NARRADORA— ¡Y tú, “mi Alfa”! – se giró hacia Marco, que se servía un trago bien fuerte para aguantar los gritos de la histérica mujer. — ¡Bien podías haber disimulado algo de la baba que te caía sobre las tetas de mi hermanastra! ¡Ustedes los dos son unos descarados! ¡Adúlteros!— ¡Te callas de una maldit4 vez! ¡Me tienes harto con tus berrinches y tu prepotencia! ¡Te dije que la dejáramos tranquila cuando la reconocimos, al verla caminar en dirección a la terraza, pero no, tuviste que ir a buscar pleitos!Marco se giró igual enfrentándola.— ¡Claro, porque si no voy contigo, irías tú solo! ¿No? ¿Crees que no sé que la has extrañado durante todo este tiempo? ¿Pero quién fue la que te ayudó a asesinar al antiguo Alfa envenenándolo? ¡¡Fui yo, gracias a mí eres el Alfa!!— ¡¡Y gracias a mi familia fuiste la Luna, estúpida!!, ¿o ya se te olvidó a ti que ibas a ser dada como esclava? — ¡¿Olvidaste el hechizo que te dio mi padre para que confundieras al Alfa y que pensara que eras su par
NARRADORA Le dijo que él estaba destinado a grandes cosas, no a una extranjera que nadie quería como Luna y menos después de haber sido manoseada por el Alfa. Verene, la hermanastra, era más astuta, estaba desesperada por la selección de esclavas y la candidata perfecta para plantar un espía al lado del Alfa, que solo veía con la parte inferior del cuerpo. Marco dolido con Raven e incitado por el Beta, renunció a ella e incluso permitió que la dieran como esclava, pero al estar en esa colina y verla alejarse asustada y desvalida, se arrepintió. Por eso no aceptó su rechazo y además, porque no le convenía. No sabía si tendría que luchar de frente contra el Alfa y romper el lazo de mates deja a los lobos débiles por un tiempo, eso no era conveniente para sus planes. Había pensado durante este tiempo en todos los escenarios donde él tenía los cojones para enfrentarse a su padre por su mujer, la salvaba y no renunciaba a ella por el puesto del Alfa. Sin embargo, ahora se le presenta
RAVEN— Fuimos amigos de infancia, pero eso ya está en el pasado – me pongo rígida y aparto los ojos.Se hace un silencio y mi corazón está latiendo desbocado. Sé que me está mirando a la cara, evaluando mi respuesta.“¡Por favor no me preguntes más!”, murmuro en mi interior suplicante, no quiero ni enfrentar sus ojos porque si se entera, sé que ahora mismo se armará el pandemónium en este castillo.— Bien, si dices solo amigos, entonces solo amigos, pero no te juntes con él, me pongo celoso. No me gusta cómo te mira ese hombre – me besa y me envuelve de nuevo con todo su cuerpo.Su respiración cae en el lateral de mi cuello.— Duerme, mañana empiezan los enfrentamientos.Y con mi cabeza hecha un lío, llena de decisiones por tomar, cierro mis ojos hasta el otro día.*****— ¡Bienvenidos todos al torneo del Rey Alfa, donde solo los más fuertes y poderosos guerreros y guerreras saldrán victoriosos! — ¡Los ganadores podrán hacerle una petición a su majestad el Rey y recibir increíbles
— ¿Eres la Luna de Cedrick?— Lo soy, ¿algún problema?— Pensamos que seguía soltero como otras veces, que venía sin nadie, la verdad es que tanto escoger para quedarse con una débil Omega.— Pft, Cedrick sí que es peculiar. Me encargaré de aleccionarte más tarde cuando pierda “tu Alfa” – y con la misma se giró para ver la pelea y murmurar con sus amiguitas.“Estúpida loba presuntuosa” Sena gruñe molesta.“Tranquila, ya nos llegará nuestro momento” le respondo y claro que llegó muy pronto.Cuando Cedrick se cansó de jugar y fingir, embistió contra el enorme cuerpo del pelirrojo, lo agarró con las dos manos de la cintura y ¡BAM! Lo alzó sobre su hombro, dejándolo caer de una gran altura.El polvo se levantó cuando el enorme hombre cayó de espalda escupiendo una bocanada de sangre de su boca.Cedrick se subió sobre el cuerpo inerte y comenzó a golpearlo con los puños y codo en la cara, hasta que el hombre hizo la señal de rendición y el silbato del final de la pelea terminó.Solo en las
