Naín.
¡El olor!
—Si nunca lo olvidé, Deka, es el mismo que tenía papá cuando murió.
—Eso significa que el mismo que mató a papá anda detrás del ataque.
—No solo del ataque Deka, estoy segura que de todos los ataques, sea quien sea vamos a dar con él y vamos acabar con su vida, no importa de qué especie sea los voy aniquilar.
—Los vamos a aniquilar.
—Alpha ¿que sucede?
—Nada —Voy a mantener esto en secreto hasta tener algo en concreto.
Tal vez tenga alguien que le ayude desde dentro, se que dentro de mi propia gente hay quienes no me aceptan como su Alfa, por ello no me voy a hechar voy a luchar por mi gente hasta el final.
Sigo el olor hasta que lo pierdo, tal vez subió algún auto, lo único que se percibe es el olor a diésel, tal vez sea de los autos de los guerreros.
Al terminar de revisar todo el perímetro regresamos al mismo lugar donde empezamos.
—Será mejor que regresen a sus puestos, excepto ustedes dos.
—Puedo ir Alfa.
—No Edril, te necesito en la manada, quiero que estés atento a mi tío, entretenerlo hasta que yo llegue —Si es que llega.
—Si alfa.
—Vengan —Les ordenó a dos de los Centinelas.
Subo al auto y ellos también, quiero ver de dónde vienen las marca de los neumáticos.
Conduzco hasta la salida que hay en el extremo sur, casi no se usa este camino.
A lo lejos veo la marca de los neumáticos y los sigo la hierva esta aplastada por las llantas.
Sigo su rastro hasta salir a la calle principal. El rastro se pierde ya que no se para donde tomaron, los olores se mezclan por los autos que pasan por aquí.
—Regresemos no encontraremos nada aquí.
—Podría decirnos que busca Alfa—.
—Un rastro, pero lo perdí, crees que aún conserven las ropa que usaban los muertos que encontraron en los extremos.
—Tal vez no Alfa, esos cuerpos fueron quemados.
—¿Quién dio esa orden?
—No sé Alfa, tal vez su tío —Gruñó.
Voy a tener que hablar con él para que deje de tomar atribuciones que no le corresponden.
Subimos al auto y regresó a la manada, tengo asuntos de la empresa que atender.
Los embarques no esperan a nadie y tengo muchos documentos que firmar y entregar.
Manejar una empresa naviera no es fácil, pero gracias a la diosa papá me enseñó desde los diez años, si les contará el sin fin de profesores que estuve para aprender de todo, pero todo ese tiempo valió la pena, aunque en aquel tiempo me pareció innecesario aprender tantos números, idiomas como tratar las personas, pensé que papá me duraría toda la vida, no fui una hija rebelde, pero quería ser como mis compañeras, no digo amigas porque nunca he considerado a nadie como amiga, solo me trataban por ser la hija del Alfa.
En fin ya no los aburro con mi pasado bajó del auto y entró a la casona.
—Su tío aún no ha llegado, Alfa.
—Mucho mejor, ven te necesito, dentro de tres días tengo que partir a la ciudad y tú tendrás que venir conmigo.
—¿Y la manada?
—Descuida iremos y vendremos.
Entramos al despacho y nos sumergimos en papeles, me la pasó en ello todo el día, comí porque mamá nana trajo la comida al despacho si no, no como.
Pasada las cinco de la tarde Edril se despide y yo decido que es suficiente, tengo que dar otro recorrido por la manada, aún mi tío no llega lo más seguro es que llegue a medianoche, según él lo invitó el Alfa del sur.
Ese Alpha es un engreído y malnacido lo detesto como se que el me detesta a mí.
Salgo del despacho y voy a dar mi recorrido, en el camino saludo a todos en especial a los ancianos y niños, voy al albergue de refugiados, estos son los que todos llaman pícaros, me adentro en el lugar en el cual residen temporalmente pues pronto tendrán su propias cabañas.
—Alpha muchas gracias por todo —Me dice una de las ancianas.
