—¿Tú dejaste este teléfono en las mochilas de Alice? Entonces… ¿Tú le disparaste a mi padre? Samuel lanzó un gruñido hosco. Sabía que aquello le daría problemas tarde o temprano. —Bueno… ya sabes de lo que soy capaz, así que te aconsejo que me des lo que quiero si es que deseas recuperar a tu moco
Connor, Jack, Yury y los gemelos salieron a prepararlo todo, y a reunir dinero en efectivo para que Valeria llevara, mientras ella y Nick se quedaban en el despacho. —Val, tengo miedo. Prométeme que no te vas a poner deliberadamente en peligro… —Sabes que mis hermanos no permitirán que nada me pas
Contrario a lo que esperaba, las manos no le temblaron ni un poco mientras las cerraba sobre el volante y comenzaba a conducir. En el primer semáforo en rojo en el que se detuvo escribió un mensaje de texto en el teléfono desechable y lo envió, avisándole a Baxter que ya estaba en camino hacia el re
Valeria sintió cuando el auto empezaba a disminuir su velocidad. No podía ver nada, pero sabía que no estaba sola. Era peligroso hacer de carnada, pero más importante que todo era localizar dónde tenían a Alice. Sintió el cambio de ambiente cuando entraron a un lugar más oscuro, y pronto se detuvi
—¡Cállate! —los ojos de Miranda destellaban con rastros de locura—. Nicky no me desprecia. ¡Nicky me ama! Siempre me amó… solo que la desgraciada de Valeria vino a confundirlo. ¡Pero él siempre será mío! ¡Eso jamás cambiará! Baxter negó con desagrado. —¡Estás loca o estás ciega! ¡Y honestamente no
Nick se bajó de aquel auto como si alguien lo estuviera persiguiendo con un látigo. A un lado de la carretera estaba la camioneta y los gemelos se bajaron intentando calmarlo. —¡¿La perdieron?! —gritó Nick llevándose las manos a la cabeza—. ¡¿Cómo pudieron perderla?! ¡La única razón por la que les
Vio al equipo táctico de la policía desplegarse, pero aquel almacén era una nave de concreto y metal, sin ventanas que pudieran usar para averiguar cuál era la situación adentro. No podían ni siquiera imaginar quién era la persona que realmente había recibido aquel disparo y se había desangrado aun
Valeria puso a Alice detrás de ella, pero sabía que sería imposible esconderla, no había donde. Había escuchado el disparo, los gritos, y por una rendija de la puerta había visto s Samuel salir corriendo del almacén envuelto en llamas. Miranda lo había matado por traicionarla, o por creer de alguna