Alan sale de la habitación y camina con su madre detrás de él, se siente como un estúpido por no haber sabido qué su madre estaría encima de ellos, ahora debía seguir actuando como si fuera un cretino para que ella se creyera su teatro.—Madre, ¿qué haces siguiéndome? —Quiero que me digas la verdad —Alan se detiene para voltearse y encarar a su madre. —¿De qué hablas? —De estar con esa mujer, no me creo nada —Alan suspiro y se pasó las manos por su pelo, su madre era un desespero.—Madre, tenía ganas de coger y Lucia, tenía dolor de cabeza, busque a la única que me quedaba libre, ¿algún problema? —su madre ladeo la cabeza. —¿Así que solo era eso? —Si madre, ¿qué más podría ser?Faris, buscaba alguna seña en su hijo que le dijera que él estaba mintiendo, pero nada de eso pasó, su hijo decía la verdad, eso era lo que ella creía, pero su mentira le agradaba a ella y por eso dejo un beso en su mejilla y se alejó por el pasillo, dejándolo solo. Alan suspiró y se alejó hacia su habita
Sarif observaba a la mujer que más odiaba frente a ella, pensando si lo que esa mujer estaba diciendo podía ser verdad, no le cabía en la cabeza como ella podía ser su hermana, ¿el destino era así de mierda?, ella no lo sabía, pero estaba segura de que algo pasaba. —Bien, habla, quiero que me digas, ¿de qué rayos hablas? —Sara suspiro. —¿Tú recuerdas algo de tu infancia?—No mucho, pero eso no tiene nada que ver. —En realidad si lo tiene todo que ver, porque tienes que recordar algo de tu infancia, si no es así, ¿no te parece raro? —Sarif apretó la quijada, ella se hacía la misma pregunta una y otra vez. —Mamá me dice que sufrí una enfermedad de pequeña, es por eso que no recuerdo mucho, porque pasaba más en la clínica.Sara negó, ahora podía entender un poco la actitud de la mujer, estaba confundida, no tenía identidad en nada, la situación estaba más complicada de lo que ella creía. —Sé que no es fácil para ti lo que pienso decirte, pero tus padres no son las personas que tú c
Sara observaba a Amir sin decir una sola palabra. Alan también observaba a su hermano, ¿por qué se veía tan tranquilo? —¿Cuándo lo descubriste? —dijo Alan.—Hace unas semanas, pero no quería decir nada hasta que no estuviera segura. —¿De qué? —Amir suspiro. —De cómo decirlo.—No puedo hacerlo, no puedo hacerle eso a ella —No entiendo, ella quería darte esto, no fue casualidad que ella quisiera donar sus órganos, ¿Te hablo de eso en algún momento? —pregunto Amir, quería hacerle entender que esto no había pasado por casualidad.—No, jamás hablamos de un tema como estos, tampoco creo que ella pensara que iba a morir, es ilógico. —No, no lo sabía, pero tampoco estaba fuera de sus posibilidades y ella ya no está, Sara y te dejo algo muy importante y que salvará tu vida, ¿por qué no lo puedes aceptar? Sara sollozó con fuerza, para ella no era fácil saber que tendría el corazón de su hermana, una parte de ella se siente culpable si lo hace. —Me siento como una traicionera, es como si
Raft observaba a Alan con asombro, ¿Cómo pudo enterarse de eso?, ¿y por qué él parece tan enojado de que el haya hecho eso? —¿De qué hablas? —pregunto él haciéndose el ofendido, pero Alan sabía que solo estaba fingiendo.—Sabes de lo que te hablo, no te hagas el estúpido.—Y tú no me faltes el respeto, no olvides con quién estás hablando —él gruñe con fuerza. —Eso te quiero recordar, no olvides con quién estás hablando y mucho menos olvides que odio que me mientan. El lugar se quedó en silencio, ninguno decía nada, se estaban mirando fijo, sin decir una sola palabra. —¿Entonces? —dijo Alan después de un segundo. —No tengo nada que decir, no sé dé donde sacaste esa estupidez, pero de una vez te dijo que es una falsedad.—¿En serio? —refuto tomando su móvil para qué observará un video. —Esto dice lo contrario.Con rapidez, Raft toma el móvil entre sus manos y reproduce el video, con cada segundo que pasa, la mandíbula de Raft se aprieta más y más. —¿Entonces?, ¿Aún lo seguirás neg
