Tras salir del baño, Alexa vio que en el armario estaba una maleta con sus cosas, lo que indicaba que era oficial y ese par la habían echado de la casa con una nota que decía: JAMAS TE ATREVAS A REGRESAR O LO LAMENTARAS.
Después de arrugar esa nota y tirarle lejos, ella se visto y salió del armario para encontrarse con Lisandro, quien seguía en la misma posición de hacer rato.
- Ya estoy, perdón por tardar – dijo buscando sentarse en la orilla de la cama para verlo de frente.
- … - Lisandro no le contesto.
- Disculpa la pregunta, pero tú ¿en verdad…?
- Si, soy paralitico y ciego – le contesto de forma seca – ¿por qué? ¿tienes algún problema con eso?
- No… solo lo preguntaba – menciono Alexa, ya que en sus vagos recuerdos de la noche anterior lo veía de otra forma.
- Bueno ya sacié tu curiosidad – hablo de forma sarcástica - ¿alguna otra pregunta obvia?
- … - Alexa solo hizo una mueca ante la forma en como le hablo.
- En ese caso podemos empezar a hablar de los términos y reglas de habrá en esta relación.
- Am…sobre eso…
- Bueno si quieres podemos ir a divorciarnos y cada quien por su lado.
- …
- Ah es verdad, ambos nos quedamos sin hogar ¿verdad?
- Si…
- ¿Entonces?
- Esta bien, dime ¿cuáles son los términos?
- Por ahora no tendremos ningún contacto físico y nos dividiremos los gastos en partes iguales – declaro serio.
- Me parecen términos razonables – menciono feliz Alexa, ya que habia pensando en que vivirá una situacion similar a la que tenía con el par de rubias.
- Si no tienes molestia por trabajar un poco, conozco un lugar para que vivamos.
- Me gusta la idea.
- Otra cosa, ten cuidado de no molestarme.
- Tendré cuidado.
- Bien, entonces vámonos de aquí – le ordeno - en el camino me dices tus habilidades y aptitudes.
Alexa solo dejo escapar un suspiro, todo indicaba que tal vez vivirá una situacion algo similar a la que vivía con ellas, pero buscaría que todo funcionará y fuera diferente, porque al menos tendría un poco más de libertad.
Ella busco tomar las maletas y guardo el acta de matrimonio en su maleta, tras acomodar todo noto que Lisandro le esperaba para que lo empujara, de forma lenta ambos salieron de ese lugar para ir por un taxi, donde el chofer ayudo con las maletas.
- ¿A dónde? – pregunto el chofer.
- Llévanos aquí - indico Lisandro pasándole un papel a Alexa, para que ella leyera la dirección.
De esta forma el taxi se puso en marcha y al pasar unos 15 minutos llegaron a su destino, el cual resulto ser una casa que en apariencia estaba abandonada ya que el jardín se notaba muy descuidado y le faltaba algo de pintura al exterior.
- Págale – ordeno Lisandro dejándose ayudar a bajar por el chofer.
- … - Alexa solo hizo una mueca y pago el viaje, agradeciendo que al menos ellas no le robaron el dinero que tenía escondido en su maleta – oye ¿dónde estamos?
- Es la antigua casa de mi madre – dijo Lisandro buscando avanzar.
- Espera – pidió Alexa al ver que estaba por golpearse con la reja, pero noto que él tenía unas llaves en su mano, las cuales tomo para abrir la reja y la puerta de la entrada para que el pelinegro pudiera pasar, mientras ella regresaba por las maletas y así ingresar a la casa – pero… - al ingresar se asombró del gran contraste con el lugar ya que este se miraba muy moderno y bien cuidado.
- No voy a darte explicaciones de este sitio, lo único importante es que este será nuestro hogar a partir de ahora – indico Lizandro – mi habitación será la de la derecha y la otra es tuya.
- ¿Eh? ah, si… está bien – menciono la castaña entrando a la habitación de él.
- Oye que te dije...
