Sara caminó con rapidez hasta su cama, dejándose caer en esta y llorando con mucha fuerza, se sentía muy impotente, no podía creer que hubiera permitido que ese. Maldito la hubiera tocado de nuevo. El sonido de la puerta, hace que se levante con rapidez, si es ese hombre, está dispuesta a todo, con tal de que no vuelva a tocarla, su corazón va a mil, pero cuando observa a Alan entrar por esta, suspira de alivio. —Alan, eres tú —él levantó una de sus cejas sin comprenderla. —¿Por qué?, ¿pensabas que era otra persona? —ella asintió.—Tengo que contarte muchas cosas, así que porque no tomas asiento. Él camina hasta ella y toma asiento a su lado, Sara suspira y empieza a contarle todo lo que estaba pasando, le contó lo que Elena le había dicho y luego de ello lo que Raft había hecho. —Voy a matarlo, te juro que lo voy a hacer —dijo él, intentando levantarse de su lugar, pero ella no se lo permitió—No, no puedes hacer nada, si descubre que tú sabes todo, el trabajo que hemos logr
Ala estaba frente a su mujer, aún no podía creer que todo este tiempo ese lugar hubiera existido y nadie jamás lo hubiera visto, o bueno, solo las personas a las que no le convenía, cómo podía haber niñas tan pequeñas siendo vendidas a familias como esas, ¿Cuántas familias adineradas tendrían hijos que no son tuyos? —¿Te dijo tu madre en que tiempo perdió a tu hermana? —Tiene un año más que yo, entonces tuvo que ser por la época en la que estaba en Estados Unidos, ¿por qué? —El suspiro, sus sospechas cada vez eran más fuertes.—Estoy teniendo una sospecha, no sé si sea real, pero todo coincide. —¿A qué te refieres? —Creo que encontramos a tu hermana y estoy seguro de que no es lo que esperabas —Sara lo observo confundida, ¿Tan malo era? —¿Por qué?, ¿Es muy malo? —Él negó. —Es según cómo lo quieras ver, pero no creo que vaya a ser de tu agrado. —Dime de una buena vez, me estás poniendo nerviosa. El silencio reinó en su habitación, no estaba seguro de lo que iba a decir, pero lo
Alan sale de la habitación y camina con su madre detrás de él, se siente como un estúpido por no haber sabido qué su madre estaría encima de ellos, ahora debía seguir actuando como si fuera un cretino para que ella se creyera su teatro.—Madre, ¿qué haces siguiéndome? —Quiero que me digas la verdad —Alan se detiene para voltearse y encarar a su madre. —¿De qué hablas? —De estar con esa mujer, no me creo nada —Alan suspiro y se pasó las manos por su pelo, su madre era un desespero.—Madre, tenía ganas de coger y Lucia, tenía dolor de cabeza, busque a la única que me quedaba libre, ¿algún problema? —su madre ladeo la cabeza. —¿Así que solo era eso? —Si madre, ¿qué más podría ser?Faris, buscaba alguna seña en su hijo que le dijera que él estaba mintiendo, pero nada de eso pasó, su hijo decía la verdad, eso era lo que ella creía, pero su mentira le agradaba a ella y por eso dejo un beso en su mejilla y se alejó por el pasillo, dejándolo solo. Alan suspiró y se alejó hacia su habita
Sarif observaba a la mujer que más odiaba frente a ella, pensando si lo que esa mujer estaba diciendo podía ser verdad, no le cabía en la cabeza como ella podía ser su hermana, ¿el destino era así de mierda?, ella no lo sabía, pero estaba segura de que algo pasaba. —Bien, habla, quiero que me digas, ¿de qué rayos hablas? —Sara suspiro. —¿Tú recuerdas algo de tu infancia?—No mucho, pero eso no tiene nada que ver. —En realidad si lo tiene todo que ver, porque tienes que recordar algo de tu infancia, si no es así, ¿no te parece raro? —Sarif apretó la quijada, ella se hacía la misma pregunta una y otra vez. —Mamá me dice que sufrí una enfermedad de pequeña, es por eso que no recuerdo mucho, porque pasaba más en la clínica.Sara negó, ahora podía entender un poco la actitud de la mujer, estaba confundida, no tenía identidad en nada, la situación estaba más complicada de lo que ella creía. —Sé que no es fácil para ti lo que pienso decirte, pero tus padres no son las personas que tú c
