NARRADORA Él solo llevaba cinco brujos y los demás, eran esclavos para cargar las pesadas cajas de Obsidar. — Bien, lo que sea, no tengo todo el día para gastarlo hablando con ustedes, exijo ver al Rey Leonidas, con él es que tenemos el pacto, no acepto hablar con nadie más. — A ese infeliz se lo comieron los Drakmor, no es nuestro Rey, nuestro monarca es Minatto y alégrate de que no te arrancamos la cabeza después de que ayudaran a ese traidor de Leonidas a desterrarnos. El Beta León le rugió aguantando las ganas de destriparlo. Debido a que los Hechiceros se metieron en la rebelión, solo por los tratos secretos por el Obsidar, fue que Leonidas pudo vencerlos, además de contar con los Drakmor. — Estas son nuestras condiciones para renegociar con ustedes, las toman o las dejan. Vincent le arrojó al suelo el pergamino en su mano. Tradys apretó los dientes con ira. Él, el sobrino favorito de la Reina, ¿cuándo había sido humillado en su vida? — ¡Recógelo! – le ordenó a uno de s
NARRADORA— ¿Y ustedes solo se casan con los de su misma especie? Digo, porque nosotros todos somos de la misma raza, pero aquí hay tanta variedad.— ¿Qué pasaría si por ejemplo una leona se enamora de… no sé… un hombre cuervo?Cuando Raven lanzó esa pregunta, las caras de todas las leonas y la Reina, fueron de puro asco.— Uf me da escalofríos solo de pensarlo – dijo una de ellas y las demás se rieron.— ¿Son tan malos los hombres cuervos? Raven preguntó con curiosidad, aunque en realidad dijo hombres cuervos por decirlo, pero esa no era la cuestión.— En realidad no tienen nada raro en particular, aun así, son un poco lúgubres y misteriosos, pero el hecho es que las razas no se mezclan Raven, así como ustedes, cada cual se aparea con su propia especie – Ilia le respondió sonriendo.— Claro, no obstante, y si se da el caso, ¿nunca ha sucedido?— Oh, sí, sí, hay tribus mixtas, sin embargo, son más salvajes, viven en zonas lejanas, no sé la verdad que puede salir de esa mescolanza— S
NARRADORA— Por la Diosa, lo mejor hubiese sido que Dalila estuviese aquí – Cedrick se arrepentía de no haber traído también en este viaje a esa señora cascarrabias, pero salva vidas.Tenía miles de preguntas y cuestionaba todo impulsado por el miedo.Sentir a Raven sufrir hacía que su corazón se apretara, daría lo que fuese por ser él quien sufriera en su lugar.— No se preocupe su majestad, soy una partera experimentada, he traído a todos los leones del clan al mundo. Tampoco dará tiempo de llamar a su maga Una vieja leona, de carácter gentil y pelo blanco, le dijo tranquilizándolo.— Usted, puede esperar afuera…— ¡No, no, me quedaré aquí con ella, no me alejaré de mi mujer!Cedrick le rugió y se subió a la cama para apoyarse al respaldar y apoyar a Raven sobre su pecho.Con un paño en la mano le secaba la frente y acariciaba su vientre con la otra, susurrándole a su pequeña, para que ayudara en su nacimiento.— Reina…— la matrona nunca había hecho un parto con un macho presente.
