No sabía que hacer 😱AitianaNo podía creer todo lo que estaba sucediendo en mi vida. Era como si el universo hubiera decidido arremeter contra mí con toda su fuerza. Mis pasos eran pesados mientras caminaba de un lado a otro en mi pequeño cuarto, mirando de reojo a mi hermana, que dormía en su cama, respirando con dificultad. Su fragilidad me desgarraba el alma. Yo era todo lo que tenía, y ella lo era todo para mí. ¿Y ahora qué? Estoy embarazada. Mi trabajo está pendiendo de un hilo por un supuesto fraude que no cometí, pero que tampoco puedo probar. Y lo peor de todo, he llegado a un punto donde estoy considerando la opción más cruel y desesperada: el aborto. No porque no ame a mi bebé, sino porque no puedo darle una vida digna, no con todo lo que está ocurriendo. Dejé escapar un sollozo mientras me sentaba en la orilla de la cama, tomando mi vientre con ambas manos. ¿Qué sería lo correcto? Mi hermana necesitaba cuidados, tratamientos que yo apenas podía costear con mi trabajo. Si
La Ira rugia en mi interior 😡Xavier.El odio bullía dentro de mí mientras la observaba. Estaba allí, frente a mí, intentando mantener la compostura, pero su rostro desfigurado por la culpa y el miedo me confirmaba lo que ya sabía: era una desgraciada. Quería destruirla, aniquilarla si fuera necesario. ¿Cómo podía ser tan cruel? Estaba dispuesta a matar a ese ser inocente que crecía dentro de ella. No sabía si el hijo era mío o de algún otro patán, pero eso no importaba en este momento. Lo que sí sabía era que no iba a permitir que cometiera semejante atrocidad. Primero muerta antes que ella lo mate.El detective que contraté me había alertado de sus movimientos. Damián, mi socio, me confirmó que el día de hoy había visitado el hospital buscando opciones para deshacerse del bebé. No era necesario ser un genio para entenderlo: esto era por dinero. Ese niño era un estorbo para ella, algo que arruinaría sus planes. El solo pensamiento de su frialdad me llenaba de rabia. Había seguido c
Desesperación ☹️Aitiana No podía parar de llorar. Las lágrimas caían sin control, formando un charco de desesperación en mis mejillas. Mi mente estaba llena de preguntas y miedos: ¿Estará bien mi hermanita? ¿Habrá comido algo? ¿Qué será de nosotras ahora?La angustia se me clavaba como dagas, recordándome que estaba atrapada entre la espada y la pared. Debía confesarle al señor Xavier la verdad. Pero, ¿qué pasaría si el señor Eros descubría que le dije la verdad a su hermano? No sabría que hacer, incluso puede llevarme a la carcel cuando nazca mi bebé ya que él señor Xavier me amenazó que el se lo quedará y luego me echará. Y podría ir a la cárcel por firmar sin leer un maldito papel.Que estupida fui.El miedo me consumía. No entendía cómo Xavier había descubierto mi identidad. ¿Cómo supo que era yo la mujer con la que estuvo aquella noche? Era como si hubiera estado siguiéndome cada paso, desentrañando un secreto que yo había intentado ocultar a toda costa. Las piezas de mi vida p
Deseo por ella 👧 XavierSalí de la habitación de huéspedes con la furia ardiendo en mi pecho, aunque trataba de contenerla. ¿Cómo fui capaz de comportarme así? Me desconozco. Humillé a Aitiana, la herí deliberadamente, y todo porque quería lastimarla, hacerla sentir pequeña, insignificante. Claro que me excita. Me excita su mera presencia, el simple hecho de tenerla cerca, de tocarla, pero en ese momento solo quería que sintiera un poco del dolor que llevo dentro. Ahora lo lamento, pero no puedo permitirme ser débil. Ella y Josean deben pagar por lo que me hicieron. Mi supuesta prometida, esa mujer en quien confié ciegamente, me traicionó de la forma más vil. No puedo negar que aún siento algo por ella, pero ese amor se mezcla cada vez más con el odio. Odio por la forma en que destruyó mi confianza, por cómo destrozó algo que pensé era indestructible. Necesito respuestas, y sé que Aitiana tiene la verdad. Sin embargo, también sé que no me la dará tan fácilmente. No importa. Mientr
