Mis pensamientos estaban nublados por la ira e indignación que sentía.Damián Sanders se ha convertido en el hombre más irracional e irritante que he conocido en mi vida. Nunca alguien me había hecho perder tanto el control de mi misma y sacarme de mis casillas, y él lo consiguió en unos pocos segundos.Quería encerrarme en mi habitación e intentar calmar la ira que sentía pero al llegar a esta ni siquiera alcancé a cerrar la puerta cuando Damián llegó para evitarlo.Su mano derecha esta sobre el marco y la izquierda sobre la puerta deteniéndola. Yo estoy en medio de sus brazos mirándolo completamente furiosa mientras él me ve de la misma forma.Su respiración estaba tan acelerada como la mía, tal vez por la prisa con la cual subimos las escaleras. Y debido a eso puedo ver su fornido pecho subir y bajar más rápido de lo normal—Usted y yo no hemos terminado de hablar señorita King —espetó enojado.—Ya ha dicho usted suficiente, ¿No le parece? —le pregunté con desdén.—No quiero malent
Después de celebrar el recital de Linsey en su heladería favorita, nos vinimos directamente a la mansión.Linsey se quedó dormida en el auto, así que Damián la lleva en sus brazos a la habitación de ella mientras lo sigo.Al llegar Damián la acuesta con cuidado sobre la cama y yo la cubro con las sábanas para después darle un beso en la frente. Damián hace lo mismo y luego ambos salimos de la habitación.En cuanto él cerró la puerta nuestras miradas se cruzaron. Podía sentirlo, sé que él por alguna razón estaba tan nervioso como yo.El silencio era abrumador, no sabía que decir o que debía hacer y él parecía tener el mismo conflicto.—Señorita King...—Señor Damián...Dijimos los dos al mismo tiempo.—Usted primero —me pidió.—Bueno, solo le quería dar las gracias por ir al recital de Linsey —expresé mientras le brindaba una sonrisa nerviosa.—Es mi hija, me importa cada cosa que tenga que ver con ella, aunque usted no lo crea —dijo en tono bajo, cómo si lamentara que yo no creyese qu
Aceleré un poco el paso con la intención de confirmar que si me estuvieran siguiendo y aquellas personas detrás de mí empezaron a caminar más rapido. Ya no podía seguir engañándome, era claro que me seguían y no era para asaltarme, querían algo más y seguramente ese algo era matarme.> me dije a mi misma mientras miraba a todos lados buscando respuestas.De repente un auto que reconozco a la perfección frena en seco cerca de mi, justo a mi lado.Me detengo mientras veo a Damián bajar rápidamente del vehículo, mira detrás de mi con ojos desafiantes frunciendo el ceño con enojo. Yo aún sin atreverme a voltear escucho pasos de personas corriendo que se alejan de nosotros.Damián termina de acercarse a mi y me toma delicadamente de los hombros. —¿Está bien señorita King? —me preguntó. Sin embargo no conseguía articular palabra alguna. —Está temblando —señaló mientras frotaba sus manos sobre mis hombros tratando de reconfortarme.—Creí que me habían encont
————FIN DE SEMANA————Creo que temía tanto que este día llegara, que más se apresuró en hacerlo.Ya no había vuelta atrás, nos encontramos en Vancouver después de 6 horas de vuelo.Linsey no ha dejado de sonreír ni un solo segundo y Damián y yo estamos felices por ello.—Cariño lleva tú maleta a la habitación que está al fondo del pasillo —le pidió.—Si papá —contestó y empezó a rodar su pequeña maleta hasta el lugar que le había indicado Damián.Desde la sala de estar se puede ver el pasillo del que hablaba. Al fondo hay una habitación con la puerta abierta y también hay una de cada lado, por lo que deduzco que una de ellas será mi habitación y la que está frente a la mía será la de Damián.—Es mejor que vaya con Linsey para evitar que haga cualquier desastre con las cosas que le empaqué —pronuncié tratando de no quedarme a solas con él.—Espere un momento —me pidió deteniéndome.Respiré profundo y nuevamente volteé hacia él.—Dígame, señor.—Bueno, como le dije tengo que ir a una jun
