ANASTASIACamino por la orilla del riachuelo y miro hacia la pequeña cascada. Recuerdos vívidos de todas las cosas que sucedieron aquí asaltan mi mente.Me pregunto qué hago como masoquista poniéndome yo misma la punta de la daga y empujándola a mi corazón.Me levanto dispuesta a regresar, a ver si puedo dormir algo antes del amanecer, pero una presencia hace que me tense.Comienzo a dar pasos de prisas, casi escapándome. ¿Qué hace aquí en las tierras del castillo?¿Cómo fue que no lo detecté antes?Estoy pensando seriamente en convertirme en mi loba y huir cuando unos fuertes brazos me apresan desde atrás y un enorme cuerpo masculino se pega al mío, tan apretado, que casi me corta la respiración.— Ana, por favor, no huyas más de mí Una súplica hace cosquillas en mi oído de esa ronca y sexy voz que conozco muy bien.— Hakon, ya suéltame. Sabes que no eres bienvenido aquí. No eres aliado del reino, tú…— No soy tu enemigo, Anastasia, no lo soy. Nunca me ha interesado asociarme con
NARRADORA — Es una visión profética del pasado— sentenció Dalila. Raven se quedó descansando con Aidan, que no había querido soltarla desde que se despertó, aún medio traumado. Dalila fue a verlo y con su magia, pudo reconocer el contenido del sueño. — Una visión demasiado fuerte para un cachorro tan pequeño, pero bueno, son las consecuencias de tener demasiado poder— Dalila suspiró. — Entonces, según esa visión, parece ser que los Hombres de Invierno escapando de las Centurias se refugiaron en el pantano. — Unas criaturas que no conocemos, aparecieron de la nada y atacaron la manada del pantano. Para contenerlas, el Alfa hizo un pacto con el Druida de los Hombres de Invierno. Vincent resumió. — Exacto y Aidan vio como una especie de caverna que estaba siendo sellada. El sueño terminó muy abrupto, cuando una sombra oscura atacó al Druida. — La verdad es que los sueños proféticos no son fieles al cien por ciento, en ocasiones se funde realidad con imaginación, no sé, cuánto de
NARRADORA El Beta quería moverse para escapar, las centurias estaban con ganas de saltar en llamas por todos lados, pero se hundían cada vez más. Sin poder mover ninguna extremidad y el sentimiento de asfixia, estaba llenando de pánico el corazón. — ¡Libéralas a ellas, al menos, son Centurias, sabes las pocas que quedan! Hazlo por tu pareja, ella no te lo perdonará… — ¡No me digas lo que tengo que hacer, Beta y menos menciones a mi mate! – Hakon le habló entre dientes Con la misma, lanzó una afilada rama del árbol, por el aire, encajándola de a lleno en la resbaladiza serpiente que escapó herida. — No morirás ahora a pesar de haber invadido mi territorio, pero de que sobrevivas o no en el futuro, depende de tu Rey ¡Sáquenlos! Ordenó y enseguida sus guerreros se pusieron a “pescar” los nuevos rehenes y llevarlos a tierra firme. — Si intentan usar su magia de fuego, adiós a su Beta – les advirtió a las Centurias descubriendo sus pensamientos internos. Las mujeres miraron la dag
NARRADORA Cedrick estaba tratando de mantener algo de cordura, pero su hembra, como siempre, era un polvorín de calentura. — Tranquilo amor, que nuestro querido Vincent todavía anda por el pantano. Cedrick no sabía si reír o llorar con esa respuesta. Es verdad que Vincent tenía el don de la interrupción. Se las guardaba todas para hacérselo igual cuando encontrara a su hembra. — Sshh Raven… al menos aliméntate antes… Cedrick siseó de placer cuando una cálida mano se coló dentro de su pantalón y comenzó a masajearle la dura polla ya en firme. La suave lengua de su Centuria le lamía los músculos del pecho a la vez que lo enloquecía con su experta masturbación. Se tensó cuando el venoso miembro humedecido en su propio presemen fue liberado por Raven que no dudó en levantarse, hacer a un lado su braga y sentarse a pelo encima de él. — Mmmm… sshhh qué rico…mmm llevas dos días sin hacerme el amor… tienes que hacerte responsable… La reina perdía la cabeza balanceando sus cadenas e