- Lo sé, tu espacio, solo estoy metiendo tus maletas – explico ella – ¿quieres que te ayude a acomodar?
- …
- Lo tomare como un si – menciono ella.
- Si sabes que no es necesario – dijo escuchando como ella acomodaba las cosas.
- Descuida no me pesa y sirve para seguir hablando contigo.
- ¿De qué quieres hablar?
- Ya entendí que no preguntare por la casa porque no creo que sea de tu madre – opino ella - pero como nos dividiremos los gastos.
- A la mitad, obviamente y así como entendiste no preguntarme por la casa, no me preguntes por el dinero y confórmate con saber que tendrás mi parte cada que lleguen las facturas para que las pagues puntual.
- … - Alexa sonrió ante es, al menos eso significaba que podría tener algo de su dinero para ahorrar o gastar en ella misma - supongo que mi paga por el lugar será cocinar, limpiar y lavar.
- Entendiste rápido, pero tampoco seré un tirano y cuando puedas limpias porque imagino trabajas - opino Lisandro – así que harás tu trabajo como ama de casa.
- Gracias – menciono ella agradecida, donde Lisandro solo hizo una mueca y arqueo la ceja.
- Bueno ya acabé, porque veo que estas maletas tienen cosas personales tuyas y estas sé que tú las querrás guardar – indico saliendo del armario – bueno iré a revisar la cocina.
- Te escuchas muy feliz.
- Es que esta es una casa pequeña y el mantenimiento será fácil – dijo emocionada – al fin tendré tiempo para mí.
- … - el pelinegro arqueo la ceja ante eso, respondió tan rápido y tan natural ¿acaso ella…?
- Lisandro.
- ¿Que pasa Alexa?
- Hehe estabas perdido en tus pensamientos, te estaba llamando.
- Eso parece ¿que necesitas?
- Te quería decir, si quieres que te acomode en la terraza, vi que esta techada y ahí puedes estar tomando aire en lo que voy a comprar algunas cosas de limpieza y comida o… ¿quieres venir conmigo?
- Te acompaño e igual busca los recibos de los servicios para pagarlos.
- Claro, solo tomo mi cartera – indico ella pasando a buscar su bolso, el cual se miraba muy viejo y algo roto, lo cual era útil cuando deseaba esconder dinero porque ni Celeste ni Julia tocaban algo viejo y roto.
- … - Lisandro noto eso y al examinar las ropas de ella se miraban muy viejas y desgastadas, pero no opino nada ya que se supone no podía ver.
Al estar listos salieron de la casa empezando a andar para explorar el vecindario en busca de alguna tienda de abarrotes o un supermercado.
En su andar pasaron a hacer los pagos de servicios para reestablecer la luz, agua y gas en la casa; estaban disfrutando de una agradable caminata silenciosa hasta que…
- Oh dios, pero miren ¿qué tenemos aquí? – en eso Alexa miro que Celeste se estaba acercando a ellos en compañía de sus amigas de siempre.
- … - Alexa solo hizo una mueca y busco ignorarla.
- Je… ¿acaso tu esposo el ciego ya te dejo muda de tanto cogerte? – pregunto con burla la rubia haciendo que las dos chicas que estaban a su lado rieran.
- En realidad, solo no tengo ganas de hablar contigo – contesto Alexa frunciendo el ceño.
- Joo veo que ahora que estas casada te crees la gran cosa, pero ahora mismo te bajo de esa nube y te regreso a tu realidad – menciono Celeste buscando sujetarla con fuerza, haciendo que ella se quejara mientras la empujaba para luego ver a Lisandro, quien seguía en su silla sin moverse – y tu ciego, veamos si eres tan odioso como dice mi Aaron – indico acercándose para buscar tocarlo y mover su silla de forma brusca.
- … - Lisandro estaba tentado a buscar moverse ya que reconocía a esa loca: era la tipa que a veces iba a su casa para revolcarse con Aaron.
Justo cuando estaba por moverse para darle una lección a esa mujer y mandar al diablo su fachada de minusválido, vio algo que le asombro.
