Desde la boda, Lisandro y Alexa habían mantenido una relación calmada, donde buscaron conocerse un poco más. Una idea que ella sugirió como un juego de preguntas y repuestas para así ir aprendiendo cosas del otro y así garantizar un ambiente armónico en la casa, aunque el pelinegro aprovechaba esa información para beneficio propio ya que así se aseguraba de conocer más de ella y saber si era de confiar o terminaría traicionándolo.
Mientras la pareja empezaba a convivir y conocerse, cierto hombre de familia al fin habia regresado a la ciudad.
Justo en esa mañana calurosa estaba arribando en el aeropuerto el avión privado cierta prestigiosa familia, en esos momentos el señor Javier Rider estaba regresando de su viaje al extranjero. Se habia demorado más de lo habitual porque NO quiso regresar cuando debía, porque seguía furioso de enterarse, por su amada esposa, que su hijo nuevamente habia ocasionado otro problema y aprovechando su ausencia se casó con una perfecta desconocida.
El señor Javier es un hombre de 40 años de edad, el cual era alto de complexión fornida, tenía un cabello corto ligeramente ondulado de color azabache y poseía una tonalidad de piel clara.
Justo en esos momentos bajaba a paso rápido del avión para caminar hasta el automóvil que le estaba esperando.
- Señor… - le saludo su chofer abriendo la puerta del vehículo para dejarlo subir - ¿a dónde?
- Llévame a mi casa.
- ¿Le aviso a la señora de su llegada?
- No… y ni te atrevas a avisarle.
El chofer solo hizo una mueca y se dedicó a conducir en silencio hasta que llegaron a la mansion Rider, donde solo vio a su jefe bajar antes de dejar escapar un suspiro lleno de preocupación, ya que algunos sirvientes aun eran leales a Lisandro y la antigua señora, pero no podían ir en contra de los actuales señores de la casa porque no querían perder su empleo.
Al entrar a su hogar, Javier se extrañó al ver la casa en calma, en su andar escucho la voz de su esposa proveniente de la sala y todo indicaba que estaba hablando por teléfono:
- Dios, Julia debemos repetir eso – menciono feliz Sofia.
- Y que lo digas, hace mucho que no disfrutaba de algo así.
- Estoy de acuerdo e igual al fin me siento alegre y cómoda en mi casa, porque ya no debo preocuparme de encontrarme con Lisandro en algún lugar de la casa.
- Yo debo empezar a buscar una criada, ya que era para lo único que servía Alexa.
- Si quieres luego te paso el numero de una agencia que tiene buenos criados y… - en eso Sofia se giró y vio que su esposo estaba parado frente a ella y al ver que sus miradas se conectaron él arqueo la ceja – si Julia, luego te hablo – dijo terminando enseguida la llamada y tirando el teléfono al sofá – mi amor – exclamo risueña buscando correr a los brazos de su esposo para abrazarlo y darle un beso en los labios.
- Entonces ¿es verdad lo de Lisandro?
- ¿Lo dudaste?
- Tal vez…
- Pero mi amor yo no te mentiría, de hecho, jamás te diría una mentira.
- Hm… si tienes razón – opino un poco aburrido - ¿y dónde está ahora?
- Ni idea, ya vez como es de grosero conmigo y eso que le dije que podría venir a la casa con esa niña, pero solo me ignoro y me azoto la puerta de esa habitación en la cara – menciono empezando a sentir las lágrimas empañar sus ojos.
- Tch… pediré que lo busquen – menciono molesto Javier.
- ¡NO!
- ¿Que? – pregunto extrañado ante esa respuesta tan rápida que dio.
- No mi amor, no es necesario – menciono rápido buscando sonar calmada - digo Lisandro ya es un hombre y si el hizo esto, debe aprender a asumir las consecuencias de sus propios actos ¿no crees?
- De nuevo, creo que tienes razón mi amor.
- Siempre la tengo – declaro feliz la rubia, sintiéndose aliviada de que pudo detener a Javier en su intento de buscar de nuevo a Lisandro.
