Mundo ficciónIniciar sesión
Capítulos relacionados
Sí me planta lo mato
Esta bendita mujer no responde, yo siento que mi corazón va a salir por mi boca, ¡juro que si me deja plantado la mato a ella y a su familia!—me quedé en shock, cuando Leandro aceptó, creo que mis esperanzas estaban puestas en él, prefería mil veces que me dejara plantada en el altar, así que cuando el cura me hace la pregunta no encuentro palabras. Les juro que trataba de hablar, pero es que simplemente no me salía la voz, no sé cuánto tiempo pasó, lo cierto es que ya se escuchaban, murmullos en la iglesia, Leandro apretó fuertemente mi mano, tanto que sentí que me la partiría y eso me hizo hablar. —¡sí, acepto! Luego de pronunciar esas palabras se escucha un alivio colectivo en toda la iglesia, quería quitar mi mano de la suya, ya que me dolía mucho, pero tocó ponernos los anillos, así que lo hice fingiendo felicidad. —¡con este anillo te desposo a ti, Leandro, prometo estar contigo hasta el último día de mi vida! —¡con este anillo te desposo a ti, Valeria, prometo estar contigo
La recepción
Luego de platicar con Valeria, estuve de buen humor, porque recordé la sorpresita que le tengo para la noche de bodas, estuve en todo momento a su lado, saludamos a todos los invitados. Nos tocó bailar el vals, donde me mostré muy romántico y enamorado, le di algunos besos y los invitados estaban eufóricos pensando en la hermosa pareja que somos, luego colocaron música y todos empezamos a bailar, debo decir que a pesar de las circunstancias me estaba divirtiendo mucho ¡total esta será mi única boda! —la estamos pasando muy bien, los cantantes invitados han subido y bajado de la tarima, las personas no paran de comentar lo fabulosa que está la fiesta y eso me hace sentir tan orgullosa, cumplimos con sus expectativas, mis suegros están rebosantes de felicidad, al igual que mis cuñados. No sabía que fueran tan divertidos, no aguantaba los pies, bailar con tacones, me estaba matando, pero no tenía escapatoria, Leandro no me dio descanso, bailamos cada canción que sonó.—cuando llegó la h
La señora
¿Realmente crees que tener a un hombre casado en tu cama es un logro? Me imagino que ese es tu objetivo de vida Analí ¿o me equivoco? Y sabes que en muchas cosas tienes razón, yo soy muy diferente a ti, primero porque nunca he tenido que perseguir a un hombre, eso es algo que me parece muy bajo para una mujer tan hermosa como yo. Una mujer cotizada en las pasarelas del mundo, una que se ha consagrado como la mejor modelo de la casa de modas más famosas de Italia. ¿Cómo podría yo estar detrás de un hombre? ¡Mi objetivo en la vida está muy lejos de ser una muñeca sexual para hombres, o mejor dicho ser el juguete sexual de todos los hombres de sociedad! ¿Por qué eso es lo que eres tú o me equivoco? He podido ver algunos de tus videos y fotos en redes sociales, déjame decirte que no envidio para nada tu fama, lo que sí me parece absurdo e irracional es que no cobres por la profesión que ejerces… serías un poco más respetada si cobraras a la hora de tener sexo con tres, cuatro o cinco hom
Noche de bodas
Nos despedimos de la familia y subimos a la limusina, en este momento mis nervios están al máximo, ¿no sé qué es lo que me espera esta noche con Leandro? Lo único que tengo claro es que debo ser fuerte. Él juró que me iba a doblegar y eso nunca sucederá, no le daré ese poder, así que veremos qué pasa. —cuando estoy sentado en la limusina, coloco mi cabeza en el asiento, trato de hacer ejercicios de respiración para calmar toda la ira que tengo, las ganas de ir a matar a Analí no se me han quitado, ¿cómo se atrevió a tanto? Nuestra relación siempre ha sido de amistad, siempre hemos follado. Pero eso nunca intervenía en nuestras vidas personales y mucho menos en público, pero debo pasar la página porque al fin llegó el momento de darle su escarmiento a Valeria. Muero por ver su cara al entrar a la habitación, vamos todo el camino en silencio, el hotel queda muy cerca, en realidad creo que serán unos 10 o 15 minutos de camino.—cuando la limusina estaciona, mis nervios aumentan… Leandro
