CAPÍTULO 118: OLVIDAMERowena estaba de pie al borde de un acantilado, el viento azotaba su cabello mientras miraba la oscuridad que se extendía delante de ella. Las lágrimas corrían por sus mejillas, cada una llevando consigo un fragmento de la culpa que la carcomía por dentro. Se llevó una mano al vientre, sintiendo el vacío que ahora residía allí, y sus sollozos se hicieron más fuertes al saber que ya no había nada dentro de ella.De repente, la voz de su loba interior resonó en su mente, fría y cruel."De nada sirve llorar, fue tu decisión, no de nadie más."Ella no dijo nada, porque sabía que tenía razón. En cambio, cerró los ojos, permitiendo que los recuerdos del pasado la envolvieran.Era una noche de celebración en honor al dios Fenrir, y la manada se había reunido en el claro del bosque, iluminado por las llamas de grandes hogueras. Rowena se movía entre los asistentes, su vestido ondeando con gracia mientras saludaba a conocidos y amigos. Fue entonces cuando su mirada se cru
CAPÍTULO 119: EL PEQUEÑO VALERIAN.―¿Ves eso, pequeño? ―Arzen le hablaba a su hijo mientras le mostraba el vasto paisaje que se extendía más allá del castillo―. Este lugar... está lleno de historia y responsabilidad. Y como tu padre, es mi deber proteger ese legado, pero sobre todo, protegerte a ti y a tu madre. Quiero que crezcas sabiendo que siempre estaré aquí, que siempre lucharé por nuestra familia.Desde la cama, Scarlett abrió los ojos lentamente, contemplando la dulce escena ante ella. No hizo ningún movimiento ni ruido; simplemente lo observó, dejándose envolver por la fuerza y determinación que su compañero emanaba. En ese momento, comprendió aún más la importancia de lo que tenían y lo afortunada que era de poder compartir su vida con él.Mientras Arzen continuaba hablándole a su hijo, Scarlett tenia una gran sonrisa en sus labios y una profunda emoción en su pecho.Mientras tanto, Rowena apenas había conseguido dormir. Después de su momento de vulnerabilidad en el acantila
CAPÍTULO 120: UNA COMPAÑERA ENOJADA.En la penumbra de la sala de guerra del castillo, Arzen, Rowena, Dan y Darius se reunieron para discutir los detalles de la emboscada a Grayson. Las antorchas parpadeaban en las paredes de piedra, proyectando sombras danzantes mientras el grupo se concentraba en la mesa central cubierta de mapas y pergaminos.Arzen abrió la reunión, señalando un mapa detallado.―Tenemos que identificar el mejor lugar para tender la emboscada ―comenzó, su voz resonando en la sala―. Grayson es astuto, pero si aprovechamos el terreno a nuestro favor, podemos sorprenderlo.Darius asintió, señalando una colina cercana al bosque.―Aquí podríamos tener ventaja. Si posicionamos a algunos de mis hombres en la cima, podríamos atacar desde arriba y cerrar su retirada.Dan, con el ceño fruncido, agregó:―Necesitamos asegurarnos de que sus refuerzos de lobos rebeldes no puedan llegar. Si bloqueamos este paso ―indicó en el mapa― podremos aislar a Grayson y sus hombres.Mientras
CAPÍTULO 121: EMBOSCADA.—Creo que te equivocaste, Arzen. Debiste dejar que viniera.Rowena caminaba con paso firme delante de Arzen, quien frunció el ceño y negó rápidamente con la cabeza.—No voy a ponerla en riesgo, Rowena. Si algo le llegara a pasar a Scarlett, yo... —su voz se quebró ligeramente.La loba pelirroja se detuvo abruptamente y se giró para mirarlo con desaprobación.—¿Por qué ustedes siempre tienen que subestimar el poder de una mujer? No somos tan frágiles como parece. Además, la idea de Scarlett era buena e inteligente —replicó con firmeza.Darius, que caminaba a su lado, esbozó una sonrisa pero no intervino; en el fondo, pensaba igual que Rowena. Arzen, sin embargo, no se dejó convencer. Pasó junto a Rowena, tratando de mantener la calma.—No estoy diciendo que Scarlett sea débil, solo estoy cuidando a mi familia. Tenemos un hijo, un hijo al que quiero ver crecer con ella.Rowena lo miró fijamente y respondió con un tono desafiante:—¿Y no crees que Scarlett tambié
CAPÍTULO 122: LA LOBA BLANCA.La loba se alzó en medio del caos como una deidad encarnada, su figura irradiando un aura de poder que parecía desafiar las leyes de la naturaleza. Su pelaje blanco, tan puro como la nieve recién caída, brillaba con un resplandor sobrenatural bajo la luz del sol que se filtraba entre las copas de los árboles. Era como si cada hebra de su pelaje estuviera tejida con hilos de luz lunar, otorgándole un aspecto casi celestial.Sus ojos dorados destellaban con una inteligencia aguda y una determinación indomable. En su mirada había una mezcla de sabiduría ancestral y una ferocidad que podía helar la sangre de quien se atreviera a desafiarla. Al cruzar los ojos con ella, los licántropos sintieron un escalofrío recorrer sus espinas, conscientes de que estaban ante una fuerza de la naturaleza.Con un gruñido poderoso que resonó como un trueno en el bosque, la loba se lanzó hacia adelante. Y los licántropos, atónitos, intentaron reaccionar, pero ella era un torbel
CAPÍTULO 123: UN ACTO DE COMPASIÓN.En la cueva, Scarlett atendía a Arzen. El alfa, recostado sobre una manta, se quejaba con cada toque.—¡Auch! —exclamó cuando ella tocó su herida.—Eso te pasa por dejarme fuera —lo regañó, aunque su tono era más de preocupación que de enojo.Arzen le devolvió una sonrisa leve, sus ojos brillando con una mezcla de admiración y cariño.—No me culpes por querer mantenerte a salvo —respondió, su voz suave—. Sé lo difícil que es vivir sin ti, amor. Y no quiero volver a eso.Scarlett le dio una mirada comprensiva, sus ojos ahora dorados reflejando el fuego.—A tu lado soy de más ayuda que en el castillo —le dijo mientras movía sus manos con diligencia—. Pero si no me hubieras dejado atrás, no te habría salvado el trasero —ahora había una sonrisa traviesa en sus labios.El alfa se rió, su risa resonando en la cueva, y la miró con orgullo.—No tenía idea de que tuvieras tal poder —admitió, impresionado.—Hay muchas cosas que han cambiado conmigo.Scarlett
CAPÍTULO 124: DULCE RECOMPENSA.En lo alto de la montaña, el viento soplaba suavemente, trayendo consigo el aroma fresco de los árboles. Scarlett y Arzen estaban sentados juntos, disfrutando de la vista y de la compañía del otro. El Weaver descansaba cerca, vigilante pero relajado.El alfa miró a Scarlett con una sonrisa coqueta, sus ojos brillando con curiosidad.—Entonces, ¿no me dirás de qué hablaban tú y Rowena? —preguntó, inclinándose para besarla suavemente.Ella le correspondió el beso, disfrutando del calor de sus labios.—No puedo decírtelo. Es un código entre mujeres —respondió con una sonrisa traviesa—. Además, no sabía que eras tan chismoso.Arzen hizo una mueca divertida, fingiendo estar ofendido.—Solo me sorprendió verlas tan juntas. Hasta donde yo sabía, tenías ganas de arrancarle la cabeza —dijo, arqueando una ceja.Scarlett se rio, recordando cómo habían sido las cosas antes.—Eso era antes de que me dijeras que le habías dejado las cosas claras. Ahora no somos amigas
CAPÍTULO 125: SUEÑO PROFUNDO.Después de su momento de amor, Arzen y Scarlett volvieron a la cueva con la ayuda de Fyrus. Tanto Darius como Rowena dejaron salir el aire contenido cuando los vieron aparecer.—Joder, estábamos preocupados —se quejó Darius mientras se acercaba.Arzen sonrió pícaramente y rodeó la cintura de Scarlett.—Mi mujer me estaba consintiendo —respondió con una sonrisa juguetona.Scarlett rodó los ojos con un gesto de diversión y se apartó suavemente, caminando hacia los demás. Sin embargo, su expresión pronto se tornó seria al recordar el ataque de los licántropos.—Escuchen —dijo Scarlett, captando la atención de todos—. El plan para ir tras Grayson no será tan sencillo como pensábamos. —Hizo una pausa, apretando los dientes mientras la frustración se reflejaba en su rostro—. Se ha cubierto las espaldas muy bien. Y nos queda claro que atravesar este bosque es como ponerse un cuchillo de plata en la garganta.Ella se giró y miró a los alfas.―Así que propongo que