Alexa noto que Celeste empezo a molestar al pelinegro, por lo que no lo dudo y algo en su interior le hizo sacar fuerza y coraje para sujetar a su hermanastra de sus finos y hermosos cabellos dorados, para así alejarla.
- ¡AH! ¿qué haces m*****a? ¡suéltame!
- Eso te pregunto a ti ¿qué crees que haces molestando a una persona que no puede defenderse? - indico ella sin dejar de sujetar los cabellos de la rubia.
Eso asombro a Lisandro, ya que ella estaba demostrando tener una gran fortaleza y coraje en esos momentos, lo que le indicaba que Alexa era muy similar a él y en su momento se reprimió sus propios impulsos porque era necesario. Todo indicaba que tal vez Alexa podría ser una aliada en su causa, aunque igual podía notar que ella ocultaba más cosas y con el tiempo sabría qué tan confiable es.
Justo en eso Alexa jalo con tanta fuerza que aventó al suelo a la rubia haciendo que se golpeara su rostro contra el duro concreto de la acera.
- Tch… ¿cómo te atreves? – gritó furiosa mientras notaba que esa caída le hizo una ligera herida en su perfecta barbilla.
- Me atrevo porque quiero ¿por qué? ¿vas a hacer algo al respecto? – le contesto Alexa, dejando salir todo el odio y rencor reprimido que llevaba guardando – adivino vas a ir a llorar con tu mami, anda hazlo ya no les tengo miedo.
- ¡Tú…! tal vez te estas creyendo mucho porque tienes a un supuesto hombre a tu lado, pero esa cosa ni a medio hombre llega – declaro con arrogancia.
- … - Lisandro frunció el ceño ante esa declaración y ahora tenía unas enormes ganas de meterle un golpe en la cara a esa mujer.
- Te equivocas en algo, ahora me creo por el simple hecho de que ni tú ni la vieja de Julia me controlan, ya soy libre de ustedes – menciono Alexa sonriendo de lado – me creo porque ya no tengo que ver tu m*****a y horrible cara nunca más o es que tus amigas y novios ¿te han visto sin maquillaje?
- … - Celeste frunció el ceño y temblaba de la ira que sentía en esos momentos.
- Je... así que es de esas mujeres – menciono Lisandro con burla – en ese caso agradezco estar ciego, porque de verla volvería ser ciego.
- Puff… jajajaja - Alexa dejo escapar una risa por ese comentario siendo imitada por las “amigas” de Celeste.
- … - Celeste estaba rechinando los dientes del coraje y al escuchar que muchos empezaban a murmurar y señalarla, por lo que busco colocarse de pie haciendo un berrinche.
- ¡Disfruta de esto, porque a la próxima que te vea me las pagaras! - grito alejándose rápidamente de ese lugar.
- ¡Jaja anda fea: corre! – indico Alexa – ah… dios… que bien se siente.
- ¿Te habías reprimido por mucho? – opino Lisandro.
- Bastante… pero ahora que me echaron no es necesario callar mi opinión.
- Totalmente de acuerdo – opino divertido Lisandro.
- Bueno retomemos nuestras compras, para que cenemos temprano.
Lisandro sonrió y asintió, dejándose guiar por la castaña, ya que podía notar que ahora ella se miraba más relajada y tranquila.
“Tal vez… tal vez si pueda considerarte una aliada” – pensó Lisandro dejando que ella lo siguiera llevando por el mercado, para comprar algo de comida, cosas para la casa y él apoyaba tomando las bolsas de compras.