- ¿Y dónde está Aaron?
- Pues él… - empezo a decir preocupada, ya que no sabía si habia regresado o no.
- Aquí estoy padre – indico el pelinegro caminando hasta ellos.
- Bien, cámbiense – les ordeno - pensaba en salir a comer.
- Uh, esa idea me gusta – dijo feliz Sofia buscando ponerse coqueta para ir a arreglarse rápido.
Javier miro a ambos irse a cambiar antes de dejar escapar un suspiro y mirar el cuadro de la familia, en el solo salían ellos 3 ya que ese día Lisandro se enfermó y no participo en ese retrato, ante eso solo dejo escapar un suspiro y se giró para ir por algo de beber antes de volver a salir.
Por su parte Lisandro estaba aprovechando que Alexa estaba en su trabajo, para así hacer el suyo propio, ya que el no busco quedarse de brazos cruzados y tomo toda la fortuna de su madre para salvarla de las garras de Sofia. Ese dinero busco hacerlo crecer, invirtiéndolo para poder multiplicar su capital creando su propia compañía para tener algo seguro en caso de que al final se quedara solo porque su padre no le creyó y acabara como en la situacion similar en la que se encontraba en esos momentos, por eso estaba hablando con teléfono con su asistente personal.
- Entonces así están las cosas – dijo Lisandro, el cual se miraba serio al escuchar el reporte de la semana.
- Si todo va bien aquí en la empresa.
- Perfecto, oye ¿y ese sujeto ya se calmó o sigue insistiendo que desea conocerme?
- Ya todo está en orden y todo regreso a la normalidad donde a nadie le interesa saber quién es el dueño de este lugar.
- Bien, a ellos solo debe interesarle recibir su paga puntual.
- Si, ahora hago esos movimientos que me pediste – le comento esa persona - por cierto ¿todo bien en la casa?
- Esta perfecto da la fachada de que estaba medio abandonada, pero todo está excelente y amueblado como quería.
- Gracias, fue un lio conseguir un paisajista que hiciera lo del jardín – menciono esa persona – entonces… ¿ya tenemos jefa? – pregunto en tono picaron.
- Tch… aun debo ver eso.
- ¿Quieres que te tramite un divorcio exprés?
- No, me estoy encariñando con ella e igual es lindo tener a una mujer que si me quiere a su lado.
- Oh hehe está bien, bueno te dejo iré a ver los pendientes que faltan por hoy y de ahí pido que te hagan una transferencia para que cubras tus gastos básicos.
- Cuento contigo – declaro Lisandro terminando la llamada.
De esta forma se colocó de pie para guardar su portátil y su teléfono celular en su habitación, regresando a la sala con un libro escrito en braille para fingir que todo ese tiempo estuvo leyendo, acomodándose justo a tiempo cuando escuchaba a Alexa abrir la puerta de la casa.
- Bienvenida – le saludo.
- Gracias, ya estoy aquí – le contesto ella sonriéndole – uff hoy sí que hace mucho calor – opino mientras se quitaba los zapatos y pasaba a la cocina para dejar la bolsa de vivires que llevaba consigo.
- Aquí también lo sentí y por eso me prendí un rato el ventilador.
- Si jeje ¿y que estas leyendo? – pregunto Alexa al buscar sentarse a su lado para descansar un rato.
- La Ilíada de Homero.
- ¿En serio? – pregunto Alexa al ver los puntos en el grueso libro – que genial, no sabía que ese estuviera disponible en ese idioma.
- Es que mi padre lo mando a hacer para mí, ya que antes del accidente yo estaba leyendo ese mismo libro y se quedó inconcluso.
- Ya veo… oye ¿y es verdad lo que me contaste?
- Si y por eso mismo me quedare en este sitio – menciono serio – yo ya no tengo un lugar al cual llamar hogar.
- Oye y si crees que exista la posibilidad de que te busque.
- Dudo que lo haga.
- En ese caso debe ser muy triste.
- Yo ya me acostumbré.
- Aunque tomes a mal mi comentario – empezo a decir la castaña - pero deberías buscar hacer las paces con él.
