Los cómplices.
Naín.
Subí al auto y pedí que me llevarán al apartamento de Yaren no tengo contemplado regresar a la manada hasta dar con los otros dos humanos que estuvieron de cómplice con el lobo traidor, de sólo pensar me dan ganas de revivirlo y destrozarle la cabeza y echárselo a los buitres carroñeros, pero ni eso merece el maldito desgraciado, él era casi la mano derecha de mi padre.
—Maldito infeliz hijo perra—. Masculló más que molesta.
—Hemos llegado Alpha.
—Gracias estén pendientes —Salgo del auto y subo al ascensor.
Tendré que hacer una revisión exhaustiva de todo mi personal de trabajo.
No tengo que tocar la puerta por qué está abre de una vez.
—Por la diosa Naín tienes sangre.
—Por eso te pedí que prepararas la ducha.
—¿Lo mataste con tus propias manos?
—Si Yaren, lo maté yo.
—Alguien más no pudo hacerlo.
—No, soy la líder la que planea y ejecuta.
—Ven, necesitas deshacerte de ese peso que llevas encima.
—Si hubiera sido hombre no hubieras dicho eso, ¿verdad?
—No, pero creo que no necesitas demostrar que eres capaz de ser una buena líder.
—En un mundo machista estoy segura que sí debo —Me deshago de mi ropa. —Este mundo está dominado por hombres Yaren, y eso lo sabes bien, sabías que habían obligado a mi padre a buscar una bruja de magia negra para que hiciera un hechizo y pudiera tener un hijo varón para que él tomara su lugar cuando ya no pudiera más —digo con tristeza.
—No, no lo sabía y tu padre lo hizo.
—No, por qué ni con magia se puede concebir hijo con otra persona —Me meto a la bañera.
Yaren, se mete conmigo después de un buen masaje descargo toda la furia, impotencia que tengo encima. Término agitada encima de Yaren.
—Me encanta nuestros encuentros de meses, siento que todo lo que tenías atravesado lo descargas convirtiéndote en una fiera.
—Aun tengo mucho que sacar Yaren —Lo beso con hambre y nos envolvemos en un desenfrenado encuentro...
Al día siguiente me levanto temprano para revisar los vídeos con más calma, tengo que dar con los demás infiltrados.
—Buenos días mi alpha.
—Buenos días.. gracias —digo al recibir el desayuno.
—Lo preparé especialmente para ti —Sonrió, mientras desayuno miro el vídeo. —¿Qué buscas?
—Los cómplices del cobarde que ayudó al supuesto amigo de mi padre.
—Era alguien cercano a ti.
—Sí, pero no creo que actuará por cuenta propia —Se que hay alguien detrás de todo esto.
—Espero des con los culpables pronto, no me gusta verte en este estado, te quiero Naín, pueda que en algún momento encuentres a tu destinado o tal vez yo la encuentre primero, pero siempre estaré para ti —Tomó su mano.
—Y contarás conmigo igual como ahora —Aunque somos amantes le tengo aprecio a Yaren, claro que mientras ninguno de los dos encuentre a su pareja podemos divertirnos no está prohibido.
Sonrió al dar con los dos hombres que actuaron junto al traidor.
—Esa sonrisa me dice que diste con ellos —Tomó el móvil y le mando la descripción de los hombres a Edril, para que me los lleve al mismo lugar de anoche. —Son humanos no es así.
—Sí, pero ellos sabían a lo que se enfrentaban supongo —Terminó el desayuno y tomó una ducha, me visto. —Nos vemos Yaren —me despido.
—Ten cuidado Naín —dice dándome un abrazo.
—Siempre trato de tenerlo —Le doy un beso con sabor a deseo, pero el deber llama.
Salgo del apartamento, subo al auto y este me lleva al mismo paraje de anoche.
—¿Alpha qué piensa hacer con ellos?
—Sacarle información y si no funciona darle el susto de sus vidas.
—La apoyo Alpha, ya estoy harto de todo esto —Dice mi beta.
Entró al almacén solitario y olvidado, los miro a ambos.
—Me dirán lo que quiero saber o sufrirán la mayor tortura que han imaginado —Pongo el estuche de pinzas en la mesa.
—¿Por qué estamos aquí señora? —pregunta uno.
—Aquí yo hago las preguntas y ustedes responden, estamos, asientan si entendieron—.
—No puede obligarnos a decir nada, usted no puede hacer nada —Sonrió.
—No voy a perder mi tiempo con dos humanos cobardes —Le hago la seña a Edril para que de inicio a la tortura.
Mi padre nos enseñó el arte de tortura japonesa y rusa, esas torturas milenarias que utilizaban hace siglos.
Edril toma una pequeña pinza, toma la mano de uno de los hombres.
