BASTIAN—Quiero estar dentro de ti, por favor te lo suplico—Le imploro a señal de ruego, como si ella fuera una deidad y yo su más fiel siervo y en realidad para mí lo es, estoy cometiendo una locura, mientras mi boca se pega a su rostro tan cerca de sus labios, que puedo sentir su aliento combinado con el alcohol, le pedí que se detuviera, pero no lo hizo, no pude evitar sucumbir ante sus besos, sus manos tocando mi pecho, es la mujer que amo no puedo evitar querer poseerla, luche conmigo mismo, luche de verdad lo hice con estas ganas, no quiero traicionar a nadie, pero me estoy traicionando a mí mismo, las noches en vela, pensando en esto una y otra vez, las veces que me he tenido que autocomplacer en esta misma ducha, vaciar mis fluidos de solo imaginar su boca en mi polla. O mi polla dentro de ella, sentirla con mis dedos no es suficiente, tocar su centro y oírla gemir a mi causa, no basta, no me llena. Quiero más, quiero romper las barreras de lo correcto.—No te detengas —. Sus
VICTORIACuando despierto, siento como si algo me impidiera moverme y fuerte dolor de cabeza en forma de punzada me ataca, cuando veo a mi alrededor me doy cuenta de que no es mi recámara ¿Entonces? Pero mi duda se esfuma cuando a mi lado y con el dorso desnudo está un cuerpo de hombre, me tapo la boca producto de la sorpresa y angustia, ¡No puede ser cierto! Grito para mis adentros, retrocedo presa del pánico y sin darme cuenta caigo de bruces al suelo y hago que se despierte.—Victoria, ¿Qué sucede? — Abre los ojos como platos y corre a ayudarme, pero no se lo permito, no puedo dejar que me toque, mis ojos se llenan de lágrimas y empiezo a golpearme la cabeza y jalarme los cabellos, esto no puede estar pasando.—¡No puede ser cierto, tú y yo no puede ser cierto!—Cálmate, por favor, no te hagas daño.—¡No me toques, te dije! — Y mi mano se estampa contra su rostro, él me mira con enojo, pero es un sinvergüenza, como se atreve a mirarme de esa forma.—No tienes por qué golpearme, cua
JAMES—No puedes ir en ese estado, estás demasiado alterado, no te hace bien.—Tengo que comprobar que ella está bien —Me desespera la idea de que está enferma, porque sé que es a causa mía, no quiero que ella esté mal, pero como hago o qué más le puedo decir, soy consciente de que la única persona que la ha lastimado he sido yo.—Si ella te ve, te aseguro que harás que se enferme mucho más, deja que yo vaya tú, quédate en el estacionamiento del hospital.MINUTOS DESPUÉS—Se le bajó la presión, al parecer ha estado bajo un estrés agudo, le han recomendado descanso y unas pastillas para los nervios, se quedará unos días aquí hasta que comprueben que no es un peligro—¿La están medicando? ¡Diablos! — Tengo que salir de aquí y tomar su mano, esto no puede estar pasando.—¡Cálmate! — Me impide el paso y lo logra, estoy algo débil y fácilmente puedo ser derrumbado hasta por una ráfaga de viento. —Ella no está sola.Cuando dice aquello, me detengo en seco y un dolor en mi pecho aparece como
BASTIANCuando la vi así de afectada, me nublé por la ira. No pensaba, solo quería que eso que la estaba lastimando se detuviera, JAMES no se esperaba esa reacción de mi parte y mucho menos yo, pero cuando se trata de ella, las cosas no son tan fáciles de explicar. Sin embargo, cuando la vi desmayarse la socorre lo más rápido que podía para que no cayera en el suelo, mientras yo la tenía en mis brazos, JAMES se desesperaba y trataba de que reaccionara, que dijera algo, pero fue en vano, la subí a la camilla y Salí corriendo por un médico, cuando regrese mi corazón se sintió como un pequeño golpe, él besaba su frente y acariciaba su cabello, tenía ganas de golpearlo y alejarlo de Victoria, pero no podía hacer nada, yo no era quien para intervenir y eso ardía por dentro, solo era hombre que la amaba en secreto que se aprovechó de ella cegado por lo que sentía.—Lo siento, señor Jackson, pero la información sobre su estado solo se le puede dar a familiares directos.—Entiendo.Me doy l