NARRADORA El Beta vio que el Alfa Hakon se levantó disimulando su felicidad y se internó entre la maleza para ir al encuentro de su hembra. Vincent, como hombre inteligente, intentó enmascarar que estaba muy sentado comiendo carne hasta ahora mismo. No había pasado ni medio minuto cuando se escucharon las maldiciones y palabrotas de la enojada Anastasia. — ¡Ana, espera, vas a incendiar mi pantano mujer! ¡Esto es cuero de primera! ¡Maldici0n! Hakon rugió y Vincent salió de su cubierta de árboles solo para verlo correr con el trasero en llamas. Todo el cuero con que se cubría debajo, estaba quemándose. Se daba palmadas fuertes en el culo para apagarse, a la vez que esquivaba más y más bolas de llamas mágicas que solo buscaban asustarlo. — ¡Ven acá! ¡Si fuiste tan machito como para tramar todo este secuestro de rehén, ahora afronta las consecuencias! ¡¿No me querías en tu pantano?!, ¡pues aquí me tienes! Anastasia al fin hizo su aparición con un cabreo monumental. — ¡Hablemos
NARRADORA— Me llaman para el Concilio con los lobos más importantes de la manada, le diré mi decisión - le explicó solemne.El corazón de Anastasia latió con fuerza. Él enfrentaría sus costumbres y a su gente para estar con ella.— Mandaré a Clárens que venga y te muestre los alrededores— acarició su cintura.— ¿Soy libre de andar por todos lados?Anastasia necesitaba esa respuesta para sus planes.De repente se puso algo nerviosa cuando él se quedó mirándola fijamente, como evaluando sus palabras.¿Estaría sospechando que venía con dobles intenciones?— Puedes ir a donde sea, solo, nunca te pongas en peligro, este sitio no es un juego Anastasia, dime si deseas salir de la isla y te llevaré. Regreso más tarde, te presentaré a todos hoy.Le dio un beso en la frente y se giró tomando otra pieza de cuero, porque era muy consciente del fresquito que le entraba por atrás.Hakon no era estúpido.Sabía muy bien que a pesar de sus sentimientos, ella venía buscando algo, al igual que el Beta
NARRADORA— Sé que hay especulaciones y murmuraciones, se los informo por lo claro, esta hembra a mi lado, es mi compañera destinada, mi mate y la única para mí. — Las leyes cambiarán, a partir de ahora y al que no le guste ya sabe, dos soluciones: o viene por mi cabeza o se marcha para el carajo de mi pantano.Sencillo y simple. Siempre hablaba así, a pura fuerza y nada de diplomacia. Este era el lenguaje del pantano.Por supuesto los guerreros del Concilio fruncieron el ceño, muchos en la manada no estaban de acuerdo y miraban de manera un poco hostil a Anastasia.— Y les advierto una vez más - agregó mirando al Concilio— Quien se atreva a faltarle el respeto a mi mujer, tan solo mirarla de malas maneras y me entere, si es hombre, que se prepare a perder como mínimo los dientes y si es mujer, solo la expulsión le espera. — Anastasia Centuria es su Luna, la única que tendré y quiero respeto para ella, más del que me tienen, ¿quedó claro?— ¡¿HE DICHO SI QUEDÓ CLARO MANADA?! Rug
NARRADORA “¡Hakon, hay algo mal con mi hembra! ¡Esa maldit4 mujer le hizo algo!” Lorcan le gritaba en su mente y Hakon ya se había dado cuenta. “¿Hueles a veneno?”, preguntó “No, pero sabes que hay ciertos preparados que no se huelen tan lejos, ¡tenemos que intervenir!” “¡No, Lorcan!, solo si Anastasia se encuentra en peligro real. Ella está haciendo esto para demostrar su fuerza y su valor, no nos perdonará si intervenimos, confiemos en nuestra mate, ¡ella vencerá!” Hakon le dijo con convicción, pero igual atento, porque tampoco dejaría que le sucediese nada grave. Algo había cambiado en la pelea y no solo Hakon se dio cuenta. Anastasia estaba más lenta, recibiendo golpes que antes esquivaba, confundida y fallando ataques. — Nnmmm – gimió de dolor con los dientes apretados, cuando le hirieron el brazo con un despiadado zarpazo. Tatiana iba con todo. “¡Aine, ¿para cuándo?!” Le gritó a su loba, dando un salto lateral para esquivar una patada a la vez que atacaba de frente