—Por supuesto, el motivo su presencia aquí, es porque mi jefe tiene una propuesta para ustedes, en estos documentos están toda la información de sus empresas. —Dijo Martín titubeando.
Bernardo no era un hombre paciente por lo que les exigía darse prisa con el asunto, mientras tanto Jacob estaba disfrutando el asunto, Sally se mostraba bastante desinteresada.—Ustedes están en la quiebra, así que les conviene pensar muy bien, en estos otros documentos está la propuesta que les vamos a ofrecerles, antes de que lean estos documentos mi jefe les explicara lo que desea, a cambio. —dijo Martín un poco más calmado y entrando en confianza con la situación—'No' no, no a ver, —¡espere! Usted se está equivocando. —exclamo Sally casi gritando.—¿Cómo que en la quiebra? —nuestras empresas actualmente son una de las más productivas y con mayor reconocimiento en el sector hostelero. —dijo Sally con prepotencia e ignorando la situación.Mientras ella parecía confusa y le pedía a su padre desmentir la situación, Jacob empezaba a sonreír al ver el rostro de ambas personas, la reacción de la mujer había sido casi orgásmica para él.Sí, señorita, pero no estamos aquí para ponerla en contexto, ya luego su padre le explicara. —dijo Martín, mientras Jacob se regocijaba en su silla—¿No, a mí me dice de una vez de qué está hablando? —creo que está equivocado —padre, diles que están equivocados. exigió Sally García a su padre.Su padre le pidió calmarse, pues había tomado una actitud un tanto rebelde, se había puesto histérica, el padre se disculpo con los presentes y pidió unos minutos para poder explicar a su hija por la situación que estaban pasando, él estaba explicando, pero ella se negaba a creer, decía que era una broma, que porque habían estado bien, si eso fuese cierto, ignorando la cantidad de deudas que sus padres tenían—Disculpe que los interrumpa —no creo que esté sea el momento ni el lugar adecuado para arreglar sus problemas familiares, tenemos una propuesta para ustedes. —protesto Jacob, interrumpiendo a los Garcías.—¿Están o no interesados en escucharla?. —pregunto imponente Jacob.—Por supuesto, por supuesto. —¿cuál me dijo que era su nombre? —preguntó Bernardo García.—Mi nombre, señor, es Jacob Collins. —se presento Jacob.—Bueno señor Jacob, veremos cuál es la propuesta que usted tiene para nosotros, estamos ansiosos por conocerla, —nos interesa de verdad salvar nuestras empresas. —vocifero Bernardo, un tanto desesperado por la situación.El hombre reitero que estaba dispuesto a todo por salvar su patrimonio familiar, porque sus empresas volvieran a ser las mismas de antes, mientras decía eso cogió los documentos y se sentó para leerlos, mientras él estaba concentrado leyendo los documentos, Sally no podía dejar de pensar de donde conocía al hombre.—No puede ser. —¡Espera! Ya te recuerdo, tú eres Jacob el ex chófer. —vocifero Sally al tiempo que lo señalaba.—No puede ser, ¿qué haces aquí? —no es posible, padre, tenemos que irnos de inmediato. —exigió Sally a su padre, quien seguía muy concentrado en los documentos que contenían la propuesta—No, hija, de que estás hablando, de cuál ex chófer, espera, tenemos que escuchar la propuesta que tienen para nosotros, nos pueden ayudar a salvar las empresas, no estás entendiendo la magnitud del problema en que estamos. —protesto Bernardo, sin escuchar lo que su hija estaba tratando de decir.—Padre, te digo que tenemos que irnos, él es Jacob, el ex chófer, ese que enviamos a prisión. —¿lo recuerdas ahora?. —pregunto Sally a su padre con desespero.Ella trataba de convencer a su padre, el cual se negaba a creer lo que su hija estaba diciendo, él decía que aquel elegante hombre ante ellos no podía ser el mismo pobre muerto de hambre que habían enviado a prisión—De ninguna manera, hija, cómo puede ser él. —protesto Bernardo.—Disculpen ustedes caballeros, mi hija está nerviosa, por eso se comporta así, y disculpe usted caballero que lo esté confundiendo a usted, un hombre tan elegante y distinguido. —argumento Bernardo ante la necedad de su hija.Mientras ellos se disputaban la razón, Jacob disfrutaba el momento, sentado como si esperara a que ellos descubrirán por si solos lo que él planeaba. Volteaba a ver a su amigo y se reía de la situación con gran satisfacción.