NARRADORA— Amber es así, porque es una Centuria, no como Aidan que es un Hombre de Invierno, por eso salió más al cabello de mamá, ¿vez?Así se pasaron la noche metidos en su burbuja de corazones. Hubiesen querido estar en casa con su gente, pero ni modo, esta niña ya creía que se mandaba ella sola.*****Por la madrugada, cuando todo el castillo dormía después de un día estresado, una sombra ágil se coló en la habitación de la bebé Amber.Cedrick y Raven dormían en la habitación de al lado, con una puerta abierta de por medio.Vincent dio pasos suaves hacia la cuna, nunca estuvo tan nervioso en su vida. Tenía razón, ella había nacido.La luz de la luna entraba por la ventana y daba justo en la pequeña cunita, donde un bultico se veía tapado con suaves mantas rosadas.Su mata de pelo brillante, de un rojo burdeos, resplandecía bajo la luz de la Diosa.Vincent se quedó fascinado mirando la frágil vida, con ojos llenos de ternura en las oscuras profundidades.Solo tenía sentimientos d
NARRADORAEl Rey Edmund sintió cómo la silla de mano se detuvo, podía sentir la hostilidad intensa delante de él.Ni siquiera se asombró cuando leyó que la reunión sería en la frontera.Al ser un monarca importante se esperaría que lo recibieran en el palacio real, sin embargo, entendía la posición del Rey Bestia.Permitía que tocara sus tierras, solo hasta la frontera y gracias a los Hombres Lobos.Edmund tomó la mala decisión de apoyar al bando perdedor, así que era hora de asumir las consecuencias.Cedrick estaba vestido con las mejores ropas que trajo, no pretendía parecer un salvaje delante de este personaje.Sin embargo, al ver descender al Rey Hechicero con su traje deslumbrante que opacaba al sol, continuó reafirmando sus ideas.El Continente de la Hechicería estaba más desarrollado que ellos, sin embargo, el Rey súper poderoso, estaba dispuesto a rebajarse por el Obsidar.Cedrick cada día estaba más satisfecho con sus decisiones del pasado.— Saludos, soy el Rey Hechicero Edm
NARRADORA— ¿Necesita algo para hacer su magia? Podemos facilitarle para dibujar las runas…— No es necesario – Edmund simplemente se levantó y llamó a Vincent a pararse frente a él.Eso de runas era de principiantes.El pelinegro lo disimulaba, pero estaba sumamente nervioso por dentro, con la esperanza de poderse liberar en un segundo de sus miedos.— Esto, va a doler y mucho, le aviso desde ahora.Le dijo y casi sin darle tiempo a nada, su mano se cubrió de una corriente eléctrica blanca, pequeños relámpagos plateados danzaban a su alrededor.— ¡Vincent! Cedrick se asombró dando paso adelante cuando vio la mano del hechicero desaparecer dentro del pecho de su amigo.Así, literal, esa mano llena por completo de energía que gritaba peligro por todos lados, se fundió dentro del cuerpo de Vincent.Pero sin herida visible, ni sangre.— Tranquilo, su majestad, no lo está atacando, es la manera de actuar de su magia – Lisa lo detuvo, bien podría su padre haberles explicado antes.Cedrcik
NARRADORA— Es su decisión Rey Cedrick, hice lo que pude y lo que me pidió, espero cumpla con su palabra. — Como muestra de buena voluntad, hágame saber los resultados y si no ha funcionado del todo, estudiaré las pocas cosas que quedaron de la antigua familia, aunque quemaron casi todos los pergaminos con sus secretos.Cedrick asintió y caminó hacia Vincent, que había recuperado el color y la respiración normal.El Rey Edmund y su comitiva regresaron por el pasadizo, quedando en enviar una invitación luego, para que Cedrick visitara su reino.Cedrick asintió y lo hizo todo en mecánico, en realidad, estaba sumamente preocupado por Vincent.*****VINCENTCuando abrí los ojos no pude evitar gemir de dolor.Sentía como si mi pecho hubiese sido abierto a sangre fría y luego cosido con alambres.Bajé la mirada y estaba sin camisa.Una fea cicatriz de quemadura persistió en el pectoral izquierdo, encima de mi corazón, pero nada más grave.Lo mejor de todo era que ya no la sentía. ¡No lo p
