Cedrick Esto de ser un caballero me estaba costando la mitad de la vida. Soy un Alfa acostumbrado a tomar lo que desea y ya, sin tanta floritura ni seducción. Ni siquiera con las lobas vírgenes que me he acostado antes, había tenido que reprimirme tanto. Pero cuando miro a esos hermosos ojos dorados y veo la confianza y dependencia en su interior, es como si todo este esfuerzo valiera de sobra la pena. La recompensa que obtendré luego, bien vale que me quede ahora con los huevos morados y tieso. Ni siquiera pude ir a entrenar y dejarla sola en esa habitación llorando. Esta mujer sigue trastornando mi voluntad. — Yo te ayudo – le dije, acercándome y tomando una esponja suave que saqué, vertiendo el gel de ducha sobre ella. Ella estaba de espaldas a mí, con esas sexis curvas de su cintura, sus amplias caderas y sus nalgas al descubierto. “Diosa, dame paciencia” Me concentré en tallar su espalda con la mayor suavidad que pude, aunque de repente mi atención se desvió a las cicat
RavenSiento el fuego rugiendo en mi interior y la necesidad de pegarme como sea a este hombre, a su piel fría y a esa columna congelada que ahora late entre mis piernas.Mi cuerpo es como su marioneta y hago todo lo que me pide, como ahora, que a pesar de toda esta situación bizarra, me sigue ordenando que lo lave con la esponja y continuo con este juego de espuma y seducción.Su fuerte y musculoso pecho me atrae y con manos temblosas lo sigo lavando y tocando, solo que lo que está haciendo debajo, con su exploración, está derritiendo mi cordura.— Mmmmm— muerdo con fuerza mi labio inferior para no gemir alto, cuando recorre mi coño con la yema de sus dedos y juega con un punto, que me hace sentir cosas muy intensas.Nunca me he explorado a mí misma y por supuesto, en mi primera relación sexual, ese maldit0 solo me abrió las piernas y empujó su asquerosidad en mí sin ninguna compasión.— Creo que este sitio, necesita un cuidado especial, lo lavaré bien para ti – su voz oscura llena d
NARRADORA — ¿Estás segura de que las cosas sucedieron así? Vuélveme a mostrar el brazo.— Sí, sí, señora, le iba a poner las sales como me ordenó, pero esa mujer entró hecha una fiera y me quería obligar a meterme en el agua, parece que nos había escuchado.— Forcejeamos y de repente, fue como si un hierro a fuego vivo me estuviese quemando por donde ella me estaba agarrando.— Mire, mire usted misma, las marcas que me dejó la m4ldita – Lorena, arrodillada, le mostraba a la jefa de doncellas, las marcas de quemadura de una mano humana en su brazo.— Bien, pero al final fallaste en la encomienda y sabías muy bien que te tendría que castigar de todas maneras.La mujer tomó un látigo que había en la pared y la chica arrodillada apretó entre sus dientes un palo envuelto en un trapo blanco para evitar morderse la lengua.Estaba temblando, asustada, pero decidida.El sonido del látigo sonaba en la estrecha habitación del castigo y los gritos reprimidos de dolor. El olor a sangre ya flotab
NARRADORA — Alfa, ¿cómo puede ser posible? Por favor, recapacite. — Tanto tiempo esperando que usted se decida a casarse y al final ¿cree que es correcto que una simple esclava sea la Luna de la manada? – uno de los guerreros más antiguos le recriminaba a Cedrick desde su asiento. Todas las figuras más importantes de la manada, sentados en los estrados, en este inmenso salón, donde el Alfa presidía en una silla majestuosa como si fuese el rey de la manada. — Es cierto, Alfa no estamos de acuerdo. — Sí, usted siempre nos ha dicho que no aceptaba las propuestas de nuestras hijas porque se guardaba para su mate, ¿cómo es que ahora las cosas han cambiado de repente? – Cedrick sabía muy bien, que el jefe de guerreros, sería el primero en protestar. Siempre había querido meterle por la cabeza a su hija y él la había rechazado de todas las maneras posibles. — ¿Ya terminaron sus quejas? – habló en voz baja sin siquiera alterarse, pero la algarabía en la habitación se congeló. No import
