El equipo de cámaras se está instalado en la sala, la reportera Alicia aún no llega a casa, pero está en camino, me puse un bonito conjunto de camisa de manga larga blanca, pantalón de vestir holgado negro y zapatillas, deje mi cabello suelto, ya que se encuentra un poco húmedo. Bajo la cabeza hasta mis manos, hablar frente a muchas personas nunca fue lo mío, de solo pensar que varias personas me mirarán mis manos comienzan a temblar ligeramente; hasta que de pronto un par de manos grandes y frías toman las mías. — Tranquila.– levanto la cabeza para toparme con esos ojos celestes hermosos, brillantes como las estrellas, lleva una de sus manos hasta a mi cabello, donde acomoda un mechón detrás de mi oreja.— No estés nerviosa, tú eres fuerte — Gracias... – le digo con voz baja, más que nada un susurro, es que cuando estoy cerca de él y percibo su enigmático aroma es como si flotará entre las nubes. — Valeria Palacios... después de más de un año por fin aceptaste la entrevista. La v
Al llegar a mi habitación pongo seguro a la puerta y como una niña emberrinchada sacudo mis pies para librarme de los zapatos; no entiendo por qué me siento de esta manera, mi corazón late a gran velocidad, pero a la vez es como si algo en el interior lastimara un poco y picara causándome enojo. — Ay, Valeria, acaso estas... no, imposible ¿por qué estaría celosa de un hombre que no es nada mío?... es decir, sí, es un encanto conmigo, me trata bien, se preocupa por mí, cuida de mí, pero eso no quiere decir que me quiera… — el recuerdo del beso que me dio aquella noche del baile llega a mi memoria, ahora me siento más molesta. — ¡O simplemente está jugando conmigo... es un hombre después de todo, ¡por amor al cielo! Me deshago de mi ropa en el camino a la ducha, en verdad una parte de mí está sorprendida por mi comportamiento, al pensarlo llego a la única conclusión de que son celos y eso me molesta, ya que no somos nada y no tendría por qué sentirlos. ... Salgo apretando con fuerza
Vamos en el auto rumbo al trabajo, evito mirarlo a toda costa, Mort conduce tranquilo, siento su mirada de vez en cuando por el espejo retrovisor, en verdad estoy tan apenada por lo que sucedió anoche y molesta conmigo misma por como reacciono y pierdo el control ante él. Llegando al edificio avanzamos rápidamente hacia mi oficina, llegamos demasiado temprano, no quiero las miradas curiosas de los demás trabajadores sobre nosotros, últimamente estoy envuelta en varias controversias así que quiero mantenerme fuera del ojo público. Ambos estamos en el elevador, nuestros cuerpos están relativamente cerca, empiezo a sentirme nerviosa y no sé por qué... no puedo con las ganas que me invaden de verlo, así que mis ojos vuelan hacia él. Está con su rostro serio mirando al frente, es tan apuesto, mi corazón comienza a latir con rapidez, él parece sentir mi mirada, sus ojos se cruzan con los míos, me atrapa observándolo y simplemente me regala una sonrisa perfecta. En ese momento, las puert
En cuanto la voz de Mort llegó a mis oídos me giré de inmediato, estaba ahí parado siendo perfecto como siempre al lado de Roberto, al verlo no pude evitar sonreír y que mi mal humor desapareciera. — Encárgate de él por favor, Mort, y en cuanto a ti...– me giro para ver a Jair.– Por la paz, ¡ya aléjate de mí!. Me voy a mi escritorio, Jair intenta seguirme, pero el brazo fuerte y firme de Mort lo toma del abrigo y lo arroja lejos de mí para, a continuación, sacarlo a empujones del lugar. — Valeria, por favor, escúchame, Roberto miente de seguro, no sé que te dijo pero es mentira. — Ya cállate y sal de aquí. Mort sacó a Jair de la oficina, saliendo junto con él para escoltarlo a la salida probablemente, dejándonos a Roberto y a mí en la oficina, me empiezo a masajear las sienes, mi cabeza duele un poco. — Ahora tengo a Jair como enemigo yo también. — Lo siento, no tenía en mis planes revelarle que estabas jugándole sucio, me imagino que fue una noticia impactante para él, pero mi
