Valeria pasó toda la noche preocupada por aquella nota, especialmente porque alguien estaba vigilando a Alice. Sin embargo no podía asustar a la nena cambiándola de escuela. Apenas pudo descansar, pero no podía quedarse en casa solo sintiendo miedo, así que se enfundó en uno de los vestidos que más
—¿Ahora? ¿Ahora vienes a qué? ¿A estar con Alice? ¿A llevarla a la escuela? ¿A llevarla a sus consultas médicas? ¡Por favor! Ahora estás aquí porque quieres dinero. ¿O me equivoco? Porque Miranda te dijo que soy rica y crees que vendrás, me amenazarás, y soltaré algunos millones solo para que me dej
A Valeria le temblaban las manos mientras el sedán se movía entre el tráfico, y Nick terminó separando una mano del volante para sostener las suyas. —Tienes que calmarte, revoltosa. No va a ayudar en nada que te pongas así. Valeria negó con vehemencia mientras se mordía el labio y se aguantaba las
—Está bien —aceptó Valeria. Connor empujó en su dirección un bloc y una pluma. —Por favor, anota los nombres de todas las personas cercanas a ti que puedan testificar sobre tu relación con Alice. Y que no sean de tu familia. Quiero estar preparado por si llegamos a juicio. Valeria tomó la pluma y
Valeria se dio la vuelta para enfrentar la mirada furiosa de Elliot. —¿Qué rayos está diciendo este imbécil, Valeria? ¿Cómo que te vas a casar con él? ¿Es en serio? ¡Me importa muy poco si acabas de salvarle la vida! ¡No te vas a casar con ella! —sentenció su hermano y Valeria le salió al paso, pon
Levantó la mano donde llevaba un sobre amarillo y Nick se apartó para dejarla pasar. —Claro, claro. Valeria miró aquel departamento. Estaba exactamente igual que cuando lo había visto por última vez, pero no tenía tiempo para ponerse sentimental. —Emmm… hablé con mi padre y mis hermanos. Y volvim
Decir que Valeria se había vuelto una experta en patearle la pantorrilla era poco. —¡M13rda! ¡Pareces una condenada futbolista! —le gruñó Nick. —¿¡De verdad me estás pidiendo que me acueste contigo a cambio de ayudarme!? —le gritó Valeria. —¿Y no lo harías? —Sí… ¡pero bajo una profunda protesta!
Valeria se quedó muda cuando Nick la abrió, y el juego de alianzas más hermoso que había visto estaba dentro. —No hacía falta… —¿No? ¿Me vas a decir que es creíble que un par de figuras públicas como tú y yo se casen sin anillos? —Nick levantó una ceja condescendiente. —No es eso es que… esos par