RAVENEn un instante, todo se fue cuesta abajo, no dudé en sacar a mi lobo de fuego, asustada, al escuchar a mi cachorra llorando y la cara de sufrimiento de Vincent.El hielo comenzó a congelar sus piernas y Olaf iba a correr hacia él, pero Cedrick se adelantó y se la arrebató de los brazos a Vincent, mientras los gritos de Amber no cesaban.Entonces la vimos, por encima de su pecho izquierdo, como si fuera un tatuaje en tinta negra, de esa grotesca flor devoradora de llamas, que aún invade mis peores pesadillas.— ¡Dame para revisarla! – enseguida se la quité para llevarla a la cama.Mis manos temblaban de miedo y mi alma apretada al verla llorando desconsoladamente. Me estoy arrepintiendo amargamente de esta decisión.— Ya mi amor, ya mi niña, todo está bien, mi vida, mami y papi están aquí cachorra… Cedrick…Mi corazón se salta un latido cuando Amber apaga sus llamas y a simple vista observo una cicatriz oscura en la palma de su mano, donde Vincent la tenía sostenida.— Le daré a
CEDRICK— No esperes aquí, ya crucen del otro lado, no te quedes con la bebé a la intemperie. Dalila de seguro debe estar esperándolas. Y me mira con esos ojos hermosos, llenos de preocupación. Me siento impotente ante esta situación, no tener el control o la solución a todo este drama tan trágico me saca de quicio.Los veo como se alejan y ya nos hemos despedido de nuestros amigos monarcas.Camino internándome en el bosque, sigo su rastro y me lo encuentro en un claro, de espaldas a mí, sé que me espera.— Vincent ¿Dónde has estado? Volvamos a casa – le digo intentando acercarme.Su dolor me llega a raudales a pesar de intentar disimularlo.— Amber está bien, solo fue un susto, ya envié una misiva al Rey Edmund…— No volveré – me interrumpe de repente. — No volveré al reino, prefiero quedarme en la mina para seguir estudiando como se extrae el mineral.— Vincent ya Aaron descubrió que el fuego Centuria puede hacerlo más flexible, está creando una fórmula entre hielo y fuego para e
RAVEN No le importan mucho los regalos, ni los pasteles, no se entusiasma tanto con nada más, que solo venir aquí. Es un lado apartado del bosque que rodea el castillo. La veo, que se interna curiosa entre los árboles, lleva su cabello caoba suelto, ondeando al viento, con una pequeña diadema encima y su vestido rosa claro. Busca entre los arbustos, se agacha o levanta la cabeza y la observo olfateando al aire. La sigo de cerca medio oculta y entonces observo como llega al mismo sitio despejado y corre a rebuscar por todos lados, hasta que da con una pequeña cajita en el suelo. El regalo que ha dejado para ella como todos los años. La recoge con una sonrisa en el rostro, pero ni siquiera la abre y solo mira desesperada a su alrededor. Yo no lo siento, ni lo huelo, debe estar usando algún truco, sin embargo, Amber lo delata, ella sí puede percibirlo. — Hola, ¿por qué no sales nunca Duende?, ¿tienes miedo? No te voy a hacer daño – le dice en sus formas infantiles. Me ha pregunt
RAVEN Somos responsables de ella, sus padres nos tienen confianza, pero cómo cuidar a dos adolescentes, que ahora son amigos, pero quién sabe hasta cuándo pueda durar eso. Los machos son más lentos en algunas cosas, pero yo veo como Zeraphina mira a mi hijo y esos ojos, nunca han sido de amigos. Me huelo el próximo desastre, solo que ahora mismo, tengo que concentrarme en un problema a la vez. Observo a las gemelas que ayudan a Amber a buscar como siempre por los alrededores, pero esta vez noto a mi pequeña medio nerviosa y extraviada. Me acerco preocupada. — Qué sucede cachorra, ¿te sientes mal? — No, es que… no lo siento, al Duende, como otros años – me dice con un mohín en los labios y ese gesto del ceño fruncido tan de su padre. — ¿Segura? Busca bien, que tal vez anda por ahí, bien oculto – la ayudo apartando las ramas y hojas. Las gemelas casi están levantando los arbustos de raíces, buscando el preciado regalo del Duende, al Duende o lo que sea que las lleve a ensuciarse