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CAPÍTULO 127: DOS CONDICIONES.Era Ashly. Su rostro mostraba miedo y valentía, y sus ojos reflejaban la determinación de alguien que había soportado demasiado. A pesar de que su corazón latía agitado y su cuerpo temblaba sin control, avanzó hacia ellos, su voz resonando con una autoridad inesperada.—No más sangre —dijo, su mirada fija en Drakos—. Esto tiene que parar.El impacto de su presencia fue inmediato. Los guerreros, que hasta ese momento habían estado enfrascados en la lucha, se detuvieron, sorprendidos por la aparición de Ashly. Incluso Drakos, que había estado a punto de acabar con Arzen, bajó su brazo lentamente, su expresión pasando de la sorpresa a la furia contenida.—Con que no estaba aquí, ¿eh?Arzen tragó y miró atónito a la mujer; no tenía idea de por qué estaba allí.—Yo… —su ceño se frunció mientras seguía mirándola.—Nunca me fui —Ashly lo sacó de su duda—. Cuando me pediste que me fuera… me escondí. Soy mujer, ¿recuerdas? Y ser una loba solitaria es peligroso. As
CAPÍTULO 128: PROFECÍA.El rey miró a Ashly con incredulidad, preguntándose si estaba alucinando. Nunca en sus sueños más descabellados habría imaginado trabajar junto a un lobo. Ashly, al notar la duda en sus ojos, añadió con calma:—Esto también te afecta a ti, Drakos. Nos afecta a todos.—¿A todos? ¿Y a mí por qué? No tengo ningún problema con Grayson —replicó él, frunciendo el ceño.Ashly suspiró y se giró hacia Arzen.—¿Pueden dejarnos solos?El alfa asintió rápidamente. Si Ashly podía manejar a Drakos, él no intervendría. Sin embargo, cuando Arzen intentó irse, el rey lo detuvo.—No he terminado contigo, Arzen. Y si crees que...Se detuvo cuando Ashly puso su mano suavemente sobre su pecho. Drakos giró el rostro lentamente, sintiendo cómo su corazón se aceleraba.—Déjalo ir... —susurró ella—, y hablemos.El rey tragó saliva, buscando la manera de no mostrar su vulnerabilidad. Era evidente que una loba lo tenía bajo su control, algo que nadie habría esperado. Arzen levantó una ce
CAPÍTULO 129: NUEVOS ALIADOS.Ashly entró al salón del castillo con paso decidido. Arzen, Dan y Darius, que estaban cerca de la ventana, se apartaron rápidamente y fingieron estar serios. Al verlos, les anunció:—Traigo noticias.Dan soltó una risa suave y maliciosa.—Ojalá sean buenas.Darius le dio un codazo y lo miró fríamente, instándolo a que guardara silencio. Sin embargo, Arzen dio un paso adelante, su mirada estaba fija en Ashly.—¿Qué sucederá? —preguntó con voz firme.Justo cuando ella iba a hablar, una voz resonó en el salón.—Voy a ayudarlos —Drakos dijo con frialdad mientras rodeaba la cintura de Ashly—, pero solo porque hice un buen trato con ella.Arzen se quedó sin palabras, sus ojos se posaron en Ashly, buscando alguna explicación. Pero ella asintió, confirmando las palabras del rey.—Es verdad, pero no voy a explicarlo —dijo—. Ahora lo más importante es detener a Grayson antes de que sea demasiado tarde. Además, es la única manera que tengo para remediar lo que hice.
CAPÍTULO 130: SIN ESPERANZA.En una remota región del sur del continente, Grayson se encontraba reunido con los lobos rebeldes, aquellos que habían decidido apoyarlo y que ahora aguardaban pacientemente a que cumpliera su promesa. El lobo estaba sentado en su trono, jugueteando distraídamente con una loba que reposaba en su regazo, cuando el líder de los lobos rebeldes irrumpió en la sala.—Alguien ha llegado y desea verte —anunció con un tono serio.Grayson frunció el ceño, sorprendido por la inesperada interrupción. Apartó a la loba de su regazo con un gesto brusco y se puso de pie.—¿Quién es? —preguntó, intentando ocultar su curiosidad.—Se hace llamar Drakos —respondió el líder.Grayson sintió un escalofrío recorrer su espalda. Conocía bien el poder de los dragones; además, no entendía qué podía querer con él y, aunque internamente se puso nervioso, luego se calmó. Sabía que tenía en sus manos un poder que ni el mismo rey dragón podría superar.—Hazlo pasar —ordenó con voz firme.
