CEDRICK— Raven, amor, ¿qué sucede? – no puede ser que sepa ya la verdad, no estoy listo para romperle el corazón, ¡nunca lo estaré!— Aceptaste ser el Rey Alfa, ¿cierto? Lo aceptaste con la condición de deshacerte de mí, de casarte con tu mate. Tú ya habías encontrado a tu mate, ¿verdad? Y no me había dicho nada.— ¡¿Quién estuvo aquí?! ¡¿Quién te dijo?! - le pregunto alterado por mi desesperación, poniéndome también de pie.— Entonces es cierto – sus ojos rojos, humedecidos, decepcionados y tristes me miran, le he roto el corazón, lo he hecho de la peor manera, a la mujer que ha dado tanto por mí.Su tristeza sale a raudales por cada poro de su cuerpo, ahogándome en dolor y remordimientos.— Espera amor…— ¡¡No me llames amor!! ¡Tantas veces que te pregunté y no me dijiste la verdad! ¿Qué carajos pretendías Cedrick? ¡Tener una Reina y una amante! ¡Mantenerme para siempre encerrada entre estas cuatro paredes!— ¡¡Tu maldit0 sucio secreto!! ¡¿Es eso lo que soy ahora para ti, en lo que
RAVENAl otro día, en medio de las celebraciones por la nueva coronación de Rey Alfa, escapé de mi prisión en la torre con los arreglos de Vincent.Me escabullí entre el bullicio de la plaza, con una pesada capa puesta, para ocultarme por entre los presentes.Cedrick no volvió esta mañana a mi habitación y era muy clara la decisión que había tomado.Por supuesto, en el fondo de mi tonto corazón quedaba la última esperanza, por eso, no me había ido aún y aguardaba entre las personas, arriesgándome a ser reconocida.Se armó un revuelo repentino y la multitud se apretujó a ambos lados de la calle, dejando paso a la comitiva del Rey.Un glamuroso desfile, lleno de poder y fuerza.En el carruaje destechado principal, sobre un enorme trono de oro, sentado y con hermosas ropas heroicas, estaba Cedrick, el hombre que había considerado mi Alfa.Todos vitoreaban y lo felicitaban, lanzaban flores al carruaje.Después de tantos años de esclavitud, al fin tenían a un Rey digno y que les gustaba.C
“Raven, es el indeseable de Marco, ¿hasta cuando seguiremos atadas a ese desgraciado? ¡Quiero liberarme de una vez!?”“Hoy es el día querida Sena, hoy, es el día”El enorme lobo me mira cauteloso después de asesinar a su presa y se acerca, paso a paso con precaución, observando mis manos que apago enseguida.— Gracias, puedes transformarte – y lo hace, se convierte en mi “querido” e insufrible grano en el culo, mi maldit0 mate.— Raven ¿estás bien? – me pregunta “preocupado” en lo que agarra una ropa de atrás de un árbol, que al parecer se había quitado.“Vaya, le dio hasta tiempo de dejar dobladita la ropa y todo” Sena me dice con sarcasmo y yo opino igual.Este imbécil me estaba vigilando desde la posada y a saber si todo este montaje no ha sido para jugar al héroe.— Sí, estoy bien, ¿qué haces aquí? – le pregunté, aunque sabía que se había escapado y asesinado a la idiota de Verena, porque el Rey me lo dijo. Siempre pensé que huiría a su manada.— Raven, ¿cómo podría irme sin ti, m
RAVEN — Marco – me giro y lo tomo de sus mejillas para hacerlo mirarme – terminemos esta relación tan tóxica que hemos mantenido los dos durante todo este tiempo. Si me hubieses liberado desde la primera vez, quizás ahora mi vida fuese diferente. Me has arruinado para siempre. — Raven no, espera, ¡espera!, ¿qué pretendes hacerme?, ¡¡Raven detente!!— me mira en pánico cuando siente la temperatura aumentando. Quiere alejarse, pero ya es muy tarde. — ¿No me deseabas, no querías utilizar mi poder? Nunca has amado a nadie Marco, solo amas lo que todos los hombres, la gloria y estar en la cima. — ¡No seré la herramienta de nadie nunca más! ¡¡No me quisiste liberar a las buenas, ahora lo harás a las malas!! “¡Raven achichárralo con todo!” — ¡¡NO, NO, RAVEN, SOY TU MATE!! ¡¡AAHAAHHH!! ¡¡¡MALDIT4 HUÉRFANA DESGRACIADA!!! ¡¡SOY TU MATE!! — ¡¡Y qué, la palabra Mate es una basura, a mí nadie me va a atar nunca más!! ¡¡nadie!! Sus gritos inundaban el bosque y los pájaros volaban asustados.
