Xavier es bipolar 😑AitianaMe sentía terriblemente mal. Tenía frío, un dolor intenso en la espalda, mareos constantes, y cada parte de mi cuerpo parecía gritarme que algo no estaba bien. El médico me hacía muchas preguntas, pero yo apenas podía responder; mi mente estaba nublada. —Señorita, dígame qué siente. —Dolor... mareos... mucho dolor de espalda, también me duele la cabeza —contesté con dificultad. El médico asintió con una expresión seria. —Vamos a hacerle unos exámenes. Obedecí en silencio mientras él preparaba sus materiales. De reojo, vi a Xavier. Estaba preocupado, lo noté en su mirada. Sabía que era por su hijo, pero yo también tenía miedo, un miedo que me consumía. ¿Qué pasaría si lo perdía? ¿Qué sería de mí? No podía imaginarlo, y menos ahora, sabiendo que debía mantenerme fuerte por mi hermana. El médico realizó varios exámenes, incluso uno de orina. Después, me recosté en la cama mientras él salía de la habitación. Lo vi hablar con Xavier, quien asintió antes d
Buscando respuestas 🫢Xavier.La mañana transcurría con normalidad mientras me dirigía al salón, listo para salir hacia la Farmacéutica. Tenía varias firmas pendientes para recibir nuevos productos y también debía planear lo del viaje ya que es importante. Sin embargo, mi atención se desvió al escuchar el sonido familiar del motor del coche de mi hermano Eros deteniéndose en la entrada. Lo vi dirigirse hacia el jardín, lo que me puso en alerta de inmediato. Sabía que Aitiana estaba ahí junto a su hermana, y no podía permitir que Eros la viera. Si él descubría que la tenía en la mansión, no solo comenzaría a hacer preguntas, sino que también podría sospechar que algo andaba mal con Josean. Y lo último que quería era que conociera los problemas que enfrentaba con su supuesta cuñada , mucho menos, los secretos que involucraban a Aitiana. Sin perder tiempo, caminé rápidamente hacia Eros y lo detuve tomándolo del brazo. —Buenos días, Eros. ¿Qué haces aquí? —Xavier, buenos días. Disculp
Un nuevo plan 🙂↔️Xavier.Observo los informes que Demian me está presentando, y algo no encaja. Necesitamos a alguien más que trabaje junto a él temporalmente para esclarecer las irregularidades en nuestra farmacéutica. Sé perfectamente quién puede ayudarnos. Según lo que Demian menciona, las cajas que supuestamente faltaban nunca salieron del almacén. El antiguo encargado de logística renunció por problemas de salud y me juró, por la vida de sus hijos, que no tuvo nada que ver con el asunto. Estoy dispuesto a creerle, al menos por ahora. Esto significa que el ladrón está dentro de la empresa. No puedo dejar que esto pase por alto. Mientras camino por los pasillos, decido que es hora de averiguar exactamente qué ocurre en mi farmacéutica. Entro al comedor de los empleados y me encuentro con Josean charlando animadamente con una mujer. Incluso logro alcanzar a escuchar que habla de la boda. Si supiera... Al verme, se levanta de inmediato y se acerca y quiere besarme.—Cariño, est
Aitiana volverá. 🤨Eros.Últimamente, Xavier no deja de sorprenderme. Su actitud cambiante me inquieta. Está más cerca de su farmacéutica y cada vez más lejos de Josean ¿Qué demonios está pasando ahí? Espero que no arruine los planes del matrimonio, pero sinceramente no sé qué pensar. Por otro lado, Aitiana sigue siendo un tema que me trae de cabeza. Desde que desapareció, no he podido averiguar nada sobre ella. La hice seguir, pero no hay rastros de movimientos, ni gastos, ni siquiera pistas de su paradero. Eso me preocupa más de lo que quiero admitir. Lo último que necesito es que esa mujer hable de lo que pasó, especialmente con mi hermano. La obligué a acostarse con él como parte de mi plan, pero Xavier no sabe nada, y mientras eso siga así, puedo respirar tranquilo. Aun así, Aitiana es una amenaza. Si habla, podría meterme en serios problemas. Firmó un papel, claro, pero, ¿quién le creería a una simple trabajadora? Necesito callarle la boca antes de que se le ocurra algo estúpi
