Aitiana volverá. 🤨Eros.Últimamente, Xavier no deja de sorprenderme. Su actitud cambiante me inquieta. Está más cerca de su farmacéutica y cada vez más lejos de Josean ¿Qué demonios está pasando ahí? Espero que no arruine los planes del matrimonio, pero sinceramente no sé qué pensar. Por otro lado, Aitiana sigue siendo un tema que me trae de cabeza. Desde que desapareció, no he podido averiguar nada sobre ella. La hice seguir, pero no hay rastros de movimientos, ni gastos, ni siquiera pistas de su paradero. Eso me preocupa más de lo que quiero admitir. Lo último que necesito es que esa mujer hable de lo que pasó, especialmente con mi hermano. La obligué a acostarse con él como parte de mi plan, pero Xavier no sabe nada, y mientras eso siga así, puedo respirar tranquilo. Aun así, Aitiana es una amenaza. Si habla, podría meterme en serios problemas. Firmó un papel, claro, pero, ¿quién le creería a una simple trabajadora? Necesito callarle la boca antes de que se le ocurra algo estúpi
Trabajar en la Farmacéutica 😮💨Aitiana Estaba consternada, perdida en una maraña de pensamientos que no me daban tregua. Lo que había ocurrido la noche anterior aún resonaba en mi mente como un eco interminable. Sentía sus labios sobre los míos, ese beso que me dejó temblando, incapaz de entender qué estaba pasando conmigo. ¿Podría ser que me estuviera gustando este hombre? Un hombre manipulador, directo, que no tiene pelos en la lengua y que piensa lo peor de mí. ¿O tal vez solo quería usarme? Ni siquiera tuvo la decencia de explicar lo que quería de mí; simplemente se retiró y, desde entonces, no lo he vuelto a ver. Todo el día me he preguntado si aparecería en mi habitación. La incertidumbre me tiene con las manos sudadas, como si fuera una adolescente esperando a su primer amor. Me levanté temprano, pero no pude concentrarme en otra cosa que no fuera él. A pesar de mi estado de agitación, encontré un momento para visitar a Claudia. Verla mejor, más animada y con un poco más
Sentimientos por él. 😭Aitiana Al despertar por la mañana, me sentí ligeramente más tranquila. Entré a la ducha, dejando que el agua tibia recorriera mi piel, era agradable sentir la calidez del agua. Al salir, envolví mi cabello con una toalla y me dirigí al pequeño armario donde había dejado lista mi ropa. Escogí un pantalón floreado y una camisa de maternidad; ambos eran cómodos y ligeros, perfectos para el clima cálido. Antes de vestirme, elegí un conjunto de ropa interior blanca y me quedé unos segundos frente al espejo. Mi reflejo me devolvía una imagen distinta a la que estaba acostumbrada. Acaricié suavemente mi vientre, notando el ligero abultamiento que marcaba mi cuarto mes de embarazo. Una mezcla de emociones cruzaba por mi mente: esperanza, miedo y una necesidad urgente de fortalecerme. —Debo ser fuerte— me dije en silencio, apretando un poco los labios. La debilidad no era una opción; no en mi situación. Había aprendido, a golpes de la vida, que ser débil solo abría
Ser su amante. 🤭AitianaTodo parecía un mal sueño, una de esas pesadillas absurdas de las que despiertas sudando frío, pero, para mi desgracia, era real. Sí, estaba embarazada, y sí, estaba frente a un hombre que parecía más perturbado por mi estado que yo misma. El señor Eros, con su semblante altivo, me observaba como si acabara de cometer el mayor de los crímenes. Su mandíbula se tensó y sus puños se cerraron con fuerza mientras caminaba de un lado a otro en su oficina.—¿De quién es ese hijo? —soltó de repente, con un tono entre incrédulo y acusador.Me mordí la lengua para no responder algo que lo empeorara todo. Traté de mantener la compostura, pero no pude evitar replicar:—¿Por qué se preocupa tanto por mi embarazo? ¿Cuál es el problema, señor? —mi voz era firme, aunque por dentro estaba hecha un manojo de nervios.Él murmuró una maldición entre dientes y se detuvo frente a mí, sujetándome del hombro con más fuerza de la necesaria.—Siéntate. —Su voz era un gruñido, cargado