—No hay de que, podrán contar conmigo cuando lo necesiten, en un mes estarán en sus cabañas listas para ser habitadas.
—Usted es una gran Alfa, lo único que le quisiera pedir es que se cuide, alguien quiere hacerle daño.
—Gracias, siempre ando con un ojo atrás y otro adelante Leila.
—Ahora es cuando más se debe cuidar, ellos saben que usted ha demostrado ser una mujer digna de ser la Alfa y guía de Blades Moon —La miró con curiosidad. —Cuídese mucho Alfa Naín.
—Lo haré lo prometo —Saludo a todos y después de compartir la cena con ellos término de dar mi recorrido.
Regreso a casa y subo a mi habitación, me doy una ducha, luego contesto algunos correos de algunos clientes, a veces se dan algunos contratiempos con ellos, pero es algo que se escapa de mis manos.
Ya cuando mi cuerpo dice no puedo más dejó todo y me acuesto a dormir...
Día siguiente.
Todo amanece normal el día de hoy, siempre es así, se da un ataque cualquier día y luego todo está tranquilo y normal como si nada sucediera.
Después de ver todo en la manada regreso a casa, me ducho me visto y bajo a tomar el desayuno, me encierro en el despacho y me sumerjo en los papeles.
Un olor muy reconocido se hace presente, aquí viene con alguna noticia.
—Buenos días, cómo amaneció mi hermosa sobrina el día de hoy —levanto la vista.
—¿Estoy ocupada que quieres?
—Así le hablaras a tu tío.
—¿Qué noticias traes el día de hoy?
—Supe del ataque, como estas no te hirieron.
—No, estoy sana y salva, no podrán derrocarme si eso es lo que buscan, quieren pelea; tendrán que hacer mucho más que inútiles ataques.
—Te tengo una propuesta para ello, Naín —mi ceño frunce.
—Propuesta tío Hannibal, no creo que una propuesta sea la solución para estos ataques.
—No Naín, piénsalo qué tal si te casas con uno de los Alfas más fuerte, él podrá proteger esta manada —arqueo las cejas.
—¡¿Casarme con un Alfa?! Estás loco, por la diosa en qué mundo vives, eso no ayudará en nada.
—Si lo haría Naín, un hombre en representación de Blades Moon sería la solución a tus problemas, siempre estaremos en el ojo de la tormenta por qué eres una mujer, pero si unes fuerzas con un hombre de influencias podrás estar en paz —Sonrió.
—Así que tu “pensar”—Hago comillas con los dedos. —es que un hombre es la solución, y que los ataques es porque nadie quiere que una mujer lidere una manada, en verdad crees eso —Asiente. —sabes que vete al mismo infierno Hannibal, esa solución es tan estúpida, no voy a casarme con nadie y mucho menos por los ataques o por lo que sea, métete eso en la cabeza, ahora sal de aquí.
—Pero Naín, piénsalo bien, hay varios Alfa que están dispuestos a unir su vida a ti, a ellos no les importa si eres su mate —Lo miró fijamente, las garras y colmillos salen a relucir.
—Que no entiendes, ¡vete! —Le gritó.
—Lo hablaremos cuando estés calmada —Lo ignoro y sigo con mis cosas....
Dos días han pasado y mi tío que según quiere mi bien no deja de hablar sobre unir mi vida con algún Alfa, estoy harta de escucharlo, no quiero unir mi vida a nadie, a menos que no sea mi mate y aún no lo encuentro.
Mejor olvidó ese tema para que Deka no se altere, a ella tampoco le está gustando la idea.
Hoy tengo que revisar unos embarques en la naviera y algunos contenedores, no me gusta mandar mercancía a otros países o continentes que contengan cosas ilícitas, por eso Naviera Blondel es muy reconocida en todo los países que utilizan nuestros servicios.
Me visto, me peino y maquillo para ir al puerto.
Después de verme al espejo bajo me despido de nana y salgo, Edril ya está en la puerta tan puntual como siempre, le lanzó las llaves y las apaña.
—Serás mi conductor designado —Paso a su lado y abro la puerta de copiloto y subo, Edril, pone el auto en marcha....