Estoy en el hospital, escondida en un piso superior en donde tienen a mi padre, en parte las palabras de mi madre tenían un poco de razón, la única información que tengo por el momento es que tuvo un ataque al corazón causado por un fuerte estrés y sin duda está algo grave. No puedo evitar sentirme culpable, muy culpable, me remuerde la conciencia y en parte me arrepiento de lo que le he hecho, no era mi intención causarle algo así; me encuentro en dilema con mis emociones, reprendiéndome por mis antiguas actitudes. Estamos actuando con discreción, ya que mi madre está en el lugar y estoy segura de que no me permitirá ver a mi padre, iniciará todo un escándalo, lo menos que necesito ahora es estar envuelta en más polémica. Mort está haciendo todos los movimientos mientras yo permanezco aquí, ansiosa y con los nervios de punta; por medio de una enfermera nos encargamos de que preguntara a mi padre si podría entrar a verlo, no tenía intención alguna de molestar o llegar por sorpresa
Un maremoto de emociones azota con fuerza mi interior, mi pecho duele desde lo más profundo y mi cabeza empieza a palpitar desarrollando un ligero dolor de cabeza. — ¿Qué?... No sé que más decir, estoy sin palabras, muchas preguntas invaden mi cabeza, estoy hecha un lío en confusión total, mi padre me mira con tristeza. — Ella murió antes de que tú nacieras, la preclampsia ocasionó un fallo en su corazón, quedé solo con una bebé prematura, tenías 8 meses, los doctores lograron salvarte pero a ella no... – mi corazón se hace pequeño y duele con cada palpitar, agacho la cabeza mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas.— Mónica... te cuidó, se hizo cargo de ti mientras yo me sumí en una depresión que parecía no tener final.Al principio, Mónica fue una mujer ejemplar, tan cálida, amorosa y dedicada en tu cuidado... no sé en qué momento pasó, pero cuando menos me di cuenta ella ya dormía en mi cama y parecíamos ser la familia feliz... eso duro unos cuantos años hasta que el recuerd
Tardo en reaccionar y por un momento ya puedo sentir sus manos sobre mi cabeza tirando de mi cabello, hasta que siento unas manos tomándome de ambos lados de mi cintura y como si tuviera el mismo peso que una pluma, Mort me levanta girando conmigo, alejándome del alcance de Mónica. — ¡Basta, esto es un hospital, señora!.– Mort le habla a Mónica con los dientes apretados de una manera un tanto agresiva y baja, me encanta, no puedo evitar sonreír, en cuanto Mónica se da cuenta de mi sonrisa intenta llegar a mí nuevamente, pero el fornido cuerpo de Mort se lo impide. — ¿Qué es todo este alboroto?.– Algunos guardias llegan al lugar, fueron notificados del alboroto y si bien tengo culpa en todo este escándalo, no tengo intención de salirme, así que usaré mis influencias y dinero a mi favor. — Soy la empresaria Valeria Palacios, buenas tardes, esta señora está algo alterada, creo que deberían mandar unas enfermeras a revisarla o bien, sacarla del lugar. – no dudo en empezar hablar, las m
De pronto ya no quiero estar aquí, hago memoria a lo que me dijo Cristina, mencionó que no me importó lo que hablamos en el baño así que retrocedo en mis memorias a esa noche. Recuerdo que aparte de declarar una guerra entre nosotras ella quería que me alejara de Mort, al parecer sigue encaprichada con él. — Ese hombre que está con la loca... es el mismo de la fiesta que no te quitaba la mirada de encima. — Así es... – le respondo a Mort sorprendiéndome por su buena memoria, no se le va ni una. — Los tendré en la mira a ambos, no me parece bueno ver a ese par juntos.Me sorprende como a veces parecemos estar conectados, es reconfortante tenerlo conmigo, por el momento no me quiero romper la cabeza con Cristina a no ser que empiece a dar problemas. Lo único importante para mí es mi padre en estos momentos ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Al regresar al hospital somos abordados por Mónica quién parecía estar esperando nuestra llegada, Mort se posiciona entre nosotras protegiéndome como