- No te interesa.
- Tranquilo no te enojes, yo solo lo decía porque al menos tu padre sigue vivo y puedes hablar con el cuándo lo desees.
- … - Lisandro hizo una mueca, ya que en sus platicas ella le dijo que habia perdido a sus padres y solo vivía con la Julia y su hermanastra – ¿y cómo te fue en el trabajo? – pregunto buscando cambiar de tema.
- Bien, hoy si fue mi día y conseguí muchas propinas – indico emocionada – oye Lisandro ¿crees que pueda comprarme algo de ropa?
- No tienes que pedirme permiso, es tu dinero.
- … - Alexa miro a ver al pelinegro asombrada – cierto jeje ahora es solo mi dinero – hablo empleando un tono risueño en su voz.
- Además de todo lo que te hacia esa vieja, ¿también te quitaba tu paga?
- Me decía que debía pagarle una renta.
- Bueno mejor ya ve olvidando eso, porque quedamos que solo me darías la mitad de los gatos y lo demás úsalo como quieras.
- Cierto, creo que mañana buscare comprar una libreta para ir anotando mis gastos y manejo del dinero.
- Eso suena bien, tener una organización adecuada de tus gastos.
- Hablando de gastos, ¿sobre las cuentas?
- Ya me hice cargo de todo eso, así que no te preocupes.
- ¿Eh? ¿pero… cómo?
- Digamos que tengo mis secretos – indico divertido Lisandro al notar la cara de confusión que tenía la castaña en esos momentos.
- Esta bien – indico Alexa – si quieres ve a lavarte, traje hamburguesas para que comamos y celebremos mi gran día.
- Suena bien.
- Sabes en que estuve explorando por los alrededores encontré que tenemos un parque muy cerca de aquí, así que deseo invitarte a salir y dar un paseo.
- Va - indico Lisandro, aunque no tenía ganas de salir quiso acompañarla porque escuchaba que eso le hacía ilusión a ella.
Ya por la tarde, Alexa lo ayudo a acomodarse en la silla y tras cambiarse de ropas salieron de paseo, disfrutando de la brisa hasta llegar al parque donde ella lo dejo cerca de una banca para así juntos sentarse juntos a disfrutar de la noche.
Por su parte Sofia estaba feliz de regresar a casa con su esposo e hijo, después de haber estado en el restaurante más lujoso de la ciudad, mientras le platicaba a su esposo de lo que podrían hacer al día siguiente y sugerirle que ya llevara a Aaron con él, para que empezara a familiarizarse con la empresa
- Creo que tu madre tiene razón y mañana me acompañaras a la compañía – indico Javier.
- Esa idea me encanta padre, así puedo aprender más del funcionamiento de la misma bajo tu dirección.
- Por cierto ¿cómo vas en los estudios?
- Excelente padre, soy el primero en la clase – indico con arrogancia Aaron, ya que era verdad y era el primero en su clase, pero eso era gracias a que sobornaba a todos los maestros.
- Perfecto – indico Javier y en eso poso su mirada hacia la ventana donde lo vio – oye detén el auto.
- Enseguida – dijo el chofer estacionándose en esa calle por donde estaban pasando.
- ¿Javier?
- ¿Papá? - madre e hijo miraron esa acción confundidos, por lo que siguieron al mayor para ver que había visto.
El mayor busco bajarse del vehículo a paso veloz y caminar hacia donde él estaba, porque lo vio.
- Llego el de los helados ¿quieres uno? – le pregunto Alexa a Lisandro.
- No soy un niño.
- Pero hace calor.
- Chocolate – contesto frunciendo el ceño.
- Ok, ya vengo – indico Alexa colocándose de pie para ir por dos conos de helados.
Lisandro sonrió al ver eso sintiendo un ligero déjà vu, ya que su madre siempre le invitaba a un helado cuando daban un paseo en el parque, ante eso regreso a su mente la anterior conversación de Alexa donde le sugería buscar hacer las paces con su padre.
- ¿Podría…? – se preguntó a si mismo apretando los puños.