JAMES—¿Por qué lloras? Yo no lo estoy haciendo, entonces tú tampoco lo hagas.—Es que eres mi familia, no puedo aceptar lo que digan, soy médico también, pero me niego a aceptar que no hay más posibilidades y que — Se tapó la boca, para no terminar aquella frase, yo tenía las manos en los bolsillos y parado pegado a la pared, la miraba sin poder acercarme y consolarla, no sé cómo hacerlo si yo mismo no encuentro respuestas a como me siento en este momento, acabábamos de salir del consultorio y mi oncólogo me ha preguntado si deseo pasar mis últimos días en un hospital alargando un poco más mis días o en total libertad, solo me quedan menos de tres meses, la medicina alternativa no ha funcionado al igual que la convencional, algo que no le he dicho a Charlotte es sobre una operación que solo me da un cinco por ciento de posibilidades, pero que no asegura que el tumor no vuelva a salir y esta vez con más fuerza, no le puedo hacer esto a mi familia, a ella o a mi querida Victoria.—T
VICTORIA—Él no quería que te enteraras de esta forma —me dice Charlotte, mientras se sienta a mi lado, ambas a la espera de qué noticias hay sobre el hombre que nos une en un sentimiento de esperanza y fe.—¿Hace cuánto es que él lo sabe? Es lo que yo quiero saber.—Hace casi diez meses, todo lo hizo por amor, aunque la verdad, yo en su lugar no me quedaba callada, ha tenido que padecer mucho en soledad, ha tenido que comerse toda esta m****a solo, perdón la palabra, pero me desesperaba cuando lo veía vomitar, o marearse, le decía dile, habla con ella, pero es terco y no quería.Mi corazón duele, me seco las lágrimas con la manga de la blusa. Él se quedó callado para no lastimarme y sé por qué lo hizo, entiendo su temor, oh, mi JAMES, mi amor.—Él pensó que me volvería loca o cometería una locura, ¿Verdad? —Sus ojos se agrandan como platos, como si le hubiera leído el pensamiento, sé que es así, pero él no se dio cuenta de que las personas cambian, yo era una chiquilla de veinte añ
BASTIAN—Padre, te dije que estoy bien.—Llevas semanas aquí, te la pasas de la empresa a la casa, no es que no te quiera aquí, hijo, sabes qué me haces falta, sin embargo, tienes un compromiso con JAMES y su esposa, no te faltaba mucho para terminar.Mientras corto la carne, hoy vine a casa a almorzar con mi padre y mi nana. Sigo como si nada, porque la verdad no me atrevo a decirle la verdad, a confesar de lo que fui capaz de hacer. Estoy seguro de que vería la decepción reflejada en su rostro, los reproches, los que te lo advertí.—La otra semana regresaré a terminar unos pendientes y retomo la presidencia, los viejos cascarrabias ya me la ofrecieron sin necesidad de decirles o amenazarlos.—Entiendo, y en cuanto a esos cascarrabias, viéndose solos, no se podían dar la gran vida que se han venido dando. Sarta de vagos son lo que son, pero hijo siendo sincero, desde que has llegado te veo extraño, es como si algo hubiera pasado allá que no me quieres decir.—Son figuraciones tuyas,
VICTORIA—JAMES está muriendo, el día de mañana le estarán realizando una operación para poder alargar un poco su vida, también tengo que decirte que estoy embarazada, aquella noche que le fui infiel a mi esposo, resulto en un niño que crece en mi vientre.—¿Decías algo?Quise hablar, juro que quise hacerlo, pero no me atreví, las palabras divagaron en mi mente como un fantasma—JAMES está muy enfermo, mañana la operación para ver si pueden alargar un poco más sus días— Decirlo en voz alta, hace que mi corazón se acelere, pensar en JAMES, en que no esté más conmigo, duele, pero pensé que si alguna vez pasaba de verdad me volvería loca, sé que de un tiempo acá nos habíamos alejado y muchas veces parecíamos como dos extraños, pero sigue siendo el hombre de mi vida, la persona con quien quise pasar la eternidad. Una lágrima traicionera resbala por mi rostro, puedo sentir la mirada de Bastian sobre mí y siento como si quemara, no sé si es remordimiento porque simplemente no es correcto.