CAPITULO 33: NO HE DEJADO DE PENSAR EN ELLA.Los dos Alfas se miraron y las chispas volaron entre ellos, era como una especie de enfrentamiento silencioso.—Bueno, ya que lo has decidido, espero verte en el torneo de caza. Será divertido —dijo Scarlett rompiendo la tensión del momento, siguió comiendo y como de costumbre, ignoró totalmente a Arzen.Después de la cena, Scarlett subió a su habitación. Arzen los invitó al estudio; era momento de hablar sobre el asunto de Ashly. Una vez que la puerta se cerró, Kael fue directo al grano, sacó un pergamino y lo extendió sobre el escritorio.—Me costó conseguirlo, ¿sabes? —se quejó—. Los hombres sombra no son nada fáciles de encontrar.Arzen no dijo nada y tomó asiento detrás del escritorio, mirando el mapa en blanco.—¿Esto? No veo nada aquí —comentó. Dan se acercó e hizo una mueca.—Arzen tiene razón, creo que te estafaron. Kael rodó los ojos y suspiró.—Es un mapa encantado. Por supuesto que no verán nada a simple vista. —¿Cómo funcion
CAPÍTULO 34: ¿LO HARÍAS?Arzen cerró la puerta tras de sí y dio unos pasos hacia ella.—Necesitamos hablar.Ella se puso de pie y de inmediato percibió el olor a alcohol.―¿Bebiste? ―preguntó..―¿Algún problema con eso? ―Arzen respondió fríamente. Lo hizo deliberadamente para poder controlar lo que le estaba haciendo verla nada más que con su camisón. A veces pensaba que la Diosa lo ponía a prueba todo el tiempo.—¿Hablar? ¿De qué? —Scarlett cruzó los brazos y sus senos sobresalieron ligeramente, haciendo que el Alfa tragara.Arzen apretó sus manos y sus nudillos tronaron por la fuerza ejercida.—Lo que pasó en la cena, pasaste sobre mi orden, Scarlett. No tenías por qué…—¿Perdón? ¿Pasé sobre tu orden? Que yo sepa no hice nada malo. ―Scarlett replicó ―Únicamente le pedí a Kael que se quedara para el festival. ¿Qué tiene eso de malo?El Alfa se mojó los labios y trató de ajustar su respiración. Siempre que Scarlett estuviera cerca de él sería un desafío. Uno muy difícil si le pregunta
CAPÍTULO 35: UN ALFA RECHAZADO. Scarlett abrió y cerró los labios sin poder pronunciar palabra. Y antes de que finalmente pudiera responder, Arzen ya había acunado su cara y la estaba besando. Los ásperos dedos del Alfa sostenían su rostro con ternura y Scarlett sintió una punzada de anhelo en lo más profundo de su ser. Y cuando la lengua de lobo rozó la suya, conoció un momento de puro paraíso. Aunque no le hubiera dado su marca, en el fondo de su ser y su corazón, ya Arzen la había marcado como su mujer. El beso fue suave, totalmente contradictorio con la imagen dura e implacable del guerrero. El aliento cálido y especioso de Arzen llenó sus sentidos, y Scarlett pudo saborear un toque de canela en sus labios. El aroma a pino y tierra húmeda que emanaba de él la envolvía, creando un capullo de intimidad que la hacía olvidar todo lo demás y se encontró entregándose al beso, apretando con más fuerza la boca de él contra la suya. Por otro lado, el corazón de Arzen latía agitado en s
CAPITULO 36: UN ALFA RECHAZADO (II) —Arzen… —susurró abrió los ojos y trató de apartarlo—. Arzen, basta… Pero el Alfa estaba perdido en su propio deseo y no la escuchaba. Él solo quería seguir hasta el final del camino, calmar ese fuego que había dentro de él. —Arzen… —Scarlett esta vez habló más alto y trató de apartarlo—. Dije que no. —Shh —el sonrió y acunó su cara—. Lo deseas como yo… —afirmó—. Puedo sentirlo. Iba a besarla cuando Scarlett apartó la cara. —No. No quiero —dijo decidida—. Vete. Las cejas de Arzen se fruncieron y no comprendió del todo su cambio. Hasta hace un momento estaba perdida por su toque, derritiéndose por sus besos. ¿Qué cambió? —Scarlett… —Dije que te fueras —repitió ella, esta vez mirándolo—. No quiero que me toques… esto… esto no es parte de nuestro acuerdo. ―Pero… Ella no quería escucharlo, si lo hacía corría el riesgo de ceder y no podía permitirlo. Por lo tanto, tomó medidas extremas. —Sal de mi cama — ordenó y sacando fuerza de su interio