Desconfianza 😶Xavier.Por la mañana me levanté y me aseguré de que todo estuviera en orden en la farmacéutica con la ayuda de Demian, quien ya había adelantado algunos reportes. Después de una mañana dedicada al ejercicio, tomé una ducha rápida y me puse mi traje. Antes de salir de mi habitación, tomé una pequeña cadena que era un recuerdo valioso para mí y me coloqué unas gotas de mi perfume habitual.Justo cuando me dirigía a mis pendientes, Margarita llegó apresurada.—¿Qué pasa, Margarita? —pregunté al verla tan alterada.—Señor, es la niña… —dijo con voz temblorosa.Corrí hacia la habitación donde la pequeña estaba alojada. Al entrar, la encontré retorciéndose en la cama, con una expresión de profundo dolor.—Me duele mucho… —susurró ella débilmente.Puse mi mano en su frente, y sentí que estaba ardiendo de fiebre.—Margarita, llama a la medico y a la enfermera que contrate, ahora mismo —ordené con firmeza.—Sí, señor, enseguida.—Dime, pequeña, ¿qué te duele? —pregunté mientra
Pagando pecados de otros. 😶AitianaMe quedé quieta cuando la ginecóloga colocó el gel frío sobre mi vientre. No sabía si el escalofrío que recorría mi cuerpo era por el contacto del gel o por la ansiedad que me carcomía por dentro. Mis manos temblaban ligeramente, pero las mantuve sobre mi abdomen como si pudiera proteger lo poco que quedaba de mí.Xavier, sentado a mi lado, no mostraba ni una pizca de emoción. Apenas me miró mientras la ginecóloga comenzaba a frotar la maquinita sobre mi vientre. Su suspiro pesado parecía más de obligación que de interés, pero yo aparté esos pensamientos de mi mente.—Aquí está —dijo la doctora, señalando la pequeña pantalla—. El embrión está muy implantado, pero pesa muy poco.—¿Qué significa eso? —preguntó Xavier con tono firme.—Significa que ella está muy deshidratada —respondió la ginecóloga, mirándome directamente—. Necesita mucha vitamina y alimentarse mejor. Está muy débil, pero, por ahora, el bebé está bien. Ya tiene un ritmo cardíaco cons
DESILUSIONADA 🤦♂️ Aitiana. —¡Eres una aburrida, ya me hartaste! — Gritó Marcos a un metro de mi rostro. Esta mañana había venido muy contento, quería lo atendiera y sobre todo acostarse conmigo, sin embargo yo no está lista aún. —¡¿Estás loco que te sucede?!— Replique cansada, él me sujetó del brazo con fuerzas, luego me empujó contra la pared. Apreté los puños intentando contener el torbellino de emociones que Marcos acababa de desatar en mí. ¿Cómo era posible que tuviera la desfachatez de pararse frente a mí y decirme esas cosas? Un años de relación, un años de intentarlo todo para complacerlo, y ahora me venía con esto. —Estoy harto, Aitiana —vociferó él, cruzándose de brazos como si tuviera algún derecho a estar molesto—. Siempre con lo mismo: "Soy virgen, no puedo perder mi virginidad". ¿Para qué iba a seguir esperando? Llevo más del año siendo tu novio, solo de besitos y abrazos. Ni siquiera me dejas tocarte. ¡Estás loca si crees que te seguiré esperando! Sus palabr
CÁNCER DE HÍGADO 😔Aitiana.Salí del elevador y no pude evitar soltar una exhalación larga y cargada. Hoy no tenía idea de qué me esperaba, pero estaba segura de que nada bueno. Caminé hasta el escritorio de la secretaria, intentando parecer tranquila, aunque mi interior era un desastre.—¿Puedo pasar al despacho del señor Eros? —pregunté, con la voz más firme que pude reunir. Ella levantó la mirada, arqueó las cejas, y con un gesto rápido me indicó que sí. Claro que podía pasar, después de todo, era su asistente personal, ¿no? —Gracias—, murmuré antes de empujar la puerta. Apenas crucé el umbral, lo vi. Estaba molesto, más que molesto, furioso. Golpeaba el escritorio con un lapicero, y su ceño fruncido dejaba claro que ese no era un buen día para errores. Tragué saliva y saludé.—Buenos días, señor Eros. —Buenos días, señorita. Por favor, empiece a hablar, desembuche ya. —Su tono era seco, cortante.—Sí, señor. Por favor, discúlpeme. Lo que pasa es que… —tragué saliva— tuve un p