NARRADORASus manos y brazos en carne viva de las quemaduras, a pesar de su poder de hielo, pero no soltaba a su cachorra.Levantó la mirada para encontrarse con los ojos cansados, llorosos pero felices y aliviados de su hembra.— Lo lograste amor, eres la mejor, lo lograste – le susurró con su pecho apretado y lleno de tantas emociones complejas e increíbles.Enseguida que las leonas se pudieron acercar, tomaron el control.Controlaron el sangramiento, cortaron el cordón y limpiaron a la bebé para mostrársela a la madre.Se la dieron en los brazos a Cedrick que la tomó con miedo de hacerle daño, a esa cosita tan pequeña y la llevó para acostarla sobre el pecho de Raven que lloraba a moco tendido al ver a su pequeña.Cedrick las abrazó a las dos con suavidad, agradecido con la Diosa por este regalo, era el hombre más feliz del mundo.— Solo nos falta nuestro pequeño Druida, me tiene loco preguntando por su hermana. Cuando limpien y te sientas mejor, lo dejamos pasar.Cedrick le sonrió
NARRADORA— Amber es así, porque es una Centuria, no como Aidan que es un Hombre de Invierno, por eso salió más al cabello de mamá, ¿vez?Así se pasaron la noche metidos en su burbuja de corazones. Hubiesen querido estar en casa con su gente, pero ni modo, esta niña ya creía que se mandaba ella sola.*****Por la madrugada, cuando todo el castillo dormía después de un día estresado, una sombra ágil se coló en la habitación de la bebé Amber.Cedrick y Raven dormían en la habitación de al lado, con una puerta abierta de por medio.Vincent dio pasos suaves hacia la cuna, nunca estuvo tan nervioso en su vida. Tenía razón, ella había nacido.La luz de la luna entraba por la ventana y daba justo en la pequeña cunita, donde un bultico se veía tapado con suaves mantas rosadas.Su mata de pelo brillante, de un rojo burdeos, resplandecía bajo la luz de la Diosa.Vincent se quedó fascinado mirando la frágil vida, con ojos llenos de ternura en las oscuras profundidades.Solo tenía sentimientos d
NARRADORAEl Rey Edmund sintió cómo la silla de mano se detuvo, podía sentir la hostilidad intensa delante de él.Ni siquiera se asombró cuando leyó que la reunión sería en la frontera.Al ser un monarca importante se esperaría que lo recibieran en el palacio real, sin embargo, entendía la posición del Rey Bestia.Permitía que tocara sus tierras, solo hasta la frontera y gracias a los Hombres Lobos.Edmund tomó la mala decisión de apoyar al bando perdedor, así que era hora de asumir las consecuencias.Cedrick estaba vestido con las mejores ropas que trajo, no pretendía parecer un salvaje delante de este personaje.Sin embargo, al ver descender al Rey Hechicero con su traje deslumbrante que opacaba al sol, continuó reafirmando sus ideas.El Continente de la Hechicería estaba más desarrollado que ellos, sin embargo, el Rey súper poderoso, estaba dispuesto a rebajarse por el Obsidar.Cedrick cada día estaba más satisfecho con sus decisiones del pasado.— Saludos, soy el Rey Hechicero Edm
NARRADORA— ¿Necesita algo para hacer su magia? Podemos facilitarle para dibujar las runas…— No es necesario – Edmund simplemente se levantó y llamó a Vincent a pararse frente a él.Eso de runas era de principiantes.El pelinegro lo disimulaba, pero estaba sumamente nervioso por dentro, con la esperanza de poderse liberar en un segundo de sus miedos.— Esto, va a doler y mucho, le aviso desde ahora.Le dijo y casi sin darle tiempo a nada, su mano se cubrió de una corriente eléctrica blanca, pequeños relámpagos plateados danzaban a su alrededor.— ¡Vincent! Cedrick se asombró dando paso adelante cuando vio la mano del hechicero desaparecer dentro del pecho de su amigo.Así, literal, esa mano llena por completo de energía que gritaba peligro por todos lados, se fundió dentro del cuerpo de Vincent.Pero sin herida visible, ni sangre.— Tranquilo, su majestad, no lo está atacando, es la manera de actuar de su magia – Lisa lo detuvo, bien podría su padre haberles explicado antes.Cedrcik
NARRADORA— Es su decisión Rey Cedrick, hice lo que pude y lo que me pidió, espero cumpla con su palabra. — Como muestra de buena voluntad, hágame saber los resultados y si no ha funcionado del todo, estudiaré las pocas cosas que quedaron de la antigua familia, aunque quemaron casi todos los pergaminos con sus secretos.Cedrick asintió y caminó hacia Vincent, que había recuperado el color y la respiración normal.El Rey Edmund y su comitiva regresaron por el pasadizo, quedando en enviar una invitación luego, para que Cedrick visitara su reino.Cedrick asintió y lo hizo todo en mecánico, en realidad, estaba sumamente preocupado por Vincent.*****VINCENTCuando abrí los ojos no pude evitar gemir de dolor.Sentía como si mi pecho hubiese sido abierto a sangre fría y luego cosido con alambres.Bajé la mirada y estaba sin camisa.Una fea cicatriz de quemadura persistió en el pectoral izquierdo, encima de mi corazón, pero nada más grave.Lo mejor de todo era que ya no la sentía. ¡No lo p