—Tuve problemas de traiciones —respondió Miranda. —¿Baxter? —preguntó Nick levantando una ceja—. Y lo vi, quedó hecho una chuleta mal asada. Pero ¿tu padre también? Miranda negó, confundida y nerviosa. —¡No, no! Baxter mató a papá… Yo solo hice justicia. ¡Ya me conoces, Nicky, no soporto las inju
Valeria abrazó aún más Alice cuando escuchó decir aquello. Se podía escuchar la acusación y la rabia en el tono de su voz. —¡Aaaah! Pensaste que no lo descubriría… —siguió él—. Pero al parecer no eres muy buena en matemáticas, porque tus fechas no coinciden. Tienes demasiadas semanas y el cuento de
—¡Quítese! —le gritó Valeria mientras echaba a Alice a un lado para evitar que la mujer la tocara—. ¡Corre, Alice! ¡A la puerta! ¡Corre! ¡Corre…! —¡Noooo! ¡Mami! —chilló la niña mientras la señora Jones trataba de agarrar a Valeria, pero la muchacha hizo lo que jamás creyó que necesitaría hacer. T
Los gritos de repente se convirtieron en algo natural. Valeria se revolvió en los brazos de Elliot para mirar al almacén cuando escuchó el segundo estampido de un balazo. La gente entraba y salía corriendo del almacén, y Valeria sintió que se le hacía un nudo en la garganta. Intentó volver adentro
Andrew apretó su mano para confortarla, pero era más que evidente que Valeria estaba sin sombra. —Entonces ve con él —la animó—. Yo estoy bien y me están cuidando bien. Ve. Valeria le dio las gracias y salió disparada hacia la sala de espera, donde ya Layla daba vueltas como una leona. —¿Alguna n
Valeria sintió que el mundo le daba vueltas. Intentó aferrarse a una de las sillas de la sala de espera, pero finalmente los brazos de Richard fueron lo único que impidieron que se fuera de bruces contra el suelo. —¡Tiene que haber algo que podamos hacer! —lloró Layla—. No puede estar así para siem
—Ven dame tu teléfono, que voy a pasarte un regalo. —Conectó el teléfono de Valeria a la máquina y le grabó el ultrasonido—. Hay muchos sonidos que calman a los bebés, pero te puedo asegurar que lo que mejor calma a las mamás en escuchar a sus bebés. Valeria le agradeció y regresó junto a Nick. Est
Nick hizo un esfuerzo para levantarse. Necesitaba poner en orden su vida y sobre todo su cuerpo, aquellas cuatro semanas dormido no lo habían ayudado precisamente. Tocó la cama a su lado y se dio cuenta de que estaba fría, Valeria debía haberse levantado hacía rato, y él tenía los sentidos tan embot