RAVEN

— Raven – Marco me mira asombrado y llama mi nombre.

Veo cómo enseguida suelta el brazo de Verena, pero muy tarde, ya lo he visto y es obvio que andan juntos, cosa que me tiene sin cuidado.

Sin embargo, esto del maldit0 lazo es una basura, porque sin quererlo mi corazón comienza a acelerarse por la cercanía de mi mate.

— Marco, Verena – asiento con clase mirándolos de frente, ya no soy la Raven de antes.

— ¿Qué haces aquí? ¿Acaso el Rey deja que sus esclavas asistan a una fiesta tan exclusiva?

La veo como mira de envidiosa a mi ropa y mis joyas exquisitas y caras, todo me lo ha comprado mi Alfa y voy vestida con mis mejores galas.

El desprecio en sus palabras es evidente.

— Parece que no has perdido el toque, querida hermana, veo que sigues siendo una seduce hombres, al parecer, has logrado meterte al Rey en el bolsillo.

Esta idiota piensa que al final fui capturada por el Rey.

— Primero que todo no soy tu hermana, así que no me llames así nunca más, que solo me provoca ganas d