Caminando de regreso hacia la cama al finalizar la llamada, el toma asiento en el borde de la misma, cerca de Julie. La ve dormir por unos segundos y sonríe mientras le acaricia la mejilla con la yema de los dedos.«¿Aceptarías verme otra vez, Bellissima?»Suspirando, Marcos se da cuenta, que desde el momento en que fue en su búsqueda a la casa de hospedaje y durante todo el día que pasaron juntos, nadie más a existido para él. Todos sus problemas se fueron al vacío, estar con Julie, le hizo olvidar su miserable compromiso, su miserable vida en soledad.Ella comienza a removerse bajo su toque y sonríe al sentir como Marcos besa su cuello y le acaricia la parte baja de la espalda.—Hola… —Susurra soñolienta.—Hola, Bellissima. —El aspira el perfume de su cuerpo.La fragancia de jabón y del aceite aromático. Huele tan divino, huele a él.Y eso le encanta, porque le hace sentir que son uno solo.—¿Qué hora es?—La hora de irnos… —El susurra contra sus labios.Cuando Marcos alza la mirada
—¡Hellooooo! Aún estamos aquí. —Eliza chilla y Marcos por fin toma distancia de Julie.Cuando lo hace, la mirada de su mejor amigo es de confusión y reproche.Pero le importa muy poco lo que su amigo Luciano opine en estos momentos. Él no está en posición de juzgarlo y ya tendrá el momento de explicarle lo que está pasando.Aunque no es su deber. Pero lo hará, porque es su mejor amigo y también porque ante la sociedad tiene una fachada de compromiso que mantener.Entrelazando su mano con la de Julie, Marcos espeta mirando a Eliza:—Julie se quedará conmigo ésta noche. Solo te aviso, para que luego no llames a la policía.—¡Qué! —Eliza grita— ¿Es una broma verdad? —Ella divaga la mirada entre los tres, hasta que le sostiene la mirada a su mejor amiga— ¿Julie? ¿Tú no dirás nada al respecto?—Hmm… —Ella se traba y sonrojándose desvía la mirada.—¿No vas a decir nada? —Su amiga vuelve a preguntar.—Te lo estoy diciendo yo. —Marcos réplica y Eliza pone los ojos en blanco.—¡Cállate, Marcos
En el transcurso de la mañana, Marcos asiste a tres reuniones siendo la tercera, la más eterna para él. —El Fashion Weekend se aproxima en unos cuantos meses y debemos tener el margen de modelos suficientes para esta temporada, como ya han de saber. Será muy diferente a todas las anteriores, tenemos nuevos rostros en la industria, también en la agencia, rostros que debemos dar a conocer. Agregando, que la economía crece a nivel internacional y esto nos beneficiará… —Marcos deja de escuchar todo a su alrededor y puede sentir como si su alma saliese de su cuerpo, para tele transportarse hacia otra dimensión. Hacia su nueva dimensión de nombre y apellido. Julie Rossi. Una hermosa inglesa que ha llegado a su vida para ponerla al revés, de cabeza. Haciéndolo dudar de lo que está apunto de hacer en unas pocas semanas, pero de lo cual, ya no se puede deshacer. «¿Y si le mando un hermoso arreglo de flores para hacerla saber que la pienso? ¡No Marcos! Ya deja de jugar con fuego que te
• 13:00 PMTomando de su abrigo, Marcos se prepara para salir de la oficina cuando siente que abren la puerta e irrumpen en ella. Al girarse, ve a su mejor amigo Luciano entrar y caminar hacia su escritorio con evidente molestia.—¿Me puedes explicar lo que está pasando, por favor?Marcos deja escapar un suspiro y sentándose nuevamente en su asiento ejecutivo, se cruza de brazos para decir:—Estoy con Julie.Luciano resopla y girando de forma exasperada, lo enfrenta:—¿Pero cómo que estás con Julie? ¿Si te das cuenta que acabas de conocerla? ¡Te vas a casar en menos de tres semanas! —Grita eso último.«El momento ha llegado, es tiempo de decirle la verdad.» Cubriéndose el rostro con ambas manos, Marcos cierra los ojos y soltando el aire contenido, susurra:—Mi compromiso con Franchesca solo es una fachada, Luciano. Creí habértelo dicho...Este palidece y cayendo de culo sobre el sillón frente al escritorio de su amigo, espeta:—¿Cómo se te ocurre no contarme algo como eso? ¡Soy tu me
Temblorosa, Julie observa como los cuatro hombres que la siguieron e intentaron robarla, esperan por ella afuera, en la acera frente a la tienda.Tiene miedo, ya que ellos en cualquier momento pueden hacer lo mismo que ella, adentrarse al lugar y aparentar de que algo compraran cuando no es así, para luego atacarla.Ahora, se arrepiente una y mil veces de haber salido sola de la casa de hospedaje. Debió aceptar cuando el señor Fabricio, el taxista, se ofreció a esperarla, pero no.Por terca y para no disque dar molestias no aceptó su generosidad y lo dejó ir. Ahora esta sola, aterrada, en un país que no conoce, mucho menos la zona donde se encuentra.Del terror, hasta se olvidó en qué municipio de la ciudad se encuentra.Quizo salir para comprarle un detalle a Marcos antes de verlo, en agradecimiento por el hermoso gesto que tuvo hacia ella.Pero nunca imaginó que su vida estaría en peligro. Milán no parece una ciudad peligrosa, al contrario, aparenta ser igual de segura que Londres.