—Por cada respuesta mal dada perderás uno de tus preciados dedos —Edril pone la pinza en el dedo meñique y la aprieta, el dedo es cortado, el hombre grita de dolor. —El próximo será él tuyo —dice señalando al otro hombre.
—Siguiente pregunta ¿quién los contrató?
—No lo sabemos, el señor solo nos dio indicaciones —Dice uno.
—En qué consistía su trabajo.
—No lo sabemos.
—Respuesta equivocada —Es obvio que sí lo sabían.
Edril agarra otra pinza y toma la mano del otro hombre, este me mira con súplica.
—Hablen ya mi paciencia se agota.
—Lo diré todo, pero quiero que ayude a mi familia por favor ellos nos van a matar.
—Bien, hablen dependiendo de la información ofreceré mi ayuda a su familia —Tomó asiento frente a ellos.
—El señor Lamier, llegó con nosotros, como somos los cargueros nos ofreció dinero para poner las cajas en el contenedor, según lo que contenía era inofensivo, no sabemos quién fue el que dio la orden, nosotros solo recibimos órdenes del señor Lamier se lo juro por mi vida.
—Tu le crees Deka—.
—Sí, su sangre huele a miedo.
—Ya lo creo debemos actuar con su familia.
—Nunca vieron a alguien más además del señor Lamier —Niegan. —Vieron que no fue tan difícil.
—Mi familia.
—Ya van por ellos, saldrán esta noche, donde me enteré de otras cosas los busco y yo misma los mato —Mi mano se convierte en garra. —No querrán esto atravesando su pecho —Me levantó y salgo de ahí.
Voy a la naviera, en la noche como lo prometí hago que los hombres y su familia se marchen a otro país.
—Este enemigo tiene mucho alcance Alpha Naín.
—Ya lo sé Edril, no nos enfrentamos a solo unos perros desertores y vampiros sin escrúpulos, esos solo son señuelos —Regresamos a la manada.
Los días siguientes estuve investigando cualquier indicio para dar con las personas que me quieren hacer daño, pero nada, no tenemos nada, no me queda de otra que seguir con mis obligaciones de la manada y las empresas.
—Naín, escúchame debes delegar tus obligaciones a un hombre que pueda lidiar con este problema, luego que la tormenta pase vuelves a retomar tu papel de Alpha.
—No, ya te he dicho mil veces que un tonto matrimonio no es la solución.
—Si lo es Naín, piensa bien las cosas, puedes casarte con algún Alpha, uno que esté soltero claro que solo sería por un tiempo.
—Todos los buenos Alpha ya están casados y no creo que ninguno acepte un convenio de separación de bienes y más si se trata de la naviera más importante del mundo.
—Eso solo son minimises Naín, hay varios Alpha fuertes que aún no han encontrado sus destinadas y son buenos partidos.
Si mi tío no deja de insinuar que la solución sería contraer matrimonio con un lobo fuerte o mejor dicho un Alpha.
—Que no, no me voy a casar con un lobo y menos un Alpha, y menos si no es mi mate...
Nain.—Que no, no me voy a casar con un lobo y menos un Alpha, y menos si no es mi mate. —Eso solo será hasta que todo esto pase. —¿Qué clase de Alpha seré si delegó mis obligaciones a otro Alpha? Te has puesto a pensar en ello, como ves no soy muy bien vista por llevar el cargo de una manada tan grande y fuerte, ahora con un matrimonio arreglado como me verán —refuto. —Y eso que, ya has demostrado que eres una excelente líder. —Sí, y si me caso por los ataques no quedaré bien parada, así que no gracias si quieres casar a alguien cásate tú —Me retiro del comedor y me encierro en el despacho. Tal vez si uno fuerzas con algún Alpha pueda dar con este individuo, esa es una mejor solución que contraer matrimonio. Dos días después las alarmas sonaron, otro ataque se estaba dando, esta vez los cazadores, vampiros y lobos venían armados hasta los dientes, varias cabañas fueron incendiadas mientras le hacíamos frente al ataque. —Alpha Naín cuidado
Prólogo.Mi vida no podría ser más caótica de lo que es ¿no?Mi tío él que a estado conmigo durante estos ocho años en los cuales me he hecho cargo de mi manada Blades Moon, como fue bautizada hace siglos, ahora se le ha ocurrido que contraiga matrimonio con uno de los Alfas del norte, no se porque tan lejos, y no es que quiera contraer matrimonio con alguien, si lo hiciera sería con mi destinado y nadie más.Ni siquiera he tenido la dicha de conocer a mi destinado y ya quiere casarme con alguien que he visto solo en reuniones, y eso no es lo malo, ¡oh! No, lo malo es que el tipo me cae de lo peor y creo que el sentimiento es mutuo, además de eso él fue uno de los primeros que se opuso cuando el Alfa Supremo, me cedió el cargo de alfa ya que solo yo podía tomar el cargo.En primera: porque yo tengo la marca que dice que soy la siguiente Alfa y esa marca nadie la puede borrar porque es la marca que designa la diosa luna cuando un nuevo Alfa nace.Segundo: soy la única hija del Alpha an