Trabajar en la Farmacéutica 😮💨Aitiana Estaba consternada, perdida en una maraña de pensamientos que no me daban tregua. Lo que había ocurrido la noche anterior aún resonaba en mi mente como un eco interminable. Sentía sus labios sobre los míos, ese beso que me dejó temblando, incapaz de entender qué estaba pasando conmigo. ¿Podría ser que me estuviera gustando este hombre? Un hombre manipulador, directo, que no tiene pelos en la lengua y que piensa lo peor de mí. ¿O tal vez solo quería usarme? Ni siquiera tuvo la decencia de explicar lo que quería de mí; simplemente se retiró y, desde entonces, no lo he vuelto a ver. Todo el día me he preguntado si aparecería en mi habitación. La incertidumbre me tiene con las manos sudadas, como si fuera una adolescente esperando a su primer amor. Me levanté temprano, pero no pude concentrarme en otra cosa que no fuera él. A pesar de mi estado de agitación, encontré un momento para visitar a Claudia. Verla mejor, más animada y con un poco más
Sentimientos por él. 😭Aitiana Al despertar por la mañana, me sentí ligeramente más tranquila. Entré a la ducha, dejando que el agua tibia recorriera mi piel, era agradable sentir la calidez del agua. Al salir, envolví mi cabello con una toalla y me dirigí al pequeño armario donde había dejado lista mi ropa. Escogí un pantalón floreado y una camisa de maternidad; ambos eran cómodos y ligeros, perfectos para el clima cálido. Antes de vestirme, elegí un conjunto de ropa interior blanca y me quedé unos segundos frente al espejo. Mi reflejo me devolvía una imagen distinta a la que estaba acostumbrada. Acaricié suavemente mi vientre, notando el ligero abultamiento que marcaba mi cuarto mes de embarazo. Una mezcla de emociones cruzaba por mi mente: esperanza, miedo y una necesidad urgente de fortalecerme. —Debo ser fuerte— me dije en silencio, apretando un poco los labios. La debilidad no era una opción; no en mi situación. Había aprendido, a golpes de la vida, que ser débil solo abría
Ser su amante. 🤭AitianaTodo parecía un mal sueño, una de esas pesadillas absurdas de las que despiertas sudando frío, pero, para mi desgracia, era real. Sí, estaba embarazada, y sí, estaba frente a un hombre que parecía más perturbado por mi estado que yo misma. El señor Eros, con su semblante altivo, me observaba como si acabara de cometer el mayor de los crímenes. Su mandíbula se tensó y sus puños se cerraron con fuerza mientras caminaba de un lado a otro en su oficina.—¿De quién es ese hijo? —soltó de repente, con un tono entre incrédulo y acusador.Me mordí la lengua para no responder algo que lo empeorara todo. Traté de mantener la compostura, pero no pude evitar replicar:—¿Por qué se preocupa tanto por mi embarazo? ¿Cuál es el problema, señor? —mi voz era firme, aunque por dentro estaba hecha un manojo de nervios.Él murmuró una maldición entre dientes y se detuvo frente a mí, sujetándome del hombro con más fuerza de la necesaria.—Siéntate. —Su voz era un gruñido, cargado
La madre de mi hijo. 🧡Xavier.Ayer fue un día peculiar. Aitiana había hecho bien su trabajo, pero no dejaba de molestarme el hecho de que la cámara espía que le coloqué en la cadena con la piedra de zafiro no tuviera audio. Podía ver todo lo que pasaba, pero no escuchar. Eso me frustraba. Sin embargo, por el momento, bastaba con lo que podía observar. Aitiana sabía demasiadas cosas, pero se mantenía en silencio.Miré el reloj. Por un momento, había olvidado la reunión importante que tenía con los tíos de Josean. Era inevitable: iba a romper el compromiso. Mi plan era sencillo. Solo diría que necesitaba tiempo, que hasta no obtener mi maestría y mis títulos en medicina, no pensaba casarme. Ya podía imaginarme el berrinche que Josean armaría, pero sinceramente, no me importaba. No podía permitir que ella salga con la suya.Esta noche prometía ser larga. Tenía pendientes en la empresa y muchas otras cosas por resolver. Pero este dia debia terminar con mi primer objetivo. Entré a mi hab