Desde la boda, Lisandro y Alexa habían mantenido una relación calmada, donde buscaron conocerse un poco más. Una idea que ella sugirió como un juego de preguntas y repuestas para así ir aprendiendo cosas del otro y así garantizar un ambiente armónico en la casa, aunque el pelinegro aprovechaba esa información para beneficio propio ya que así se aseguraba de conocer más de ella y saber si era de confiar o terminaría traicionándolo.Mientras la pareja empezaba a convivir y conocerse, cierto hombre de familia al fin habia regresado a la ciudad.Justo en esa mañana calurosa estaba arribando en el aeropuerto el avión privado cierta prestigiosa familia, en esos momentos el señor Javier Rider estaba regresando de su viaje al extranjero. Se habia demorado más de lo habitual porque NO quiso regresar cuando debía, porque seguía furioso de enterarse, por su amada esposa, que su hijo nuevamente habia ocasionado otro problema y aprovechando su ausencia se casó con una perfecta desconocida.El seño
Gracias a ese incidente el resto de la noche fue algo incomoda, tras ese enfrentamiento Alexa y Lisandro regresaron a casa en silencio, ya que el pelinegro se quedó callado sin ganas de charlar. Alexa se sintió un poco mal al ver de esa forma al pelinegro y busco darle su espacio donde solo fue a interrumpirlo cuando le llevo algo para que cenara a su cuarto, ya por la noche antes que ella se acostara a dormir entro con cuidado de nuevo a la habitación de él para sacar los platos sucios y taparlo mejor. Lisandro fingió dormir analizando los movimientos de Alexa y agradecía sus atenciones en ese momento, ya que sentir esa muestra de afecto y apoyo silencioso le agradaba y eso necesitaba en esos momentos. El no pudo dormir bien porque en verdad estaba dolido, se sentía completamente traicionado y solo en esos instantes, ya que ahora pensaba que tal vez su padre pudo ser cómplice en la muerte de su madre porque parecía no importarle nada y solo se dedicaba a la empresa y a vivir feliz
Después de las compras Alexa regreso a casa por el resto del día, al llegar noto que nuevamente Lisandro estaba sentado en el mismo lugar donde la recibía todas las tardes y seguía con ese viejo libro en su mano.Ella paso con cuidado a su lado, buscando ir a la cocina para dejar las compras sobre la mesa.- ¿Oye y en que parte vas?- ¿De qué?- De tu libro ¿en qué capitulo vas?- ¿Ya lo has leído?- Sinceramente en algún momento de mi adolescencia quise, pero al ser un libro grande no lo hice e igual en esa época no tenía mucho tiempo libre.- Es una pena que lo descartaras porque es un gran libro.- ¿Y me lo puedes contar?- Si hago eso, estoy seguro que tú no lo leerás.- Hm… está bien – indico ella haciendo una mueca ya que todo indicaba que solo vivirían juntos por interés mutuo sin llegar a formar una amistad. En silencio ella busco hacer la comida y dejarle su plato a él para luego ir a sentarse a la sala para ver la tv mientras comía, ya que por su forma de actuar tal vez lo m
Después de ese extraño incidente, ahora Alexa estaba más pendiente de los movimientos de Lisandro, ya que ahora podría decir que no fue su imaginación y tal vez él no estaba enfermo como aparentaba, aunque no entendía porque y por ello pensó que lo mejor era poner una distancia segura entre “su esposo” y ella.Ella igual busco ser más discreta y cuidar esos detalles, aunque también estaba más pendiente de él y sus acciones cuando estaban juntos en las comidas.De esta forma empezaron a pasar los días, llegando a un nuevo viernes por la tarde, donde Alexa estaba revisando su celular anotado algunas cosas en su libreta.- Ah…- ¿Qué te pasa? – pregunto Lisandro, quien aprovechaba el silencio de la casa para leer un poco.- Estaba haciendo cuentas y no se…- ¿Cuentas, de qué?- Bueno es que primero me siento extraña con eso de que ahora tengo dinero para mí.- ¿Eso es lo que te preocupa?- No exactamente, veras estoy haciendo cuentas y quiero aprovechar a el dinero extra para ahorrar y b