• Cinco horas después… Marcos es dado de alta y después de todos los trámites, testimonios e interrogatorios de la policía por lo acontecido, los tres por fin pueden irse de la comisaría.Luciano conduce a casa de Marcos mientras éste duerme en los brazos de Julie, quien lo acuna en su regazo con fuerza.Sigue sin poder creer lo ocurrido y todo lo que Marcos hizo por ella. Y también su amigo, Luciano. A quien ella le agradece al verlo estacionar el convertible frente a la hermosa casa.Y antes de que el rubio bajase del auto, ella susurra:—Gracias, Luciano.El se gira para verla y sonriéndole asiente con la cabeza.—Es enserio. De verdad, muchas gracias —Su voz flaquea—. Tú no tenías porque ir y sin embargo lo hiciste. Viniste junto a él para ayudarme sin saber a lo que se exponían, no lo dejaste solo y, te lo agradezco.—Jamás lo dejaría solo —Susurra, para luego responder burlón—. Mucho menos en el estado que se encontraba, si lo hubieras visto. Después de tu llamada, palideció, e
Después de preparar juntos la cena, ambos deciden comer mientras ven una película en la sala de estar y cuando esta finaliza, Julie toma distancia de su amplio pecho y susurra:—¿Hace mucho que vives aquí?Marcos ladea una sonrisa y ladea la cabeza, negando y asintiendo al mismo tiempo. Un tanto indeciso.—¿Qué significa eso? —Ella dice mientras ríe.—Esta es la casa de mis padres, bueno... —El se aclara la garganta y se corrige— Era.—¿Puedo saber por qué era, dónde están?—Muertos. —El dice tajante, sin chistar aunque perdido en pensamientos.Julie pone los ojos en blanco y sin poder evitar la vergüenza y sonrojes, susurra:—Ay, Marcos perdona mi imprudencia, lo siento mucho.El niega con la cabeza otra vez y dice:—No te preocupes, iba a hablarte de ello igualmente, aunque creo haberte mencionado ayer lo de mi madre —El la ve asentir y prosigue—. Es lo justo si también quiero saber más de tu vida.—Es cierto, me hablaste de tu madre, lo había olvidado, lo siento... Con todo lo ocur
Julie se pone de pie de inmediato al ver su acción y lo mira perpleja.—¿Pero qué haces?—No te llevaré… No te irás. ¡No así! Hablaremos sobre esto primero.—¿Y a ti qué te importa si esto me afecta o no? ¿Qué importa lo que yo opine? No soy quien para juzgarte, no te conocía Marcos —Gime y se muerde el labio para detener un sollozo—. Estás en todo tu derecho de tener una vida, una historia antes de mí, yo también la tengo créeme. Lo injusto y lo que sí me molesta, es que hayas permitido que por mi tristeza, dejases que esto sucediera. ¡Esto no está bien! No es correcto.—Julie… —El ladea la cabeza y su mirada demuestra angustia total. Ella le gusta, por increíble que suene y por el poco tiempo que tiene de conocerla, le atemoriza perderla de esta manera cuando todo apenas comienza— Las cosas no son como tú piensas.—Sí. —Enfatiza— Las cosas sí son como pienso. ¡Esto está mal! Yo no vine a Italia para esto. Vine para despejar mi mente, para librar a mi corazón de penas. No para involu