Capítulo 3

—Si tú lo dices amigo, seguramente debe ser así, solo espero que no estés obsesionado. —dijo Martín con preocupación.

—Sí, pero solo un poco, no perdamos el tiempo, ha llegado la hora mi amigo, haz esa llamada. —dijo Jacob, ansioso.

—De acuerdo. Procederé con la llamada. —respondió Martín.

El hombre, a pesar de su experiencia, se sentía nervioso, aunque todo era legal, temía que el hombre a tratar fuese aún más astuto de lo que se había investigado, Martín levanto el teléfono mientras miraba a su amigo caminar de un lado a otro.

—Muy buenos días, —señor Bernardo García, —saludo cortésmente Martín.

—Mi nombre es Martín Guerrero, soy el abogado de las empresas Collins. —se presento Martín al recibir el saludo del hombre al que llamaba.

—Al grano señor Martín, indíqueme para que soy bueno. —gruño Bernardo, soberbio.

—El motivo de mi llamada es porque conocemos la situación de sus empresa, tenemos una propuesta para usted, con la cual podrá salvarse y salvar sus empresas, es una propuesta a nivel personal. —procedió Martín a explicar.

—Como han sabido de la situación de mis empresas y como es que quieren ayudarme, qué asunto personal tengo con ustedes, me imagino que debe haber algo que quieran. —cuestiono Bernardo, dudoso.

—Nos encantaría que personalmente viniera usted, para ponerlo al tanto de todo, no es necesario que venga con abogados, pero la que sí debe estar en esa reunión es su hija Sally García. —respondió con confianza y serenidad Martín.

Después de haber hablado y resulto algunas dudas sin importancia de Bernardo, este acepto ir a una reunión, dejando claro que lo hacía sin compromiso y con la única intención de conocer lo que tenían por decir, Martín le recordó la importancia de que su hija Sally García, a lo que él dijo que eso no seria problema.

—Señor García, ha tomado usted una excelente decisión. —recalco Martín.

—Si usted lo dice, espero no me hagan perder el tiempo. —protesto Bernardo.

—En unos minutos mi secretaria se comunicará con usted, le dará la dirección a la cual debe asistir, por favor no llegué tarde y cómo le mencioné es muy importante que vengan con su hija. —Procedió Martín a mencionar de nuevo, ya que la presencia de la mujer era lo más importante en aquella reunión.

Al decirle a su amigo que este había aceptado la reunión, Jacob no pudo disimular la satisfacción que le daba saber que estaba a pocas horas de ver cara a cara sus enemigos y empezar con su plan, todo estaba saliendo mejor de lo que había planeado, le decía Jacob a su amigo Martín.

—Verónica, hágame favor de venir a mi oficina. —pidió Jacob a su secretaria.

—Con permiso, señor Collins, en que le soy útil. —pregunto Verónica atendiendo el llamado de su jefe.

—Verónica, dentro de unos 20 minutos, por favor llame a este número, le facilita la información de estas oficinas, la persona que deben responderle es el señor Bernardo García. —Ordeno Jacob a su secretaria.

—¿Que debo decirle a esa persona, señor? —interrogo Verónica dudosa y con el objetivo de hacer bien su trabajo

—No debe darle ninguna otra información, solo la dirección y teléfonos de aquí. —¿quedó claro? —pregunto Jacob.

La secretaria había salido de la oficina, hizo lo que su jefe le había indicado y unos minutos después toco a su puerta para avisarle que Bernardo había dicho que estaría en la empresa en menos de una hora, al escuchar eso, Jacob se sentó a estudiar las estrategias de sus planes, su amigo quien estaba más nervioso que él, había pedido un par de bebidas alcohólicas. Le hablo de nuevo a la secretaria para pedirle que en cuanto llegara el señor lo hiciera pasar sin esperas y se asegurara de que nadie los molestara.

—Vi a tu secretaria levantarse, parece que ya llegaron tus invitados, se acabó la espera, vamos a proceder, con tu venganza. —dijo su amigo Martín al asomarse a la puerta para calmar la ansiedad

—Sí, sí, efectivamente son ellos, allí vienen. —confirmo Martín al ver a las personas acercarse.

Martín cerro la puerta rápidamente y se acerco a su amigo para preguntarle si se sentía bien, puesto que él estaba nervioso, a lo que Jacob le respondió que estaba bien, con mucha tranquilidad, tanto que su amigo llego a pensar que podría calificar como maniatico al ver la manera en que se reía, no había visto tanta sed de venganza en una persona.

—Buenos días, respetables caballeros. —saludo Bernardo, amable e ingenuo de la situación.

—Soy Bernardo García y ella es mi hija Sally García, estamos aquí para conocer la propuesta que nos tienen. —dijo Bernardo, cortésmente y muy sonriente

—Hija, saluda, no seas maleducada. —exigió Bernardo a su arrogante hija Sally García.

—Buenos días--, señores, como ya mi padre dijo, soy sally García, no entiendo para qué me requieren, yo no sé nada de negocios. —vocifero Sally arrogante y soberbia.

Al percatarse bien se dio cuenta de que el rostro de Jacob se le hacía conocida, pero no lograba recordar de donde lo conocía, ella no aguanto la curiosidad y le pregunto si se conocían de algún lugar, él la miro y le sonrió y los invito a sentarse, les pregunto que si deseaban tomar algo, Martín estaba muy atento a los detalles y sorprendido por la serenidad que mostraba su amigo al estar frente a las personas que tanto mal le habían hecho.

—No Sally, no estás confundida, pero en un momento te vas a enterar de quién soy —alardeo Jacob con una gran sonrisa y tono burlón.

—Verónica, hágame el favor de traernos, una aromática, un café cargado y que nadie nos interrumpa después de eso. —exigió Jacob a su secretaria.

—Señor García, señorita Sally, cómo les había dicho, yo soy Martín, soy el abogado de las compañías Collins. —recordó Martín tratando de ganar tiempo para que su amigo comenzara.

—Sí, si señores, si no les importa, podemos comenzar con lo que sea el motivo por el que estamos aquí, no perdamos tiempo. —exigió Bernardo, impaciente.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo