó, pero cuando menos me di cuenta ella ya dormía en mi cama y parecíamos ser la familia feliz... eso duro unos cuantos años hasta que el recuerd