CedrickLa verdad, debo decir que estaba igual de asombrados que todos aquí, solo que lo disimulé como siempre, con expresión neutra en mi cara.Pero por dentro, que esta pequeña mujer les plantara cara a este grupo de guerreros fuerte y curtidos, debo admitir, que me llenaba de admiración.— Raven, ven a mi lado – la llamé y se acercó a mí, pasé mi mano por su cintura y la pegué a mi lado. Me di cuenta del temblor de su cuerpo y que tenía toda la espalda sudada.No estaba tan tranquila como parecía, pero que estuviese aguantando la presión de esta manera, ya me daba ganas de darle una gran recompensa cuando estuviésemos a solas.— Señores, ella es Raven Walker, la nueva Luna de la manada— todos abrieron los ojos al escucharme nombrarla con mi apellido.Obvio parecía un acto pasional, pero lo hacía más bien, porque su apellido real, aún no podía ser descubierto.— Srta. Raven, nosotros somos los consejeros de la manada, antiguos guerreros que hemos hecho valiosas contribuciones, todo
Raven— Alfa no diga eso, ¿cómo cree que haríamos eso con la mujer que ama?— Quizás ella tenga una solución, sería una muestra irrefutable para la manada.— Todos pensarían que está bendecida por la Diosa, si logra darle solución a ese asunto…— ¡¿Cómo demonios va a solucionar algo que ni siquiera ustedes han podido o yo, que soy el Alfa?! — ¡Saben muy bien que ella es nueva en esta manada! ¿Cómo caraj0s va a saber arreglar el problema de infertilidad de las mujeres?Escucho la discusión y me voy haciendo una idea de lo que me están pidiendo, la verdad, es una tarea casi imposible.Para nuestra raza, procrear tampoco es tan sencillo, pueden estar las parejas por años intentándolo y nunca tener cachorros o quizás tener a penas uno, en cientos de años.Con disimulo miro hacia mi vientre. Me pregunto qué opinarán estos hombres si saben que la futura supuesta Luna, no puede ser madre. Si ya está difícil estando sana, con lo poco que quedó en buenas condiciones de mi matriz, sería casi
Raven Todas las facetas de este hombre comienzan a fascinarme, la dura, la fría, la sexy, el apasionado, el lujurioso, pero sobre todas las cosas, el suave y cariñoso. — La Srta. Amaia me lo dijo. Fui a empezar mis lecciones de Luna y me dijo que la primera lección era saber poner en su lugar a estos viejos cáncamos – lo veo sonreír de medio lado, tan sexy que derrite todo mi cuerpo. — Y como siempre, a ti no hay que incitarte mucho, si tu sola te metes en problemas, ¿sabes acaso en lo que te acabas de meter? — Bueno, da lo mismo, al final, solo estoy aquí ocupando un falso puesto, así que si lo resuelvo o no, eso no es relevante. — De todas maneras lo intentaré con todo para no avergonzarte – le respondí y ambos nos quedamos callados por un segundo, es obvio, que cada cual en sus propias ideas. — Bien, te ayudaré en lo que pueda, pero esto es algo que he estado tratando de resolver por mucho tiempo y te confieso, que me tiene también preocupado. — Año tras año, veo cómo nuestra
Raven— No te quiero poner presión, pero ten en cuenta, quién se acostará contigo todas las noches – Cedrick me guiña un ojo y me quedo como tonta mirándolo con una sonrisa.Ver a este Alfa tan frío y dominante, siendo pícaro y juguetón, hace que mi corazón se acelere sin control.— Comencemos, espera, que ni se te ocurra quitarte la camisa – se gira y le gruñe a su Beta, que está impasible y para nada asombrado de las locuras de su Alfa.Hemos venido a un enorme campo de entrenamiento y Cedrick me ha hecho sentarme sobre unas gradas en alto que hay, supongo que para descansar en el medio de los ejercicios. Debo admitir, que a pesar de que esto fue tan repentino, el pensar en estos dos enormes hombres, llenos de músculos y poder, luchando, hace que la adrenalina y el entusiasmo comience a correr por todo mi cuerpo.Miro a mi alrededor y veo que, por la alta cerca perimetral, están llegando todos los demás guerreros, se hacen señas, también entusiasmados y parece, que ver a estos dos