- ¡LISANDRO! – en eso el pelinegro escucho la voz de su padre y busco no moverse reprimiendo su impulso de girarse para verlo.
- Vaya, que sorpresa padre – le comento al escuchar se quedó parado a su lado.
- Tch… ¿porque no estas en la casa?
- Creo que la pregunta sobra.
- Entonces ¿es verdad?
- …
- ¿Porque haces eso? ¿acaso no te cansas de buscar humillarme y hacerme quedar en ridículo frente a nuestros amigos y socios?
- … - Lisandro apretaba con fuerza los reposabrazos de la silla, ya que solo le interesaba el qué dirán… pero eso jamás le afecto cuando se consiguió una amante.
- ¿No vas a decir nada en tu defensa? – pregunto Javier arqueando una ceja.
- Y que quieres escuchar, porque solo repitiendo las palabras que deseas escuchar, te harán sentir satisfecho – menciono con sarcasmo y algo de amargura Lisandro.
Justo en eso Alexa estaba regresando con los helados y se preocupó al ver a un hombre empezar a discutir con Lisandro.
- Deje de molestarlo – le dijo ella acercándose a Lisandro.
- ¿Quién eres tú? – le pregunto Javier.
- Eso no te importa padre.
- Ah… así que tú eres la desconocida que se casó con mi hijo – opino Javier mirando con detenimiento a la castaña, haciendo una mueca al ver las ropas viejas que usaba en esos momentos - quiero que sepas desde ahora que no te daré ni un centavo de mi fortuna.
- ¿Y que le hace pensar que yo deseo su dinero? – pregunto Alexa arqueando la ceja.
- Eres una… – se quejó Javier, mientras alzaba su mano con la intención de darle una bofetada, pero Lisandro se movió rápido con su silla de ruedas y busco empujar al mayor para hacerle perder el equilibrio, aunque él también acabo tirado en el suelo.
Cuando ambos caían al suelo Sofia apareció, mirando preocupada lo que estaba pasando.
- ¡Mi amor! – gritó asustada la rubia, corriendo a abrazar a su esposo caído.
- Lisandro – dijo Alexa dejando en el olvido los helados para buscar ayudar al nombrado.
- Tch… como se atreven – dijo furiosa Sofia, mirando a la pareja joven.
- Tu cállate, ya entendimos ya no soy nada tuyo e igual no necesito tu mugriento dinero así que puedes largarte y dejarme vivir – indico con odio Lisandro, sintiendo como Alexa buscaba sentarlo apoyándolo en su cuerpo.
- Bien me parece excelente, en ese caso te quedas a tu suerte y nunca más vuelvas a buscarme – dijo molesto Javier colocándose de pie para regresar al auto.
- Hasta nunca estúpido – susurro Sofia, quien se miraba muy satisfecha con lo ocurrido para girarse y correr para alcanzar a su amado.
- Lisandro ¿estas bien?
- Si ¿y tú? ¿te hizo algo?
- Estoy bien, gracias a que me protegiste.
- Descuida lo haría siempre que pase enfrente mío y bueno esto responde a tu pregunta de hace rato.
- Si, oye con esto que paso solo nos tenemos uno a otro.
- Me gusta como suena, seremos un dúo dinámico.
De esta forma Lisandro se dejó ayudar para volver a su silla, aunque por dentro ya habia tomado una gran decisión y buscaría ahora vengarse de los 3 porque con lo de esta noche, Javier Rider habia dejado de ser su padre.
