CAPÍTULO 123: UN ACTO DE COMPASIÓN.En la cueva, Scarlett atendía a Arzen. El alfa, recostado sobre una manta, se quejaba con cada toque.—¡Auch! —exclamó cuando ella tocó su herida.—Eso te pasa por dejarme fuera —lo regañó, aunque su tono era más de preocupación que de enojo.Arzen le devolvió una sonrisa leve, sus ojos brillando con una mezcla de admiración y cariño.—No me culpes por querer mantenerte a salvo —respondió, su voz suave—. Sé lo difícil que es vivir sin ti, amor. Y no quiero volver a eso.Scarlett le dio una mirada comprensiva, sus ojos ahora dorados reflejando el fuego.—A tu lado soy de más ayuda que en el castillo —le dijo mientras movía sus manos con diligencia—. Pero si no me hubieras dejado atrás, no te habría salvado el trasero —ahora había una sonrisa traviesa en sus labios.El alfa se rió, su risa resonando en la cueva, y la miró con orgullo.—No tenía idea de que tuvieras tal poder —admitió, impresionado.—Hay muchas cosas que han cambiado conmigo.Scarlett
CAPÍTULO 124: DULCE RECOMPENSA.En lo alto de la montaña, el viento soplaba suavemente, trayendo consigo el aroma fresco de los árboles. Scarlett y Arzen estaban sentados juntos, disfrutando de la vista y de la compañía del otro. El Weaver descansaba cerca, vigilante pero relajado.El alfa miró a Scarlett con una sonrisa coqueta, sus ojos brillando con curiosidad.—Entonces, ¿no me dirás de qué hablaban tú y Rowena? —preguntó, inclinándose para besarla suavemente.Ella le correspondió el beso, disfrutando del calor de sus labios.—No puedo decírtelo. Es un código entre mujeres —respondió con una sonrisa traviesa—. Además, no sabía que eras tan chismoso.Arzen hizo una mueca divertida, fingiendo estar ofendido.—Solo me sorprendió verlas tan juntas. Hasta donde yo sabía, tenías ganas de arrancarle la cabeza —dijo, arqueando una ceja.Scarlett se rio, recordando cómo habían sido las cosas antes.—Eso era antes de que me dijeras que le habías dejado las cosas claras. Ahora no somos amigas
CAPÍTULO 125: SUEÑO PROFUNDO.Después de su momento de amor, Arzen y Scarlett volvieron a la cueva con la ayuda de Fyrus. Tanto Darius como Rowena dejaron salir el aire contenido cuando los vieron aparecer.—Joder, estábamos preocupados —se quejó Darius mientras se acercaba.Arzen sonrió pícaramente y rodeó la cintura de Scarlett.—Mi mujer me estaba consintiendo —respondió con una sonrisa juguetona.Scarlett rodó los ojos con un gesto de diversión y se apartó suavemente, caminando hacia los demás. Sin embargo, su expresión pronto se tornó seria al recordar el ataque de los licántropos.—Escuchen —dijo Scarlett, captando la atención de todos—. El plan para ir tras Grayson no será tan sencillo como pensábamos. —Hizo una pausa, apretando los dientes mientras la frustración se reflejaba en su rostro—. Se ha cubierto las espaldas muy bien. Y nos queda claro que atravesar este bosque es como ponerse un cuchillo de plata en la garganta.Ella se giró y miró a los alfas.―Así que propongo que
CAPÍTULO 126: ¿DÓNDE ESTÁ ELLA?De repente, el cielo se oscureció y los árboles se agitaron violentamente por la fuerza del viento. El ruido de la puerta abriéndose bruscamente alertó a Arzen de que algo iba mal.—¡Arzen! —gritó Lavinia, con el pequeño Valerian en brazos; su rostro reflejaba terror—. Algo se acerca.Arzen dejó a Scarlett y corrió hacia la ventana. Lo supo al instante. Ese olor a azufre, tan familiar y perturbador, le confirmó que los dragones habían cruzado su territorio. Se giró hacia Lavinia, consciente del peligro que se avecinaba.—Lleva a mi hijo y a Scarlett a la mazmorra de seguridad debajo del castillo —ordenó, su voz era firme y urgente—. Pediré a unos hombres que te ayuden.Lavinia tragó saliva y asintió, mientras Arzen se inclinaba para acariciar la cabeza de su hijo.—No salgas bajo ninguna circunstancia, ¿de acuerdo? —le dijo, mirándola con seriedad—. No lo hagas, Lavinia.Con eso, salió rápidamente. Sabía que el enfrentamiento con Drakos era inevitable y