CEDRICKEstoy sentado en esta imponente silla de oro, superior a todos, mirando desde la cima como el salón del trono hierve en festividades.Hace unos días yo era uno de ellos allá abajo, rindiendo pleitesías al tirano Rey Alfa.Ahora, me parece una ilusión ser yo quien reciba las felicitaciones y la confianza de mi pueblo.Esto debería ser mi sueño hecho realidad, sin embargo, no se siente así, más bien parece humo que se esfuma con el aire de la noche.“Vincent, quédate a cargo de todo, de saludar y recibir los obsequios, saldré y no pienso regresar esta noche” le digo a mi Beta que está de pie a mi lado, callado y serio.Suponía que estaría más feliz por haber logrado nuestro sueño desde niños, pero tampoco lo veo con mucho entusiasmo, quizás es mi imaginación.“Cedrick…” me responde en la mente mirándome con ojos indescifrables “Nada, solo felicidades por haberte convertido en el Rey Alfa, nuestro reino será próspero bajo tu mandato, no habrá un monarca mejor que tú, amigo mío”
NARRADORAVincent le pidió a los guerreros que cuidaban la torre, que se marcharan.Sabía muy bien que solo vigilaban un sitio vacío y que Cedrick bajaría hecho una furia de allá arriba.Cedrick podía ser de todo menos estúpido, ataría cabos y Vincent solo esperaba que lo dejase explicarse antes de luchar, sin embargo, no fue así.La puerta de madera de los bajos de la torre se abrió y salió el Rey Alfa encolerizado y en modo salvaje total.A penas sus ojos se clavaron en los de Vincent, ni siquiera lo pensó un segundo para correr hacia él y convertirse en su lobo.Vincent se asombró un poco, no pensó que lo atacaría Eamon directamente, sin embargo, se transformó en su lobo para luchar por su vida.Sí, por su vida, porque Eamon no lo atacaba como otras veces solo en un combate amistoso, Eamon estaba atacándolo para desgarrarlo por completo.Al cabo de menos de 10 minutos, el lobo de Vincent estaba desfigurado y desangrándose, acostado en el suelo, los dientes rabiosos de Eamon le gruñ
NARRADORA Nadie se resistió y recogieron las cosas a la velocidad de la luz, sin siquiera hablar. ¿No se suponía que el Rey debería estar eufórico de alegría? ¿Qué lo había encolerizado de esa manera? Theodor miró hacia Cedrick en el trono, estaba casi seguro de que algo había sucedido con esa mujer, ya se enteraría y tenía que seguir forzando la oportunidad para Samantha. Había logrado que Cedrick no hiciera reina a esa tal Raven por el apoyo de todos, porque tenía muy mala fama, fuera real o no y nadie confiaba en una Centuria. Ese odio pasado no se acabarían así como así, no importa lo que Cedrick hiciera, esas mujeres habían sido unas perras asesinas. Pero Theodor no se sentía tan confiado en poderlo presionar para que se casara con Samantha, un Rey no tenía por qué tener obligado una Reina, podía reinar solo. Su hija debía hacer su parte para conquistar y seducir a ese Alfa, quedarse en el castillo o todos sus esfuerzos y mentiras serían en vano. Cuando Cedrick se quedó so
SAMANTHASus ojos me miran con furia desmedida que me hace encogerme de miedo contra el respaldar.No entiendo nada, ¿cómo es que no puede sentir ni pizca de atracción por mí? Si yo desde que lo vi, muero porque al menos me mire un segundo como la miraba a ella, mientras la cargaba y la defendía en sus brazos.— Ce… Cedrick yo… — ¡¿Quién te dio el maldit0 derecho de llamarme por mi nombre?! – se levantó de la cama y comenzó a ponerse unas ropas tiradas, como quiera, sobre el mueble de la esquina.— ¡La Diosa me dio el derecho! – a pesar de mi miedo instintivo, estoy también furiosa y cansada de sus humillaciones — ¡¡Yo soy tu mate!! ¡¿Cómo puedes tratarme como una vulgar mujerzuela?!También hago por levantarme de pie, acomodándome la ropa toda estrujada y caída.— ¡Porque así es como te estás comportando! ¡Te metes en mi cama a seducirme, tú…! – de repente se acerca a mí y me asusto a muerte.Toma mi brazo con fuerza y me huele por encima, para luego soltarme con cara de asco— ¡I