Capítulo treinta y tres
Una semana después...
¡Lo hemos conseguido!
Tenemos la ubicación exacta de la del norte gracias a Lorena y sus técnicas de seducción a cierta persona. Imagino las cosas que debió haber hecho y mi cara forma una mueca de asco al mismo tiempo que todos los pelitos del cuerpo se me erizan.
Debo decir que las cosas, desde que llegó ella a ayudarme, han ido viento en popa, tanto las localizaciones como saber el número exacto de habitantes por grupo.
Aunque...
Te parece sospechoso, ¿no es así?
Sí, no entiendo como es que unos grupos tan precavidos le den información a una recién llegada.
Ya, a mí tampoco me cuadra.
En fin, sabemos la localización de todas, y cuando digo
Capítulo treinta y cuatroMe suelto de su agarre y cruzo los brazos —primero me dices que no te importo y ahora me dices que me quieres, ¿a qué estás jugando, Len? —cuestiono, pero sus ojos sólo están perdidos en los míos, el silencio del cuarto hace que el ambiente se ponga pesado y niego sin más —esto no vale la pena —susurro y voy directo a la puerta.Ligeramente la abro sin voltear hacia atrás y una de sus manos la estrella nuevamente en su lugar —No te vas a ir de aquí.Sonrío irónica —¿ah no? —giro para confrontarlo —¿Tú y cuántos más me van a impedir que me vaya?Flexiona sus rodillas para quedar a mi altura y alza mi barbilla, sus ojos cambian de rojos a celestes sin parar y cada vez acerca más sus labios a la
Capítulo treinta y cinco—Te quiero —vuelvo a repetir mis palabras —pero, tengo miedo de que lo que sea que tengamos salga mal y terminemos heridos.Me observa por encima de su hombro y retrocede un paso cerrando la puerta —estaba esperando que dijeses eso —veo la sonrisa que porta su rostro por encima de su hombro.Hago una mueca de confusión y me levanto del suelo ahora más calmada —¿qué me estás queriendo decir?Gira y se encoge de hombros —sólo quería saber cuáles eran tus sentimientos hacia mí.—¿Entonces todo lo que dijiste fue actuado? —lo señalo.Camina hasta llegar a escasos pasos —No y sí. Yo realmente te quiero, simplemente te quiero como no había querido a nadie
Capítulo treinta y seisDespierto por un ruido de sartén en la cocina y rápido siento un vacío en mi bajo abdomen, me quito las sábanas de encima y salgo de la cama a tropezones, pero mis piernas flaquean y vuelvo a sentarme.Me duele.Eso no es lo que parecía anoche.Cállate, por favor.Mis ojos ven las sábanas negras y con curiosidad busco rastro de lo que paso, pero no encuentro ni siquiera el olor a sangre. Supongo que solo se esfumó.Mis ojos van a la mesita de noche y tomo el vaso de agua entre mis manos junto a la pastilla.“Tómame”Sonrío al ver la nota adjunta y me tomo la pastilla. Alguien ya pensó en todo cuando se levantó. Dejo el vaso en su lugar y sintiéndome liviana como una pluma salgo del cuar
Capítulo treinta y sietePincho la fruta cortada con tenedor y lentamente la llevo a mi boca mientras Lorena me cuenta del excelente plan que llevaremos acabo esta noche, y, ¿por qué está noche? Simple y sencillamente porque tenemos una fiesta de celebración.Sonrío internamente. De eso hablaba mi pelirrojo.Parece que los tres clanes, antes de ir a una batalla, celebran con una fiesta para que los que mueran tengan un buen recuerdo antes de irse. Por otro lado tambien debo decir que hacer una fiesta antes de todo no es algo común y no sé porque me presiento algo que va a estar fuera de mis límites.Le doy un sorbo a mi café con leche y pongo la taza nuevamente sobre la encimera —debes informar, ya sabes.—No te preocupes, esta hecho —me da un gesto con la cabeza afirmando que mi padre y mi ab
Capítulo treinta y ochoMira que he visto fiestas tranquilas, normales, formales, informales, aburridas, escolares... Todo tipo de fiestas, pero esta en la que estoy es otro nivel de locura total.Sonrío.Y yo que pensé que sería algo tranquilo, sin llamar la atención, platicando sobre la vida antes de ir a la batalla, pero estaba muy equivocada.Acomodo el top negro que me dio Lorena cuando veo a un grupo de chicos mirarme sin quitar la mirada, y he aquí otro problema para nuestro plan.Hay humanos, y esto lo digo tan tranquilamente como si yo no fuese una.Sabes que no eres normal, no eres una humana corriente al igual que ellos.Muerdo mis labios incomoda ante la situación que estoy pasando y mi prima por fin decide dejar la botella de cerveza a un lado y prestar atención en
Capítulo treinta y nueveUn gran estruendo llama mi atención y de la casa veo como salen la mayoría de vampiros con sangre en su boca, los pocos lobos que hay se transforman algo lejos y confundida volteo a ver a Len.—¿Qué está pasando?—Ya empezó...—¿Empezó qué?—La guerra, —me dedica una rápida mirada —es justo media noche y es el momento perfecto.—¿Pero y los vampiros llenos de sangre?Alza una de sus cejas —eres inteligente, Zuani. Hazte una imaginación.Señalo la casa con música retumbante —quiere decir que con comida te referías a que todos los humanos ahí dentro serían... Ya sabes.—Sí —dice
Capítulo cuarentaPov LenSu pequeño cuerpo me da la espalda con toda la confianza del mundo y detengo a Laia y Neal quienes avanzan hacia ella con paso decidido.No lo hará... No entrará ahí.No está tan loca de la mente, ¿cierto?Su agitado corazón se tranquiliza y da un suspiro largo soltando su cuerpo, amarra su cabello completamente y de la nada sus pies corren hacia el fuego abrazador.No, estaba equivocado, ella definitivamente está loca de la cabeza.Precisamente eso es lo que nos enamoro de ella, y lo sabes.No estoy de humor, Hert.Mis brazos y cuello empiezan a arder por el dolor que está sintiendo Zuani y aprieto la mandíbula al verla en llamas sobre el suelo, dejo cor
Capítulo cuarenta y unoPov ZuaniPoco a poco intento abrir mis ojos y hacerlo me parece la tarea más dolorosa del mundo.Mi cuerpo arde en la parte superior, enfocándose principalmente en los brazos, cuello, cara y espalda, una luz cegadora hace que no pueda ver a nadie al abrir mis ojos por completo hasta que finalmente enfoco a toda mi familia al pie de mi cama.Mi madre limpia sus lágrimas con el dorso de la mano, mientras mi padre la abraza por un costado viendo mi aspecto; Kayla, da un suspiro largo y posa una mano en su pecho intentando controlar sus ganas de llorar; Yannick, está cruzado de brazos y la preocupación es obvia en su mirada; Elián aguarda con una pose tranquila, pero sé que en su interior está hirviendo; mi abuelo tiene las manos metidas en el interior de sus bolsillos, nervioso por la situación en la que ahora