CAPÍTULO 31: UN COMPETIDOR.El Alfa de cabello rubio estaba a punto de extender su mano y tocar la de Scarlett, pero en un movimiento rápido, Arzen se interpuso entre ellos. Sus ojos centelleantes de rabia no se apartaron de Kael.—Supongo que conoces las reglas de un Alfa y su compañera —dijo Arzen con una fingida calma—. Así que si aprecias tu mano, te aconsejo que no toques ni un dedo de la de ella.Kael no dijo nada, lo miró un segundo antes de asentir levemente y retroceder. Pero si Arzen estaba marcando su territorio, Scarlett se encargó de dejar las cosas claras, porque paso junto a Arzen para detenerse junto a Kael.—¿Oye, qué te pasa? —le preguntó con un tono de reproche—. ¿Por qué tienes que ser tan grosero? Kael y yo somos amigos y no le veo nada de malo que nos saludemos.La pregunta que Arzen se había estado haciendo fue contestada. Sí, ambos se conocían. Pero ahora había otra pregunta: ¿Desde cuándo? Iba a hacerla cuando Kael respondió.—No tenía intención de faltarte el
CAPÍTULO 32: UNA CENA INCOMODA.La cena transcurrió en total silencio, hasta que Dan, buscando agregar un poco de diversión a la noche, comentó:—Kael, escuché que aún no has tomado una luna. ¿Tienes planes de hacerlo pronto o… existe alguien que ocupe tu corazón?Los ojos de Dan fueron deliberadamente hacia su amigo, y no se perdió la manera en que Arzen apretó los cubiertos. El Alfa de cabello rubio se limpió los labios y tardó en responder, era como si estuviera midiendo su respuesta.—Hay alguien que me gusta, pero por el momento no es posible nada entre nosotros.Las cejas de Dan se alzaron, mientras que los labios de Arzen se apretaron. No obstante, siguió comiendo; aunque esa noche el venado parecía cartón en su lengua.Scarlett se rio y pinchó con fuerza su trozo de carne.—Diré que es una mujer afortunada. No todos los días se encuentra un compañero como tú, Kael. Espero que seas feliz.Ella lo decía de corazón, todavía era ajena a los sentimientos de Kael por ella. Sin embar
CAPITULO 33: NO HE DEJADO DE PENSAR EN ELLA.Los dos Alfas se miraron y las chispas volaron entre ellos, era como una especie de enfrentamiento silencioso.—Bueno, ya que lo has decidido, espero verte en el torneo de caza. Será divertido —dijo Scarlett rompiendo la tensión del momento, siguió comiendo y como de costumbre, ignoró totalmente a Arzen.Después de la cena, Scarlett subió a su habitación. Arzen los invitó al estudio; era momento de hablar sobre el asunto de Ashly. Una vez que la puerta se cerró, Kael fue directo al grano, sacó un pergamino y lo extendió sobre el escritorio.—Me costó conseguirlo, ¿sabes? —se quejó—. Los hombres sombra no son nada fáciles de encontrar.Arzen no dijo nada y tomó asiento detrás del escritorio, mirando el mapa en blanco.—¿Esto? No veo nada aquí —comentó. Dan se acercó e hizo una mueca.—Arzen tiene razón, creo que te estafaron. Kael rodó los ojos y suspiró.—Es un mapa encantado. Por supuesto que no verán nada a simple vista. —¿Cómo funcion
CAPÍTULO 34: ¿LO HARÍAS?Arzen cerró la puerta tras de sí y dio unos pasos hacia ella.—Necesitamos hablar.Ella se puso de pie y de inmediato percibió el olor a alcohol.―¿Bebiste? ―preguntó..―¿Algún problema con eso? ―Arzen respondió fríamente. Lo hizo deliberadamente para poder controlar lo que le estaba haciendo verla nada más que con su camisón. A veces pensaba que la Diosa lo ponía a prueba todo el tiempo.—¿Hablar? ¿De qué? —Scarlett cruzó los brazos y sus senos sobresalieron ligeramente, haciendo que el Alfa tragara.Arzen apretó sus manos y sus nudillos tronaron por la fuerza ejercida.—Lo que pasó en la cena, pasaste sobre mi orden, Scarlett. No tenías por qué…—¿Perdón? ¿Pasé sobre tu orden? Que yo sepa no hice nada malo. ―Scarlett replicó ―Únicamente le pedí a Kael que se quedara para el festival. ¿Qué tiene eso de malo?El Alfa se mojó los labios y trató de ajustar su respiración. Siempre que Scarlett estuviera cerca de él sería un desafío. Uno muy difícil si le pregunta