Dos horas después aparca en el estacionamiento del edificio de las oficinas.
Vamos a la parte trasera donde están todos los contenedores y los buques de carga, soy dueña de más de doscientos buques, sin contar los barcos de turismo o como les dicen cruceros.
—Buenos días señorita Blondel.
—Buenos días Claudia —Voy a donde están los trabajadores y los saludos.
Miro mi reloj.
—Bueno empecemos —digo.
Camino a uno de los contenedores y me pongo a olfatear cualquier olor que no sea proveniente de las mercancías que se transporta.
El primer contenedor está limpio así que doy la orden de que lo muevan y lo coloquen en el buque que lo llevará a su destino.
Pasada las once de la mañana ya hemos revisado varios contenedores, me meto en uno antes de ir almorzar, empiezo a olfatear hasta que me llega ese olor tan peculiar en una de las cajas, hay algo que hace un pitido.
Convierto mis manos en garras y empiezo a destrozar el cobertor de las cajas.
El pitido se hace más intenso, empiezo a desesperarme, no se porqué esta caja tiene tanto cobertor.
El pitido se hace más incesante a cada segundo, hasta que de pronto se hace un pitido largo y de pronto una especie de chispa sale de la última caja para luego darle paso al fuego, salgo volando por la explosión, esta me lanza a unos cinco metros tal vez, mi cuerpo es impactado contra la pared de metal, lo poco que logro ver es el fuego cubrir todo dentro del contenedor.....
¡Fue un atentado!Narrador omnisciente.El fuego empezó a cubrir el contenedor, la Alfa aún seguía dentro de él.En cuanto el beta se dio cuenta corrió a socorrerla, entró sin importarle que el fuego le causará lesiones, siguió hasta dar con su cuerpo, la tomó en brazos y la sacó, su cuerpo estaba lacerado, tenía una gran herida en su costado. Salió del contenedor y fue al auto.Subió al auto que estaba esperando y la llevaron a una clínica, aún ella seguía inconsciente.—Mi Alfa despierte por favor —Pedía su Beta, mientras el conductor conducía como un maniático.Al llegar a la clínica la acostaron en una camilla, uno de los doctores se acercó.—¿Qué le sucedió a la Alfa? —Preguntó el doctor.—Ella estaba rastreando no se que, no me dijo y cuando ya estaba en el último contenedor este explotó, al parecer tenía algún dispositivo.—Debería curar, ¿por qué no cura, debería hacerlo? —Dijo el doctor mirando la herida.—Ha perdido mucha sangre —Dijo el beta.—La llevaré al salón, eso de ah
—Tráiganlo ante mi ya —Edril camina hacia la puerta. —Espera Edril llévalo donde nos encargamos de los traidores.—Si Alfa —No quiero manchar mi piso de la sangre de un traidor como él.Tomo mi laptop y la dejó resguardada como siempre, papá me enseñó mantener todo lo importante bien resguardado y de los traidores encargarse lo antes posible, antes que te vayan hacer un daño más grave.Siempre me dijo que para ser un buen líder hay que llevar la delantera de todos tus enemigos, no solo tengo enemigos en el mundo sobrenatural, sino que también los tengo en los negocios, los cuales muchos son humanos, ya que han querido negociar conmigo para hacer sus negocios ilícitos y como me he negado muchos quieren mi muerte.Al llegar a la bodega entro y me acerco donde esta Edril, Tamir y Galo uno de mis mejores guerreros.—Alfa —Agachan la cabeza, paso de ellos y voy directo a mi objetivo.—¿Por qué? —Pregunto él me mira con confusión.—¿Qué sucede Alpha por que me trajeron aquí, que sucede?—Di