—Hija, ya basta, debemos leer esta propuesta y darnos prisa, no hagamos a los caballeros perder su tiempo, ese hombre que tú mencionas era un pobre muerto de hambre, tú estás equivocada, señores por favor disculpen a mi hija suele ser muy caprichosa e imprudente. —Dijo Bernardo tratando de continuar con el asunto sin las interrupciones de su hija.—Sí, señor García, soy yo, ese chófer al que injustamente enviaron a la prisión. Pero ese no es el asunto que quiero tratar ahora con ustedes. —vocifero Jacob, con prepotencia y gran satisfacción.Sally le reprocho a su padre porque nunca solía escucharla, lepidio que salieran de ese lugar, pero lo que hizo Bernardo fue negarse a creer, diciendo que aquel hombre elegante no podía de ninguna manera ser aquel chofer mugriento que había sido enviado por ellos a prisión, le pregunto varias veces que como era posible que él estuviera dirigiendo imperios Collins, una empresa tan prestigiosa como lo era esa.—Tú tienes que estar bromeando, si esto es una broma de mal gusto, ese muchacho no tenía en que caerse muerto, además ni siquiera tiene el mismo nombre. —Reprocho Bernardo con asombro y altanería, negándose a creer la verdad ante sus ojos.—En eso se equivoca, señor García, siempre tuve dinero, siempre fui de familia rica. Solo que fui muy rebelde y decidí hacer mi vida por mi cuenta, sin depender de la fortuna de mis padres. —esclareció Jacob con una sonrisa sarcástica ante la reacción de sus visitantes.Él se negó rotundamente a creer, había caído de nuevo sentado a la silla, recogió un baso de agua y lo tomo, se desabrocho la corbata, limpio el sudor en su frente y tomo valor para ponerse de pies de nuevo, pero antes de que este pudiera decir algo, Jacob tomo la palabra.—Señor, no le demos importancia a eso, ahora lo único que me interesa es hacerles una propuesta para que pueda salvar sus compañías y continuar con la vida a la que están acostumbrados. —dijo Jacob bajando el tono de su voz y siendo un poco empático.—Mi hija tiene razón, no tenemos que estar aquí y mucho menos esperar que una persona como tú nos ayude. —arremetió Bernardo entrando en razón.Jacob, pregunto a qué se refería cuando decía que una persona como él, pero Bernardo, lejos de dar una explicación, se levanto se acomodo la corbata y le dijo unas cuantas palabras hirientes a Jacob, aun negándose a creer que el realmente fuera el heredero de todo lo que decía.—Señor Bernardo, no le dé importancia a eso, solo dígame que piensa de la propuesta que acaba de leer, quiero ayudarlos. —dijo Jacob tratando de que su plan no se echara perder.—¿Cuál sería la razón? Después de lo que te hicimos, dudo que quieras ayudarnos, por el contrario, estoy seguro de que planeas algo contra nosotros, vámonos hija. —dijo Bernardo, exigente y lleno de orgullo.Al ver eso, Martín se sorprendió, creyó que el plan de su amigo había fallado, se acerco a él, pero al verlo tan tranquilo supo que este tenía otra estrategia, suspiro y se dispuso a escuchar al ver que su amigo pretendía hablar.—Pueden marcharse, sí desean, pero en cuanto pongan un pie fuera de estas oficinas, automáticamente quedarán en la ruina, además tendrás que asumir las consecuencias. —vocifero Jacob caminando en la dirección donde se encontraban las personas.—Eres un imbécil, como te atreves amenazarnos, el que va a tener problemas, eres tú, o acaso olvidas quienes somos. —grito Sally al voltear con dirección al escritorio del hombre.Se sorprendió al ver que él estaba ya cerca de ellas, el padre le pregunto de qué consecuencias hablaba, Martín se acerco para aclarar esos punto, menciono, que podían ir presos, ser humillados públicamente, quedar en la calle, cosas que eran vistas por los Garcías, como calamidades.—No creo que eso sea lo que quiera, señor García, usted es un hombre de negocios, lo que les tengo que proponer es muy simple-- espeto Jacob, mientras caminaba regreso a su escritorio.