Azar no podía creer aún que su mejor amiga estuviera pensando en la posibilidad de aceptar tan absurda propuesta. —¿Y lo estás pensando?, porque si es así, creo que una parte de ti deseaba que Mariana muriera —Sara jadeo y Alan gruño con fuerza, ¿Qué rayos le pasaba a su hermano?—Espero que lo que acabas de decir, solo sea porque es tu rabia quien lo hace —dijo Alan con fuerza. —Es que no puedo entender como ella va a hacer algo como esto. —¡¡Porque ella lo necesita, si no lo recuerdas está muriendo!! —gritó con fuerza Alan. —¿Quieres que ella también muera? —No, claro que no, pero pensé que el donante sería otra persona, no su hermana, que murió hace poco —Suspiro Azar. —Ella ya no está, Azar, yo también me sorprendí cuando me dijeron eso, pero fue la decisión de Mariana, lo hizo estando consciente y viva, ¿Por qué negarle la oportunidad a su mejor amiga que viva? Exclamó con fuerza Amir, no entendía por qué su hermano estaba actuando de esa manera, pensó que una parte de él a
Sara y Azar observaban a Amira, ¿Cómo sucedió eso?, ella sabía que no sería bueno para nadie que quedara embarazada, y lo peor de todo Es que sería una niña, de nuevo una mujer para ella bruja, que quién sabe qué planes tendría con ella. Alan observaba la ventana de su despacho, todo se le había juntado y en este momento no sabía qué hacer. —¿Por qué lo hiciste? —le pregunto su hermano Azar. —Es que no entienden… Quiero ser madre. —¡¡Sí, pero no en estos momentos, Amira y mucho menos con nuestra víbora madre a nuestro alrededor!! —No le digas así, ella me quiere. —Alan gruño y se acercó a su hermana para posicionarse frente a ella. —Mírame Amira —la chica levanto la mirada, encontrándose con la de su hermano, oscura y llena de muchas cosas que ella no podía imaginar. —Nuestra madre jamás nos ha amado, mucho menos a ti, cuando tenías cinco años intentó ahogarte en la alberca de nuestra casa, ¿Lo olvidaste? Sara jadeó y Azar apretó la quijada con fuerza, él no recordaba eso, pero
Sara observó Alan, quería decirle lo que estaba invadiendo su mente, pero sabía que no era el momento adecuado. —No tenemos idea de donde está tu esposa, deja de culpar a los demás y mejor piensa que hiciste tú para que se fuera. —Ella jamás se iría, y sé que estuvo hablando contigo —Alan suspiró, quería sacar a su hermano del lugar a la fuerza si era necesario. —No tengo idea de donde está y no me interesa, aléjate de nosotros y ve a buscarla tú mismo si tanto te preocupa.Rafit observa a la pareja una última vez y luego se da la vuelta y sale del lugar, dejando a Sara y Alan solos. Cuando la puerta se cierra, Sara observa a Alan. —Sé que algo está pasando por tu cabeza, ¿Qué es? —ella asintió. —¿No te parece raro que todas las mujeres que conoces estén embarazadas? —Alan levanta una de sus cejas. —¿Qué quieres decir? —Alan, no creo que sea normal que tu hermana, Sarif y no sé cuantas mujeres más están así.—¿Quieres decir que fue a propósito? —Lo mío no lo fue, pero lo de la
Sara observaba a su pequeña niña mientras su padre jugaba con ella, sin darse cuenta, llevó su mano a su abdomen, lo acarició un más de veces. —¿Tú también? —con rapidez se dio la vuelta para observar al hombre que estaba de brazos cruzados en la puerta del patio del palacio. —Rafit, ¿Qué haces aquí? —él sonríe acercándose a ella. —Vengo a que me digas donde está mi esposa. —Ya te dije que no sé donde está, no sé por qué crees que lo sabría, si no lo recuerda, ella me odia —Rafit sonrió y se acercó hasta donde estaba sentada. —No quiero que regrese porque la quería a mi lado, por mí puede irse al demonio, tengo a la persona que deseo a mi lado frente a mí. —Eso jamás pasará —dijo Sara con fuerza. —Y si no la quieres, ¿Para qué la buscas? —Porque tiene un hijo mío en el vientre y no pienso permitir que crezca lejos de míSara no puede creer nada de lo que esté hombre, diga, aún sigue pensando que ellos están embarazando a las mujeres para algo turbio. —Empiezo a creer que tú y