Por su parte, Sofia tenía sus propios problemas ya que por alguna razón no se sentía ni tranquila ni feliz, el motivo de eso era la envidia porque ese maldito mocoso estaba viviendo feliz, ya que en su desayuno con algunas chicas del club le dijeron que una vio a Lisandro de paseo en el supermercado con una chica y se les notaba felices y parecían pasar un rato agradable… y eso es algo que NO permitiría, porque ese maldito lisiado debía vivir en la miseria arrepintiéndose de su existencia ya que debió morirse en ese accidente junto con esa mujer estúpida.Justo en eso sonó una melodía interrumpió sus pensamientos, notando que era su teléfono el que sonaba y al mirar la pantalla vio que era su amiga Julia quien trataba de hablarle.- ¿Qué? – contesto de mala gana.- Dios que humor ¿estas bien?- Tch… perdón Julia, es que hoy me entere que nuestro truco no sirvió de nada – se quejó ella.- ¿A qué te refieres? ya nos deshicimos de ellos y eso es lo que queríamos ¿o no?- Si, pero no se s
- Ya llegué – declaro Alexa abriendo la puerta.- Hola, bienvenida – saludo Lisandro - ¿y porque tan tarde? – pregunto buscando sonar calmado, aunque si se habia preocupado un poco porque ella jamás habia llegado tan tarde como hoy.- Am… me paso algo extraño – hablo Alexa haciendo una mueca mientras dejaba la bolsa de comida sobre la mesa.- … - Lisandro arqueo la ceja, ya que la notaba rara - ¿algo extraño?- Habia una persona siguiéndome.- ¿Que…?- Si, sentí algo extraño al salir del trabajo y al mirar hacia atrás noté que alguien me seguía.- ¿Viste cómo era?- No lo vi bien porque estaba con una capucha, pero si note que se enojó en que me perdió e igual estaba hablando por teléfono con alguien en ese momento – explico ella sintiendo como temblaba un poco – por… por eso me tarde en regresar e igual busque usar otro camino para regresar a casa.- … - Lisandro frunció el ceño ante eso, ya que no tenía lógica que a ella la siguieran ¿Qué buscaban con eso? ¿robarle? no, eso no tiene
A la mañana siguiente Aaron no acompaño a su padre a la empresa, ya que dijo que debía hacer otros pendientes antes de poder ir a trabajar.- Está bien hijo, solo no llegues tan tarde ya que me ayudaras a ver la campaña de promoción sobre los nuevos autos que vamos a crear – indico Javier tomando su portafolio.- Si padre, no creo tardar.- Hm…- Que te vaya bien en el trabajo, mi amor – le dijo Sofia dándole un beso en los labios a su amado para luego despedirlo.Al ver que su padre ya estaba lejos Aaron dejo escapar un suspiro y empezo a quejarse.- Joo… ¿qué voy a hacer ahora?- ¿Qué tienes hijo? ¿te regaño?- No… lo que pasa es que ayer padre me dijo que usaría esos dibujos para el nuevo lanzamiento.- Felicidades mi amor.- Felicidades nada – dijo Aaron frunciendo el ceño - no sé dónde está el imbécil ese al que le robe los dibujos.- Pero él te los dio ¿o no?- Si, pero papá me dijo que si esto sale bien me hará el jefe de la línea de diseño, es decir, necesito a ese idiota para
Después de esa peculiar mañana, las cosas en la cafetería transcurrieron de forma normal y cotidiana, recibiendo clientes habituales y nuevos que pasaron a visitar el lugar.Como al medio día ellas recibieron a visita de varios proveedores para resurtir la cafetería y así seguir teniendo de todo para vender.Alexa estaba feliz al ver como la cafetería estaba ganando popularidad y eso que fue un proyecto de decisión impulsiva de parte de ambas, ya que ella conoció a Amanda en una entrevista de trabajo donde ambas fueron rechazadas por “no tener buena presentación”, aunque más tarde descubrieron que ese argumento solo fue una excusa mediocre porque ya habían contratado a la hija de un conocido.- Oye Alexa ¿quieres que te acompañe a casa? – le pregunto Amanda, mientras terminaba de lavar las bandejas.- Descuida estoy bien, de camino compre este gas pimienta – dijo mostrando la latita – había otros artículos más agresivos en la tienda, pero creo que este me ayudara en lo que necesito –