No sé cuanto tiempo llevo encerrada en la habitación, pero me negaba a salir y ver a Damián.De repente escucho que tocan la puerta con suavidad y seguido de eso escucho la vocesita de Linsey llamándome. De inmediato voy hacia la puerta y al abrirle la veo frotando sus ojos aún soñolienta. —¿Qué pasa, mi corazón? ¿Te sientes mal? —le pregunté mientras la tomaba en mis brazos. Pero antes que Linsey pudiera responderme, veo a Damián salir de su propia habitación.—¿Todo está bien? —preguntó mientras yo evitaba mirarlo. Linsey extendió sus brazos hacia él, así que me acerque para que pudiera tomarla. —¿Cómo estás mi princesa?—Me duele la garganta —contestó en voz baja y Damián tocó su frente midiendo su temperatura.—Parece que la fiebre bajó un poco, pronto te sentirás mejor —afirmó dándole una sonrisa alentadora. —¿Tienes hambre? —le preguntó.Linsey asintió en respuesta y luego Damián dirigió su mirada hacia mi.—¿Pedimos algo de cenar?—Si, creo que es la mejor opción, aunque tambi
La pasión, la necesidad, el deseo; eran casi palpables e indelebles.Detesté mis propios pulmones y resentí el oxígeno que me obligó a alejarme de él solo para inhalar. En términos más simples, aborrecí la fragilidad de mi débil humanidad.El deseo en sus ojos era innegable, y sé que él puede ver el mismo deseo en los míos.Damián inclina su frente hacia la mía mientras respira pesadamente.—Si vuelvo a besarla, no podré controlarme —susurró sobre mis labios.—Y-yo tampoco podré hacerlo —confesé con la voz entrecortada.Me aparte un momento con la intención de ver su rostro y en cuanto lo miré, me arrepentí de haberlo hecho.Había duda en sus ojos de Damián, pero no solo eso, también había remordimiento y culpa.Algo dentro de mi, me decía que había algo que lo detenía, y ese algo era el recuerdo de su esposa.No estaba dispuesta a seguir con esto en esas circunstancias, así que decidí liberarlo de esa carga.—Buenas noches, señor Sanders —pronuncié antes de darle un delicado beso sob
Mi cuerpo tiembla sin que pueda controlarlo y el miedo me invade mientras trato de convencerme a mí misma de que es solo mi imaginación.Me asomo sutilmente con la intención de ver hacia fuera por el vidrio trasero del auto. Primeramente veo la espalda de Damián y Olivia está diagonal a él. Noto que Damián tiene a alguien frente a él, pero no alcanzo a diferenciar si es quien estoy pensando.—Un placer conocerlo —escuché la voz de Damián decir.Mis temores son confirmados cuando él por fin se mueve un poco, y veo el rostro de Lucas.Bajo rápidamente mi cabeza para prevenir que él me vea. Siento mi corazón bombear cada vez más lento mientras mi respiración se entrecorta.> me pregunté mentalmente con esa sensación de impotencia corriendo por mis venas.—Daphne, ¿te ayudo a buscar mi muñeca? —me preguntó Linsey al llegar.Rápidamente intenté ocultar mis sentimientos de ella y le sonreí forzadamente.—Ya la encontré, corazón —le informé dandole la muñeca.
El aire se volvía más denso a medida que la tensión aumentaba. En los ojos de Damián había tanta ira que creí que en cualquier momento, golpearía a Lucas.—¿¡Son novios!? —inquirió bruscamente, y negué de inmediato con mi cabeza.—No señor, nosotros...—¿Sabe que, señorita King? —me interrumpió. —No quiero sus explicaciones. Sin embargo, les pido, no, más bien les exijo, no tener estás escenitas amorosas aquí en mi casa —ordenó con cierto desagrado. Y antes de irse me dio una última mirada llena de decepción.Empecé a sentir que los latidos de mi corazón iban cada vez más lentos...Me negué a quedarme viendo como se marchaba sin haberle explicado las cosas, y por fin logré reaccionar y dar un paso hacia delante con la intención de detenerlo. Sin embargo, en cuanto lo hice, Lucas se interpuso en mi camino.Lo miré llena de furia, reflejando en mis ojos la advertencia de que si no se quita iba a golpearlo. Lucas me observa por unos segundos, lo veo tragar saliva y sin decir una sola pal