RAVEN Cedrick se ha parado en el sitio menos profundo, pegado a un borde redondeando de la poceta. Me hace descender y me encanta que el agua se siente tan fría contra mi piel en llamas. Nos llega apenas por los muslos en esta piedra plana donde estamos parados. — Te quiero ahora mismo apoyada en el borde y de espaldas a tu macho. Muéstrame ese coño real, que me lo voy a coger hasta el fondo – me hace promesas calientes y obedezco cargada de lujuria. — ¿A este coño real te refieres? – lo provoco inclinándome hacia delante, con los codos apoyados en el suelo de piedra y empinando las nalgas hacia él, abriendo más las piernas a su mirada pervertida. Llevo una mano hasta mi vulva y la abro por completo dejando la suave entrada rosada vulnerable. — Raven, después no llores mujer provocadora… — gruñe ronco, pero ya se agarra la polla con fuerza, regando el pre semen por todo el eje y su otra mano me nalguea y me aprieta. Sus dedos me acarician el coño que mantengo abierto, sacándom
CEDRICKAbrazo a mi hembra contra mi pecho, acostados de lado sobre la ropa seca y cerca del fuego creado por ella, que nunca se apaga.Nunca imaginé que la sensación de un lazo se sintiera así, tan pleno, tan satisfactorio. Es como si mi alma incompleta, hubiese encontrado su otra mitad faltante.Olisqueo en su nuca donde mis feromonas agresivas le anuncian a cualquiera que esta hembra me pertenece y es solo mía, mi Raven, mi reina, después de tantas zancadas del destino.Sin embargo, a pesar de esta locura que hemos hecho, no estamos para nada a salvo.Observo a mi alrededor, esta cueva subterránea, en este sitio hechizado que se ha convertido en nuestro refugio, sin embargo, de aquí debemos salir y el peligro, estará de nuevo acechando afuera.Nuestro cachorro nos espera y me preocupa su seguridad.Aunque sé que Raven confía plenamente en la bruja de su clan y sus protecciones, esa mujer me da muy mala espina.Saco mi brazo por debajo de su cabeza con suavidad y la acomodo sobre l
NARRADORA Vincent finalmente respiró aliviado, al ver que todas las locuras esas predictivas, no eran ninguna mala broma. Por momentos incluso pensaba que era algún hechizo de esa bruja para engañarlo, pero decidió apostarlo todo a ese arriesgado movimiento. — Lo soñé, sé que parece demasiado loco, entiendo que no confíes en mí y quizás no me creas, pero llevo noches y noches soñando con todo lo que sucedió – Vincent confesó sin rehuir ni un segundo la mirada de Cedrick, de frente siempre, porque no mentía. Ambos se quedaron en silencio y solo el eco del agua subterránea resonaba en la instancia. — Te creo, yo también tuve una revelación en ese acantilado, la Diosa, creo que solo nos está dando una oportunidad para sobrevivir a tanta maldad – Cedrick le respondió al fin y Vincent asintió, porque él sentía lo mismo en su corazón. Luego prosiguió… — Te vi en mis sueños congelando a esas horribles flores, luego parado en ese acantilado con Raven y al final, caían al vacío, grit
NARRADORA — Esa mujer odia a muerte a las Centurias, no parará hasta exterminarlas y si se obsesionó contigo Cedrick, fue por algo, si tú no estás, ¿a quién crees que trasladará su enfermiza obsesión?— A mi cachorro, pero nadie sabe que es … mío… — Cedrick se quedó pensativo, si ese hechizo embustero no lo engañó ni al él, mucho menos a una verdadera bruja.Sabría enseguida que Aidan era su descendiente y sentiría la magia de invierno en su interior.Estaba convencido de que ella buscaba a su tío y Aidan también era su familiar, obvio que iba a entrar en su radal.Su tío tendría que darle el frente a este enredo macabro.— Además, voy a aprovechar que ella estará concentrando su mente y su fuerza en el palacio, para hacer otra cosa que no me deja dormir - Vincent agregó de repente. — El idiota de Theodor tiene a todas las personas de esa manada, ancianos, mujeres, incluso cachorros recién nacidos, en unas sucias barracas muriendo de hambre, mi conciencia no me permite dejarlos, yo
