—Esto o esto—. preguntó Giulia mientras levantaba una página abierta de una revista nupcial hacia Enrique y Cecile. Dos damas vestidas con diferentes trajes de novia yacían en cualquiera de las páginas.Tras un momento de contemplación, Enrique dejó escapar un suspiro mientras se ponía en pie.—Tengo trabajo importante que hacer—. Comenzó, mientras se alejaba hacia la puerta de salida de la habitación.—Yo también me despido—. Cecile soltó de inmediato, mientras se ponía de pie también. Enrique se detuvo un momento para mirarla, sus ojos se cruzaron y él apartó la mirada antes de abrir la puerta y salir.Giulia se quedó en silencio mientras veía a Cecile alejarse también. Una vez sola en la habitación, dejó escapar un suspiro cansado. La expresión de su rostro, bastante triste.Cecile apresuró el paso para alcanzar a Enrique y, una vez a su lado, habló.—¿Eres feliz? — preguntó de repente y él se vio obligado a echarle una mirada antes de apartar la vista. Se puso de pie mientras espe
—Pero... Le dijiste a todo el mundo que te ibas a casar. ¿Eso no significa nada? — Preguntó entre lágrimas. Él tomó sus manos entre las suyas.—No significa nada ni para mí ni para ella. Cecile lo entiende y apoya nuestra relación.—¿Y tu familia? Tu tía, tu madre.—Tendrán que aprender a aceptar mi decisión—. Afirmó y esperó que eso la hiciera sentir mejor, pero la mirada en sus ojos le dijo que algo más la estaba molestando.—Nunca serán felices conmigo. Mi pasado siempre será una fuente de vergüenza para ti en el futuro...— De repente, él se acercó y posó sus labios sobre los de ella para darle un auténtico beso. Aunque fue inesperado, ella no pudo apartarlo. Allí mismo supo cuánto le había echado de menos y cuánto le quería de verdad. No podía vivir sin él en su vida.Lentamente, él soltó ligeramente sus labios y la miró a los ojos.—Te quiero y eso es lo único que importa. El resto vendrá después, pero por ahora... sólo somos nosotros—. Él citó y el peso de sus palabras se hundió
—¿Contenta por ti? Puedo, pero me niego a aceptar tus recientes elecciones en la vida—. Afirmó, antes de que su rostro se tornara serio de repente.—No quería hacer esto, pero parece que se ha reducido a eso... Vas a tener que elegir... esa mujer o esta empresa y tu familia—. planteó Sofía, mientras le miraba directamente.Giulia echó un vistazo a Sofía, sorprendida por su repentina decisión. Aquello no formaba parte de su plan.Enrique devolvió la mirada a su tía con rostro inexpresivo. Ni siquiera podía descifrar su posible decisión.De repente, dejó escapar una ligera risita mientras se alejaba de su asiento y se dirigía hacia su lado. Sus ojos le siguieron. Dejó escapar un suspiro.—Supongo que, finalmente, esto es el adiós—. Afirmó y los ojos de su tía se abrieron ligeramente ante su elección, que acabó convirtiéndose en furia. Sus manos se cerraron en puños a los lados.Enrique desvió la mirada hacia su madre, que, por alguna razón, tenía una mirada extraña y desconocida. No qui
Enrique apenas se movía debido al sedante que le habían inyectado, pero su oído estaba ligeramente borroso y su visión, un poco borrosa. Sólo podía pensar en Isabella. Dónde podría estar o por lo que podría estar pasando. Le dolía el deseo de salir de esta cama y encontrarla, pero ni su madre ni el hospital le dejarían salir tan fácilmente. Su madre sonrió antes de excusarse y salir de la habitación para atender una llamada.Un enfermero con mascarilla entró en la habitación y Enrique apartó los ojos de él. Ya estaba harto del hospital. Sólo se volvió hacia él cuando sintió un extraño tirón en la mano, mientras le clavaban lo que parecía un trozo de papel. Antes de que pudiera pronunciar una palabra o mirar bien al extraño enfermero, éste se había dado la vuelta y había salido rápidamente de la habitación.Enrique reunió fuerzas y desarrugó el papel antes de leerlo. Sus ojos se abrieron ligeramente al darse cuenta de que la vida de Isabella corría peligro. Como tocado por el mismísimo
