Estoy en shock, la familia se acerca a felicitarnos y Diamante me coloca un velo y me da un hermoso ramo —hermosa, ¡te espero en el altar camino del brazo de mi madre hasta el altar!

— estoy sudando, no puedo creer que esto esté sucediendo justo hoy, ¿cómo se les ocurre sorprender así a una mujer embarazada de trillizos? No puedo para de llorar, es difícil hacer esto en este momento. Mi cuñada retoca mi maquillaje y suena marcha nupcial, mi padre se acerca —hija, hoy es tu gran día, ¿está segura de esto? —ja, ja, ja, padre, no voy a rechazar a mi prometido, ¡estoy muy segura de querer casarme con el padre de mis hijos!

— ¡eres feliz! —¡Soy la mujer más feliz en la tierra! No existe hombre en esta tierra que pueda amarme y respetarme como él lo hace.

— esto ha sido muy difícil para mí eres mi princesa, pero he sido testigo del gran amor que Leander y su familia te tienen, así que tienes mi bendición, te amo y siempre podrás contar conmigo— gracias, papi esto significa mucho para mí —