Gracias a ese incidente el resto de la noche fue algo incomoda, tras ese enfrentamiento Alexa y Lisandro regresaron a casa en silencio, ya que el pelinegro se quedó callado sin ganas de charlar. Alexa se sintió un poco mal al ver de esa forma al pelinegro y busco darle su espacio donde solo fue a interrumpirlo cuando le llevo algo para que cenara a su cuarto, ya por la noche antes que ella se acostara a dormir entro con cuidado de nuevo a la habitación de él para sacar los platos sucios y taparlo mejor. Lisandro fingió dormir analizando los movimientos de Alexa y agradecía sus atenciones en ese momento, ya que sentir esa muestra de afecto y apoyo silencioso le agradaba y eso necesitaba en esos momentos. El no pudo dormir bien porque en verdad estaba dolido, se sentía completamente traicionado y solo en esos instantes, ya que ahora pensaba que tal vez su padre pudo ser cómplice en la muerte de su madre porque parecía no importarle nada y solo se dedicaba a la empresa y a vivir feliz
Después de las compras Alexa regreso a casa por el resto del día, al llegar noto que nuevamente Lisandro estaba sentado en el mismo lugar donde la recibía todas las tardes y seguía con ese viejo libro en su mano.Ella paso con cuidado a su lado, buscando ir a la cocina para dejar las compras sobre la mesa.- ¿Oye y en que parte vas?- ¿De qué?- De tu libro ¿en qué capitulo vas?- ¿Ya lo has leído?- Sinceramente en algún momento de mi adolescencia quise, pero al ser un libro grande no lo hice e igual en esa época no tenía mucho tiempo libre.- Es una pena que lo descartaras porque es un gran libro.- ¿Y me lo puedes contar?- Si hago eso, estoy seguro que tú no lo leerás.- Hm… está bien – indico ella haciendo una mueca ya que todo indicaba que solo vivirían juntos por interés mutuo sin llegar a formar una amistad. En silencio ella busco hacer la comida y dejarle su plato a él para luego ir a sentarse a la sala para ver la tv mientras comía, ya que por su forma de actuar tal vez lo m
Después de ese extraño incidente, ahora Alexa estaba más pendiente de los movimientos de Lisandro, ya que ahora podría decir que no fue su imaginación y tal vez él no estaba enfermo como aparentaba, aunque no entendía porque y por ello pensó que lo mejor era poner una distancia segura entre “su esposo” y ella.Ella igual busco ser más discreta y cuidar esos detalles, aunque también estaba más pendiente de él y sus acciones cuando estaban juntos en las comidas.De esta forma empezaron a pasar los días, llegando a un nuevo viernes por la tarde, donde Alexa estaba revisando su celular anotado algunas cosas en su libreta.- Ah…- ¿Qué te pasa? – pregunto Lisandro, quien aprovechaba el silencio de la casa para leer un poco.- Estaba haciendo cuentas y no se…- ¿Cuentas, de qué?- Bueno es que primero me siento extraña con eso de que ahora tengo dinero para mí.- ¿Eso es lo que te preocupa?- No exactamente, veras estoy haciendo cuentas y quiero aprovechar a el dinero extra para ahorrar y b
Por su parte, Sofia tenía sus propios problemas ya que por alguna razón no se sentía ni tranquila ni feliz, el motivo de eso era la envidia porque ese maldito mocoso estaba viviendo feliz, ya que en su desayuno con algunas chicas del club le dijeron que una vio a Lisandro de paseo en el supermercado con una chica y se les notaba felices y parecían pasar un rato agradable… y eso es algo que NO permitiría, porque ese maldito lisiado debía vivir en la miseria arrepintiéndose de su existencia ya que debió morirse en ese accidente junto con esa mujer estúpida.Justo en eso sonó una melodía interrumpió sus pensamientos, notando que era su teléfono el que sonaba y al mirar la pantalla vio que era su amiga Julia quien trataba de hablarle.- ¿Qué? – contesto de mala gana.- Dios que humor ¿estas bien?- Tch… perdón Julia, es que hoy me entere que nuestro truco no sirvió de nada – se quejó ella.- ¿A qué te refieres? ya nos deshicimos de ellos y eso es lo que queríamos ¿o no?- Si, pero no se s