Pesadillas.Naín. —Papá no mírame —Le gritó por enésima vez. —Papá por favor no me dejes papá —Mis lágrimas salen a cántaros. —Papá quién te hizo esto —Me aferró a su cuerpo, siento que alguien me toma del antebrazo, sin pensarlo saco mis garras y se las entierro en las piernas desgarrando su ropa y su piel. —No te atrevas a tocarme —rujo. —Papá —Lo tomó en brazos, su cuerpo ya está frío. —Por qué diosa luna, por qué te lo llevas ahora. —Lloro sin importarme quien me miré. —Papá, papá.. —Papá, papá —Despierto sudada y agitada.—¿Pesadillas de nuevo? —pregunta mi loba.—Si Deka, ¿por qué siguen ahí dime?—Tal vez porque prácticamente tu padre murió en tus brazos.—Tal vez.Desconecto el link con mi loba, me levanto de la cama y voy al cuarto de baño, para empezar mi día. Antes que nada me presentaré, soy la Alfa Naín Taria Blondel Máncer, soy hija única, tengo doscientos cincuenta años, parezco una joven de veintitrés años y muchos se confunde con mi rostro juvenil, piensan que no p
Naín.¡El olor!—Si nunca lo olvidé, Deka, es el mismo que tenía papá cuando murió.—Eso significa que el mismo que mató a papá anda detrás del ataque.—No solo del ataque Deka, estoy segura que de todos los ataques, sea quien sea vamos a dar con él y vamos acabar con su vida, no importa de qué especie sea los voy aniquilar.—Los vamos a aniquilar.—Alpha ¿que sucede?—Nada —Voy a mantener esto en secreto hasta tener algo en concreto.Tal vez tenga alguien que le ayude desde dentro, se que dentro de mi propia gente hay quienes no me aceptan como su Alfa, por ello no me voy a hechar voy a luchar por mi gente hasta el final.Sigo el olor hasta que lo pierdo, tal vez subió algún auto, lo único que se percibe es el olor a diésel, tal vez sea de los autos de los guerreros.Al terminar de revisar todo el perímetro regresamos al mismo lugar donde empezamos.—Será mejor que regresen a sus puestos, excepto ustedes dos.—Puedo ir Alfa.—No Edril, te necesito en la manada, quiero que estés atent
¡Fue un atentado!Narrador omnisciente.El fuego empezó a cubrir el contenedor, la Alfa aún seguía dentro de él.En cuanto el beta se dio cuenta corrió a socorrerla, entró sin importarle que el fuego le causará lesiones, siguió hasta dar con su cuerpo, la tomó en brazos y la sacó, su cuerpo estaba lacerado, tenía una gran herida en su costado. Salió del contenedor y fue al auto.Subió al auto que estaba esperando y la llevaron a una clínica, aún ella seguía inconsciente.—Mi Alfa despierte por favor —Pedía su Beta, mientras el conductor conducía como un maniático.Al llegar a la clínica la acostaron en una camilla, uno de los doctores se acercó.—¿Qué le sucedió a la Alfa? —Preguntó el doctor.—Ella estaba rastreando no se que, no me dijo y cuando ya estaba en el último contenedor este explotó, al parecer tenía algún dispositivo.—Debería curar, ¿por qué no cura, debería hacerlo? —Dijo el doctor mirando la herida.—Ha perdido mucha sangre —Dijo el beta.—La llevaré al salón, eso de ah
—Tráiganlo ante mi ya —Edril camina hacia la puerta. —Espera Edril llévalo donde nos encargamos de los traidores.—Si Alfa —No quiero manchar mi piso de la sangre de un traidor como él.Tomo mi laptop y la dejó resguardada como siempre, papá me enseñó mantener todo lo importante bien resguardado y de los traidores encargarse lo antes posible, antes que te vayan hacer un daño más grave.Siempre me dijo que para ser un buen líder hay que llevar la delantera de todos tus enemigos, no solo tengo enemigos en el mundo sobrenatural, sino que también los tengo en los negocios, los cuales muchos son humanos, ya que han querido negociar conmigo para hacer sus negocios ilícitos y como me he negado muchos quieren mi muerte.Al llegar a la bodega entro y me acerco donde esta Edril, Tamir y Galo uno de mis mejores guerreros.—Alfa —Agachan la cabeza, paso de ellos y voy directo a mi objetivo.—¿Por qué? —Pregunto él me mira con confusión.—¿Qué sucede Alpha por que me trajeron aquí, que sucede?—Di