BASTIANLos días han pasado muy rápido, hoy es mi boda, uniré mi vida para siempre con la de Natasha, quise salir a celebrar un día antes, pero ninguno de mis mejores amigos aceptó. Dicen que mi boda no es algo que haya que celebrar, solo bebí unos tragos con unos viejos conocidos y eso fue todo.—¡Hasta que por fin aparecen! —les digo llevando los brazos al cielo en señal dramática.—Somos los padrinos y se supone que debemos estar aquí, date por bien servido.—Deberían dejar de portarse como un par de niños, me voy a casar, acepten que uniré mi vida a la de Natasha hasta puede que me dé hijos, por ende, sus sobrinos.La cara de disgusto que ambos ponen me exasperan, parecen par de mocosos haciendo berrinche.—Solo dinos dónde nos paramos, qué hacemos o qué decimos, estamos cumpliendo por los años de amistad, pero no quiere decir que estemos de acuerdo con tu locura, solo quisiera que pasara un milagro y...—Vamos, que debo entrar con ustedes —les digo tratando de zanjar el tema y qu
VICTORIALa ciudad está muy fría, pero es hermosa a la vez, es como estar en una película de navidad.—Mami, esto es Rusia —me dice mi pequeñín, que tengo de mi mano, mira hacia todos lados, al igual que yo. Cuando de pronto veo a un hombre vestido de traje, con un letrero donde está mi nombre, le hago una señal con la mano y viene hacia mí, ayudándome con las maletas. Su inglés no es muy ¡bueno, pero logro entenderlo.—Al hotel, ¿verdad, señora?—No, a una iglesia— Miro el móvil que he ajustado la hora y mis manos tiemblan, mis piernas no dejan de moverse, no sé si llegare a tiempo, el vuelo tuvo retrasos, me imaginé mil y un escenarios, llegando hacía ese lugar y haciéndolo desistir de esa locura, sin embargo, sé que falta poco para que la ceremonia termine, si tengo que interrumpir en esa iglesia y gritarle que no se case entonces lo haré, tengo que dejar la vergüenza a un lado, debo pensar en que lo amo y que él debe entenderme.Le doy la dirección y me dice que está un poco lejos
BASTIANCuando cargué a mi hijo entre mis brazos, sentí un millón de sensaciones, lo miré expectante, su pequeña nariz, sus hermosos ojos. Claro que veía en él a mí, de pequeño, él también no dejaba de observarme.—¿Te puedo decir, papá? — Su tierna voz, llega hasta lo más profundo de mi pecho, solo somos él y yo, no hay nadie más a nuestro alrededor.—Claro, si soy eso, tu papáMi mirada se posa en la mujer que me oculto la verdad tanto tiempo, no entiendo por qué guardó un secreto de este tipo así, como fue capaz de hacer algo tan monstruoso como eso, ocultarme su existencia, hacer que me pierda los momentos más importantes de su vida, no puedo evitar que una lágrima corra por mi rostro, pero él con sus pequeños pulgares la seca.—No llores, papi, yo te voy a cuidarBeso, su mejilla, con todo el amor que jamás pensé que mi corazón pudiera albergar por alguien, pero luego recuerdo que delante de nosotros está la mujer que me apartó de mi hijo y que a la vez es la única mujer que alg
VICTORIAMi corazón se me quiere salir del pecho, debo sostenerme el torax para poder controlarme. Sé que debo calmarme, porque de lo contrario esto no acabará bien. Dicen que uno no debe arrepentirse de las decisiones que tomas porque eso te hacen quien eres, pero daría lo que fuera por regresar el tiempo y no dejarme dominar por la depresión, por la tristeza de la perdida, dañe a quien menos culpa tenía en todo esto, mi pequeño Ángel, su inocencia, además está él, me odia, desprecia y con toda la justa razón, les robe a ambos lo que pudo ser algo maravilloso—¡Cómo pudiste! — Me grita y sé que tiene toda la razón, las lágrimas salen de mis ojos, como cascadas. Esto es mucho peor de lo que pensé que sería, me sentía fuerte, valiente y capaz de enfrentarlo, pero no puedo ni mirarlo a la cara.—Por favor, no me grites, no me siento bien.—Encima, con objeciones, muy bien, Victoria, con toda la paciencia del mundo, pue des ex pli car me ¡qué mierda hiciste! No seas tan cínica en pedir p