- Ya llegué – declaro Alexa abriendo la puerta.- Hola, bienvenida – saludo Lisandro - ¿y porque tan tarde? – pregunto buscando sonar calmado, aunque si se habia preocupado un poco porque ella jamás habia llegado tan tarde como hoy.- Am… me paso algo extraño – hablo Alexa haciendo una mueca mientras dejaba la bolsa de comida sobre la mesa.- … - Lisandro arqueo la ceja, ya que la notaba rara - ¿algo extraño?- Habia una persona siguiéndome.- ¿Que…?- Si, sentí algo extraño al salir del trabajo y al mirar hacia atrás noté que alguien me seguía.- ¿Viste cómo era?- No lo vi bien porque estaba con una capucha, pero si note que se enojó en que me perdió e igual estaba hablando por teléfono con alguien en ese momento – explico ella sintiendo como temblaba un poco – por… por eso me tarde en regresar e igual busque usar otro camino para regresar a casa.- … - Lisandro frunció el ceño ante eso, ya que no tenía lógica que a ella la siguieran ¿Qué buscaban con eso? ¿robarle? no, eso no tiene
A la mañana siguiente Aaron no acompaño a su padre a la empresa, ya que dijo que debía hacer otros pendientes antes de poder ir a trabajar.- Está bien hijo, solo no llegues tan tarde ya que me ayudaras a ver la campaña de promoción sobre los nuevos autos que vamos a crear – indico Javier tomando su portafolio.- Si padre, no creo tardar.- Hm…- Que te vaya bien en el trabajo, mi amor – le dijo Sofia dándole un beso en los labios a su amado para luego despedirlo.Al ver que su padre ya estaba lejos Aaron dejo escapar un suspiro y empezo a quejarse.- Joo… ¿qué voy a hacer ahora?- ¿Qué tienes hijo? ¿te regaño?- No… lo que pasa es que ayer padre me dijo que usaría esos dibujos para el nuevo lanzamiento.- Felicidades mi amor.- Felicidades nada – dijo Aaron frunciendo el ceño - no sé dónde está el imbécil ese al que le robe los dibujos.- Pero él te los dio ¿o no?- Si, pero papá me dijo que si esto sale bien me hará el jefe de la línea de diseño, es decir, necesito a ese idiota para
Después de esa peculiar mañana, las cosas en la cafetería transcurrieron de forma normal y cotidiana, recibiendo clientes habituales y nuevos que pasaron a visitar el lugar.Como al medio día ellas recibieron a visita de varios proveedores para resurtir la cafetería y así seguir teniendo de todo para vender.Alexa estaba feliz al ver como la cafetería estaba ganando popularidad y eso que fue un proyecto de decisión impulsiva de parte de ambas, ya que ella conoció a Amanda en una entrevista de trabajo donde ambas fueron rechazadas por “no tener buena presentación”, aunque más tarde descubrieron que ese argumento solo fue una excusa mediocre porque ya habían contratado a la hija de un conocido.- Oye Alexa ¿quieres que te acompañe a casa? – le pregunto Amanda, mientras terminaba de lavar las bandejas.- Descuida estoy bien, de camino compre este gas pimienta – dijo mostrando la latita – había otros artículos más agresivos en la tienda, pero creo que este me ayudara en lo que necesito –
Al día siguiente las cosas empezaron con normalidad y tranquilidad, donde Alexa le servía su desayuno al pelinegro y después se despedía para ir rumbo al trabajo.Por su parte Lisandro se levantó para desayunar cuando se aseguró que ella no regresaría, aunque primero entro a tomar un baño y justo cuando estaba por disfrutar de sus sándwiches tocaron el timbre.Al abrir la puerta se encontró con su amigo rubio.- Buenos días – le saludo Jonathan notando que le miraba mal con su sándwich de huevo a medio comer en su mano – oh se ve bueno ¿tienes otro? – hablo entrando a la casa.- Interrumpiste mi desayuno – le reclamo mientras cerraba la puerta.- Oh… que envidia desayuno en la habitación – dijo Jonathan mirando la mesa, donde vio que había más sándwiches y tomo uno para comerlo.- ¡Oye, es mío!- Hm… que rico, la cantidad justa de mayonesa y el huevo esta esponjosito.- Jonathan – le reclamo molesto.- Vamos no te quejes tu siempre eres cuidado y mimado, en cambio yo estoy solito – dr