CAPÍTULO 37: VOY A MATARLOMientras tanto, relativamente cerca del castillo, Evelia abría la puerta de su cabaña.—Llegas tarde —se quejó.—Lo lamento, mi señora —se disculpó el sirviente—. Tuve que esperar a que todos se fueran a sus camas; usted pidió que no fuera visto.La loba torció los labios e hizo una seña para que el centinela entrara. El hombre era parte de la seguridad del castillo y estaba estúpidamente enamorado de ella. En otro momento, lo habría mandado al diablo, pero por ahora lo necesitaba. Tenía que saber cuáles eran los movimientos de Scarlett en el castillo y, sobre todo, saber lo que ella y Arzen hacían.Cerró la puerta y fue al grano.—¿Lo hiciste?—Sí, mi señora —dijo el centinela, mojándose los labios—. Hice lo que me pidió.Evelia fingió una sonrisa y llevó las manos al nudo de su bata.—Bien, entonces, cuanto mejor sigas mis órdenes, mejor serás recompensado.La abrió lentamente, dejándole ver su cuerpo desnudo.—Ahora ven y disfruta de tu premio —se acostó s
CAPÍTULO 38: DEBES ENCONTRAR A TU COMPAÑERO. En el estudio del castillo, Arzen y Dan miraban sus manos, perdidos en sus propios pensamientos. Fue Dan quien habló primero después de un rato de silencio. —¿Se puede saber qué te pasa? Tienes cara de perro amargado —dijo, con una ceja levantada. Arzen evitó la mirada de su amigo y se dirigió hacia la licorera para servirse un trago de hidromiel. —Y es muy temprano para beber —agregó frunciendo el ceño—. ¿Qué te pasa? El Alfa ignoró el reproche, se sirvió un vaso, lo bebió de un trago y se sirvió otro. Dan lo observaba con preocupación. —Sí, lo que sea que te esté pasando es grave —murmuró. Arzen dejó el vaso en la licorera y se mesó los cabellos con frustración. Dan tenía razón: estaba amargado, enojado y frustrado. Aún podía escuchar las palabras hirientes de Scarlett resonando en sus oídos. —¿Me vas a decir o no? —Dan comenzaba a perder la paciencia. Y finalmente Arzen se giró para enfrentar a su amigo. —Solo si tú me
CAPITULO 39: ¿CUÁL ES LA NATURALEZA DE TU RELACION?Scarlett entró a la cabaña de la sanadora seguida de Lavinia. Apenas puso un pie dentro, el olor a hierbas inundó su nariz, mezclado con el tenue aroma a incienso quemado. Las paredes estaban cubiertas de estantes llenos de frascos con ingredientes exóticos y plantas secas colgaban del techo. Una mujer de cabello blanco, con arrugas que denotaban años de experiencia, le dio una sonrisa cálida.—Buenos días, mi señora —dijo la mujer. ―Mi nombre es Lucerna.Scarlett sonrió levemente y tomó asiento.—Supongo que mi nana le ha hablado de mi situación, —comentó Scarlett.La sanadora asintió.—Sí, Lavinia y yo hemos hablado de muchas cosas en estos días.—Bueno, entonces quisiera saber cómo hacer para despertar a mi loba, ―Scarlett fue directo al grano. ―Además… tuve un sueño con ella —dijo, mirándola seriamente—. En mi sueño, ella me dice que tengo que encontrar a mi compañero, que es la única manera de que ella despierte completamente. ¿
CAPITULO 40: NO COMPARTO MI COMPAÑERA. Arzen había pasado la noche anterior reflexionando sobre sus sentimientos hacia Scarlett. Aunque no podía negar la atracción que sentía, el miedo a perder su posición como Alfa lo mantenía en guardia. Pero verla con Kael solo intensificaba su confusión y celos. —Yo... estaba hablando con Kael —balbuceó Scarlett. Algo en la expresión de Arzen la atemorizó y ella dio un paso hacia atrás. —Ya veo. —Arzen le dio una mirada breve, y luego centró su atención en Kael, con un profundo desdén en su rostro— Pero harías bien en recordar que ahora eres mi compañera y estás fuera de los límites de todos los demás. Sintiendo su cara quemarse con su indirecta, Scarlett trató de defender sus acciones. —Estábamos hablando, no tienes por qué ser tan grosero. ―¿Grosero? ―Arzen dio un paso amenazador hacia ella, sus ojos furiosos no dejaban de mirarla. ―Pues déjame dejarlo claro aquí y ahora, Scarlett. ―cambió la mirada hacia Kael. ―No aprecio que otros hombres