NARRADORA— ¿Es muy lejos? No puedo irme tan lejos del palacio a jugar – Aidan, a pesar de su inocencia, era un niño muy inteligente.Ya habían caminado un trecho, casi corriendo, por el bosque que rodeaba el palacio y aún se encontraba dentro de las murallas.La doncella se dirigía al paso cerrado de las montañas, detrás del castillo, donde había un sendero secreto y pasaba un riachuelo que le permitiría escapar en una pequeña barca preparada previamente, llevándose a este valioso rehén.Le habían prometido mucho oro por este encargo y no dudó en aceptar.— Ya estamos llegando, chiquillo, solo camina más deprisa— apretó la mano del cachorro con fuerza, haciéndole daño y llevándolo dando tumbos hasta el riachuelo, que ya podía escuchar.— ¡Suéltame, me duele la mano! – Aidan comenzó a forcejear de repente— ¡Ya no quiero ir! ¡No quiero ningún dulce! ¡Suéltame!— ¡Te dije que ya estamos llegando, deja de ser tan mimado y malcriado! – lo jaloneó con algo de furia.Odiaba a este cachorr
NARRADORA Pero a pesar de la jerarquía y el mandato de la Voz, en los hombres lobos, el libre albedrío y el resistirse, siempre era una opción. Solo que corrías el riesgo de quedarte con la mente fragmentada y destrozada en el proceso. — Yo… — Hortensa luchaba con todo para no confesar. Un hilo de sangre bajó por la esquina de sus ojos debido a la resistencia de su cuerpo, por no seguir la cruda compulsión. Anastasia no le estaba dando nada de piedad. — ¡Habla ahora o comenzaré a cortarte extremidad por extremidad hasta que confieses! ¡¡HABLA DE UNA MALDIT4 VEZ!! La obligó con todo y su lobo de fuego salió de su cuerpo para gruñirle en la cara a Hortensa que casi se desmaya de la impresión. — El… el Alfa Theodor— temblando y tartamudeando, al fin confesó — Cuando salí al pueblo, me contactó y me ofreció dinero para que sacara al mocoso a escondidas. — ¿Por dónde lo harías? ¿Cuál es la ruta? ¿Hay más espías en el palacio? – Anastasia parada delante de ella, continuaba el i
NARRADORA Dalila la encontró media moribunda y enloquecida y se quedó con las pocas Centurias a sobrevivir y sanar su cuerpo y su mente. En esa guerra absurda, ambos bandos habían perdido vidas inocentes, y si Anastasia seguía a su Alfa con fidelidad y devoción, era porque Raven se lo había ganado, con su justicia y su valentía. Esta generación de Centurias estaban hartas de tanto odio, solo deseaban vivir en paz y que su raza de hombres lobos, las perdonara y aceptara. ***** — ¡Raven, estás muy mal! – el círculo de runas se había iluminado y Cedrick apareció abrazando con fuerza a Raven que estaba respirando pesado. Dalila le gritó en cuanto la vio y las feromonas del celo, los golpearon en la cara como una bofetada. El tío de Cedrick enseguida salió de la caverna de hielo y se perdió hacia otra interior para evitar el enfrentamiento con el Alfa, debido a la cercanía de su hembra en celo. Era el instinto natural, Cedrick, bastante bien lo estaba manejando al dejar a Dalila ace
NARRADORA Silvana miraba desde una colina las enormes letras de fuego dibujadas con magia por encima del castillo.Se podían ver a leguas, eran un mensaje y sabía muy bien que se dirigía a ella en específico.«Mortimer está aquí» Eso decía, un claro señuelo para atraerla, y por supuesto que estaba interesada, pensó que él había muerto, pero ahora tenía esperanzas y si vivía, lo recuperaría.Ese hombre era suyo.¿Acaso esa maldit4 también sobrevivió? No, no, no, ella se encargó de drenar su magia de fuego hasta la muerte, ¡no podían estar felices y juntos!Los ojos rojos de Silvana contemplaban el castillo, donde a los lejos, se reforzaban las defensas.Más les valía estar preparadas a esas mujeres de fuego, porque ya que tuvieron el descaro de atraerla, ahora debían afrontar las consecuencias de sus actos.Liberaría a los hombres hielo de su yugo, solo estaban confundidos por esas perras.Se giró y bajó la colina, caminando hacia el pequeño ejército oculto, que había logrado reunir