CAPÍTULO 131: DOBLE JUEGO.―Supongamos que te creo ―Grayson miraba profundamente a Drakos buscando en él algún signo de debilidad. ―No esperarás que todo sea tan fácil, ¿verdad?Las cejas del rey se fruncieron.―¿A dónde quieres llegar?―Verás… me gusta poner a prueba a mis aliados y tú... no vas a ser la excepción, Drakos.El rey apretó las manos secretamente.―Ve al grano, Grayson. ¿Qué es lo que quieres?El lobo se rió y su mano acarició su barbilla en un gesto pensativo.―Se dice que te llevaste a la hija de Sears…Drakos se tensó cuando lo escuchó mencionar a Ashly. No obstante, siguió en su papel.―¿Qué hay con eso?Grayson mostró sus dientes en una sonrisa malvada.―Bueno, no la mataste. Lo que significa que la convertiste en tu perra, ¿no es así?Drakos tuvo que tragar para contener la rabia que estaba naciendo en él, no le gustaba nada hacia donde iba aquello.―Grayson, ve al grano, ¿quieres? No pensé que le darías tantas vueltas a un aliado para joder a tu primo.La risa del
CAPÍTULO 132: SEGUIRLE EL JUEGO.El guerrero observó a Drakos con nerviosismo evidente en su mirada. La tensión en el aire era palpable mientras se acercaba y le preguntaba en voz baja:—¿De verdad le entregarás a Ashly a Grayson?Drakos dejó escapar un gruñido bajo, una mezcla de frustración y determinación.—No —respondió con firmeza, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie más los escuchara. Luego, se inclinó hacia el guerrero y le susurró—: Ve a la manada y dile a Arzen que habrá un cambio de planes. Tienen que prepararse de inmediato. Mientras tanto, buscaré la manera de encontrar la información. Solo tenemos unas horas, no hay tiempo que perder.El guerrero asintió, aunque la preocupación aún se reflejaba en su rostro.—¿Crees que tendrás suerte? —preguntó, su voz temblando ligeramente.Drakos negó con la cabeza.—Prefiero correr el riesgo que entregarle a Ashly a Grayson.De repente, un sonido sutil alertó a Drakos. Hizo una seña al guerrero para que se fuera rápida
CAPÍTULO 133: EL DESPERTAREl ambiente en la manada de lobos oscuros era tenso. Arzen y los demás estaban reunidos, tratando de desayunar en silencio, cuando el guerrero enviado por Drakos llegó apresuradamente. Todos se pusieron de pie, atentos y preocupados, especialmente Ashly, que no podía ocultar su inquietud.El guerrero se dirigió directamente a Arzen, con el rostro serio.—No hay tiempo —dijo—. Grayson está en las montañas del sur.Arzen, visiblemente confundido, frunció el ceño y preguntó:—¿Qué pasó con el plan original?El guerrero miró a Ashly antes de responder, su voz llena de urgencia.—Grayson pidió que le entregaran a Ashly como prueba de lealtad.Un jadeo colectivo escapó de los presentes, y todos abrieron los ojos con sorpresa. El guerrero continuó, sin apartar la mirada de Ashly.—Mi señor no pudo... él no es capaz de hacerle eso.La declaración llenó el pecho de Ashly de alivio y emoción, mientras Arzen y los demás intercambiaban miradas de asombro. Justo cuando el
CAPÍTULO 134: EL MOMENTO HA LLEGADO.En las imponentes montañas del sur, donde los picos se alzaban implacables contra el cielo y los vientos gélidos susurraban secretos antiguos, se erguía un templo oscuro. Este lugar, olvidado por muchos y temido por otros, era el refugio donde Grayson, en compañía de los lobos rebeldes y Evelia, había decidido llevar a cabo su ritual. El templo era una estructura antigua, construida con piedras negras que parecían absorber la poca luz que se filtraba entre las nubes grises. El aire era denso, cargado de una energía oscura y pesada que hacía que cada respiración se sintiera forzada.En el corazón del templo, rodeada de inscripciones rúnicas y velas cuyo fuego crepitaba con un resplandor espectral, se encontraba la tumba de Tharnok, el demonio antiguo. La tumba era un sarcófago masivo de obsidiana, cuyas superficies estaban cubiertas de runas que brillaban con un débil resplandor rojo, como si estuvieran vivas. A su alrededor, los símbolos tallados e