--Si desean escuchar, regresen y tomen asiento de lo contrario, pueden continuar su camino, pero deben atenerse a las consecuencias. —dijo Martín, quien a diferencia de su amigo, él se había acercado en su totalidad a los Garcías, por temor de que estos decidieran marcharse y tener que ver la cara de decepción de su amigo.—Hija, no podemos irnos, la situación es realmente muy complicada, escuchemos su propuesta, no perdemos nada con hacerlo, esto no significa que estemos aceptando nada —Respondió Bernardo al escuchar lo que dijo Jacob.—Señor Collins, hablé de esa propuesta a la que tanta larga le ha dado. Dejémonos de tanto rodeo y vayamos al grano. —Dijo altanero y prepotente Bernardo, sin importarle la situación en que estaban. Martín procedió a mencionarle que todo estaba documentado, le entrego unos folders con la información, en la cual podrían estudiar y tomar la decisión. Le dio dos folders el uno tenía la información de sus empresas y los procesos para llevar acabó la recuperación de las mismas. En el otro estaba la información de la propuesta que tenía para ofrecerle Jacob, le menciono que si aceptaban su propuesta podrían continuar disponiendo del 20% de su empresa, el otro 80% lo tendría él en su poder para poder recuperar la inversión que sería necesaria hacer para sacar a flote las empr
—Vaya hermano, lo dude por un momento, pero te has salido con las tuyas. —Dime cómo vas a proceder con el matrimonio —¿necesitas que haga algo más por ti?—Pregunto Martín, feliz con el resultado de plan.—Te dije que estaba seguro de que lo iban a aceptar, los conozco, sabía que Bernardo haría cualquier cosa para no perder el prestigio ante la sociedad y mucho menos aceptar quedar arruinado.—Dijo Jacob con el doble de satisfacción que su amigo y abogado Martín.Tomando la palabra de su amigo, este le pidió encontrar un lugar en precarias condiciones, donde él pretendía llevarse a la mujer una vez se casara con ella, con el objetivo de privarla de la vida de lujos a la que esta estaba acostumbrada, su amigo le pidió que le especificara que tipo de lugar este deseaba, ser específico para el poder ayudarle, él fue enfático en que lo único que deseaba era que fuera un lugar donde la mujer padeciera de todo los lujos a los que estaba acostumbrada, Martín le sugirió una finca en las afuera
Esa noche, después de mucho tiempo, Jacob pudo dormir satisfecho, sentía la tranquilidad que durante meses le había quitado el imaginar que su plan no diera resultados. En la mañana, al despertar se sentía renovado y con una amplia sonrisa preparó el café, el cual bebió al frente de su ventana, la cual le daba un perfecto panorama de la ciudad. Después de haber disfrutado de su café decidió ir a su oficina.—Buenos días —Verónica, como está. —Este es un bonito día, presiento que tendremos un excelente día.La secretaria había respondido el saludo de su jefe con el mismo entusiasmo, un tanto sorprendida, era una de las pocas veces que lo había visto en ese estado desde que había empezado su trabajo en esa empresa, él le pidió llevarle documentos para empezar su trabajo y finalmente entró a su oficina.—Lo olvidaba, señor Collins, felicidades por su boda.—Gracias Verónica, está cordialmente invitada.No vaciló en decirle que invitará a todo el que ella deseará, desde empleados hasta fa
Jacob dejó lo que estaba haciendo y decidió atender a su futura esposa, quién se veía realmente molesta, él le pidió a su secretaria retrasar sus citas para poder atender a su esposa, la cual había entrado a su oficina furiosa, el sonriente la siguió, cerró la puerta de la oficina.—Que te trae por aquí querida —pregunto Jacob a modo de burla.—Como pudiste planear la boda para mañana —protestó Sally con gran enojo —ya me has escuchado, no me casaré mañana. Si quieres esta boda vas a tener que esperar, de lo contrario olvídalo.—Lamento contradecirte, pero no estás en condiciones para decir cuando casarte —replico Jacob sonriente —aquí el que decide soy yo, si no leíste en el contrato yo puedo tomar esta decisión.Se sentó con tranquilidad, le dijo que si no quería casarse fuera y se entregará junto a su familia a las autoridades y le ahorrarán tener que enviarlos él a prisión. Que él podía cancelar todo, quedarse con sus empresas, la miró con satisfacción y le dijo que la decisión e