BASTIAN—¡Cómo se atrevieron a callar! ¿Un hijo? ¡Tienen una maldita idea de lo que eso significaba!—Primero te calmas, no nos grites, por las decisiones que tú tomaste. ¿Recuerdas?—No me interesa saber nada de lo que tenga que ver con ella.—Pero esto ... —¡Qué no! Mira, Mika, puedes ser mucho mi mejor amigo, casi como un hermano, pero no voy a dejar que se metan en mis decisiones. Dije que no quería saber nada de ella y punto.—Estoy seguro de que te vas a arrepentir—Drago, ¡cállate! No sigan con lo mismo, de lo contrario olvídense de mí.Se atreven a recordar mis propias palabras, ¡Carajo! Se trata de mi hijo, mi padre tiene justificación, pero ¿ellos?, Drago, era consciente de lo que sentía por ella, en cambio, guardó silencio.—¿Qué piensas hacer?—Claro que voy a ponerle una demanda, primero para ponerle mi apellido y segundo la patria potestad de Ángel, ella lo tuvo tres años y entonces me toca a mí.Lo digo como si nada, pues es la verdad. Ella se atrevió a clavarme un puñ
VICTORIAMi corazón siente partirse en dos, sé que está enojado conmigo y con justa razón, que más que enojado, está furioso porque le oculté a Ángel, pero intentar ¿quitármelo? Es como arrancarme una parte de mi cuerpo, eso no lo voy a permitir. Por más que su mirada no destila amor hacia mí, algo debe haber dentro, que le grite que eso me va a matar.—Bastian, te estoy preguntando: ¿Me lo hubieras quitado?—Sí.—¡Niño! — Le grita su nana y yo tengo que sostenerme del marco de la pared, sus ojos, su mirada, me dice que no es una broma.—Arrancar a un hijo de los brazos de su madre, es una abominación.—¿Y lo que tú hiciste? Digno de aplaudir, seguramente, No soy el mismo de antes, no tengo por qué tenerte contemplaciones, solo porque eres mujer, para mí solo eres quien me clavo un puñal por la espalda de la manera que nunca imagine—Lo dice tan tranquilo, tomando un jugo, para luego acercarse a mí de una manera amenazante antes que su nana logre interponerse alcanza a decirme tan pega
VICTORIANo pude soportar estar un segundo más en el mismo espacio donde este Bastian, a primera hora de la mañana tome el avión que tenían a mi disposición y me marche, me despedí del señor Jackson, Bastian se despido de su hijo, sin embargo, ni se atrevió a verme, si lo hacía, no me iba a controlar, hundo las uñas a mis propias manos.—Es promesa de meñique ¿Verdad?—Promesa de meñique campeón, te prometo que pronto estaré por allá, te llamaré todos los días ¿Está bien? Debo hablarlo con tú ….—Comunícate a través de mis abogadosSiento la rabia invadir mis venas, no puedo evitarlo, no se merece que tenga consideración si ni siquiera es capaz de disculparse, yo sí tengo que agachar la cabeza porque me equivoque y ¿Él?—Entonces que así sea.—Sí, ni la pude ver, pero me escribió. Está bien, dijo que, en unos días, tiene libre.—Qué bueno, después de estar aislada del mundo, un poco de aire merece— Estoy hablando con Valeriy, sobre Charlotte, antes de irme le pedí un favor algo des
BASTIANYo la observo mientras arregla su cabello, siempre ha tratado de lucir perfecta, está acostumbrada a un estilo de vida que yo he ayudado a promover, aún recuerdo cuando la conocí.—Un hombre como tú no puede estar solo en una noche tan hermosa.—Solo viene a tomar un trago.—La soledad no es buena compañera, deberíamos tomarlo juntos, así nos hacemos compañía. Soy Natasha Lemos, vine de vacaciones a la ciudad.—Yo por trabajo.Sus ojos negros y su larga caballera llamaron mi atención, tan distinta a ella y eso buscaba, de un momento a otro me gustaba que alguien me admirara, que se preocupara por cosas de mi entorno, mi estilo de vida, cuando la llevaba del brazo todos la alababan, me decían que era muy afortunado de tener una mujer tan hermosa a mi lado.—Eres un maldito suertudo, tu novia es perfecta, te hará bien una mujer como ella en nuestro círculo.Comentarios como esos, he oído hasta decir basta en las reuniones a las que la he llevado. —¿Cuándo sale tu vuelo?