Sara observaba a Amir sin decir una sola palabra. Alan también observaba a su hermano, ¿por qué se veía tan tranquilo? —¿Cuándo lo descubriste? —dijo Alan.—Hace unas semanas, pero no quería decir nada hasta que no estuviera segura. —¿De qué? —Amir suspiro. —De cómo decirlo.—No puedo hacerlo, no puedo hacerle eso a ella —No entiendo, ella quería darte esto, no fue casualidad que ella quisiera donar sus órganos, ¿Te hablo de eso en algún momento? —pregunto Amir, quería hacerle entender que esto no había pasado por casualidad.—No, jamás hablamos de un tema como estos, tampoco creo que ella pensara que iba a morir, es ilógico. —No, no lo sabía, pero tampoco estaba fuera de sus posibilidades y ella ya no está, Sara y te dejo algo muy importante y que salvará tu vida, ¿por qué no lo puedes aceptar? Sara sollozó con fuerza, para ella no era fácil saber que tendría el corazón de su hermana, una parte de ella se siente culpable si lo hace. —Me siento como una traicionera, es como si
Raft observaba a Alan con asombro, ¿Cómo pudo enterarse de eso?, ¿y por qué él parece tan enojado de que el haya hecho eso? —¿De qué hablas? —pregunto él haciéndose el ofendido, pero Alan sabía que solo estaba fingiendo.—Sabes de lo que te hablo, no te hagas el estúpido.—Y tú no me faltes el respeto, no olvides con quién estás hablando —él gruñe con fuerza. —Eso te quiero recordar, no olvides con quién estás hablando y mucho menos olvides que odio que me mientan. El lugar se quedó en silencio, ninguno decía nada, se estaban mirando fijo, sin decir una sola palabra. —¿Entonces? —dijo Alan después de un segundo. —No tengo nada que decir, no sé dé donde sacaste esa estupidez, pero de una vez te dijo que es una falsedad.—¿En serio? —refuto tomando su móvil para qué observará un video. —Esto dice lo contrario.Con rapidez, Raft toma el móvil entre sus manos y reproduce el video, con cada segundo que pasa, la mandíbula de Raft se aprieta más y más. —¿Entonces?, ¿Aún lo seguirás neg
Azar no podía creer aún que su mejor amiga estuviera pensando en la posibilidad de aceptar tan absurda propuesta. —¿Y lo estás pensando?, porque si es así, creo que una parte de ti deseaba que Mariana muriera —Sara jadeo y Alan gruño con fuerza, ¿Qué rayos le pasaba a su hermano?—Espero que lo que acabas de decir, solo sea porque es tu rabia quien lo hace —dijo Alan con fuerza. —Es que no puedo entender como ella va a hacer algo como esto. —¡¡Porque ella lo necesita, si no lo recuerdas está muriendo!! —gritó con fuerza Alan. —¿Quieres que ella también muera? —No, claro que no, pero pensé que el donante sería otra persona, no su hermana, que murió hace poco —Suspiro Azar. —Ella ya no está, Azar, yo también me sorprendí cuando me dijeron eso, pero fue la decisión de Mariana, lo hizo estando consciente y viva, ¿Por qué negarle la oportunidad a su mejor amiga que viva? Exclamó con fuerza Amir, no entendía por qué su hermano estaba actuando de esa manera, pensó que una parte de él a
Sara y Azar observaban a Amira, ¿Cómo sucedió eso?, ella sabía que no sería bueno para nadie que quedara embarazada, y lo peor de todo Es que sería una niña, de nuevo una mujer para ella bruja, que quién sabe qué planes tendría con ella. Alan observaba la ventana de su despacho, todo se le había juntado y en este momento no sabía qué hacer. —¿Por qué lo hiciste? —le pregunto su hermano Azar. —Es que no entienden… Quiero ser madre. —¡¡Sí, pero no en estos momentos, Amira y mucho menos con nuestra víbora madre a nuestro alrededor!! —No le digas así, ella me quiere. —Alan gruño y se acercó a su hermana para posicionarse frente a ella. —Mírame Amira —la chica levanto la mirada, encontrándose con la de su hermano, oscura y llena de muchas cosas que ella no podía imaginar. —Nuestra madre jamás nos ha amado, mucho menos a ti, cuando tenías cinco años intentó ahogarte en la alberca de nuestra casa, ¿Lo olvidaste? Sara jadeó y Azar apretó la quijada con fuerza, él no recordaba eso, pero