NARRADORA El Beta quería moverse para escapar, las centurias estaban con ganas de saltar en llamas por todos lados, pero se hundían cada vez más. Sin poder mover ninguna extremidad y el sentimiento de asfixia, estaba llenando de pánico el corazón. — ¡Libéralas a ellas, al menos, son Centurias, sabes las pocas que quedan! Hazlo por tu pareja, ella no te lo perdonará… — ¡No me digas lo que tengo que hacer, Beta y menos menciones a mi mate! – Hakon le habló entre dientes Con la misma, lanzó una afilada rama del árbol, por el aire, encajándola de a lleno en la resbaladiza serpiente que escapó herida. — No morirás ahora a pesar de haber invadido mi territorio, pero de que sobrevivas o no en el futuro, depende de tu Rey ¡Sáquenlos! Ordenó y enseguida sus guerreros se pusieron a “pescar” los nuevos rehenes y llevarlos a tierra firme. — Si intentan usar su magia de fuego, adiós a su Beta – les advirtió a las Centurias descubriendo sus pensamientos internos. Las mujeres miraron la dag
NARRADORA Cedrick estaba tratando de mantener algo de cordura, pero su hembra, como siempre, era un polvorín de calentura. — Tranquilo amor, que nuestro querido Vincent todavía anda por el pantano. Cedrick no sabía si reír o llorar con esa respuesta. Es verdad que Vincent tenía el don de la interrupción. Se las guardaba todas para hacérselo igual cuando encontrara a su hembra. — Sshh Raven… al menos aliméntate antes… Cedrick siseó de placer cuando una cálida mano se coló dentro de su pantalón y comenzó a masajearle la dura polla ya en firme. La suave lengua de su Centuria le lamía los músculos del pecho a la vez que lo enloquecía con su experta masturbación. Se tensó cuando el venoso miembro humedecido en su propio presemen fue liberado por Raven que no dudó en levantarse, hacer a un lado su braga y sentarse a pelo encima de él. — Mmmm… sshhh qué rico…mmm llevas dos días sin hacerme el amor… tienes que hacerte responsable… La reina perdía la cabeza balanceando sus cadenas e
NARRADORA El Beta vio que el Alfa Hakon se levantó disimulando su felicidad y se internó entre la maleza para ir al encuentro de su hembra. Vincent, como hombre inteligente, intentó enmascarar que estaba muy sentado comiendo carne hasta ahora mismo. No había pasado ni medio minuto cuando se escucharon las maldiciones y palabrotas de la enojada Anastasia. — ¡Ana, espera, vas a incendiar mi pantano mujer! ¡Esto es cuero de primera! ¡Maldici0n! Hakon rugió y Vincent salió de su cubierta de árboles solo para verlo correr con el trasero en llamas. Todo el cuero con que se cubría debajo, estaba quemándose. Se daba palmadas fuertes en el culo para apagarse, a la vez que esquivaba más y más bolas de llamas mágicas que solo buscaban asustarlo. — ¡Ven acá! ¡Si fuiste tan machito como para tramar todo este secuestro de rehén, ahora afronta las consecuencias! ¡¿No me querías en tu pantano?!, ¡pues aquí me tienes! Anastasia al fin hizo su aparición con un cabreo monumental. — ¡Hablemos
NARRADORA— Me llaman para el Concilio con los lobos más importantes de la manada, le diré mi decisión - le explicó solemne.El corazón de Anastasia latió con fuerza. Él enfrentaría sus costumbres y a su gente para estar con ella.— Mandaré a Clárens que venga y te muestre los alrededores— acarició su cintura.— ¿Soy libre de andar por todos lados?Anastasia necesitaba esa respuesta para sus planes.De repente se puso algo nerviosa cuando él se quedó mirándola fijamente, como evaluando sus palabras.¿Estaría sospechando que venía con dobles intenciones?— Puedes ir a donde sea, solo, nunca te pongas en peligro, este sitio no es un juego Anastasia, dime si deseas salir de la isla y te llevaré. Regreso más tarde, te presentaré a todos hoy.Le dio un beso en la frente y se giró tomando otra pieza de cuero, porque era muy consciente del fresquito que le entraba por atrás.Hakon no era estúpido.Sabía muy bien que a pesar de sus sentimientos, ella venía buscando algo, al igual que el Beta