Noche de bodas 2
Cuando mi esposa obtuvo el cuarto orgasmo decidí parar, su coño estaba bastante rojo y eso me llenó de orgullo, su cuerpo estaba totalmente sudoroso, desaté sus pies y sus manos. Pero no quite la corbata de su boca, la cargué y la coloqué en el arnés que cuelga del techo, luego de tenerla justo como la quería, tomé mi miembro y lo guíe hasta su entrada, estaba tan empapada que esto parecía la gloria, así que me dejé llevar… Subía y bajaba mi ritmo cada cierto tiempo. Eso la tenía frustrada, pero seguí con mi tarea por largo rato, luego salí de ella, tomo la fusta y comencé a dar pequeños golpecitos en su coño, pensé que a estas alturas ella se rendiría, pero sus ojos me demostraron todo lo contrario. Estaba excitada y fascinada con lo que estaba sucediendo, eso me sorprendió y me sacó de lugar, ya que mi idea era castigarla, romperla hasta el punto de que ella pidiera el divorcio, así que tendré que ser un poco más rudo. Di pequeños azotes por todo su cuerpo, en especial por su redon
Disfrutando la noche
Salimos del jacuzzi, nos colocamos las batas de baño, luego serví un poco de champán, como mi esposa tenía hambre, fuimos a la sala de estar y comimos los refrigerios que había, ya está por amanecer… se puede ver por las ventanas de la habitación. Mis manos no se pueden quedar quietas, recorren el cuerpo de mi mujer desnuda, así que acarició ciertas partes y ella gustosa se deja hacer, como quiero probar sus límites, decido retarla un poco, ¡arrodíllate ante mí! Ella me observa y solo levanta sus cejas, pero no dijo nada, luego me lanzó una sonrisa, y se arrodilla ante mí, ¡joder si ella supiera todo lo que soy capaz de hacerle en estos momentos! No necesito decirle nada por qué ella sola se acerca a mi miembro, comienza a jugar con él, ¡abre la boca Valeria! Lo hace y yo introduzco mi pene hasta el fondo, me sorprende que ella no se queja, ni trata de alejarme, así que tomo su cabello entre mis manos y comienzo a follar su boca sin contemplación, pero ella decidió tomar el control d
Despertar
Me despierto y no me puedo mover, todo mi cuerpo duele y mucho, hasta respirar me duele, nunca en mi vida había tenido una sesión de sexo tan ardiente y activa como esta. Bueno, en realidad nunca había hecho estas cosas, todo fue culpa de Leandro, aunque no me quejo, esta experiencia fue maravillosa, me abrió los ojos ante un mundo que no sabía que existía. Wow no puedo creer todo lo que me estuve perdiendo, ahora entiendo bien por qué las mujeres persiguen a mi esposo, sería estúpido no hacerlo, ya entiendo por qué la hija de Versace armó ese numerito en la boda. Sin importarle su reputación y es obvio que después de haber estado con un hombre así no se conformara con Luigi y más ni entiendo que hacía perdiendo el tiempo con él en ese baño. Es algo que yo nunca haría teniendo a semejante hombre como es Leandro por Dios, ahora sé con certeza que tomé la decisión correcta, este hombre tenía que ser mío, toco la cama y no lo siento. Así que volteo y no lo veo en la habitación, me imagi
Destrozada
Caí al piso mientras mi suegra me abrazaba, me quería morir… para mí ahora nada tiene sentido y no estoy así por amor, estoy así por las ofensas que me han hecho, en menos de quince días dos hombres se han atrevido a faltarme el respeto de una manera casi inhumana. Lo peor de todo es que ni siquiera puedo refugiarme en los brazos de mis padres o en las cuatro paredes de mi habitación, así que solo me queda confiar en mi nueva familia. — ¡me buscan a Leandro en este maldito momento! —no, padre, no permitiré que sigas resolviendo los problemas de Leandro, él ya es un hombre, uno que no quiso aprender y tampoco aceptaré que lo traigas para que la vea humillada, él ya hizo suficiente, así que espero que tú y mi madre se mantengan al margen de esto. Estos son problemas de marido y mujer, será asunto de Leandro si quiere o no dañar su matrimonio y aunque suene mal es asunto de Valeria si ella decide perdonarlo en algún momento o no. Ahora lo único que deben hacer es apoyarla a ella y ayud