CAPÍTULO 127: DOS CONDICIONES.Era Ashly. Su rostro mostraba miedo y valentía, y sus ojos reflejaban la determinación de alguien que había soportado demasiado. A pesar de que su corazón latía agitado y su cuerpo temblaba sin control, avanzó hacia ellos, su voz resonando con una autoridad inesperada.—No más sangre —dijo, su mirada fija en Drakos—. Esto tiene que parar.El impacto de su presencia fue inmediato. Los guerreros, que hasta ese momento habían estado enfrascados en la lucha, se detuvieron, sorprendidos por la aparición de Ashly. Incluso Drakos, que había estado a punto de acabar con Arzen, bajó su brazo lentamente, su expresión pasando de la sorpresa a la furia contenida.—Con que no estaba aquí, ¿eh?Arzen tragó y miró atónito a la mujer; no tenía idea de por qué estaba allí.—Yo… —su ceño se frunció mientras seguía mirándola.—Nunca me fui —Ashly lo sacó de su duda—. Cuando me pediste que me fuera… me escondí. Soy mujer, ¿recuerdas? Y ser una loba solitaria es peligroso. As
CAPÍTULO 128: PROFECÍA.El rey miró a Ashly con incredulidad, preguntándose si estaba alucinando. Nunca en sus sueños más descabellados habría imaginado trabajar junto a un lobo. Ashly, al notar la duda en sus ojos, añadió con calma:—Esto también te afecta a ti, Drakos. Nos afecta a todos.—¿A todos? ¿Y a mí por qué? No tengo ningún problema con Grayson —replicó él, frunciendo el ceño.Ashly suspiró y se giró hacia Arzen.—¿Pueden dejarnos solos?El alfa asintió rápidamente. Si Ashly podía manejar a Drakos, él no intervendría. Sin embargo, cuando Arzen intentó irse, el rey lo detuvo.—No he terminado contigo, Arzen. Y si crees que...Se detuvo cuando Ashly puso su mano suavemente sobre su pecho. Drakos giró el rostro lentamente, sintiendo cómo su corazón se aceleraba.—Déjalo ir... —susurró ella—, y hablemos.El rey tragó saliva, buscando la manera de no mostrar su vulnerabilidad. Era evidente que una loba lo tenía bajo su control, algo que nadie habría esperado. Arzen levantó una ce
CAPÍTULO 129: NUEVOS ALIADOS.Ashly entró al salón del castillo con paso decidido. Arzen, Dan y Darius, que estaban cerca de la ventana, se apartaron rápidamente y fingieron estar serios. Al verlos, les anunció:—Traigo noticias.Dan soltó una risa suave y maliciosa.—Ojalá sean buenas.Darius le dio un codazo y lo miró fríamente, instándolo a que guardara silencio. Sin embargo, Arzen dio un paso adelante, su mirada estaba fija en Ashly.—¿Qué sucederá? —preguntó con voz firme.Justo cuando ella iba a hablar, una voz resonó en el salón.—Voy a ayudarlos —Drakos dijo con frialdad mientras rodeaba la cintura de Ashly—, pero solo porque hice un buen trato con ella.Arzen se quedó sin palabras, sus ojos se posaron en Ashly, buscando alguna explicación. Pero ella asintió, confirmando las palabras del rey.—Es verdad, pero no voy a explicarlo —dijo—. Ahora lo más importante es detener a Grayson antes de que sea demasiado tarde. Además, es la única manera que tengo para remediar lo que hice.
CAPÍTULO 130: SIN ESPERANZA.En una remota región del sur del continente, Grayson se encontraba reunido con los lobos rebeldes, aquellos que habían decidido apoyarlo y que ahora aguardaban pacientemente a que cumpliera su promesa. El lobo estaba sentado en su trono, jugueteando distraídamente con una loba que reposaba en su regazo, cuando el líder de los lobos rebeldes irrumpió en la sala.—Alguien ha llegado y desea verte —anunció con un tono serio.Grayson frunció el ceño, sorprendido por la inesperada interrupción. Apartó a la loba de su regazo con un gesto brusco y se puso de pie.—¿Quién es? —preguntó, intentando ocultar su curiosidad.—Se hace llamar Drakos —respondió el líder.Grayson sintió un escalofrío recorrer su espalda. Conocía bien el poder de los dragones; además, no entendía qué podía querer con él y, aunque internamente se puso nervioso, luego se calmó. Sabía que tenía en sus manos un poder que ni el mismo rey dragón podría superar.—Hazlo pasar —ordenó con voz firme.