Samuel sonrió con desprecio. —Le disparé porque se lo merecía. Todos ellos son iguales, riquillos creídos que piensan que son mejor que todos. Tuvo años para disfrutar su fortuna… ¡Ahora es mi turno! —Así es cariño. Así es —lo animó Miranda, pero a ella el dinero la tenía sin cuidado. Se había enc
Valeria cayó sentada en la cama mientras las manos le temblaban violentamente. —¡Dios mío…! Nick la apretó contra su cuerpo, besándole la frente porque no podía decirle que parara de llorar, sabía que no lo iba a hacer. —Revoltosa, por favor, haz un esfuerzo. Tienes que controlarte. Tienes que pe
—¿Tú dejaste este teléfono en las mochilas de Alice? Entonces… ¿Tú le disparaste a mi padre? Samuel lanzó un gruñido hosco. Sabía que aquello le daría problemas tarde o temprano. —Bueno… ya sabes de lo que soy capaz, así que te aconsejo que me des lo que quiero si es que deseas recuperar a tu moco
Connor, Jack, Yury y los gemelos salieron a prepararlo todo, y a reunir dinero en efectivo para que Valeria llevara, mientras ella y Nick se quedaban en el despacho. —Val, tengo miedo. Prométeme que no te vas a poner deliberadamente en peligro… —Sabes que mis hermanos no permitirán que nada me pas
Contrario a lo que esperaba, las manos no le temblaron ni un poco mientras las cerraba sobre el volante y comenzaba a conducir. En el primer semáforo en rojo en el que se detuvo escribió un mensaje de texto en el teléfono desechable y lo envió, avisándole a Baxter que ya estaba en camino hacia el re
Valeria sintió cuando el auto empezaba a disminuir su velocidad. No podía ver nada, pero sabía que no estaba sola. Era peligroso hacer de carnada, pero más importante que todo era localizar dónde tenían a Alice. Sintió el cambio de ambiente cuando entraron a un lugar más oscuro, y pronto se detuvi
—¡Cállate! —los ojos de Miranda destellaban con rastros de locura—. Nicky no me desprecia. ¡Nicky me ama! Siempre me amó… solo que la desgraciada de Valeria vino a confundirlo. ¡Pero él siempre será mío! ¡Eso jamás cambiará! Baxter negó con desagrado. —¡Estás loca o estás ciega! ¡Y honestamente no
Nick se bajó de aquel auto como si alguien lo estuviera persiguiendo con un látigo. A un lado de la carretera estaba la camioneta y los gemelos se bajaron intentando calmarlo. —¡¿La perdieron?! —gritó Nick llevándose las manos a la cabeza—. ¡¿Cómo pudieron perderla?! ¡La única razón por la que les