La madre de mi hijo. 🧡Xavier.Ayer fue un día peculiar. Aitiana había hecho bien su trabajo, pero no dejaba de molestarme el hecho de que la cámara espía que le coloqué en la cadena con la piedra de zafiro no tuviera audio. Podía ver todo lo que pasaba, pero no escuchar. Eso me frustraba. Sin embargo, por el momento, bastaba con lo que podía observar. Aitiana sabía demasiadas cosas, pero se mantenía en silencio.Miré el reloj. Por un momento, había olvidado la reunión importante que tenía con los tíos de Josean. Era inevitable: iba a romper el compromiso. Mi plan era sencillo. Solo diría que necesitaba tiempo, que hasta no obtener mi maestría y mis títulos en medicina, no pensaba casarme. Ya podía imaginarme el berrinche que Josean armaría, pero sinceramente, no me importaba. No podía permitir que ella salga con la suya.Esta noche prometía ser larga. Tenía pendientes en la empresa y muchas otras cosas por resolver. Pero este dia debia terminar con mi primer objetivo. Entré a mi hab
Primer golpe 🙂↔️XavierSolté un bufido de irritación al llegar a la elegante residencia donde vivía Josean con su familia. El chofer me miró de reojo, quizás sorprendido por mi gesto. Me encogí de hombros como si quisiera restarle importancia a mi evidente mal humor, y él, con profesionalismo, asintió antes de quedarse en su puesto.Todavía podía sentir en mi piel el recuerdo reciente de Aitiana: su aroma embriagador, su piel suave, y el exquisito sabor que me tentaba a querer hacerla mía por completo. Pero ahora debía concentrarme; esta visita no era para la gran boda que ellos se imaginan, sino para poner posponerla. Obviamente sin dar explicaciones del porqué. Alguna mentirita falsa así mismo como lo es Josean.Una empleada uniformada me recibió en la puerta con una sonrisa cortés y me guió al amplio salón decorado con un estilo clásico. El aroma de flores frescas invadía el ambiente. Josean estaba allí, sentada junto a su tía, su tío y varios primos que reían y charlaban animad
Enamorada de Xavier.Aitiana.🌸La fiesta se desarrollaba de manera tranquila en este hermoso lugar. Los empleados se saludaban entre risas mientras los organizadores ultimaban los preparativos para la entrega de premios y cheques. El señor Xavier había subido al estrado, acompañado por algunas secretarias, para presentar los detalles del evento. La atención de todos estaba centrada en el escenario, pero yo no podía relajarme. Sentía múltiples miradas clavadas en mí, especialmente una en particular que me incomodaba.Recién me observaba con una intensidad que casi lograba desnudarme con la mirada. Esa mujer, Josean, no dejaba de mirarme de esa forma, y sabía que en cualquier momento se acercaría a provocarme. Solo esperaba que no lo hiciera frente a su prometido, porque si él llegaba a descubrir la verdadera calaña que era ella, el espectáculo sería inevitable. Quizás eso era justo lo que quería: que la desenmascarara.Intenté mantener la compostura, observé al Señor Xavier estaba jun
Un delicioso momento 😋 XavierLos ojos de Aitiana están fijos en mí, y puedo sentir su respiración acelerada. Mi propio cuerpo responde de la misma manera. Su piel se eriza bajo mi tacto, y sus labios entreabiertos me llaman como una tentación inevitable. Aunque parece adormilada, ahora mismo su cuerpo tiembla, vulnerable y encendido por el deseo. —Quiero hacerte el amor, Aitiana —le digo con voz ronca, casi suplicante. Mi cuerpo clama por ella, y la idea de volver a sentirla como la primera vez me abruma. La deseo como un loco y no pienso dejar pasar esta oportunidad. —Puedes hacerme lo que quieras —susurra antes de besarme con una intensidad que me hace perder el control. Sin esperar, le quito el vestido con movimientos desesperados. Bajo hasta sus pies para quitarle las plataformas, dejando su piel expuesta ante mí. Mis labios recorren su tobillo, ascendiendo lentamente por sus muslos, rozando cada centímetro hasta que deslizo su ropa interior. La humedad de su cuerpo me vuelv