—Está bien —aceptó Valeria. Connor empujó en su dirección un bloc y una pluma. —Por favor, anota los nombres de todas las personas cercanas a ti que puedan testificar sobre tu relación con Alice. Y que no sean de tu familia. Quiero estar preparado por si llegamos a juicio. Valeria tomó la pluma y
Valeria se dio la vuelta para enfrentar la mirada furiosa de Elliot. —¿Qué rayos está diciendo este imbécil, Valeria? ¿Cómo que te vas a casar con él? ¿Es en serio? ¡Me importa muy poco si acabas de salvarle la vida! ¡No te vas a casar con ella! —sentenció su hermano y Valeria le salió al paso, pon
Levantó la mano donde llevaba un sobre amarillo y Nick se apartó para dejarla pasar. —Claro, claro. Valeria miró aquel departamento. Estaba exactamente igual que cuando lo había visto por última vez, pero no tenía tiempo para ponerse sentimental. —Emmm… hablé con mi padre y mis hermanos. Y volvim
Decir que Valeria se había vuelto una experta en patearle la pantorrilla era poco. —¡M13rda! ¡Pareces una condenada futbolista! —le gruñó Nick. —¿¡De verdad me estás pidiendo que me acueste contigo a cambio de ayudarme!? —le gritó Valeria. —¿Y no lo harías? —Sí… ¡pero bajo una profunda protesta!
Valeria se quedó muda cuando Nick la abrió, y el juego de alianzas más hermoso que había visto estaba dentro. —No hacía falta… —¿No? ¿Me vas a decir que es creíble que un par de figuras públicas como tú y yo se casen sin anillos? —Nick levantó una ceja condescendiente. —No es eso es que… esos par
La casa de huéspedes que estaba dentro de los terrenos de la mansión Davies parecía una casa de muñecas, porque así precisamente la había mandado a preparar Valeria. Era perfecta para ser el hogar que compartirían, pero la ilusión de cargar a Valeria a través de la puerta se evaporó cuando Nick vio
La señorita Baptiste la miró mientras Valeria parecía pensar en voz alta. —Bueno, le diré dos cosas atendiendo a mi experiencia —dijo la mujer—. La primera es que si una niña como Alice se aventura sola a enfrentar sus miedos, debería apoyarla; su papá recogerá la popó, Alice estará feliz con su ma
Valeria sintió que le faltaba el aire mientras veía a Samuel Baxter dirigirse hacia el ascensor. —¡Maldito infeliz! —exclamó mientras las lágrimas se agolpaban en sus ojos y Nick la abrazaba intentando calmarla. —Lo siento, Valeria. Si hubiera depositado el cheque no habrías podido quitarle ese di