5 AÑOS DESPUÉSENRIQUE MILLERHabían pasado 5 grandes años desde todo lo ocurrido y sinceramente Isabella y yo nos habíamos propuesto retomar una vida sin problemas y lo principal: lejos de todas aquellas personas conocidas. Queríamos un nuevo comienzo y olvidar por lo que pudimos pasar en aquellos momentos duros.Por mi parte era lo mejor. Yo quería alejarme de todo que tuviera que ver con las empresas y Viñedos del Bosque. Tampoco quería tener contacto con mi madre. Era como un nuevo inicio en nuestras vidas. Me demostraría a mi mismo que podía mantener una familia sin necesidad de las riquezas de las empresas.Isabella y yo nos habíamos mudado a Paris. Lo hicimos porque creíamos en la ciudad del amor y creo que acá las cosas podrían estar mejor.—¿Estas listo?— preguntó Isabella desde el otro lado del cuarto. Actualmente estábamos alquilando una casa bastante cómoda. Quizás no era la gran cosa como solía ser nuestras propiedades, pero acá éramos felices.—Ya casi, cariño,— le digo
ENRIQUEEn cuanto estos dos sujetos habían entrado en el restaurante por supuesto que mi sistema de alarma se había encendido, conozco bien ese tipo de personas y sé que sólo cosas malas se pueden esperar, se supone que había elegido este lugar por la seguridad entre otras cosas y al final me sentía bastante incómodo, pero Isabella no se da cuenta de nada de lo que estaba pasando a nuestro alrededor y a pesar de que estos sujetos hecho nada por el momento, no me podía confiar y menos sabiendo que los tenemos bastante cerca. Ella era muy inocente en ese tipo de cosas, aunque hayamos pasado por algo bastante duro y que era muy difícil olvidar, no estaba acostumbrada a eso y mucho menos a poder manejar situaciones como estas, mientras tanto tenía que aparentar que todo estaba muy bien y que no teníamos que preocuparnos de nada.—De verdad, ¿Pasa algo— me preguntó, por supuesto que no le iba a decir nada en ese momento, no le quería preocupar y mucho menos darle dolores de cabeza, ya hab
ENRIQUE MILLERTodo había estaba exquisito, a pesar de que estuvimos esperando por durante mucho tiempo creo que al final de todo valió la pena porque debo de aceptar que todo estaba muy bien, jamás me había puesto a comer una pasta este calibre, porque la verdad ni siquiera a mí me quedan de esta forma, en realidad nunca hecho una como esta, y por lo que podía notar a Isabella le había gustado, por esa parte me sentía muy bien pues lo que no quería quedarle mal con la comida, eres lo más importante de la cena. Esta noche era muy importante para nosotros porque no solamente estábamos marcando un nuevo comienzo, sino también una nueva etapa de nuestra relación, nos habíamos propuesto mejorar en muchos campos de la vida.Se especialmente que no ha sido el mejor esposo que digamos, he tenido algunos altibajos como cualquier otra persona, pero en el fondo siempre amado como nunca Isabella, desde la primera vez que nos vimos, sabía que ella estaba destinada para mí, más bien estuve luch
ISABELLAMe gustaba el nuevo cambio que habíamos hecho en nuestras vidas, todo con el propósito de dejar todo a un lado, y por todas las cosas que tuvimos que pasar, más que todo yo fui la más perjudicada y podía soñar cada noche con ciertas escenas que jamás quería recordar, a pesar de que me hacían falta muchas cosas sabía que no podíamos regresar esa vida, Enrique se estaba esforzando mucho a tal punto que había decidido renunciar a todo lo que tenía que ver con la fortuna y la empresa, quería un nuevo comienzo y yo lo entendía muy bien, ante todas las cosas yo siempre lo estaba apoyando y siempre nos entendíamos muy bien, le ha costado mucho, pero es bien recompensado y yo sé que en el momento de la vida vamos a tener la vida que siempre hemos querido tener, con la enorme familia que siempre hemos soñado.Yo sé que para él es muy difícil, ya que estaba muy acostumbrado a tener una vida de lujos entre otras cosas, pero con eso me estaba demostrando el verdadero amor que me tiene, l