—Eres un infeliz, pero te vas a arrepentir — amenazó Sally.—Si tú lo dices, querida esposa, ahora déjame solo, tengo cosas que hacer —dijo Jacob sonriente.—Eres un hombre despreciable —ni el dinero puede cambiar tu naturaleza.—No eres la más indicada para hablar de personas despreciables, Sally.—Comparada contigo lo soy —sentenció Sally—. Eres un muerto de hambre, con ínfulas de millonario —pero nunca serás nada de lo que pretendes ser.—Cariño, déjame trabajar —estoy perdiendo el tiempo contigo.—Imbécil, púdrete, te odio —dijo Sally molesta.—Debes de irte —si quieres verme tendremos mucho tiempo después del matrimonio, por ahora tengo muchas cosas que hacer —espeto Jacob.Con toda la intención de enfurecerla aún más, le dijo que se fuera de sus oficinas, tenía cosas que hacer, preparar un matrimonio, para Sally no fue nada agradable escuchar eso, lo miro con desprecio, se acercó a él y lo amenazó, a pesar de la situación ella no dejaba su carácter y arrogancia de lado, era lo q
Ella se fue a la cama con el pensamiento de que no sería tan malo, el vestido era horrible y ni hablar del novio, aunque físicamente era muy atractivo, para ella era repugnante. Mientras Jacob estaba feliz, había ido a casa, se dio una ducha y con nuevas ideas, las cuales de le habían ocurrido a última hora, pero que complementaban la dicha que sentía al saber que sus planes estaban saliendo tal cual los habían ideado.En la mañana se levantó, desayuno y como de costumbre hizo un poco de ejercicios, cuando la hora de la boda estaba cerca llamó a la novia para asegurarse de que iría, ella debía llegar primero a la boda. Después de haberlo confirmado llamo a su amigo Martín le pidió que se asegurará de que la prensa estuviera allí, que tenía una gran sorpresa para su futuro esposa, antes de que él le preguntará, finalizó la llamada y apagado sus teléfonos.La boda era a las 11 de la mañana, la novia había llegado y estuvo a punto de desmayarse cuando vio no solo a sus amigos y familiare
—Cariño, no puedo irme —espeto Jacob sonriente —he venido para qué hablamos de nuestra boda y esta vez decidamos la fecha juntos.Se burló de ella diciéndole que estaba ahí para acordar una nueva fecha para la boda, le insistía en que se había quedado dormido, era su excusa para ocultar la verdad evidente tras la humillación que había hecho a su futura esposa sufrir.—Imbécil —¿estás loco, verdad? —pregunto Sally.Se acercó y mientras lo señalaba con furia le gritaba que ella no volvería a casarse con él, que no después de la humillación que le había hecho pasar, al volver a insistir ella lo abofeteó, provocando que él se le fuera encima proporcionándole un beso.—Tómalo como el beso de nuestra boda —se burló Jacob.—Eres un animal, no tienes idea de cuánto te odió —siseo Sally escupiendo y limpiándose los labios.Parecía que al recordar uno de los puntos del contrato ella creyó tener una ventaja, empezó amenazarlo con enviarlo a prisión nuevamente por violación de algunos de los punt
Eran las 10 de la mañana del día siguiente y Sally no había salido de su habitación, sus padres fueron en varias ocasiones a preguntarle que si estaba bien, a lo cual ella le respondía que sí, aunque no fuera cierto. En su habitación no había hecho otra cosa que llorar, no había tomado ni siquiera el desayuno. No se atrevía a tomar el teléfono para entrar a las redes sociales, se asomaba por la ventana y allí podía ver que habían reporteros fuera de su casa, eran los líos de ser una familia reconocida.Mientras Sally estaba entrando en una terrible depresión, Jacob disfrutaba su primer triunfo. Se regocijaba y le contaba a la fotografía de su abuela todo lo que estaba pasando con enorme felicidad. Pero su plan debía continuar, se preparó, tomo algunos documentos y decidió ir a su oficina, las oficinas estaban solas, haberles dado el día a los empleados resultó una buena idea.—Hola Martín, ¿cómo estás? —saludo Jacob —quería saber cómo ha ido todo con lo de la casa de campo. Tengo pens