115— ¿Piensas seguirme huyendo toda la pelea? ¡En vez de loba deberían decirte gallina! – me grita provocándome y escucho las risas desde las gradas.— Tu Alfa ganó por los pelos y tú solo eres una cobarde – se ríe con sarcasmo y sé que solo me quiere sacar de quicio. — Es tiempo de terminar este jueguito.Se abalanza con todo sobre mí y yo también avanzo hacia ella, arriesgándome a que me golpee de cerca, pero necesito poderla agarrar.— ¡Mmmm! – gimo de dolor cuando recibo un fuerte rodillazo en la boca del estómago que me deja sin aire, pero antes de que intente someterme para molerme a golpes, saco mi explosiva velocidad y agilidad, logrando darle la vuelta y subiéndome a su espalda como un coala tomándola por sorpresa.Mis piernas se entrecruzan con fuerza sobre sus costillas, apretándolas y escuchándolas crujir.Mi antebrazo rodea su cuello y le hago una llave estrangulándola con la ayuda de mi otra mano.Sus puños tratan de conectar en mis piernas, pero aguanto y la aprieto c
— Estoy muy orgulloso, mi lobita fiera, lo hiciste excelente – me elogia acariciando y besando mi cabello y mi alma se siente llena de amor.— Ahora aliméntate que tienes otras batallas, pero creo que ya se lo pensarán dos veces antes de meterse contigo.Sonrío en respuesta y mi nariz siente el dulce aroma de su sangre helada, mis labios se pegan a la herida de su pecho y tomo de la fortaleza de mi hombre.El resto del torneo ese día, fue historia, nadie de mi grupo pudo vencerme.Verena convenientemente, perdió su primera pelea o porque simplemente en su vida nunca había matado ni un pollo, siempre tramando de víbora en las sombras y respaldada por su madre.Me miró desafiante como diciendo, “te has quedado con las ganas” pero lo que la muy estúpida no sabía era que quien ganara en su grupo, podía escoger con quién luchar su pelea final de esta ronda.¿Y adivinen quién fue la ganadora de las batallas de ese día?— Quiero luchar contra ella, la Luna de la manada Laguna Azul – la señal
RAVENY eligió, como era sabido, como la cobarde que siempre había sido.Comenzó a correr por todo el borde de la arena en su forma humana con la cabeza abajo, la ropa llena de polvo, las palmas de las manos en carne viva y las lágrimas y mocos rodando por su rostro irreconocible.— ¡¡Ladra para todos, que queremos escuchar lo perra venenosa que eres!! – le grité disfrutando de mi momento, parada en el medio de la inmensa arena.¿Qué parecía una mujer cruel? Sí, lo estaba siendo, pero si algo he aprendido este tiempo es a pagar amabilidad con amabilidad y humillación con humillación.Esta infeliz no iba a aguantar un golpe más y era más conveniente para ella desmayarse rápido y librarse de mi castigo.Esta vergüenza la marcaría de por vida como a mí me marcó ese Alfa desgraciado por culpa de ella.— ¡Toma un huesito! – le gritaban desde las gradas tirándole cosas.— ¡Guau, guau, más fuerte perra que no te escuchamos!— ¿Y su Alfa por qué no ha salido a defenderla?— Creo que lo vi ir
RAVEN— No sé si dejarte salir así, con esas feromonas tan alborotadas, otras lobas te pueden querer seducir – le digo frunciendo el ceño y muy en serio.— ¿Bromeas? Con el olor a loba en celo que llevo en toda la cara, capaz y que algún macho me salte encima, ¿quieres probar? – se tira sobre mí a intentarme besar y lo esquivo riendo.Sabe que no me agrada mucho estarme probando a mí misma.— Me voy ahora sí, no demoro, espérame así, nada de ropa, que vengo directo a hacerte el amor toda la noche – hace promesas en mi oído que me tientan.Besa con suavidad mi cien y me mira de cerca, como si nos fuéramos a separar por días.Al final, a regañadientes, termina por levantarse y se va a la reunión secreta que tiene con otros miembros de la rebelión.En dos días es el momento de actuar y nada puede fallar.Al quedarme sola, me cubro con una bata de dormir, larga hasta mis rodillas y de verdad no me pongo nada por debajo, espero disfrutar pronto de mi noche apasionante.El tiempo pasa y me