Capítulo treinta y seis
Despierto por un ruido de sartén en la cocina y rápido siento un vacío en mi bajo abdomen, me quito las sábanas de encima y salgo de la cama a tropezones, pero mis piernas flaquean y vuelvo a sentarme.
Me duele.
Eso no es lo que parecía anoche.
Cállate, por favor.
Mis ojos ven las sábanas negras y con curiosidad busco rastro de lo que paso, pero no encuentro ni siquiera el olor a sangre. Supongo que solo se esfumó.
Mis ojos van a la mesita de noche y tomo el vaso de agua entre mis manos junto a la pastilla.
“Tómame”
Sonrío al ver la nota adjunta y me tomo la pastilla. Alguien ya pensó en todo cuando se levantó. Dejo el vaso en su lugar y sintiéndome liviana como una pluma salgo del cuar
Capítulo treinta y sietePincho la fruta cortada con tenedor y lentamente la llevo a mi boca mientras Lorena me cuenta del excelente plan que llevaremos acabo esta noche, y, ¿por qué está noche? Simple y sencillamente porque tenemos una fiesta de celebración.Sonrío internamente. De eso hablaba mi pelirrojo.Parece que los tres clanes, antes de ir a una batalla, celebran con una fiesta para que los que mueran tengan un buen recuerdo antes de irse. Por otro lado tambien debo decir que hacer una fiesta antes de todo no es algo común y no sé porque me presiento algo que va a estar fuera de mis límites.Le doy un sorbo a mi café con leche y pongo la taza nuevamente sobre la encimera —debes informar, ya sabes.—No te preocupes, esta hecho —me da un gesto con la cabeza afirmando que mi padre y mi ab
Capítulo treinta y ochoMira que he visto fiestas tranquilas, normales, formales, informales, aburridas, escolares... Todo tipo de fiestas, pero esta en la que estoy es otro nivel de locura total.Sonrío.Y yo que pensé que sería algo tranquilo, sin llamar la atención, platicando sobre la vida antes de ir a la batalla, pero estaba muy equivocada.Acomodo el top negro que me dio Lorena cuando veo a un grupo de chicos mirarme sin quitar la mirada, y he aquí otro problema para nuestro plan.Hay humanos, y esto lo digo tan tranquilamente como si yo no fuese una.Sabes que no eres normal, no eres una humana corriente al igual que ellos.Muerdo mis labios incomoda ante la situación que estoy pasando y mi prima por fin decide dejar la botella de cerveza a un lado y prestar atención en
Capítulo treinta y nueveUn gran estruendo llama mi atención y de la casa veo como salen la mayoría de vampiros con sangre en su boca, los pocos lobos que hay se transforman algo lejos y confundida volteo a ver a Len.—¿Qué está pasando?—Ya empezó...—¿Empezó qué?—La guerra, —me dedica una rápida mirada —es justo media noche y es el momento perfecto.—¿Pero y los vampiros llenos de sangre?Alza una de sus cejas —eres inteligente, Zuani. Hazte una imaginación.Señalo la casa con música retumbante —quiere decir que con comida te referías a que todos los humanos ahí dentro serían... Ya sabes.—Sí —dice
Capítulo cuarentaPov LenSu pequeño cuerpo me da la espalda con toda la confianza del mundo y detengo a Laia y Neal quienes avanzan hacia ella con paso decidido.No lo hará... No entrará ahí.No está tan loca de la mente, ¿cierto?Su agitado corazón se tranquiliza y da un suspiro largo soltando su cuerpo, amarra su cabello completamente y de la nada sus pies corren hacia el fuego abrazador.No, estaba equivocado, ella definitivamente está loca de la cabeza.Precisamente eso es lo que nos enamoro de ella, y lo sabes.No estoy de humor, Hert.Mis brazos y cuello empiezan a arder por el dolor que está sintiendo Zuani y aprieto la mandíbula al verla en llamas sobre el suelo, dejo cor
Capítulo cuarenta y unoPov ZuaniPoco a poco intento abrir mis ojos y hacerlo me parece la tarea más dolorosa del mundo.Mi cuerpo arde en la parte superior, enfocándose principalmente en los brazos, cuello, cara y espalda, una luz cegadora hace que no pueda ver a nadie al abrir mis ojos por completo hasta que finalmente enfoco a toda mi familia al pie de mi cama.Mi madre limpia sus lágrimas con el dorso de la mano, mientras mi padre la abraza por un costado viendo mi aspecto; Kayla, da un suspiro largo y posa una mano en su pecho intentando controlar sus ganas de llorar; Yannick, está cruzado de brazos y la preocupación es obvia en su mirada; Elián aguarda con una pose tranquila, pero sé que en su interior está hirviendo; mi abuelo tiene las manos metidas en el interior de sus bolsillos, nervioso por la situación en la que ahora
Capítulo cuarenta y dosSalgo de la cama con cuidado de no despertar a mi señora madre y estiro mi cuerpo entumecido después de horas esperando que se me pasara la medicación.Aún no me siento del todo bien, pero el pequeño dolor que tengo en ciertas partes es soportable.Dirijo mis pies al baño y al llegar observo mi aspecto en el gran espejo de cuerpo completo —estoy hecha un lío —mi cabello es un desastre, no tengo casi cejas, mis pestañas largas están chamuscadas, hay zonas rojas por mi cuello y pecho, los pelitos de mis brazos desaparecieron y dejaron pequeñas bolitas de agua por las quemadas...Podría seguir mencionando muchas más cosas, pero la verdad es que no tengo ganas de verme más en el espejo.Giro y me despojo de la bata que cargo, entro a la ducha y p
Capítulo cuarenta y tresMe gustaría decir que él me siguió y me acorralo contra la puerta del auto para explicarme como realmente fueron las cosas, pero desgraciadamente no fue así, lo único que obtuve de ver eso es saber definitivamente que Len no me quiere ni siente algo por mí en lo absoluto.Justo en este momento la brisa fría que pega en todo mi cuerpo sobre el acantilado es más que suficiente para calmar mis lágrimas, para calmar mi corazón destrozado por un interesado que solo necesitaba de dinero para ser feliz, y, el simple hecho de pensar en eso hace que mi corazón se apachurre y se haga una bolita en mi pecho.Sorbo una vez más mi nariz. Cómo es que aún con todo lo que me había hecho, con todo lo que le había hecho a Lorena, aún así, yo siguiese de ingenua pensando e
Capítulo cuarenta y cuatroPov LenLaia baja sus manos formando un escudo contra mí —Len... —dice, pero yo solo veo los movimientos de Zuani cerca de los de ella.No te acerques tanto, no seas tonta.—Ya no hay Len que te salve de tu desgracia —mueve sus pestañas dramática y decidida camina hasta mí pasado al lado de Abigail quien yace muerta en el suelo —pues mira lo que hago con tu Len —me toma de la camiseta con fuerza y sus ojos grises brillan con intensidad, llevo la mirada a Laia quien deja caer las manos a sus costados y vuelvo a Zuani quien se impulsa hacia adelante para pegar sus labios con los míos.Sonrío internamente, ¿así es como odia a las personas?Realmente no la entiendo.Mis manos bajan a su ci