NARRADORA— Sé que hay especulaciones y murmuraciones, se los informo por lo claro, esta hembra a mi lado, es mi compañera destinada, mi mate y la única para mí. — Las leyes cambiarán, a partir de ahora y al que no le guste ya sabe, dos soluciones: o viene por mi cabeza o se marcha para el carajo de mi pantano.Sencillo y simple. Siempre hablaba así, a pura fuerza y nada de diplomacia. Este era el lenguaje del pantano.Por supuesto los guerreros del Concilio fruncieron el ceño, muchos en la manada no estaban de acuerdo y miraban de manera un poco hostil a Anastasia.— Y les advierto una vez más - agregó mirando al Concilio— Quien se atreva a faltarle el respeto a mi mujer, tan solo mirarla de malas maneras y me entere, si es hombre, que se prepare a perder como mínimo los dientes y si es mujer, solo la expulsión le espera. — Anastasia Centuria es su Luna, la única que tendré y quiero respeto para ella, más del que me tienen, ¿quedó claro?— ¡¿HE DICHO SI QUEDÓ CLARO MANADA?! Rug
NARRADORA “¡Hakon, hay algo mal con mi hembra! ¡Esa maldit4 mujer le hizo algo!” Lorcan le gritaba en su mente y Hakon ya se había dado cuenta. “¿Hueles a veneno?”, preguntó “No, pero sabes que hay ciertos preparados que no se huelen tan lejos, ¡tenemos que intervenir!” “¡No, Lorcan!, solo si Anastasia se encuentra en peligro real. Ella está haciendo esto para demostrar su fuerza y su valor, no nos perdonará si intervenimos, confiemos en nuestra mate, ¡ella vencerá!” Hakon le dijo con convicción, pero igual atento, porque tampoco dejaría que le sucediese nada grave. Algo había cambiado en la pelea y no solo Hakon se dio cuenta. Anastasia estaba más lenta, recibiendo golpes que antes esquivaba, confundida y fallando ataques. — Nnmmm – gimió de dolor con los dientes apretados, cuando le hirieron el brazo con un despiadado zarpazo. Tatiana iba con todo. “¡Aine, ¿para cuándo?!” Le gritó a su loba, dando un salto lateral para esquivar una patada a la vez que atacaba de frente
NARRADORA La Beta los miró a todos y en sus ojos, algo había cambiado. La manada del pantano valoraba la fuerza sobre todo y esta hembra, había demostrado sus ovarios, sin embargo, siempre hubo una última resistencia. — ¡Disculpe Alfa, pero creo que, al inicio, se dijo bien claro que no se usaría el poder de su mate! Uno de los guerreros más ancianos refutó, frunciendo el ceño. — Si tus ojos no vieron como los míos que mi hembra fue envenenada, entonces creo que ya es hora de que te retires de tu cargo. Hakon bajó al fin, cabreado y angustiado por las heridas de Anastasia. — ¡Alfa!— el viejo guerrero palideció ante la amenaza. Claro que lo sospechaba, sin embargo, esperaba el apoyo de los demás, solo que nadie salió a hacerle la seguidilla. Esto sería una pelea perdida, todos lo veían muy claro, el Alfa estaba metido hasta los calzones con esa loba Centuria. — Esta daga está envenenada con jugo de varias plantas nocivas, pero sobre todo, Arcadíz. Sentenció después
NARRADORA— Detente – lo haló por el recogido en el cabello, escuchándolo gruñir insatisfecho.— Luna… La voz lobuna le advirtió y al abrir los ojos, el gris y el amarillo danzaban, sin embargo, se quedó arrodillado a sus pies, solo esperando por sus deseos.— Llévame a la cama y hazme el amor mi Alfa, todavía no se te permite marcarme…— Anastasia…— No, no hasta que esté segura de que solo aceptarás a mis cachorras y sin tratos a medias Hakon. Por hoy, solamente me puedes montar.— Estoy bien, lo que necesito para sanar es tu esencia de macho Alfa aquí, en mi interior.Señaló su vientre y se quedaron mirando por unos segundos, enfrentando sus voluntades, hasta que el Hakon claudicó.Se levantó cargándola y llevándola a la cama, apagó las velas y la habitación se iluminaba por la luz de la luna que entraba por la ventana semiabierta.Sonidos nocturnos amortiguados, a lo lejos, se podían escuchar.Hakon la miró sobre las suaves pieles, que contrastaban con sus cabellos de fuego.La p