CAPÍTULO 35: UN ALFA RECHAZADO. Scarlett abrió y cerró los labios sin poder pronunciar palabra. Y antes de que finalmente pudiera responder, Arzen ya había acunado su cara y la estaba besando. Los ásperos dedos del Alfa sostenían su rostro con ternura y Scarlett sintió una punzada de anhelo en lo más profundo de su ser. Y cuando la lengua de lobo rozó la suya, conoció un momento de puro paraíso. Aunque no le hubiera dado su marca, en el fondo de su ser y su corazón, ya Arzen la había marcado como su mujer. El beso fue suave, totalmente contradictorio con la imagen dura e implacable del guerrero. El aliento cálido y especioso de Arzen llenó sus sentidos, y Scarlett pudo saborear un toque de canela en sus labios. El aroma a pino y tierra húmeda que emanaba de él la envolvía, creando un capullo de intimidad que la hacía olvidar todo lo demás y se encontró entregándose al beso, apretando con más fuerza la boca de él contra la suya. Por otro lado, el corazón de Arzen latía agitado en s
CAPITULO 36: UN ALFA RECHAZADO (II) —Arzen… —susurró abrió los ojos y trató de apartarlo—. Arzen, basta… Pero el Alfa estaba perdido en su propio deseo y no la escuchaba. Él solo quería seguir hasta el final del camino, calmar ese fuego que había dentro de él. —Arzen… —Scarlett esta vez habló más alto y trató de apartarlo—. Dije que no. —Shh —el sonrió y acunó su cara—. Lo deseas como yo… —afirmó—. Puedo sentirlo. Iba a besarla cuando Scarlett apartó la cara. —No. No quiero —dijo decidida—. Vete. Las cejas de Arzen se fruncieron y no comprendió del todo su cambio. Hasta hace un momento estaba perdida por su toque, derritiéndose por sus besos. ¿Qué cambió? —Scarlett… —Dije que te fueras —repitió ella, esta vez mirándolo—. No quiero que me toques… esto… esto no es parte de nuestro acuerdo. ―Pero… Ella no quería escucharlo, si lo hacía corría el riesgo de ceder y no podía permitirlo. Por lo tanto, tomó medidas extremas. —Sal de mi cama — ordenó y sacando fuerza de su interio
CAPÍTULO 37: VOY A MATARLOMientras tanto, relativamente cerca del castillo, Evelia abría la puerta de su cabaña.—Llegas tarde —se quejó.—Lo lamento, mi señora —se disculpó el sirviente—. Tuve que esperar a que todos se fueran a sus camas; usted pidió que no fuera visto.La loba torció los labios e hizo una seña para que el centinela entrara. El hombre era parte de la seguridad del castillo y estaba estúpidamente enamorado de ella. En otro momento, lo habría mandado al diablo, pero por ahora lo necesitaba. Tenía que saber cuáles eran los movimientos de Scarlett en el castillo y, sobre todo, saber lo que ella y Arzen hacían.Cerró la puerta y fue al grano.—¿Lo hiciste?—Sí, mi señora —dijo el centinela, mojándose los labios—. Hice lo que me pidió.Evelia fingió una sonrisa y llevó las manos al nudo de su bata.—Bien, entonces, cuanto mejor sigas mis órdenes, mejor serás recompensado.La abrió lentamente, dejándole ver su cuerpo desnudo.—Ahora ven y disfruta de tu premio —se acostó s
CAPÍTULO 38: DEBES ENCONTRAR A TU COMPAÑERO. En el estudio del castillo, Arzen y Dan miraban sus manos, perdidos en sus propios pensamientos. Fue Dan quien habló primero después de un rato de silencio. —¿Se puede saber qué te pasa? Tienes cara de perro amargado —dijo, con una ceja levantada. Arzen evitó la mirada de su amigo y se dirigió hacia la licorera para servirse un trago de hidromiel. —Y es muy temprano para beber —agregó frunciendo el ceño—. ¿Qué te pasa? El Alfa ignoró el reproche, se sirvió un vaso, lo bebió de un trago y se sirvió otro. Dan lo observaba con preocupación. —Sí, lo que sea que te esté pasando es grave —murmuró. Arzen dejó el vaso en la licorera y se mesó los cabellos con frustración. Dan tenía razón: estaba amargado, enojado y frustrado. Aún podía escuchar las palabras hirientes de Scarlett resonando en sus oídos. —¿Me vas a decir o no? —Dan comenzaba a perder la paciencia. Y finalmente Arzen se giró para enfrentar a su amigo. —Solo si tú me