Los cómplices.Naín.Subí al auto y pedí que me llevarán al apartamento de Yaren no tengo contemplado regresar a la manada hasta dar con los otros dos humanos que estuvieron de cómplice con el lobo traidor, de sólo pensar me dan ganas de revivirlo y destrozarle la cabeza y echárselo a los buitres carroñeros, pero ni eso merece el maldito desgraciado, él era casi la mano derecha de mi padre.—Maldito infeliz hijo perra—. Masculló más que molesta.—Hemos llegado Alpha.—Gracias estén pendientes —Salgo del auto y subo al ascensor.Tendré que hacer una revisión exhaustiva de todo mi personal de trabajo.No tengo que tocar la puerta por qué está abre de una vez. —Por la diosa Naín tienes sangre.—Por eso te pedí que prepararas la ducha.—¿Lo mataste con tus propias manos?—Si Yaren, lo maté yo.—Alguien más no pudo hacerlo.—No, soy la líder la que planea y ejecuta.—Ven, necesitas deshacerte de ese peso que llevas encima.—Si hubiera sido hombre no hubieras dicho eso, ¿verdad?—No, pero
Nain.—Que no, no me voy a casar con un lobo y menos un Alpha, y menos si no es mi mate. —Eso solo será hasta que todo esto pase. —¿Qué clase de Alpha seré si delegó mis obligaciones a otro Alpha? Te has puesto a pensar en ello, como ves no soy muy bien vista por llevar el cargo de una manada tan grande y fuerte, ahora con un matrimonio arreglado como me verán —refuto. —Y eso que, ya has demostrado que eres una excelente líder. —Sí, y si me caso por los ataques no quedaré bien parada, así que no gracias si quieres casar a alguien cásate tú —Me retiro del comedor y me encierro en el despacho. Tal vez si uno fuerzas con algún Alpha pueda dar con este individuo, esa es una mejor solución que contraer matrimonio. Dos días después las alarmas sonaron, otro ataque se estaba dando, esta vez los cazadores, vampiros y lobos venían armados hasta los dientes, varias cabañas fueron incendiadas mientras le hacíamos frente al ataque. —Alpha Naín cuidado
Prólogo.Mi vida no podría ser más caótica de lo que es ¿no?Mi tío él que a estado conmigo durante estos ocho años en los cuales me he hecho cargo de mi manada Blades Moon, como fue bautizada hace siglos, ahora se le ha ocurrido que contraiga matrimonio con uno de los Alfas del norte, no se porque tan lejos, y no es que quiera contraer matrimonio con alguien, si lo hiciera sería con mi destinado y nadie más.Ni siquiera he tenido la dicha de conocer a mi destinado y ya quiere casarme con alguien que he visto solo en reuniones, y eso no es lo malo, ¡oh! No, lo malo es que el tipo me cae de lo peor y creo que el sentimiento es mutuo, además de eso él fue uno de los primeros que se opuso cuando el Alfa Supremo, me cedió el cargo de alfa ya que solo yo podía tomar el cargo.En primera: porque yo tengo la marca que dice que soy la siguiente Alfa y esa marca nadie la puede borrar porque es la marca que designa la diosa luna cuando un nuevo Alfa nace.Segundo: soy la única hija del Alpha an
Pesadillas.Naín. —Papá no mírame —Le gritó por enésima vez. —Papá por favor no me dejes papá —Mis lágrimas salen a cántaros. —Papá quién te hizo esto —Me aferró a su cuerpo, siento que alguien me toma del antebrazo, sin pensarlo saco mis garras y se las entierro en las piernas desgarrando su ropa y su piel. —No te atrevas a tocarme —rujo. —Papá —Lo tomó en brazos, su cuerpo ya está frío. —Por qué diosa luna, por qué te lo llevas ahora. —Lloro sin importarme quien me miré. —Papá, papá.. —Papá, papá —Despierto sudada y agitada.—¿Pesadillas de nuevo? —pregunta mi loba.—Si Deka, ¿por qué siguen ahí dime?—Tal vez porque prácticamente tu padre murió en tus brazos.—Tal vez.Desconecto el link con mi loba, me levanto de la cama y voy al cuarto de baño, para empezar mi día. Antes que nada me presentaré, soy la Alfa Naín Taria Blondel Máncer, soy hija única, tengo doscientos cincuenta años, parezco una joven de veintitrés años y muchos se confunde con mi rostro juvenil, piensan que no p